❝15❞
El regreso a Daegu fue todo menos tranquilo, haciéndolo extrañar el pequeño descanso que tuvo estando en Daejeon mientras transcurría su primer día de celo, sintiéndose avergonzado al pensar que su estadía fue amena únicamente por la presencia de Yoongi y sus espectaculares feromonas que seguiría sintiendo impregnadas en su cuerpo de no ser por la torrencial lluvia que los recibió al llegar a la casa del alfa, quedando ambos empapados de pies a cabeza.
Cualquier molestia que pudiera sentir al notar como el agua se llevaba la marca de aroma que el lobo había dejado en él, se disipó en el momento que la puerta de la gran casa Min se abrió dejando ver a un preocupado Seokjin cargando a la bebé de grandes ojos que parecía divertida al verlos correr hacia ella.
-Entren rápido, parece que el cielo se cae. -Entregándoles una toalla a cada uno se hizo a un lado para dejarlos entrar, frunciendo el ceño al ver como el piso de la entrada quedaba completamente sucio.- Demonios ¡Namjoon! ¡Ven a limpiar esto!
-¡Ya voy, mi amor! -Se escuchó la fuerte voz del alfa desde la planta superior haciendo reír a la pareja que intentaba quitarse un poco la humedad de la ropa.
-Mejor quitense la ropa y vayan a darse una ducha, los esperare en la cocina con sopa caliente.
Obedeciendo al padre primerizo comenzaron a desvestirse dejando la ropa empapada a un costado de ellos, intentando evitar lo mejor que pudieron esparcir el agua y la suciedad por el suelo, quedando ambos solo en ropa interior mientras intentaban secarse con las toallas, siendo gracioso para Seokjin ver como Jimin secaba su cuerpo mientras Yoongi le secaba el pelo, importandole poco estar congelándose. Para él lo principal era mantener a su pareja seca para que no se enfermara, algo verdaderamente tierno para el omega mayor que hubiese seguido deleitándose con la divertida imagen si no fuera por la rosácea mancha que sus ojos lograron captar de reojo.
-¡Min Yoongi ¿Qué tienes ahí?! -Como si de un interruptor se tratara el lobo se cubrió con la toalla que antes usaba para secar el cabello del menor y comenzó a correr lejos del rubio omega.- ¡Mocoso ven aquí!
-¡No eres mi mamá! -Grito mientras trastabillaba varias veces en su huida por las escaleras, dándole un empujón a Namjoon cuando este se asomó desde la habitación de su hija para ver qué ocurría.
Extrañado el alfa bajó a la primera planta acercándose a su pareja para preguntar qué ocurría, siendo interrumpido por las fuertes risas del zorro que llamaron la atención de ambos, siendo imposible evitar la sonrisa que floreció en ambos por la vista del pelinaranja riendo a mandíbula suelta mientras caía sentado en el suelo, sujetando su abdomen debido al dolor que la risa le causaba. Y es que ver como el tan respetable alfa Min huía de un omega vistiendo únicamente su ropa interior mientras se cubría con una toalla, era algo que jamás pensó presenciar o al menos no en esa vida.
Intentando recobrar la compostura se levantó aun soltando pequeñas risas que sacudían su cuerpo, causando las risas de la pareja a su lado que inútilmente intentaban ignorar las feromonas de felicidad que el recientemente descubierto omega dominante emitía inconscientemente.
-Me iré a dar una ducha, agradecería mucho esa sopa caliente, Seokjin hyung. -Enrollando la toalla en su cintura se encaminó hacia las escaleras, deteniéndose al escuchar hablar al rubio.
-¿Te llevo la sopa a tu habitación o bajarás a comer?
-Bajaré a comer, debo conversar con ustedes. -Como si estuvieran sincronizados la pareja se apuntó con clara confusión, haciendo reír al menor.- Si, con ambos.
