❝04❞
Era imposible que ese guapo hombre en el espejo fuese él, y es que no recordaba la última vez que había utilizado un traje, o más bien no recordaba la última vez que se había vestido formal para un evento importante. Pero allí estaba, ocupando un traje negro de dos piezas con detalles en una tonalidad levemente más clara en la chaqueta que aprecian brillar. Todo se ajustaba perfectamente a su cuerpo al igual y, debía admitirlo, el alfa tenía razón.
Su cintura, piernas y trasero resaltaban estupendamente, tenía la certeza que llamaría la atención de uno que otro alfa, y eso en vez de agradarle, lo molestaba.
Poco a poco su autoestima y ganas de usar ese hermoso traje iban disminuyendo, pues el tan solo pensar que alfas llenos de testosterona pondrían sus ojos en él de una manera para nada inocente, le asqueaba, quitándole todo pensamiento sobre lo guapo que se veía, sustituyéndolo por la idea de que se vería "deseable" para otros. Y odiaba eso.
Sin pensarlo comenzó a desabotonar la chaqueta para posteriormente quitársela y lanzarla sobre su cama, desabotonando luego la camisa negra de cuello alto con algo de brusquedad. Mientras más tiempo pasaba con esa ropa, más asqueado se sentía.
Estaba por quitársela cuando su puerta fue golpeada y luego abierta por el alfa quien, al verlo con el torso a medio desnudar, el rostro enrojecido de la rabia y un aroma agrio envolviéndolo, no pudo evitar preocuparse. Entrando a la habitación cerró la puerta de esta y tirando a la cama del menor la chaqueta de su traje, siendo este de tres piezas completamente negro a excepción de la camisa, se acercó a Jimin quedando frente a él.
Suavemente tomo las manos del pelinaranja y las aparto de la camisa que se empeñaba en apretar con lo que pudo darse cuenta era rabia, y con la misma suavidad comenzó a abotonarla y ajustarla debidamente al cuerpo del menor quien solo se dejó hacer, sintiéndose bien al ser cuidado por un alfa que ni siquiera pregunto nada, solo comenzó a tratarlo con cuidado como si temiera asustarlo.
-Te ves guapísimo en ese traje... -Dirigiéndose a la cama del chico tomo la chaqueta y se acercó a colocársela, arreglándola de igual forma que hizo con la camisa.- Hoy habrán muchos alfas en la reunión, probablemente nos miren pues no voy con alguien de mi especie, en cambio voy con un hermoso zorro de linaje puro y soltero.
-Yoongi...
-No te alejaras de mí en ningún momento... -Musitó deteniendo sus manos en las solapas de la chaqueta, observando fijamente los ojos del menor quien no pudo evitar colocarse nervioso.- Si me llego a enterar que algún alfa imbécil te puso incómodo o intento propasarse contigo, te juro por la Diosa Luna que sin importar quien sea, soy capaz de cualquier cosa.
Tomando las manos de Yoongi las alejo de su ropa a la vez que bajaba la cabeza mientras una mueca sombría y melancólica se figuraba en su rostro, lo cual fue notado por el mayor quien sin pensarlo demasiado subió sus finas manos hasta el rostro del chico y lo obligo a mirarlo.
Sin hablar, sin exigir nada, solo con una mirada Jimin entendió que el alfa queria preguntarle qué pasaba.
-¿Para qué te harás tantos problemas? Después de todo no soy nadie... -Intentando desviar la mirada el lobo se lo impidió, reafirmando el agarre en su rostro.- Min, tan solo soy un omega de zorro sin modales, impulsivo y que no baja la cabeza por nada ni nadie... -Tomando aire no pudo evitar que sus ojos se cristalizaran.- Que digo, ni siquiera soy un omega...
Alejándose del mayor limpio las rebeldes lágrimas que desendían por sus mejillas mientras que su zorro sin poder evitarlo comenzaba a chillar en busca de ayuda, lo que desespero a Jimin quien más que frustrado consigo mismo agarro su cabeza con ambas manos, intentando acallar a su contraparte animal que parecía empeñada en querer consuelo.
-¿De qué hablas? –Indagó el pelinegro frunciendo su ceño cada vez más preocupado, y es que las últimas palabras del menor le habían dejado un mal sabor de boca.
-No soy un omega, soy una jodida rareza de la naturaleza, por eso no tengo celos normales, por eso la voz de mando de los alfas no me provoca nada, por eso soy capaz de pelear con un alfa y no doblegarme ante él... -Sentándose en su cama observo al mayor ya sin contener a su zorro en su pedido de ayuda, como tampoco contenía las lágrimas.- Aunque después de cada pelea mi cuerpo quede agotado porque aun cuando puedo igualar a un alfa, soy más débil que un omega...
El prolongado silencio de Yoongi solo lograba ponerlo más y más nervioso, impacientándolo y con ello llenándolo de un miedo jamás experimentado, pues temía que luego de todo lo dicho el alfa pudiese sentir asco de él, y eso ni a su lado humano ni al zorro le agradaba en lo más mínimo.
