07: Sweet
Capítulo Siete / Dulce
A medida que avanzaba octubre, Evelyn tenía muchos eventos que esperar. Su cumpleaños, Halloween y la próxima temporada de quidditch. También Navidad, pero no expresaría su entusiasmo por eso hasta que pasara Halloween, ya que otros la considerarían loca. Oliver había convocado una reunión para discutir tácticas para la nueva temporada.
Los fuertes vientos rozaban el rostro de Evelyn, provocando un escalofrío ocasional. Todo el equipo observó a Oliver pasear por el vestuario.
—Esta es nuestra última oportunidad, mi última oportunidad, de ganar la copa de Quidditch, —empezó mientras caminaba delante de ellos—, Nunca tendré otra oportunidad... Gryffindor no ha ganado en siete años. Bien, hemos tenido la peor suerte del mundo (lesiones) y luego el torneo se canceló el año pasado... Pero también sabemos que tenemos el mejor equipo de la escuela. —El nerviosismo en sus ojos se desvaneció hasta que su mirada se convirtió en una que parecía maníaca.
—Tenemos tres cazadoras excelentes. —señaló Oliver hacia Alicia, Angelina y Evelyn.
—Aww Oliver. —Evelyn fingió estar avergonzada, escondiendo su rostro entre sus manos mientras se inclinaba detrás de Angelina.
—Dos golpeadores invencibles.
—¡Basta! Oliver, nos estás avergonzando. —dijeron Fred y George al unísono, pretendiendo sonrojarse de manera similar a como lo había hecho Evelyn.
—¡Y tenemos un buscador que nunca ha fallado en ganarnos un partido! —Oliver le sonrió a Harry, quien torpemente se sonrojó ante el reconocimiento.
—Nuestro bebé. —bromeó Evelyn en un tono en el que le hablarías a un bebé, mientras Fred desordenaba el cabello de Harry.
—¡Oh, para! —Harry se rió, alejando las manos de Fred.
—Y yo, —dijo Oliver con menos entusiasmo.
—Creemos que tú también eres muy bueno, Oliver. —dijo George.
—Eres increíble. —Evelyn mostró su apoyo mientras hacía un pequeño corazón con su mano.
—Un muy buen guardián. —añadió Fred.
—El punto es que la Copa de Quidditch debería haber tenido nuestro nombre estos últimos dos años. Desde que Harry se unió al equipo, pensé que ya la tenía ganada. Pero no la tenemos, y este año es mi última oportunidad de que finalmente podamos ver nuestro nombre en la copa... —Oliver se calló. Todo el equipo sintió empatía por él.
—¡Oliver, este año es nuestro año! —Fred aseguró.
—¡La ganaremos, Oliver! —Angelina sonrió.
—Definitivamente. —confirmó Harry.
Oliver comenzó sus habituales prácticas, tres tardes a la semana. Y a veces también lo hacía por las mañanas.
—Regresaré enseguida. —Cedric le dijo a sus amigos que regresaran a la sala común sin él, ya que había olvidado su cuaderno de Quidditch en los vestidores. Después de recuperarlo, decidió salir hacia el campo de Quidditch para dar un paseo nocturno.
—¡Perfecto! —Cedric escuchó gritar a Oliver. Iba a irse, hasta que escuchó el resto de la frase—: ¡Belrose, Spinnet y Johnson, rehagan eso otra vez! Belrose cambia de posición con Spinnet, esta vez tú anotas. ¡Spinnet y Johnson, defienden! Potter- —Cedric se desconectó del resto de sus gritos, su mirada desviándose lentamente hacia Evelyn.
A pesar de la mala iluminación su figura todavía destacaba de las demás. La observó mientras ella aceleraba por el campo con el brillo ocasional de las luces de este resaltando los rasgos de su rostro y transformando su cabello en una versión más clara.
Cedric retrocedió vacilantemente al vestuario, deteniéndose justo cuando cerró las puertas. Inclinó la cabeza confundido, cuestionándose a sí mismo. ¿Qué estaba pensando? Nunca la había mirado así antes, pero al mismo tiempo, no podía dejar de hacerlo. Ella era tan... cautivadora. Otro sentimiento extraño llenó su estómago. Este fue diferente al que sintió la vez que vio a Oliver hablando con Evelyn, o cuando escuchó a los dos chicos de Slytherin. Decidió ignorar ese sentimiento y, en lugar de seguir pensando en eso, salió de los vestidores y se dirigió a la sala común de Hufflepuff.
