Capítulo 25
Maddox
Sigo leyendo la noticia en mi teléfono y me hace tener un tic en el ojo, en serio necesito un descanso, o matarlo directamente, sí, eso podría aumentar mi esperanza de vida más de un treinta por ciento, quizás cuarenta.
Maxim entra corriendo a mi habitación y me mira con pánico, está agitado de subir las escaleras y teniendo en cuenta el llanto de Azael estaban jugando.
—Sasha, hay problemas —dejo el teléfono a un lado y resoplo.
—Sí, tengo muchos problemas —Maxim termina de entrar y mira hacia mi teléfono, la noticia todavía está reproduciéndose, el descubrimiento de mi identidad.
Raphael, espero no verte hasta dentro de una semana o un año si no quieres que te asesine yo mismo.
Llevo más de un año escondiéndome sin problemas y él acaba de ponerme en la mira de ese monstruo otra vez, no sólo de él, también de la IMS1, ya descubrieron mi identidad y pasaron de querer encontrarme para salvarme a querer encontrarme para meterme en Iron Grills nuevamente.
No puedo creer que me hiciera esto, no tengo idea de lo que piensa, ya no es él mismo y a veces me asusta ese hecho más que nada.
—¿Y ahora qué mierda hago? —Maxim me abraza, escondo la cabeza en su pecho y lo rodeo con los brazos.
Como dije antes, odio a Raphael precisamente por esto, estas cosas no cambian, es capaz de hacerme daño sólo para que me someta a él, no le importa nada más que él mismo.
Ahora mi vida está completamente arruinada otra vez gracias a él, ya no puedo esconderme como Alexander Smirnov, pero tampoco puedo volver a mi vida como Maddox porque hice demasiadas cosas imperdonables jugando a ser otra persona.
—Mantén la calma, ¿qué crees que hará Dima?
—Me buscará hasta debajo de las piedras, ya sabe que estoy en su maldita organización, Alessio está corriendo peligro por mi culpa, es al primero que van a buscar —Maxim suspira y me acaricia el pelo.
—Alessio se metió en esto porque le dio la gana, tú no tienes la culpa, él sólo quería una excusa para intentar joder a Dima, quiere que lo maten y eso no debería afectarte.
—Maxim… —murmuro mirándolo, sonríe de medio lado.
—No me mires así, sé que va de mal en peor, ya me preparé para lo peor.
—Quiero ver a mi padre.
—No, definitivamente no, es ahí donde irán a buscarte.
—Pero…
—No, llamaré a Raphael y… —agarro su muñeca antes de que logre llegar a mi teléfono, me mira confundido.
—No te atrevas a traerlo porque soy capaz de matarlo.
—¿Qué? —me pongo de pie, agarro el teléfono y lo tiro contra la pared, eso no me hace sentir mejor, nada me hará sentir mejor, ni siquiera estoy seguro de lo que siento ahora mismo.
—Él me hizo esto, estoy en esta situación por su maldita culpa de nuevo, ¿qué rayos pasa con él, por qué lo hizo? —lloriqueo como un imbécil, Maxim me mira con compasión y eso hace que me rompa aún más—. Lo amo, pero hace que una cosa tan simple sea difícil, ya no sé si lo amo más de lo que lo odio y no quiero odiarlo.
—Sasha… —me niego al toque de Maxim, es la primera vez, pero no me siento nada bien.
—Si comienzo a odiarlo otra vez Dima ganará, y no quiero eso, ¿entiendes? Sólo quiero amarlo.
—Escucha, Maddox —Maxim coloca las manos en mis mejillas y hace que lo mire—. Dima no te controla, no tiene ningún poder sobre ti, no puede hacer nada, no puede hacer que lo odies.
—¿En serio crees eso? —me echo a reír, Maxim seca mis lágrimas—. Porque durante mi estadía en Rusia lo odiaba por dejarme en esa posición, por meterme en sus asuntos, por no darle el maldito anillo a Dima, por permitir que me hiciera todo eso, por no llegar a tiempo, lo odio por tantas razones que estoy empezando a ahogarme.
—Mírame —pide con un suspiro—. Raphael no tenía el control de nada de eso, estoy seguro de que no sabía que te harían daño, no pensó que sus asuntos te perjudicarían tanto, no tenía el anillo y ni siquiera sabía que estabas vivo para ir a rescatarte.
—Lo sé —murmuro limpiándome las mejillas.
—¿Entonces, por qué lo odias?
—Porque era fácil odiarlo, porque culparlo me hacía sentir mejor, cada vez que Dima decía algo sobre él mi rabia crecía y odiarlo se convirtió en mi única salida.