Vio de reojo como el lobo se acercaba a la puerta de su habitación, sintiendo como su corazón comenzaba a apretarse cada vez más en su pecho pero, al notar como solo ponía el seguro de la puerta y se daba la vuelta para mirarlo, sintió que podía respira en paz.
En los negruzcos ojos del alfa no había asco, decepción o repudio, solo había una preocupación sincera que inevitablemente provoco que comenzara a sollozar, enterneciendo al alfa.
Para su sorpresa vio como este comenzaba a desabotonar su camisa y la dejaba colgada en un gancho que había detrás de la puerta, quedando con el torso desnudo y dejando extrañado e intrigado al pelinaranja. Luego lo vio tomar su chaqueta que había quedado sobre la cama y colgarla también, volviendo con el zorro en cuestión de segundos.
Para su sorpresa Yoongi comenzó a quitarle la chaqueta y posteriormente la camisa, quedando ambos de la misma forma, con el torso desnudo pero solo Jimin estando avergonzado.
-No te hare nada... -Musitó el pálido dejando las cosas del chico también colgadas y estiradas, no queriendo que nada se arrugara.- Solo ven aquí... -Recostándose en la cama le hizo una seña para que se acercara y, una vez estuvo lo suficientemente cerca, lo atrapo entre sus brazos recostándolo sobre su cuerpo, dejando al menor rodeado de su aroma a café y menta.
Jimin con toda la intención de alejarse del cálido cuerpo del alfa coloco sus manos en el desnudo pecho de este intentando impulsarse hacia arriba, consiguiendo únicamente que sus rostros quedaran uno frente al otro y que así los nervios invadieran su cuerpo.
Pero poco duro ese nerviosismo cuando el aroma del mayor comenzó a hacerse cada vez más intenso, adormeciendo a su zorro y con ello que poco a poco sus nervios, su estrés e incluso sus miedos fuesen desapareciendo, dejándolo atontado con su rostro ahora apoyado en el pecho del más alto, inhalando profundamente, queriendo llenar sus pulmones del almizclado aroma a café y menta, sintiendo muy en el fondo una esencia cítrica, el tercer aroma del mayor.
-No eres un omega y de eso me di cuenta en el momento que te conocí... -Comenzó a hablar el pelinegro provocando que Jimin moviera levemente su cabeza para observar su rostro.- Cuando tu hermana llego con esas medicinas y tú estabas durmiendo debido a la pelea con los alfas, comencé a pensar que algo raro estaba pasando frente a mis narices y debía saber que era.
-Pero... -Con una suave caricia en el anaranjado cabello lo hizo callar.
-Hable con Namjoon y luego de leer varios libros llegamos a la conclusión que tu linaje no es omega, sino sigma, un muy extraño linaje que se creía extinto como los... Como los gammas. –Al ver el rostro confundido del menor no pudo evitar sonreír, continuando con sus caricias en el cabello de este.- Un sigma es un omega socialmente dominante, y tú tienes todas las características de ser uno. Eres insolente, rebelde, impulsivo y los alfas no tienen poder sobre ti.
-Tú si lo tienes... -Al escuchar la aterciopelada voz del zorro centro su vista en él, notando que poco a poco sus ojitos comenzaban a cerrarse debido a lo relajado que estaba.- Tú voz, tú aroma e incluso tú presencia logran intimidarme... No, intimidarme no... -Se corrigió abriendo los ojos, notando la intensa mirada del alfa.- Contigo... Contigo siento que soy como cualquier omega, me puedo sentir débil, puedo llorar, puedo tener miedo, y ahí estarás tu para consolarme o darme seguridad solo con tu presencia de alfa...
-Es por qué no soy un alfa normal... -Sonriendo con genuino cariño giro en la cama, quedando recostado de lado al igual que el menor, pero sin dejar de abrazarlo.- Mi padre es un alfa líder, mi madre una gamma, mi linaje alfa no es cien por ciento puro, así que mi voz de mando y mi presencia son extrañamente más fuertes... -Sintiendo como el zorro intentaba alejarse de su cuerpo lo soltó, riendo al ver como lo único que quería era acomodar la almohada para volver a acurrucarse cerca de él.
-Ya te dije, tu aroma y presencia me calman, ahora sigue hablando. –Refunfuñando como si de un niño se tratase, alentó al mayor a seguir contándole acerca de sí mismo.
-Como te decía, es extraño que sea más "fuerte" que otros alfas ya que mi madre al ser gamma era muy débil, ella... ella falleció luego de darnos a luz a Chaerin y a mí. –Con disgusto noto como Jimin comenzaba a verlo con pena, quizás lastima.- Kihyun es mi hermano adoptivo, mi padre fundo el hogar para niños en donde está el cachorro Jungkook, y Kihyunnie fue el primer niño en ser abandonado allí.
-¿Por qué crees que seas más fuerte? –Pregunto inocentemente girando en la cama, quedando con la espalda completamente apoyada en esta, aun sintiendo las caricias del alfa en su cabello, lo cual agradecía.
