Al escuchar el ruido bajamos rápidamente. Estaba asustado, no pensé que llegarían a utilizar los golpes.

Al bajar vimos cristales rotos en el suelo, como Yoongi se haya atrevido a lastimar a Tae acabaría muy mal.

Todas las maldiciones que estaba soltando mentalmente hacia Yoongi pararon cuando ví a Taehyung sentado encima de la mesa y besándose de manera lenta con Yoongi.

Todos quedaron anodadados al verlos besarse.

—Espera, ¿Yoongi es gay? —la pregunta de Jungkook interrumpió el ambiente que se había creado junto con el beso de Tae y Yoongi.

—¿Acaso tu no? —dijo Yoongi con molestia por interrumpir el beso mientras Tae se estaba sonrojando al vernos ahí.

—No.

En ese momento tenía unas ganas enormes de pegar a Jungkook sin saber el porqué, oh sí espera, por hacerme seguir con la mentira de que somos novios, por haberme robado mi primer beso y encima por estar dejándome en ridículo al decir que no es gay ya que supuestamente sale conmigo.

—Pero si estas saliendo con Jimin —dijo Jin sin comprender.

—Pero no soy gay...—me acerqué a él con la intención de golpearle ya que me estaba aguantando las ganas de hacerlo desde hace tiempo, pero lo último que dijo me dejó desconcertado al igual que los demás— Soy Jimsexual.

En ese momento sentí mis mejillas arder a la vez que escuchaba algunas risas de parte de mis amigos.

—¿De que se ríen? Es verdad, Jimin...—me cogió de la cintura atrayendome hacia él— es el único chico que voy a amar—dijo Jungkook muy seguro.

Me pregunto cómo es que actúa tan bien. De pequeños me acuerdo que no podía hacerlo, se notaba fácilmente que era mentira lo que decía.

Las risas de los demás pararon y yo me intenté zafar del agarre que tenía en mi cintura pero no me dejaba.

Mientras tanto Yoongi bajó a Taehyung de la mesa y Jin hizo que Yoongi recogiera los vidrios del vaso que quedaron esparcidos por el suelo al sentar a Taehyung en la mesa.

—Sueltame ya, Jungkook

—¿Cual es la palabra mágica?

—¿Por favor?

—No.

—¿Cómo que no?

—No lo és. No hay palabra pero si una acción—dijo mientras alzaba las cejas picaramente.

—¿Eh? No entien-

No me dejó terminar la frase ya que sus labios se juntaron a los míos de una forma algo rápida que no me dio ni tiempo a reaccionar cuando se separó de mi dejandome en medio la sala.

—i-idiota... —susurré con las mejillas sonrojadas mientras llevaba uno de mis dedos hacia mis labios.

¿Me había gustado?