-Te esperamos en el comedor entonces. -Asintiendo a las palabras del alfa continuó su camino.
Una vez en su habitación se permitió suspirar con libertad, siendo consciente recién en ese momento lo tenso que su cuerpo se había colocado luego de escuchar a Seokjin preguntar por la marca en el cuello del lobo. Nunca había sentido a su contraparte animal tan alerta como en ese momento, mucho menos había sido capaz de visualizarlo con tanta precisión como hace unos minutos cuando Yoongi huyó sin dar explicaciones, causando que las orejas de su contraparte animal bajarán con aparente tristeza y que escondiera la cola entre sus patas.
Entendía que el alfa se pudiese sentir avergonzado o incluso tímido respecto a su relación y mucho más si de la marca en su cuello se trataba, después de todo no era bien visto que un alfa llevará una mordida, pero era Jimin quien entendía eso, no el joven e inexperto zorro omega que habitaba su subconsciente.
Esa entidad que era parte importante de él se sentía como un pequeño cachorro luego de ser regañado por su padre al haber hecho algo vergonzoso, algo inapropiado o simplemente algo muy mal visto, como tantas veces había ocurrido al pelear con los jóvenes alfas de su manada, donde era su padre o hermano quienes lo alejaban de sus compañeros para que dejara de golpearlos. Pues más de una vez no había logrado medir su fuerza dejando a uno que otro chico con horribles moretones, arañazos o mordidas que tardaban días en sanar.
-No hemos hecho nada malo… -Se dijo a sí mismo mientras ingresaba a la ducha y se sentaba en la fría cerámica, dejando que el agua bajara por su cuerpo y calentara sus entumecidos músculos.- Yoongi no se veía disgustado por la marca, así que todo esta bien. -Intentó convencerse.
Otro suspiro abandonó sus labios mientras tomaba la botella de champú y comenzaba a lavar su cabello, tarareando una baja melodía que había estado repitiendo desde la tarde anterior en su cabeza, comenzando a cantar sin darse cuenta.
Su suave voz resonaba en las paredes del baño mientras lavaba su cuerpo, ajeno a la persona que entraba a su habitación con un abrigador sweater en sus manos que dejo sobre la cama del omega, sonriendo con suavidad al escuchar la meliflua voz que se filtraba a través de la puerta del baño.
Antes había escuchado a Jimin cantar pequeñas estrofas de alguna canción que sonará en la radio mientras iban en el auto, leían juntos en su estudio o veían televisión, pero Yoongi estaba seguro que esa canción nunca la había escuchado, pues si algo destacaba de sí mismo era su gusto por la música y estaba seguro que si esa canción la hubiese escuchado en alguna parte, sería de sus favoritas. Aunque muy probablemente pensara eso solo por quien la cantaba en ese momento y no tanto porque fuese una buena canción.
-...Desde la creación del universo, todo estaba destinado…-El sonido del agua dejando de caer y la puerta corrediza de la ducha siendo abierta le aviso al pelinegro que Jimin había terminado de bañarse, aun así no pudo apartarse de la puerta ante la dulce voz del omega.- …Solo déjame amarte…
La puerta siendo abierta mientras el vapor salía formando una densa bruma alrededor del zorro fue completamente ignorada por Yoongi al ser rodeado por el encantador aroma a moras y arándanos del menor, que debido al baño parecía haberse intensificado, causándole la extraña necesidad de impregnarse de ese aroma.
-Yoongi, me asustaste… -Bajando la cabeza el omega paso por su lado, yendo directamente hasta su closet para buscar ropa cómoda que utilizar.
-Lo siento, yo… -Dudando sobre qué decir le dio la espalda al menor, queriendo darle privacidad mientras se vestía.
El recuerdo de la tarde anterior donde había lavado y vestido al zorro llegó a su cabeza en una clara burla hacía sí mismo, pues ya lo había visto desnudo e incluso lo había tocado tanto de manera inocente como de manera lujuriosa, haciéndolo sentir estupido por su actuar tan tímido.