-Mi padre me conto que mi abuelo, su suegro, era un alfa líder, quizás mamá tenia esos genes y me los paso a mí, siempre he pensado eso. –Encogiéndose de hombros le quito importancia, no era como si le importara de todas formas.- Lo único que me preocupa es si en un futuro tengo hijos, uno de ellos puede ser gamma, y no quiero que sufran.
Asintiendo a las palabras del mayor suspiro, entendiendo la preocupación de este pues, ahora que sabía el nombre de su verdadero linaje y entendiendo un poco más del tema, también le preocupaba quedar embarazado y que uno de sus hijos fuese "defectuoso" igual que él.
Al pensar aquello una duda se le vino a la cabeza respecto a su linaje y, aprovechando que el alfa parecía saber al respecto, se alzó rápidamente y volteo hacia el mayor, quedando prácticamente sobre él, observándolo directamente a la cara.
-Yo como sigma ¿Puedo tener hijos? –Al notar como Yoongi empezaba a reír por la inesperada pregunta y por lo preocupado que él se veía, no dudo en golpearle el pecho varias veces.- ¡Yah!
-No me digas yah, mocoso. –Cesando sus risas subió una de sus manos al rostro de Jimin y, dejando un pellizco en una de sus mejillas, le contestó.- Puedes tener hijos, después de todo eres un omega, lo único que te hace diferente es tu actitud dominante y que como sigma macho, puedes embarazar a una sigma hembra.
-¿Qué? No jodas, no quiero. –Al ver la mueca de asco en Jimin lo observo confundido.- No me gustan las mujeres, siempre me han tratado mal las omegas por mi linaje diferente.
-¿Entonces quieres estar con un alfa macho? –Al ver como asentía aun estando un poco dudoso no pudo evitar reír. Imaginó que por su disgusto por los alfas llenos de testosterona, no estaba del todo seguro respecto a su decisión.- Pues felicitaciones, yo soy tu alfa, ahora déjame marcarte.
-¿Qué? ¡Ah! ¡No! ¡Yoongi malo!
Riendo a más no poder intentaba sacarse al alfa de encima, queriendo detener las cosquillas que este con sus manos provocaba en sus costillas mientras que con extrema suavidad mordisqueaba sus hombros, brazos e incluso sintió una mordida en una de sus mejillas pero, respetando al zorro, en ningún momento se acercó a su cuello.
Suaves golpes en la puerta detuvieron las risas en la habitación, pero eso no evito que continuaran mirándose con sonrisas infantiles, sintiéndose más relajados e incluso más cercanos luego de esa conversación.
-Yoongi, el auto ya vino por ustedes, bajen pronto. –Aviso Chaerin con voz firme, pero notándose un tono risueño en sus palabras. Probablemente malpensando algo, pensó Yoongi.
-Bien, hay que irnos ¿Te sientes listo? –Pregunto volteando hacia Jimin mientras le entregaba su camisa y chaqueta, recibiendo una sonrisa y un asentimiento por parte de este.- ¿Qué debes hacer una vez estemos allá?
-Guardar silencio, ser educado, sonreír bonito y por ningún motivo alejarme de ti.
-Y siempre la cabeza en alto. –Dejando una suave caricia en el mentón del menor le sonrió con cariño una última vez antes de abrir la puerta de la habitación y salir seguido del chico, ambos ya vestidos correctamente.
Esa noche seria larga y tediosa por la reunión, pero a Yoongi ya poco le importaba al saber que cada vez estaba siendo más y más cercano con ese zorro que mientras más tiempo pasaba con él, más le agradaba y más creía que era un chico por demás hermoso, tanto por dentro como por fuera.
El lugar de la reunión estaba completamente repleto de distintos aromas, algunos más agradables que otros pero aun así le desagradaba, en especial cuando al pasar por el lado de ciertos omegas, estos empezaban a liberar feromonas para llamar la atención del tan famoso líder Min. Por otra parte estaban los alfas jóvenes que, cuando veían pasar a Jimin también liberaban feromonas, sin saber que su aroma se volvía repulsivo para el pelinaranja.
Acababan de llegar a la reunión, o más bien a la fiesta, pero él ya se quería largar de ese lugar, no aguantaba estar en un espacio con tantas personas, muchas de estas siendo demasiado obvios a la hora de hablar sobre él, un zorro exótico que acompañaba a un respetable lobo alfa.
Pero por Yoongi aguantaría todo lo que se le avecinara, por él y porque no tenía ganas de iniciar una pelea menos frente a gente que podría matarlo si quisieran.
-Me quiero ir. –Escuchó que decían a su lado, aguantando la risa al notar la mueca aburrida del pelinegro quien en verdad parecía querer irse.- Me quiero ir, Jimin.
-Yoongi, tú me trajiste aquí porque es tu trabajo como líder aparecer en estas cosas, así que ahora te aguantas. –Soltando un bajo gruñido el alfa se cruzó de brazos, más que disgustado de estar allí.- Yah, Yoongi, cambia esa cara de culo.