—Pero ahora no estás con Dima, estás aquí y Raphael también, esta vez sí está contigo.
Eso me hace enojar, la rabia regresa más fuerte que nunca, porque me traicionó, jugó conmigo, sólo porque dije que no a su estúpida propuesta, hizo esto por puro capricho.
—Y no quiero que esté conmigo, él me delató sólo para tenerme en sus manos.
—Maddox —me suelto y camino hacia la puerta.
—Voy a ver a papá, ya no tengo que seguir escondiéndome.
—Iré contigo.
—No, te quedas, cuida de Azael —Maxim se niega, no me gusta que haga eso.
—No puedes irte solo, eso es una estupidez.
—Maxim —gruño para que me preste atención—, sigues herido, no te quiero fuera, te quedas y cuidas de mi hijo, ¿entendido?
—Sí —murmura en contra, pero no me importa, igual me retiro.
Me despido de Azael y conduzco por las calles conocidas, aparco el coche a dos cuadras y me acerco caminando, necesito acercarme, pero no tengo ni idea de si puede haber alguien esperándome.
Reviso alrededor, parece despejado, así que voy por la parte trasera de la casa y agarro una llave que solía dejar bajo una maceta por si olvidaba la principal, abro lentamente y entro evitando hacer ruido.
Ver mi antigua casa me da nostalgia, aunque Yara solía hacerme la vida imposible me sentía cómodo en este lugar, era mi casa, la que compré con tanto esfuerzo, la amé los primeros años, luego sólo estaba el recuerdo de Yara manchándola.
—Levanta las manos y quédate quieto —obedezco ante la orden de mi padre, Lion me amenaza con una escopeta y escucho el llanto de un bebé, intento dar otro paso, pero apunta con decisión.
—Papá… —me mira con horror, luego endurece la mirada—. Soy yo, Maddox…
—No, cállate, no eres mi Maddox, y no te permito que vengas a deshonrar su recuerdo de esta forma.
Me echo a llorar, lo extrañé tanto, a mi hermana, Ares, mi vida, extraño todo y lo peor es que no puedo hacer nada por recuperarlo.
—Estoy seguro de que sabes lo que está pasando, la noticia, sé que estoy distinto, pero soy yo, por favor, mírame a los ojos —intento secarme la cara, pero sigo llorando como un idiota, una vez comienzo es difícil detenerme.
Lion baja el arma, sin embargo, aún parece receloso.
—Dime algo que sólo sepa Maddox.
—Estuviste escondiendo el anillo del Pahkan de la mafia durante años, el que se le cayó a Raphael mientras estaban en esa cabaña, me apoyaste cuando te dije que me gustaban los hombres y mamá no, a pesar de que era mío Niki te hace más caso a ti, no le dices a nadie, pero soy tu hijo favorito —Lion me abraza enseguida, algunos truenos resuenan y escucho la lluvia empezar a caer con fuerza.
—Dios, lo siento —murmura contra mi cuello—, ¿dónde estuviste todo este tiempo, qué pasó?
—Es largo, eso no importa —el llanto sigue, así que mi atención cae en las escaleras.
—Es tu sobrina —dice suavemente, sonrío y camino hacia allí, Lion carga a la niña cuando llegamos a la habitación, agarro los cachetes regordetes, es una linda combinación de dos personas que amo.
La niña se duerme y Lion la pone en la cuna otra vez, lo abrazo, sólo para verificar que en serio estoy otra vez con mi padre, que es él. Me abraza con fuerza y besa mi sien.
—Mi muchacho, de verdad eres tú.
—Sí, soy yo, siento desaparecer todo este tiempo, te extrañé —susurro y vuelvo a llorar, soy un maldito desastre, igual que el clima fuera, los relámpagos alumbran la habitación de vez en cuando.
—¿Mejor? —pregunta papá secándome la cara una vez parece que el ataque terminó.
—Sí.
—¿Mi nieta también…? —interrumpe sus palabras y sonrío.
—Es un niño idéntico a mí.
—¿Puedo conocerlo?
—No lo sé, no creo que me quede mucho tiempo, creo que esta viene siendo mi despedida.
—¿Raphael sabe?
—Sí.
—Eso explica su extraño comportamiento.
—Yo no… —el ruido de una puerta sonando me desconcentra, bajo corriendo para verificar quien es, Raphael está entrando completamente empapado y mi único reflejo es agarrarlo del cuello.
—Tienes valor para presentarte frente a mí ahora mismo —gruño acorralándolo contra la pared, Raphael agarra mi muñeca y me mira con furia, bien, extrañaba esa mirada, este sí es Raphael, no el gatito que estaba pretendiendo ser.