-Te he traído algo. -Logro decir, girándose hacía Jimin y extendiéndole el sweater amarillo, deleitándose con la vista del torso desnudo del joven frente a él.
-¿Para mí? -Con una suave sonrisa tomó la prenda y se la colocó con rapidez, importandole poco estar sin camiseta debajo de esta.- Está muy lindo, gracias Yoongi.
-Lo vi en Seúl y creí se te vería bien… No me equivoque.
Dejando una pequeña caricia en el cabello aun húmedo del zorro se alejó de él encaminadose hacía la puerta de la habitación, siendo detenido por el suave agarre en una de sus manos que extrañamente envió una corriente eléctrica por todo su cuerpo, arrancándole un jadeo que fue correspondido por el bajo chillido que Jimin comenzó a emitir inconscientemente al sentirlo lejos. Ese sonido ya lo había escuchado antes y aun cuando provenía de alguien de una especie diferente, su instinto alfa reaccionaba inmediatamente al llamado.
En dos cortos pasos quedó frente a frente con el menor, rodeando con fuerza la cintura de este y apegándose a su cuerpo lo más que pudo, intentando transmitirle en ese simple gesto que estaba con él, que no se iría a ninguna parte y que jamás lo dejaría. Pues escuchar como su pareja emitía un sonido de claro miedo al sentirse abandonado, era un fuerte golpe a su orgullo como alfa y como hombre.
-Jiminnie, estoy aquí… -Con una mano en la espalda del omega y otra en la nuca lo acercó hasta su cuello, comenzando a liberar feromonas para intentar calmarlo mientras suavemente mecía sus cuerpos.
La desesperación que notó en los movimientos de Jimin al momento de abrazarse a su cuello lo desconcertó, aun así no se alejó ni mucho menos reclamó por la molestía que sintió en su cuello ante tan rápido y fuerte agarre, centrándose únicamente en liberar su aroma de manera que cubriera todo el cuerpo del menor como también su habitación.
-Lo siento… -Escuchó luego de unos minutos, negando suavemente ante la disculpa pues no la creía necesaria.- No se que me pasa, siento que no puedo estar mucho tiempo lejos de ti, y es tan molesto.
-Recuerda lo que dijo Byul, no solo tu cuerpo debe acostumbrarse a tus instintos dominantes, tu cabeza también. -Alejándose brevemente del omega acunó el rostro de este entre sus manos, sonriendo ante el sonrojo en sus mejillas.- Por otra parte, si la marca que dejaste en mi se asemeja a la de un alfa, es normal que me quieras cerca, después de todo tu omega me reconoce como su pareja marcada.
Bajando la vista hasta el cuello del mayor pudo notar como la playera que llevaba dejaba a la vista la marca de sus dientes en la pálida piel, consiguiendo que una extraña calidez se acentuará en su pecho y con ello que su aroma saliera a rafagas fascinando al lobo. Y es que dejar la marca a la vista era algo que muchas veces había visto a Seokjin hacer al sentir a Namjoon decaído o estresado, entendiendo que ese gesto buscaba hacer sentir mejor a su alfa al demostrarle que cargaba la marca con orgullo.
Queriendo saber si con Jimin resultaría de la misma forma pues había notado como en su viaje de regreso a Daegu estuvo más pensativo de lo normal, quiso dejar su cuello libre de telas, colocandose una playera dos tallas más grandes que solía usar en su adolescencia, agradeciendo que aún le quedará lo suficientemente holgada como para dejar a la vista su cuello y parte de su hombro derecho.
Ahora al ver los ojos del omega brillar mientras el sonrojo más lindo que alguna vez había presenciado adornaba su rostro, junto con el dulce aroma embotando sus sentidos, sabía que había sido una buena idea.