-Yah para ti. –Llevando una de sus manos hasta la espalda baja del menor, le dio un leve empujón para que caminara, teniendo a la vista la mesa con diversas copas y botellas de licores. Quizás un poco de alcohol haría más amena su estadía en ese lugar.
Sabía que su deber como líder de la manada de lobos Min era estar a cargo y al pendiente de todo, incluso de lo que su hermana Chaerin como líder de la manada Min de Seúl hacia allá en la ciudad. Pero aun sabiendo todo esto, aun cuando se había comprometido con su padre a sacar siempre adelante a la manada, solo tenía veintiocho años, de los cuales diez llevaba siendo líder, contando desde el momento en que su padre comenzó a instruirlo en lo que ser líder significaba.
Si observaba a su alrededor era el líder más joven entre todos los que estaban allí, claro después del líder de la tribu de zorros negros, el cual le sorprendió que asistiera pues siempre enviaba a su segundo al mando a esas reuniones o bien simplemente su manada se ausentaba.
-Yoongi... -El suave murmullo de Jimin a su lado lo saco de sus cavilaciones, como también hizo que apartara la mirada del zorro negro que se encontraba apartado de todos los demás invitados.- Yoongi ¿Nos podemos ir?
-Ahora el que quiere irse es otro... -Sonriendo divertido se volteo hacía el menor tendiéndole una copa de vino rosado, creyendo que algo dulce animaría al pelinaranja. Pero al notar como este mantenía la cabeza gacha mientras le hablaba, lo molesto.- ¿Qué dije sobre bajar la cabeza, Jimin?
-No quiero dejarte en vergüenza, Yoongi... Uhm... Líder Min. –Extrañado por la forma tan formal de ser llamado dirigió su vista a su alrededor, notando al fin el porque de la actitud de Jimin.
Varios alfas que rondaban los cuarenta a cincuenta años observaban al zorro con completa desaprobación, y era entendible si Jimin, siendo un omega, o más bien un sigma, tan rebelde y liberal provocaba la desaprobación de los otros lideres quienes prácticamente llevaban omegas de compañía para lucirlos, teniendo a estos con la cabeza gacha en todo momento, prohibiéndoles entablar conversación con cualquier otra persona.
Si había algo que detestaba Yoongi era la forma que tenían los alfas lideres de tratar a sus omegas en esas estúpidas reuniones, y la verdad no eran todos lo alfas, claro que no; los que tenían ese problema de superioridad eran los lideres viejos, o aquellos que habían sido educados con el pensamiento que los alfas siempre serian mejores que cualquier otro linaje.
Con la rabia bañando sus facciones y apestando su aroma tomo el rostro de Jimin con algo de brusquedad, mimando luego con un tacto mas suave las zonas donde había ejercido fuerza, ganándose un tenue sonrojo por parte del menor.
-Mantén tu bello rostro en alto, tus manos luciendo los lindos anillos que mi hermana te dió y no ocultas tras tu espalda... -Consiguiendo una leve sonrisa por parte del pelinaranja, suspiro dejando ir parte de su enojo en esa exhalación.- No vine aquí contigo para que te sintieras inferior, mucho menos vine a lucirte como una belleza de mi propiedad... -Subiendo una de sus manos hasta el cabello del chico oculto un mechón rebelde de este tras su oreja, notando el lindo arete de cristal que allí portaba.- Eres hermoso, sí. Por eso te pido que te luzcas por ti mismo, no porque has venido conmigo.
-Pero todos están hablando del mal educado omega que acompaña al tan famoso y deseable alfa Min... -Lo último lo dijo entre dientes, sintiendo un amargo sentimiento alojarse en su pecho.
-Bueno, démosle más de que hablar... -Pasando su brazo por la cintura del menor lo atrajo a su cuerpo, quedando con sus pechos pegados, sintiendo los alborotados latidos del otro.- ¿Puedo besarte, Park Jimin?
Abriendo sus ojos de par en par subió sus manos hasta el pecho del alfa, intentando alejarse de este, pero al notar la divertida sonrisa que este le dirigía entendió que intentaba hacer, gustándole bastante el descabellado plan que el pelinegro se traía entre manos.
Sin mediar palabras con ambas manos tomo el rostro del alfa y, colocándose de puntillas lo besó, escuchando como el volumen de las conversaciones a su alrededor aumentaba de intensidad, haciéndole sentir inexplicablemente bien el saber que hablaban de él, envidiándolo probablemente.
Luego de unos segundos se separó del alfa, aguantando la risa al verlo ocultar los labios entre sus dientes y es que no se habían besado en realidad pues, colocando sus manos de forma que no se notara que se estaban besando, Jimin había colocado sus labios en una de las comisuras del mayor, al mismo tiempo que este ocultaba sus propios labios para que no se tocaran con los del zorro.
-Besa muy bien, señorito Jimin... -Lo molesto Yoongi mientras se separaba del menor únicamente para tomar una copa de vino rosa y extendérsela al fin.
