Felicidad prolongada

—Wow —Vuelve a pronunciar por tercera vez consecutiva—. Es que... Igna, no estamos hablando de un simple avance, no es solo la cura de lo que buscabas, no estamos hablando de una rara enfermedad que afecta a uno de cada millón de personas, es cancer, es VIH-SIDA, son palabras mucho mayores, ¿te das cuenta del impacto mundial que tiene esto?

Ella asiente nuevamente; a pesar de haber hecho todo con la mayor discreción posible sabía que la noticia no podría contenerse por mucho. Tarde o temprano los pacientes o sus allegados dirían algo al respecto; dado a que ella no quiso involucrar a nadie más y había sido ella misma quien suministró el suero sería a ella a quien buscarían.

Suspira, si esto llega a los medios sabe que van a agobiarla con preguntas, además, la asociación de genios de la cual forma parte no está al tanto de sus estudios particulares, se ha encargado de concentrar todo en su propio laboratorio.

Si lo pone en manos de la compañía ellos podrían encargarse de los medios, pero la desventaja sería que ellos deben tener acceso al suero.

La vacuna tiene un uso demasiado delicado para ser manipulado fuera de su propio laboratorio. Sabe que la tecnología de aquel lugar es excelente y hay personal más que capacitado, sin embargo, la idea por alguna razón aún no encaja en su mente.

—Debemos hacerlo público nosotros —medita mientras juega con la taza entre sus manos—, pero no como algo totalmente eficaz, hay variantes, cada organismo es distinto. Funcionó la prueba preliminar, funcionó en dos pacientes aleatorios que accedieron a esta cura experimental, pero las variantes son impredecibles.

Se pone de pie y rodea el inmenso escritorio, dejando a su esposo admirar una vez mas la belleza de su cuerpo. Se apoya en la superficie de madera quedando frente a su conpañero.

—He trabajado mucho, Will. Esto es lo que he deseado durante años, por lo que mi padre tanto luchó. Me siento realizada al superar su propia espectativa pero a la vez insatisfecha. Esto es algo que amo pero... —Corta su razonamiento al sentir que habla de más y un suspiro de cansancio se vuelve a apoderar de ella, frota su rostro cambiando su semblante totalmente—. Necesito un respiro.

El azul de los ojos de la chica toma un brillo particular de forma repentina, su tono es más que incitador para su acompañante, el cual deja la taza a un lado para ponerse de pie y abrazarla por la cintura con una sonrisa que le dice mucho a la joven mujer.

—Sus deseos siempre son órdenes para mí, bella dama—Roza su nariz con la de ella.

Igna le rodea el cuello con sus brazos, se acerca a sus labios sin dejar de sonreír y le da un muy apasionado beso.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top