Epílogo

Respira el aire de la naturaleza sentada en su ventana, con su diario en su regazo.

Toca su estómago, dónde se encuentran unas ligeras marcas. Todo parece tan ajenos para ella, todo lo ocurrido. Devon estaba pagando por lo que hizo junto con Evans, aunque el último con una pena menor. Podría decirse que los había perdonado, aunque eso no quitaba el dolor en su pecho al recordarlo. Aún recuerda lo ocurrido en el cementerio aquel día...

A lo lejos observa a las personas marcharse, excepto a la viuda que intentan convencer de irse. Igna llevaba ropa de color negro, pero el verdadero luto esta en su interior.

Era un gran hombre escucha una voz a sus espaldas.

Se gira y su rostro lo recuerda muy bien, es aquel hombre que conoció en el autobús la vez que el conductor enfermó. Y la pregunta que tenía reservada para él sale a flote.

¿Como sabías que se trataba de mi?

No fue difícil, describió a una hermosa chica de cabello gris que parecía no tener la capacidad de sonreir.

Hay un momento de silencio.

Nunca supe porque me deseaba un buen día, todos los días así no obtuviera una respuesta.

Era un buen hombre —repite. Y sonríe al vacío—, ese día me dijo que me tenía un trabajo de suma importancia... confundido le pregunté cual era, y me respondió que era sonreirle a la jovencita de cabello gris, y desearle un buen día.

¿Qué obtenía con eso?

La mira a los ojos.

Que el rostro de aquella chica reflejara alguna emoción. Así fuese de fastidio o confusión. Era una emoción.

Se queda en silencio, sin palabras para responder.

Le recordabas a su hija dice pasado un momento.

El remordimiento y la culpa la golpean cuan camión de carga. Le había arrebatado un padre a esa chica.

Yo no... yo no sabía... qué él tuviese una hija susurra con voz estrangulada por la lágrimas.

Ella también era una buena chica... solo que no supo manejar sus problemas.

¿Era? cuestiona confundida.

Si, ella sufría de depresión, tenia una muy baja autoestima a causa del acoso en su escuela. Tenía diecisiete años cuando se suicidó... Hace una pausa, estaba embarazada.

¿Co-como? Lleva una mano a su boca.

Uno de sus compañeros abusó sexualmente de ella, y quedó embarazada, no pudo soportarlo. Por eso Natalie, la viuda de Jonh —aclara— no te culpa por lo ocurrido, ellos sabían por lo que había pasado su hija y estoy seguro que si hubiese sido ella la que estaba ahí, hubiese hecho lo mismo que Jonh.

Sentimientos encontrados la azotan...

Gratitud es una palabra que se queda corta para lo que siente. Quizá ella hubiese acabado igual que esa chica de no ser por las voces, esas gloriosas voces que nunca podría olvidar, ya fuese lo que todos los médicos dicen y ellas sólo eran un producto de su Magnífico cerebro, y a pesar de era la respuesta que apoyaba a la lógica y le decía que no estaba loca o sufría esquizofrenia, ella se inclinaba a pensar que eran reales simplemente porque le duele pensar que todo el cariño que recibió por parte de ellos, nunca existió.

Suspira perdiendo la vista en el paisaje.

—Aún los extrañas ¿cierto? —cuestina una voz que le roba una sonrisa y le causa esas típicas sensaciones en su estómago.

—Así es —Le obsequia una sonrisa de enamorada al dueño de aquella voz.

Él le tiende una de las tazas que lleva en sus manos, té para ella y café para él. Y toma asiento a su lado, abrazándola por la cintura con su brazo libre.

Si, a pesar de las duras palabras que ella le dijo ese horrible día, él había ido a buscarla, él fue quien la encontró y la llevo al hospital. Luego de eso insistió en cuidarla y ya que ella descartó la idea de irse a casa de él, él se mudó "temporalmente" con ella para cuidarla. Y bueno... la convivencia llevó a algo más.

Igna ha aprendido a que no necesita a nadie más que a ella misma, y aunque Williams ha sido un gran impulso para ella, y lo ama con cada parte de su cuerpo y hasta de su alma. Ella no le pertenece, se pertenece a si misma.

—Leo viene en camino con su novia —le informa Williams, su ahora inexplicablemente prometido.

Aunque le resulta extraña la idea de casarse, es una decisión de la cual esta completamente segura. La novia de Leo le traería el vestido que se pondría para su graduación, ya que, aceptó terminar la carrera mucho antes con el apoyo del hombre que amaba. Lo del trabajo, aún lo estaba considerando debido a que quería emprender una empresa independiente para una investigación acerca de la cura de una extraña enfermedad del sistema nervioso, la misma que había llevado a su padre a la muerte cuando ella tenía tan solo cinco años de edad. Su tesis se basó en eso y resultó exitosa en las pruebas, pero aún falta perfeccionarla.

— ¿Te he dicho que te amo? —preguntó repentinamente.

—Todos los días, varias veces al día, aunque no siempre con palabras.

—Pues te amo.

—Y yo te amo a ti —Le da un beso dulce que se fue tornando más y más apasionado. Luego besa su cuello y un montón de sensaciones invaden a la joven. Se deja llevar pero luego recuerda...

—Si seguimos por donde vamos, no habrá quien le abra la puerta a Leo —Sonríe traviesa.

—Creo que él puede esperar... —Su voz es ronca, mientras continúa besando su cuello.

—No, ya en serio... ahora no —dice no muy firme.

Él le hace un mohín de cachorro regañado pero asiente.

Luego de un momento suspira.

—Esta noche me desquito... ¿Lo vas a terminar? —interroga mirando el diario que aún permanece en su regazo, ella suspira y asiente. Williams besa su frente y ella comienza a escribir su discurso.


Hoy les vengo a contar mi historia...

Desde pequeña fui dotada con el don de la inteligencia, pero esta no fue significativa hasta mi adolescencia, en esa etapa fui maltratada porque decían que yo pretendía saberlo todo, eso incluía a mi progenitora. Luego fueron mis compañeros, y luego mi novio en ese entonces, mi autoestima fue cayendo en picada hasta dejarme en la nada... hasta que un día quise irme por la opción fácil y acabar con mi vida. Ese día cuatro voces me lo impidieron.

Si, voces. Voces en mi cabeza.

Algunos pensarán que estoy loca al decir esto, pero después de todo...

¿A qué genio no llamaron loco?

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Una lágrima ¿dónde?

Bueno si, estoy conmovida por haber terminado esta hermosa historia, y muy agradecida con ustedes lectores que con cada voto, visita o comentario me incentivaron a seguir publicándola.

Con cierto capítulo, recibí amenazas amistosas, algunos solo se limitaron a odiar al personaje y otros... bueno otros te intentan sobornar, esto ocurre cuando la diseñadora de Bronthë lee tu historia. Pero veánlo por ustedes mismos.




Lindo premio ¿no? Pero bueno, para los lectores que me apoyaron y a quienes les gusta mi manera de escribir, esto no se ha acabado tengo nuevos proyectos en puerta.

Y el primero de ellos es Vega. Esta historia la podrán encontrar en mi perfil. Aquí está la portada, cortesía de naomimili.



Dedicado a cuatro lindas lectoras que me robaron una sonrisa con cada uno de sus comentarios mientras la obra estuvo en proceso:

DarkMia, AlondraDennisMolinaL, MafiaHarrysGirl y Lola2733Cooper.

Ahora si,

Fin.

¿o no?

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