-No podría decir lo mismo, líder Min... -Aceptando la copa le dio un pequeño sorbo, sonriendo al sentir el dulce amargor del vino descender por su garganta.- Debo admitir que tiene aliento de dragón.
-Yah, mocoso insolente. –Rodeando con un brazo los hombros del menor comenzó a caminar, riendo divertido por las ocurrencias del chico.- Te voy a presentar a unos conocidos. –Mencionó una vez habían abandonado la gran casa, estando ahora en el patio trasero del lugar, donde un grupo de alfas unos años mayores que Yoongi conversaban amenamente.
Y sorprendiendo a Jimin, los omegas que acompañaban a estos alfas estaban allí hablando entre ellos y, de vez en cuando, uniéndose a la plática de los demás.
No fue difícil para Jimin integrarse al círculo social que los jovenes allí parecian formar, platicando amablemente con los omegas que se encontraban en el lugar, siendo dos omegas machos al igual que él y tres omegas hembras. Después de unas cuantas presentaciones, donde Yoongi lo presento como su actual omega de compañía, ya que Seokjin por su embarazo no podía cumplir su trabajo de omega Luna, los chicos se habían acercado entusiastas a él.
-Amo tu cabello... -Le había dicho Taemin mientras tocaba algunos mechones que caían por su cuello. Este era un omega de lobo blanco, dejando ver esto en su cabello gris, casi blanco.
-¿Su cabello? Su piel es muy linda, ya quisiera yo tener una piel mas bronceada. –Comento Luhan, un elegante y delicado omega de ciervo, quien parecía conejo al saltar una y otra vez en su lugar. Quizás por la emoción, pensó Jimin.
Las tres chicas, Jihyo, Momo y Jennie, esta última ya siendo conocida por Jimin, solo los observaban interactuar entre ellos, entendiendo que para los omegas macho era extraño ver más como ellos, pues era poco común como también mal visto entre las omegas mujeres.
-¿Cómo ha estado Jisoo? –Preguntó Jennie, una pantera negra, a Jimin quien sonriendo con cariño ante la mención de su hermana se giró hacia las chicas, incluyéndolas en la conversación.
-Está bien, ya sabes, es la consentida de papá por lo que le dan lo que quiere... -La pelinegra sonrió enseñando sus colmillos, enterneciendo a Jimin.- Y tu ¿Cómo vas con...? –Dejando la pregunta al aire indico con un movimiento de cabeza al alfa de pantera negra que estaba a un costado de Yoongi.
-¿Jongin? Nah, ya todo acabo ahí, solo cumplo mi deber como su compañera al venir a estas cosas, él ya tiene los ojos puestos en alguien más.
-Qué triste... -Jihyo, una omega de puma habló con un pequeño mohín en sus labios, el cual cambio cuando Daniel, su alfa y líder de la manada, le hizo una seña para volver dentro de la casa.- ¡Oh! Creo que ya hay que ir a la mesa.
-¿Y en estas mierdas comen? –Pregunto Jimin con una mueca molesta, haciendo reír a todos, incluida a Momo, una omega de lobo que se había mantenido callada debido a su timidez.
El delicado agarre en su antebrazo derecho lo hizo voltear, encontrándose con el sonrojado rostro de Luhan quien, siendo sostenido por la cintura por Taemin, se apoyó en su costado, provocando la sonrisa de Jimin pues a pesar de ser un depredador por su contraparte animal, en Luhan solo podía ver un lindo chico que quizás podría ser su amigo.
Además de eso había notado que tanto el ciervo como el lobo parecían querer esconderse detrás de él una vez llegaron al comedor donde contrario a lo que él pensó, la mesa estaba repleta de papeles y planos de diversas ciudades y pueblos, entendiendo al fin el motivo real de esa reunión.
Los líderes debían hacer los tratados y alianzas entre manadas y jaurías, y claro, entre las tribus de zorros que hace tan poco habían decidido participar de esas alianzas.
Cuando diviso a Yoongi entre todos los alfas que estaban sentados en la mesa se percató que los omegas, todos y cada uno de ellos, se encontraban parados al lado izquierdo de su acompañante, haciéndole sentir un nuevo malestar en el pecho. ¿En serio ni siquiera podían sentarse?
-Jodida mierda... -Había murmurado entre dientes luego de dejar a Luhan y a Taemin junto a sus respectivos alfas, Sehun y Minho, quienes al verlos les sonrieron con una clara mueca de disculpa, la misma que ahora Yoongi le dirigía a él.- Cambia la cara.
-No me gusta que tengas que estar de pie por el resto de la reunión mientras que yo estoy aquí, todo cómodo y tranquilo. –Suspirando se sentó bien en su lugar, viendo como poco a poco se iba llenando la gran mesa con lo que pudo contar veinte alfas, incluyéndolo.- Una vez salgamos de aquí nos iremos directamente a casa, hare unos refrigerios y nos sentaremos frente a la chimenea a comer, ¿Te parece?