-¿Te sientes mejor? -Soltando el rostro del zorro llevó sus manos hasta las caderas de este, pasando sus manos por debajo de la tela del sweater y acariciando con sus pulgares el hueso de la pelvis del menor.
Asintiendo se permitió inhalar con fuerza la extraña mezcla de aromas que ahora estaba impregnada en su habitación, agradándole demasiado la fragancia a menta, moras y café que lograba sentir. Aun así sentía que no era suficiente, que necesitaba sentir la esencia del café aún más cerca, comenzando a avergonzarse al pensar en ello y en cómo podría conseguirlo, pero el extraño anhelo que comenzó a sentir le dio el valor para hablar.
-Yoongi… -Viendo al alfa ladear la cabeza en interrogación, trago saliva notablemente nervioso.- ¿Puedo pedirte algo? -Rápidamente el alfa asintió.- Tu me… ¿Me marcarías con tu aroma?
-¿Cómo? -Dando un paso atrás se permitió analizar el rostro del zorro, buscando alguna señal de burla en sus facciones, pero al no encontrarlas la burbujeante felicidad que sintió en su pecho lo hizo sonreír de esa manera tan infantil que lo caracterizaba, enseñando sus encías y empequeñeciendo sus ojos.
Rápidamente se acercó a la puerta de la habitación y cerró esta con llave, volviendo con la misma rapidez hacia Jimin y abrazándose a su cuerpo como si su vida dependiera de ello, levantandolo en el aire y caminando con él hasta la cama, todo mientras escuchaba la armoniosa risa del menor. Recostando a este en la mullida superficie se posicionó sobre él, colocando ambas manos a cada lado de la pelinaranja cabeza, teniendo así la mejor vista de todas.
Con el rostro sonrojado, ojos brillantes y una pequeña sonrisa tirando de sus voluminosos labios Jimin le demostraba que cada día podía ser más omega de lo que alguna vez imaginó. El placer visual que le otorgó al inclinar la cabeza en sumisión dejando a la vista su cuello, más precisamente la zona donde su aroma se volvía aún más intenso, fue tan excitante como emocionante, llevándolo a hundir su rostro en ese lugar mientras se acomodaba entre las piernas del menor, quedando tan cerca el uno del otro que no sería difícil escuchar los latidos contrarios.
Sentir los labios del mayor posarse en su cuello estremeció cada fibra nerviosa de su cuerpo, arrancándole un bajo gemido que inútilmente intentó ocultar tapando su boca pero al sentir como su piel era succionada estos continuaron escapando de sus labios sin poder detenerlos.
Los dientes, la lengua y los labios del lobo estaban haciendo estragos tanto en su cuerpo como en su cabeza pues estaba seguro que su vista borrosa no era producto de las lágrimas que caían por sus mejillas, sino por el placer que con unos cuantos besos y mordidas Yoongi le estaba haciendo sentir. El recuerdo de las palabras el alfa sobre su inexperiencia hicieron eco en su cabeza, sacándole una pequeña carcajada que detuvo los movimientos del cuerpo sobre él.
-¿En serio no tienes experiencia, alfa? -Levantando su rostro del cuello del menor lo observó de frente, lamiendo sus enrojecidos labios.- Me tienes temblando de pies a cabeza para ser un inexperto.
-¿Qué hay de ti? Me tienes con los pantalones apretados con tu provocación. -Dándole énfasis a sus palabras rozó su cadera con la del omega, arrancándole un sonoro gemido que calló con sus labios.
Los brazos del zorro rodearon su cuello mientras devoraba su boca, degustando el sabor del dentífrico en su lengua y maravillandose con el cuerpo tonificado del menor al llevar sus grandes manos bajo el sweater de este para acariciar sus caderas, cintura y pecho, todo sin dejar de mover su pelvis sobre la contraría, ahogando sus propios gemidos en la boca del menor.