—Tu hermana y Ares estarán aquí en unos minutos, ¿cómo se te ocurrió venir aquí? Este es el primer lugar donde todos mirarían —aprieto con fuerza su cuello cortándole la respiración, Raphael gruñe agarrándome con fuerza, no la suficiente.
—Eres un traidor, hijo de puta, por tu jodido egoísmo me metiste en un montón de problemas —el agarre comienza a disminuir, Raphael está quedándose sin fuerza y sé que tengo que soltarlo, pero no lo hago—. ¿Fue divertido joderme otra vez, uh?
No me responde, no puede hacerlo, dejo de apretar dejándolo respirar de una vez, Raphael toma una gran bocanada de aire y jadea.
—Jodido loco, casi me matas —tose, aprieto la mandíbula.
—Debí matarte desde el principio y ahorrarme todos los malditos problemas —gruño fuera de sí, Raphael se frota el cuello, no parece particularmente afectado por mis palabras.
—Chicos… —miro hacia la puerta que acaba de abrirse dejando entrar a Abby y Ares, no se han dado cuenta de nuestra presencia.
—Lion, estamos de vuelta —Abby abre los ojos con sorpresa, Ares saca el arma de su cintura y me apunta.
—¿Por qué le estás apuntando? —gruñe mi padre intentando dar un paso hacia mí, le hago una señal para que se quede donde está.
—¿Por qué, ya sabes quién es?
—Maddox —dice mi padre con firmeza, aprieto los labios, porque en realidad ya no soy ese Maddox.
—No, no es Maddox, ahora es un criminal que pertenece a la mafia roja —trago con nerviosismo, la mirada de Ares es odio puro, decepción, traición, hay tantas cosas que no estoy seguro—. Aún no puedo creer que te convirtieras en esto.
—Ares, ¿qué estás diciendo? —evito mirar a mi padre, no quiero ver la decepción en sus ojos, Raphael intenta dar un paso hacia mí, pero lo miro con tanto enojo que se queda en su lugar.
—Dejó su vida en la IMS1 para ir a torturar personas, lavar dinero, traficar, ¿cuántas cosas más?
—Las cosas no son como crees —murmuro.
—No me importa nada de lo que tengas que decir, no te reconozco.
—Ares, baja el arma —vuelve a decir mi padre, él no obedece.
—Lo metimos en Iron Grills hace unas semanas y escapó, lo devolveré a donde pertenece, afuera sólo está haciendo daño.
—Sigue siendo mi hijo y esta es su casa, así que baja el arma.
—No.
—Ares, es mi hermano, deja de apuntarle, por favor —lloriquea Abby mirándolo con los ojos cristalizados, Ares está reacio.
—No es Maddox, Maddox nunca haría esto, nunca mataría a alguien sólo por satisfacción personal, no estaría de parte de los malos.
—Tienes razón, ese Maddox murió, sólo quedo yo.
—Estoy tan decepcionado —gruñe, Raphael por fin se acerca y me abraza dándole la espalda a Ares, no es algo muy inteligente teniendo en cuenta lo mal que se llevan.
—Vámonos de aquí, esto fue una idea estúpida —aprieto su brazo, mi padre está frente a Raphael, eso obliga a Ares a bajar el arma.
—Lo siento, papá —me deshago de Raphael, Lion me abraza enseguida y frota la espalda con lentitud.
—Eres mi hijo, Maddox, no importa lo que hagas, sé que haces lo mejor que puedes, ya te lo dije, no somos perfectos.
Camino hacia la puerta trasera y salgo de la casa, la lluvia comienza a empaparme por completo, sigo caminando, Raphael me sigue sin decir ni una palabra, lo cual es bueno, no estoy tan bien ahora mismo.
Sigo sin rumbo fijo hasta que el imbécil agarra mi brazo y hace que me detenga, manoteo su mano y me giro, el agua cae a raudales, esta época es una basura.
—¿Qué quieres ahora, no tuviste suficiente con volver a joderme la vida?
—Esto fue estúpido, te pusiste en peligro por un puto capricho —lo fulmino con la mirada, sólo quiero pegarle hasta olvidar lo que me hizo, quiero que se aleje de mí, es todo lo que está jodidamente mal en mi vida.
—Déjame en paz antes de que consiga acabar lo que empecé hace unos minutos —gruño enojado, Raphael me agarra del pelo y nos acerca.
—Deja de comportarte así, sólo haces que las cosas sean más difíciles —lo empujo, comienza a darme frío, odio el maldito frío, odio la nieve, todo lo que tenga que ver con eso, me recuerda a Dima y no quiero seguir aferrado a mis pesadillas.