Ante las notables ganas que tenía el alfa de cuidar de él y consentirlo, Jimin no pudo evitar sonreír divertido y satisfecho, asintiendo con entusiasmo a la propuesta del pelinegro, quedando aún más satisfecho al verlo sonreír como un niño pequeño, enseñando las encías y cerrando los ojos.
Pero toda emoción o alegría se vio opacada cuando el fuerte y putrefacto aroma de flores marchitas llego a su nariz, notando como incluso los omegas a su alrededor se cubrir la nariz al sentir aquella pestilencia.
Entrando a la habitación con aires de superioridad e indiferencia un alfa hacia acto de presencia, cabello completamente blanco y un fuerte aroma a roble demostraba su posición como alfa puro, mientras que a su lado lo que parecía ser un omega caminaba con la cabeza gacha, destilando ese putrefacto aroma que antes habían sentido.
De repente el fuerte agarre en su mano derecha lo asusto, volteando y encontrándose con su padre sentado a la mesa mientras lo observaba alarmado, estando su madre como omega de compañía. No tenía idea en que momento habían llegado.
-Compórtate. –Le había dicho Chanyeol provocando que frunciera el ceño con molestia, él tenía bastante claro que debía comportarse como un omega educado en ese momento, podía darse cuenta que la situación no era la adecuada para ser una molestia.
-A mi izquierda, ahora. –La voz de Yoongi lo alerto, haciéndole caso de inmediato y soltándose del agarre de su padre para la sorpresa de este.- Guarda silencio, y la mirada al suelo... -Obedientemente lo hizo, viendo como el alfa movía una mano hasta su pierna derecha, dejando una pequeña pero significativa caricia allí.- Solo por esta vez, mantén la mirada gacha, es por tu bien.
El fuerte estruendo que causo el alfa recién llegado al dejar caer sobre la mesa un folder con documentos espanto a varios de los allí presente, generando un silencio aterrador para cada uno de los omegas que parecían querer salir corriendo al sentirse amenazados.
-¿Algo que decir, líder Min? –El desconocido para Jimin preguntó, alertando a este y, si no fuera por el leve movimiento de mano que su madre hizo estando ahora al lado izquierdo de Chanyeol, habría levantado la cabeza.
-Nada que no haya dicho antes, Wonsik. –Sorprendiendo a todos lo llamo por su nombre, viendo con satisfacción como el indiferente rostro del nombrado se volvía rojo de la ira.- ¿Empezamos ya?
Así comenzó una larga charla sobre la división de territorios en toda Corea, pues varias de las manadas, jaurías, y tribus que hoy se reunían eran de diferentes ciudades esparcidas por el país, razón por la que había tanta variedad de especies en ese momento.
Jimin pudo divisar entre el aroma de lobos y zorros, aunque de estos últimos solo estaba él, su padre y madre, y un zorro negro que había ido solo; también había podido oler ciervos, aparte de Luhan y su pareja, habían osos, pumas, panteras y lo que parecía ser un búho. Lo cual lo sorprendió pues nunca había visto un cambia formas de búho.
Era sorprendente como a lo largo de los años la mutación genética y las ansias del ser humano por sobrevivir y avanzar en la evolución había conseguido crear lo que hoy para todos los allí presentes, era la realidad. Y aunque a Jimin le hubiese gustado vivir en la época de sus ancestros, donde no se regían por estatus, linaje o superioridad, estaba conforme con la vida que hoy tenía.
El suave toque en una de sus manos y el fuerte aroma a alfa enojado le hizo dar un salto en su lugar, volteando hacia Yoongi quien miraba hacia los demás alfas quienes tenían la vista fija en él, comenzando a ponerlo incómodo por la atención excesiva que estaba recibiendo.
-Si él es mi omega o no, les debe importar una mierda. –La furiosa voz de Yoongi lo asustó, provocando que apretara el agarre entorno a la mano de este por puro instinto.- Él es mi acompañante hoy y lo respetaran.
-De por si los omegas son unas mierdas débiles y decidiste traer justo hoy un omega de zorro... -La voz de uno de los alfas viejos molesto a Jimin quien alzo la cabeza dejando ver su rostro aun en contra de las reglas.- Es el doble de débil al ser un jodido zorro, y más encima un insolente inadaptado.
-¡Es mi hijo de quien hablas, imbécil! –Colocándose de pie y estrellando las manos sobre la mesa, Chanyeol defendió a su cachorro, siendo apoyado por Yoongi quien también se había colocado de pie.- Intenta insinuar que los zorros somos débiles una vez más, y te juro que te mato.
-Vuelve a insinuar cualquier mierda degradante sobre los omegas, y ya seremos dos quienes nos encargaremos de ti. –Haciendo sentir orgulloso a Jimin el pelinegro defendió su linaje, o el que creían era su linaje.- Sin los omegas no seriamos nada y eso lo sabes perfectamente bien.
Pequeños murmullos comenzaron a llenar el salón, siendo detenidos en cuando Wonsik se colocó de pie caminando hacia Yoongi y, una vez junto a él le paso un brazo por los hombros moviéndolo levemente mientras con la mano libre le daba palmaditas en el pecho.