-Mierda, Yoongi… -El fuerte jadeo que emitió Jimin junto a su nombre por un momento lo detuvo, creyendo haber hecho algo mal.- No… -Las pequeñas pero fuertes manos del omega se aferraron a sus glúteos, empujándolo hacía él con fuerza.- No pares, maldición…
-Tan insolente… -Sonriendo se separó del cuerpo del zorro soltando una baja y grave risa al ver como fruncía el ceño en disgusto.
Aunque poco duró la mueca malhumorada al sentir como el alfa se aferraba a sus caderas y tiraba de él arrastrándolo por la cama, quedando con el sweater recogido y dejando a la vista su abdomen y parte de su pecho. Poca importancia le pudo dar al momento de sentir sus piernas ser sujetadas por Yoongi y empujadas hacia su pecho, quedando en una posición bastante vergonzosa, en especial al sentir el delgado pero firme cuerpo del mayor posicionarse sobre él.
Y antes de que pudiera preguntar cualquier cosa el golpe de la pelvis del lobo con su trasero lo estremeció, llevándolo a cubrir su boca con una mano mientras la otra se aferraba a la camiseta del pelinegro, jalando está en un intento por mantenerse cuerdo y es que sentir el miembro aun cubierto del mayor rozarse sin inhibiciones sobre su trasero mientras simulaba marcadas y fuertes embestidas, lo estaba llevando a su límite.
-Yoongi… -Subiendo sus manos hasta el rostro del mayor levantó este para poder observar su expresión, sonriendo temblorosamente al notar el sonrojo en la pálida piel y como el sudor perlaba su frente.- Alfa… -Gimoteo con necesidad, bajando una de sus manos hasta la marca en el cuello del alfa.
-Aquí me tienes, omega… -La voz de mando resonó fuerte y grave en la cabeza de Jimin, haciéndolo sentir demasiado estimulado al punto donde sus encías hormigueaban y sus colmillos hacían acto de presencia.
El lobo notó esto y en contra de todo lo que ser un alfa significaba, ladeo su cabeza y se acercó al menor, aguantando el grito de dolor y placer que intentó escapar de su boca al sentir como su piel nuevamente era perforada por los dientes del zorro.
Sus manos rápidas y necesitadas bajaron hasta el trasero del menor donde se aferró con fuerza, embistiendo una y otra vez al sentir como el orgasmo se construía en la base de su vientre, descargandose en un fuerte gemido que le fue imposible detener, satisfecho al sentir como el menudo cuerpo que apresaba entre sus brazos se retorcía debido al placer, alcanzando su propio éxtasis.
La mandíbula del omega se destrabo de su piel, causándole pequeñas cosquillas al sentir la lengua del menor limpiar la saliva y sangre de su cuello, intentando ayudar con la cicatrización de la marca, algo muy propio de los alfas pero que viniendo de Jimin se sentía correcto.
Suaves golpes en la puerta los asustaron, riendo con complicidad al darse cuenta que muy probablemente todo su espectáculo había sido escuchado por la pareja de padres primerizos que los estaba esperando para conversar.
-¿Jiminnie? -Se escuchó a través de la puerta la voz de Seokjin y los gimoteos de la pequeña Yoona.
-¿Si, hyung? -Pregunto luego de carraspear, sentándose en la cama aun con Yoongi abrazado a su cuerpo, algo que en el fondo lo enterneció.
-Pense que te habías dormido. -Riendo intento abrir la puerta, encontrándose con que estaba con llave.- Oh, está cerrado… Bueno solo venia a avisar que la comida esta lista, no se si Yoongi comerá.
-Si comeré. -Respondió aguantando la risa al notar el rostro sorprendido del omega, el cual rápidamente pasó a la vergüenza al escuchar nuevamente la voz del omega mayor.
-¡¿Qué hacen encerrados?! ¡Salgan ahora mismo y bajen a comer! Mocosos hormonales, ya decía yo que ese aroma a tarta de moras y café era extraño.