—¿Soy yo quien hace las cosas difíciles, tengo que agradecerte por decirle a todos sobre mí, te agradezco ahora que Dima me tiene tanto a mí como a las personas que me ayudaron en la mira?
—Vamos a quitarle el poder a Dima, esto no importará en unas semanas —niego, es un maldito salvaje, no entiende nada y no debería sorprenderme.
—Imagino que mientras eso pasa tendré que esconderme como una maldita rata.
—Vendrás conmigo —me echo a reír, comienzo a perder la maldita cabeza aún más, Raphael siempre consigue esto.
—Te puedes ir al infierno, no iré contigo a ningún lado.
—Maddox…
—¿Por qué en el infierno harías esto?
—Te dije lo que quería y no quisiste dármelo —me echo el pelo hacia atrás y miro al cielo unos segundos, no puede ser jodidamente en serio, ni siquiera sé por qué me sorprendo.
—¿Por esa estupidez me hiciste esto, me pusiste en peligro sólo porque te dije que no iba a casarme contigo? Raphael, tu mente no puede estar tan retorcida.
—Maddox, cásate conmigo y la mitad de tus problemas van a desaparecer.
Eso me hace enojar aún más y termino gritando.
—No van a desaparecer, si eso pasa mis problemas se aferrarán a mí con más intensidad, probablemente se multipliquen, porque tú eres el mayor de mis problemas.
—Escúchame…
—No, no voy a escucharte, se acabó, no sabes todo lo que tuve que resistir, lo que tuve que hacer para sobrevivir a Dima, tú simplemente piensas en ti mismo.
—No lo sé porque no quieres decírmelo —me echo a reír, pero ya es de esas carcajadas extrañas que no son divertidas.
—Me acosté con él.
—¿Qué?
—Sí, tuve que dejar que me follara para poder sobrevivir, no sabes lo complacido que estaba de jugar con el mismo juguete de Raphael Williams, parecía satisfecho con la idea —Raphael me mira con horror.
—¿De qué estás hablando?
—Hablaba sobre ti, esas eran las pláticas de almohada, todo el tiempo, me contaba cosas, me endulzaba el oído hasta el punto en el que me hizo odiarte —explico con calma, estoy agotado de llevar mis emociones de un extremo a otro, no puedo más.
—No me odias —murmura, lo miro con lástima, sí que lo odio y es lo peor de la situación.
—Créeme, te odio y ahora mismo no puedo lidiar con eso.
—No hablas en serio —Raphael agarra mi brazo, me suelto y coloco las manos en sus mejillas.
—Hablo muy en serio, no puedo más, te amo, sabes que te amo, pero no puedo seguir ignorando toda esta rabia, el odio, simplemente no puedo.
—Estás dejando que gane.
En eso tienes razón.
—Y tú no ayudas, eres un jodido hijo de puta, justo como dijo él, no te importo lo suficiente.
—Si me importas —dice colocando las manos sobre las mías, niego.
—Lo demuestras muy bien.
—Maddox…
—No te atrevas a seguirme, vamos a darnos un tiempo, juntos somos un maldito desastre, demasiado tóxicos y necesito respirar, estoy en mi límite, Raphael.
—¿Vas a dejarme volver?
—Pregúntame en unas semanas —Raphael agarra mis manos.
—No tengo unas semanas, voy a darte cinco días, sólo para que te calmes, y no pienses que puedes alejarte de mí, ya hiciste un pacto con este diablo y no puedes romperlo.
Lo miro fijamente, al final voy a terminar cediendo, sigo aquí, me gusta lo que me da por muy tóxico que sea, bien, no me importa, sólo necesito ese respiro, cinco días son suficientes para calmar esta ira por lo que me hizo hoy.
—Ganaste —murmuro acariciando su mejilla—. En cinco días voy a casarme contigo, pero las cosas no serán iguales, no voy a confiar en ti otra vez, no esperes mucho de mí, es la segunda vez que me haces esto.
Raphael me besa suavemente, lo odio, sigo haciéndolo.
—No te traicioné, vas a entenderlo más adelante, ahora me voy —deja un último beso en mis labios y comienza a caminar lejos de mí.
Me dejo caer al suelo, ni siquiera tengo que secarme las lágrimas, ahora me alegra que llueva, lo veo irse y es como si estuviese arrancando una parte de mi alma, pero en el fondo me siento tan aliviado, si pudiera mantenerlo lejos de mí todo sería distinto.
Pero no puedo, ya no.
Yo mismo me busqué que me hiciera esto, darle otra oportunidad a alguien como él es un arma de doble filo, terminará cortándome tarde o temprano, justo como hoy.
A pesar de saber eso nada cambiará.
******
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top