-Todos saben que mi amigo aquí tiene razón, sin los omegas no seriamos nada ¡Nada! –Dando un golpe a la mesa dando énfasis a sus palabras apoyo al pelinegro quien rodo los ojos ante la cercanía del otro.- Que alguno de ustedes, alfas, me diga ¿Cómo se les quita los cólicos a un bebé? –Solo tres alfas levantaron la mano, siendo estos Chanyeol, YoonGi y un puma.- ¡Miren! Ninguno pudo levantar la jodida mano y quienes lo hicieron es porque tienen hijos o conviven con niños... -Los tres que habían levantado la mano asintieron pues era verdad.- Pero ustedes tres, díganme con honestidad ¿Quién les enseño?
-Un omega. –Respondieron al unísono, sobresaltándose cuando Wonsiik aplaudió riendo como todo un loco.
-Alfas arrogantes que incluso se creen superior a aquellos que defienden a los omegas aun cuando comparten el mismo linaje... -Volviendo a su lugar en la mesa tomo los papeles que había traído con él, entregándoselos al chico pelinegro que había ido con él.- De los omegas ¿Quién sabe defenderse? –Al ver que ninguno hablaba o se movía, gruño furioso.
¿Tanta mierda tenían en la cabeza como para intimidar a sus acompañantes hasta el punto de impedirles hablar?
-Tienen permiso de expresarse. –Musitó Yoongi mientras se apartaba de su silla y le daba un empujón a Jimin para que se sentara en su lugar. Había visto como movía los pies mientras hacia una mueca, de seguro por dolor, después de todo los zapatos eran nuevos.
Luego de que Min hablara varios omegas levantaron sus manos, dándole valor a los más retraídos hasta que, para sorpresa de los alfas, todos los omegas mantenían sus manos arriba, incluso los que se veían mas tímidos y nerviosos.
Varios de los líderes arrogantes como había dicho Wonsik comenzaron a murmurar entre ellos notándose en el aroma agrio que desprendían lo furiosos que estaban mientras que el peliblanco portaba una mueca triste en su rostro.
-¿Alguno diría porque todos saben defenderse? –Preguntó tomando asiento, dándole una rápida mirada a Jimin quien estando sentado había apoyado los codos en la mesa mientras sujetaba su rostro, importándole verdaderamente poco que los alfas se molestaran por verlo ser tan "mal educado".- Yoongi ¿tu omega quisiera responder?
Volteando hacia el pelinegro Jimin dudo, suspirando al ver que el lobo lo alentaba con una pequeña sonrisa de labios juntos que rápido borro para volver a su postura fría e indiferente. Así se aclaró la garganta y luego de despejar su frente de algunos mechones de cabello que caían rebeldes, habló.
-No sé si serán todos pero en mi caso, aprendí a defenderme porque alfas llenos de testosterona y calenturientos por el celo, siendo unos imbéciles que piensan con el pene en vez de la cabeza, muchas veces intentaron propasarse conmigo, con mi hermana omega o con mi mejor amigo omega... -Girando hacia su madre la vio sonreír y, alzando una mano la señalo, completamente orgulloso.- Fue mi madre, también omega, quien me enseñó a defenderme el día que un alfa recién presentado intento abusar de mi... -Volteando hacia Wonsik sonrió con cinismo.- Yo solo tenía diez años.
Sonidos de sorpresa por parte de los demás omegas se escucharon, algunos con lágrimas en los ojos al imaginarse esa situación y otros tantos rojos de la ira al pensar en lo enfermo que debió estar ese alfa para querer abusar de un niño pequeño. Mientras que Yoongi, completamente anonadado, colocó una de sus manos en el hombro del menor quien, soltando un suspiro, se recargo en el tacto del mayor.
-Quizás no sean todos los alfas unos malditos, he aprendido que muchos son idiotas amables que solo quieren cuidarte... -Continuó Jimin subiendo una de sus manos hasta la del alfa que aun descansaba en su hombro.- Pero estando aquí y ahora, puedo decir con solo ver lo nerviosos que están los y las omegas, que alfa es un hijo de puta y cual no.
-¡Suficiente!
-¡Sera suficiente cuando yo lo diga! –El fuerte rugido de un felino se escuchó en toda la sala intimidando incluso a los alfas, en especial al que había llamado débil a los zorros quien se había puesto de pie para hacer callar a Jimin.
Por la puerta de entrada al salón un alfa algo joven con el cabello rubio, color similar a la paja, entraba abrazando por la cintura a una chica rubia tan pálida como una perla, hermosa, también de cabello rubio.
-Líder Kim. –Saludo Wonsik más que feliz de ver al tan famoso y único alfa de león que vivía en Seúl, al fin había asistido a una de las reuniones de líderes y en el mejor momento.
Al ser uno de los pocos de su especie que vivía en Corea era parte del Consejo de Lideres, siendo uno de los más poderosos y respetables del gobierno que se había formado en la cultura cambia forma. Por lo que en ese momento muchos alfas estaban aterrorizados al pensar que el león pudo haber escuchado la conversación que mantenían allí.