Las fuertes risas de Yoongi y los insultos por parte de Jimin resonaron con claridad en la habitación, causando una animada sonrisa en Seokjin mientras se alejaba de la puerta y bajaba las escaleras. Ahora le daba sentido al aroma dulce que había sentido en el alfa pelinegro, y es que al verlo llegar fue imposible no sentir una rafaga del aroma de Jimin rodearlo por completo.
Y ahora sentado en la mesa del comedor con su bebé en brazos mientras Namjoon servía los platos y veía entrar a la nueva pareja dándose miradas cómplices, estaba seguro que Yoongi portaba el aroma del zorro y este destilaba el aroma a café del lobo de una manera demasiado orgullosa que lo enterneció.
Rápidamente los menores tomaron asiento frente a la pareja que ya los observaba interrogativamente, siendo Namjoon el primero en hablar al ver como el pelinegro se giraba hacía Jimin dejando a la vista su cuello.
-¿Eso es una marca? -La sorpresa en su voz llamó la atención de su omega quien rápidamente se giró hacía el líder de la manada, notando como este inflaba el pecho orgulloso mientras el zorro bajaba la cabeza apenado.
-Sip, llevo la marca de mi omega ¿Algún problema? -La singular risa de Seokjin casi lograba avergonzarlo, pero al sentir el aroma del pelinaranja a su lado aumentar, supo que había dicho lo correcto.
-¿Cómo es posible? ¿Y omega? Habíamos quedado en que era un sigma.
-Soy un omega dominante, me hice exámenes que descartaron la posibilidad de ser un sigma, ahora estoy con medicamentos para estabilizar mis hormonas y para regular mis ataques de ira. -Respondió la pregunta del segundo al mando mientras se llevaba una cucharada de sopa a la boca.- Esto está muy bueno, hyung.
-Gracias Jiminnie, pero volviendo al tema ¿Por qué Yoongi lleva una marca?
-Porque Jimin quiso marcarme y yo lo permití ¿Qué con eso? -Cruzándose de brazos se puso a la defensiva, evitando la mirada de reproche que su primo le dirigió.
-¿Qué con eso? ¡Eres un alfa! Un líder para ser más claros ¡No puedes llevar una marca!
-Tampoco puedo llevar tatuajes y lo hago, los cuales no volveré a cubrir así que prepárense porque se nos vienen cosas difíciles después de presentar a Jimin oficialmente como mi omega.
El silencio que reinó en la habitación fue lo suficientemente agobiante para hacer llorar a la pequeña loba en brazos de su padre omega y para que Jimin comenzará a liberar su aroma en grandes cantidades, mareando a los dos alfas presentes debido al miedo que se lograba sentir en cada rincón de la habitación.
Los primeros en querer hacer algo fueron la pareja de padres pero al notar como Yoongi les hacía una seña para que permanecieran tranquilos, volvieron a tomar asiento mientras intentaban calmar a la bebé. Vieron como el líder tomaba una de las manos del zorro y la llevaba a la marca, acercándose lo suficiente para tener sus labios pegados a una de las orejas del zorro, comenzando a tararear la misma canción que antes Jimin cantaba en el baño.
Su instinto alfa le había gritado con todas sus fuerzas que arrullara al zorro, siendo algo vergonzoso al estar frente a otras personas pero aun asi lo hizo, dándose palmadas en la espalda de felicitaciones al notar como la intensa bruma de miedo que liberaba el menor se volvía poco a poco más suave, siendo sustituida por por su propio aroma que cubría completamente al omega, café, menta y bergamota.
-Somos pareja ahora, Jiminnie… -Musito en un tono bajo, para que solo el zorro escuchara, notando como este lo miraba de reojo.- Ya soy tu alfa y tu pronto serás mi omega, y espero que ese día lleves mi marca con el mismo orgullo que yo llevo la tuya.
