Capítulo Quince ／  Navidad

La mañana de Navidad llegó rápidamente.

Jackson se quedó a pasar la noche, así que esa mañana despertó a Evelyn antes de bajar las escaleras junto al resto de la familia.

Cherie, James, Jackson y Evelyn rodearon el árbol, abriendo regalos mientras sonaba música navideña de fondo.

Este año Evelyn recibió mucha ropa, decoración para su habitación, etc.

No se atrevió a abrir el regalo de Fred y George hasta que salir de la casa. Allí explotó dejando confeti por todos lados.

Evelyn pensó que se había salvado hasta que abrió el regalo de Lee, que explotó en la sala de estar. Luego se vio obligada a recoger cada trozo de confeti con la mano.

A medida que avanzaba la noche, la sensación de inquietud en su estómago se intensificaba, anticipando la noche.

Al igual que en la mañana de Evelyn, Cedric abrió los regalos con su familia.

Después de eso fueron a casa de una prima para celebrar la Navidad con toda la familia.

La familia de Cedric fue una de las primeras en llegar. Así que esperó torpemente a que vinieran sus otros primos, mientras estaba rodeado de varias tías.

—¡Te ves tan apuesto! —Dijo una de sus tías, dirigiéndose principalmente a su madre quien solo se rió.

Continuó recibiendo preguntas sobre su vida amorosa, quidditch, escuela y otros temas similares. Cedric finalmente escapó de las preguntas una vez que llegaron sus primos.

Los Diggory pasaron el resto del día allí hasta que llegó el momento de visitar a los Belrose.

—¡Abran la puerta! —La madre de Evelyn llamó a los dos adolescentes que estaban sentados en el sofá de la sala.

—Abre tú, —Evelyn pateó la pierna de Jackson.

—No, tú, después de todo, es la familia de tu novio. —dijo Jackson en voz demasiado alta.

—¡¿Tu que?! —Cherie preguntó emocionada.

Evelyn gritó al mismo tiempo—: ¡Está bromeando! —Mientras se levantaba, golpeó con una almohada la cara de Jackson y luego se acercó para abrir la puerta.

—Hola. —Evelyn sonrió a los Diggory, quienes le devolvieron el mismo saludo. La chica mantuvo sus ojos en los dos adultos y decidió no mirar al chico.

—La próxima vez deberían usar la red flu. —dijo Evelyn mientras caminaban hacia la cocina—. Vivimos en un área muggle.

—Anotado. —Amos sonrió alegremente, su sonrisa se ensanchó al ver a los padres de Evelyn.

Cedric no sabía qué hacer, así que simplemente tomó asiento junto a sus padres.

Mientras que Evelyn puso como excusa que tenía que buscar algo, recibiendo una mirada burlona por parte de Jackson.

Cuando regresó, su madre dijo—: ¡Llegaste en el momento perfecto! La cena está lista.

La cena consistió principalmente en los adultos hablando, y Evelyn y Cedric evitándose, haciendo todo lo posible por no mirarse el uno al otro.

—Puedo sentir la tensión. —murmuró Jackson para sí mismo.

—¿Qué? —Preguntó Evelyn.

—¿Hm? Nada.

Una vez que terminaron de comer, Cherie les sugirió que se quedaran más tiempo, entonces los adolescentes comenzaron a ver Mi pobre angelito en la sala de estar mientras los adultos se quedaban en el comedor.

—Hazme galletas. —Jackson empujó a Evelyn hacia adelante.

—Bien, pero sólo porque yo también quiero un poco. —Evelyn puso los ojos en blanco antes de caminar hacia la cocina.

—Entonces. —Jackson se dirigió a Cedric cuando ella salió de la habitación—: ¿Qué pasó entre ustedes dos?

Cedric fue tomado por sorpresa—, ¿Qué?

Jackson lo interrumpió—: Podía sentir la tensión, y ustedes dos obviamente se gustan. Por lo que recuerdo, en Hogwarts se difundieron rumores de que eras una especie de mujeriego, aunque dudo que fuera cierto. —Le lanzó una mirada—. Y honestamente pareces una buena persona, así que mientras no la lastimes, no haré nada.

Cedric asintió y Jackson le dijo que fuera a hablar con ella para resolver lo que estaba pasando entre ellos.

Cuando Cedric entró en la cocina, Evelyn instantáneamente le dio la espalda y revisó los gabinetes en busca de ingredientes.

—¿Podemos hablar? —Dijo Cedric, mantuvo la voz baja pues sus padres estaban en la habitación de al lado.

—¿Acerca de? —Dijo Evelyn sin quitar los ojos de la masa. Estaba decidida a seguir enojada con él.

Cedric se acercó a ella, apoyándose contra el mostrador.

—Sólo déjame explicarte. —comenzó, acercándose a ella.

—¡Oye! Retrocede. —dijo Evelyn, moviéndose hacia el otro lado de la isla mientras arrojaba un poco de harina en su dirección.

Lo único que se podía oír era el ruido de pasos y los ligeros ruidos de la televisión—: ¡Chicos, estoy comiendo comida chatarra y viendo basura! ¡Será mejor que salgan y me detengan!

Siguieron dando vueltas alrededor del mostrador hasta que él rompió el silencio nuevamente.

—Vamos, lo digo en serio. —dijo Cedric.

—Yo también. —dejó de mezclar la masa—. No tengo ganas de hablar todavía. Aún estoy confundida y no quiero iniciar una conversación hasta que esté más calmada.

Era cierto, Evelyn no quería hablar debido a su confusión sobre la situación. Pero no era sólo eso, ella no quería perdonarlo todavía. Por muy patético que fuera, sabía que había un noventa y cinco por ciento de posibilidades de que lo perdonara automáticamente.

Cedric no respondió ya que sus padres entraron a la cocina y le informaron que era hora de irse.

Antes de irse, los dos adolescentes melancólicos estaban solos junto a la puerta.

—Feliz Navidad. —él suspiró.

—Feliz Navidad. —ella murmuró.