Hyojong se acercó a la oreja de su omega susurrándole algo y está más que obediente asintió, comenzando a caminar por la sala y acercándose a cada uno de los omegas quienes, tanto hombres como mujeres, la observaban fascinados por su belleza.
-Ven conmigo, zorrito. –Le había dicho a Jimin una vez estuvo junto a él, consiguiendo una sonrisa por parte de este.
Así todos los omegas dejaron la habitación, incluido el chico que había llegado con Wonsik quien, una vez estuvieron en otra habitación de la casa, pudo respirar tranquilo, alejándose de todos y yéndose al patio de la casa.
-No es omega. –Había escuchado decir a su madre, quien se había sentado a su lado en el suelo, costumbre que ambos tenían cuando estaban en casa.- Es un delta.
-Nunca había visto a uno. –Murmuró recibiendo la copa que un beta le ofreció, quien estaba repartiendo licores y jugos frutales a petición de Hyuna, la omega de león.
En ese momento se podía notar la calma en ese salón, estando todos los omegas tranquilos conversando entre ellos, algunos acercándose al tan valiente omega de zorro rojo para saludarlo o tan solo presentarse. Muchos se sentaron cerca de él para entablar una conversación y Jimin, intentando ser amable y no dejar peor parado a Yoongi, se había comportado.
Mientras que en la habitación donde se encontraban las alfas se sentía un pesado ambiente en tanto varios dejaban el lugar, esto a petición del león quien había pedido que se quedaran solamente los alfas que respetasen a sus omegas, prohibiéndole a los otros a que fuesen por sus acompañantes al salón continúo. Luego él se encargaría de ir a dejar a cada uno de ellos a sus casas, para así poder hablar con esos alfas imprudentes.
Una vez se fueron todos lo que ya no eran bienvenidos, incluido el dueño de casa, se pudo respirar con tranquilidad, recibiendo cada uno de los presentes allí una copa de vino para relajar el cuerpo, junto a unos aperitivos.
-A los omegas ¿Les dieron? –Preguntó Yoongi a un beta indicando su plato, recibiendo un asentimiento por parte de este.- ¿Podrías ver si un chico pelinaranja está comiendo? Si no lo hace me avisas, por favor. –El beta con una suave sonrisa asintió, encantado con la actitud preocupada el lobo.
-¿Es tu pareja? –Pregunto Hyojong estando sentado a un lado de Yoongi quien negó con la cabeza, indicando a Chanyeol.- ¿Tu hijo? –Esta vez el zorro asintió, escuchando el suave "mmh" que el rubio dejo escapar.- Es valiente.
-Lo es. –Aseguro Yoongi mientras daba un bocado a los aperitivos, algo disgustado pues tenía bastante hambre y esas cosas no llenaban a nadie.- Hace unos días se peleó con unos lobos jóvenes de mi manada, unos alfas.
-¿Y qué paso? –Más que interesado el león se inclinó en la mesa, siendo imitado por Chanyeol pues no sabía nada de eso.
-Le rompió la muñeca al que intento golpearlo.
Las risas no se hicieron esperar como tampoco una que otra exclamación de sorpresa, aunque el zorro se encontraba riendo a mandíbula suelta, sabiendo que efectivamente ese había sido su descontrolado hijo el protagonista de esa anécdota.
Así transcurrió el resto de la noche hasta que cerca de la una de la mañana la puerta del salón se abrió, dejando ver el somnoliento rostro de cierto zorro de cabellera naranja, enterneciendo a los alfas allí presentes. A pasos lentos se acercó a su padre y lo abrazo, dejando un pequeño beso en su mejilla siendo correspondido con ternura y amor; soltándolo se dirigió ahora a Yoongi quien lo observaba atentamente.
Sin esperárselo Jimin se abrazó a uno de sus brazos, jalándolo hasta que se puso de pie siendo inmediatamente abrazado por el chico quien se notaba a leguas que estaba cansado, por lo que, ya siendo consciente de lo tarde que era, se despidió de todos los allí presentes prometiendo ser el próximo anfitrión de la reunión, invitando desde ya al león quien le había agradado demasiado, recibiendo en respuesta una sonrisa entusiasta.
-Bueno, zorrito valiente, nos vamos a casa. –Murmuró solo para Jimin quien sonrió entre su bruma de sueño, abrazándose aún más al lobo quien lo abrazaba de vuelta, caminando algo extraño al estar tan juntos.
La reunión había sido algo tensa pero al final todo había salido bien, o al menos para los que se habían quedado en presencia de Hyojong quien, como todo un buen líder y miembro del consejo, había prometido pasar por cada una de las manadas, jaurías y tribus para verificar que todo estuviera bien y, si es que había algún problema o inconveniente, ayudar en este.
Min sabía que quizás Jimin pudiese llamar la atención ese día, pero jamás imagino que se volvería alguien admirable para varios de los líderes y sus parejas o acompañantes. Definitivamente lo llevaría a las próximas reuniones, de eso estaba seguro.
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