-Pero tu manada…
-Me importa una mierda lo que piense mi manada, encontré a quien será mi compañero para toda la vida y eso es mucho más importante para mi que unas cuantas críticas. -Esta vez su voz sonó más fuerte, viendo con seriedad como Seokjin desviaba la mirada.
-Pero Yoongi…
-Dime, cariño. -Contestó repentinamente el alfa, sonriendo infantilmente al notar las mejillas sonrojadas del menor y las risas mal disimuladas de la pareja frente a ellos.
-Yoongi… -El lobo asintió en señal de que lo escuchaba.- ¿Por qué dices que somos pareja si no me has pedido serlo? Ni siquiera me pediste ser tu novio, que sinvergüenza ¿No crees?
Las fuertes risas de Seokjin no se hicieron esperar como tampoco el tartamudeo del tan respetable alfa Min Yoongi quien había quedado sin palabras ante las preguntas del menor, pues tenía razón lo cual le avergonzaba aún más. Frunciendo el ceño se giró en su silla dispuesto a ignorar la burla de su primo y su segundo al mando y concentrarse únicamente en comer, siendo detenido por el agarre del zorro en su mano.
Al girar su rostro hacía el menor un repentino beso fue dejado en sus labios, quedando completamente sorprendido y sintiendo como su rostro se volvía rojo y su pecho dolía por los fuertes latidos de su corazón, algo ridículo si recordaba cómo había empotrado hace unos minutos atrás al zorro sobre su cama.
-Yoonie alfa ¿Quieres ser mi novio? -La manera tan cariñosa e inocente con la cual fue formulada esa pregunta, enterneció a todos los presentes en la mesa.
-¿Cómo me llamaste? -Fue lo primero que salió de su boca.
-Yoonie alfa… -Volvió a repetir siendo consciente de lo íntimo que había sonado ese apelativo hacia el mayor y lo mucho que su instinto omega había salido a la superficie.
-Claro que quiero ser tu novio, pero por favor continúa llamándome así. -Pidió tomando las manos del menor y dejando un beso en sus nudillos, sintiendo como este se estremecía.- ¿Lo harás?
-Lo intentare. -Bajando la cabeza sintió otro suave beso en su frente, levantando lo justo su rostro para notar la sonrisa de marcadas encías que el alfa dejaba ver.
-Si estos dos no tienen un cachorro en el primer año juntos, me dejo de llamar Kim Seokjin.
Nuevamente las risas llenaron la habitación del comedor mientras Yoongi lanzaba una patada por debajo de la mesa hacía el omega mayor y este le lanzaba el babero de su hija a la cara, escuchando el grito de asco por parte del lobo que desató otra ronda de risas causando que Namjoon se ensuciara con la sopa y que Jimin terminará sentado en el suelo al haber caído de la silla.
El sonido de una llamada entrante rompio el agradable momento, siendo Namjoon quien con una disculpa se levanto de la mesa apartandose para responder el celular, pero al escuchar como el de Yoongi tambien sonaba y al de Jimin comenzaban a llegar mensajes tras mensajes, supo que no debía irse del lugar, menos luego de ver como el zorro se colocaba de pie con rapidez y corría fuera de la habitacion luego de revisar los mensajes.
-Kim Namjoon ¿Quién habla?… -Respondió el celular colocando el altavoz y dejandolo sobre la mesa.
-Segundo al mando, soy Kim Taehyung, pareja de Park Hoseok. -La grave voz del joven zorro se escuchó temblorosa y jadeante.- Los líderes han tenido un accidente.
Solo eso basto para que Yoongi contestara el celular colocándolo igualmente en altavoz, cerrando los ojos al escuchar el potente ruido del otro lado mientras la pantalla brillaba con el nombre de “Park Chanyeol”. Mas ninguna voz se escucho, solo el sonido de metal siendo golpeado, gritos a la distancia y lo que podía reconocer como el chillar de un zorro.
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