Después de una larga práctica de Quidditch, Evelyn se dio una ducha caliente antes de descansar en su dormitorio. Estaba a punto de leer un libro, cuando algo llamó su atención. La rata de Ron—. Por el amor de Merlin... —Murmuró mientras se callaba, recogiendo la rata antes de bajar pisando fuertemente las escaleras hacia la sala común.
—Ron. —Advirtió severamente mientras caminaba, sosteniendo su rata.
—S-sí. —dijo Ron un poco nervioso por el tono de su voz.
—Esta es la tercera vez esta semana que tu rata entra en nuestro dormitorio, —suspiró—, ¿Verdad, Ange?
—Él siempre se sienta en ese pequeño rincón. —agregó Angelina, defendiendo el reclamo de Evelyn.
Ron retiró su rata disculpándose, mientras Evelyn tomaba asiento junto a Angelina. Cuando Fred y Harry entraron, el grupo empezó a hablar sobre el primer viaje a Hogsmeade. Hermione pensaba que era mejor que Harry no fuera, mientras que Ron le aconsejaba que le dijera a McGonagall. Evelyn en cambio, se ofreció a colar a Harry, lo que molestó aún más a Hermione.
El tema pasó rápidamente de Hogsmeade a las mascotas, mientras Hermione elogiaba a su garo por atrapar una araña.
—Muy bien Crookshanks, ¿la atrapaste tú solo? —Hermione le sonrió al gato, mientras esté continuaba masticando la araña con sus ojos amarillos fijos en Ron.
—Sólo mantenlo ahí, eso es todo. —Ron frunció el ceño—. Tengo a Scabbers dormido en mi bolso.
Después de que Crookshanks terminó su comida, se abalanzó sobre el bolso de Ron sin previo aviso.
—¡OYE! —Gritó Ron, agarrando el bolso al que aún estaba afirmado Crookshanks—. ¡BÁJATE, ESTÚPIDO ANIMAL!
—¡Ron, no le hagas daño! —Hermione chilló.
—Esa es mi señal para irme. —susurró Evelyn a sus amigos durante la pelea. Tomó su tarea de pociones antes de levantarse.
—¿A dónde vas? Es casi medianoche. —susurró Angelina.
—Abajo a las cocinas, tengo hambre... ¡hasta luego!
Evelyn pasó junto a la escena caótica, riéndose mientras veía a George lanzarse hacia Crookshanks fallando estrepitosamente. Caminó con cuidado por los pasillos oscuros, sus pasos ligeros eran indetectables. Cada vez que escuchaba pasos que podrían haber pertenecido a otro maestro, se deslizaba hacia un salón de clases vacío hasta que estos pasaban.
Continuó haciendo ese proceso, hasta que creyó ver a Flitch. Pensé que ya estaba dormido. Evelyn caminó rápidamente en la dirección opuesta, sin prestar atención a lo que estaba frente a ella ya que estaba demasiado preocupada asegurándose de que Flitch no la siguiera.
Había chocado con alguien y no reconoció quién era hasta que dio un paso atrás.
—Ups. —sonrió descaradamente.
—Estaba a punto de regresar a mi sala común. —suspiró Cedric.
—Bueno, nadie te detiene. —Evelyn empujó a Cedric hacia adelante, indicándole que siguiera moviéndose. Pero él dejó de moverse y giró la cabeza para sonreírle. Intentó hacerlo avanzar, pero él no se movía—. Maldita sea. —suspiró ella, moviéndose hacia atrás para pararse frente a él.
—Sabes que puedo quitarte puntos o castigarte. —le recordó Cedric en broma.
—Oh, pensé que se suponía que debías ser amable. —frunció el ceño. Él levantó una ceja antes de que ella añadiera—: Y si me das una, continuaré mi camino... así que, sinceramente, es innecesario, sólo otra cosa en mi historial.
—Ahora, si me disculpas. —Evelyn comenzó a pasar junto a él, pero él la llevó de regreso hacia donde estaba.
—¿Qué es eso? —Señaló la pequeña pila de papeles que ella sostenía.
—Bueno, iba a ir a la cocina a comer y terminar mi ensayo de pociones. —sonrió—. ¿Quieres unirte?
Cedric lo pensó. Por un lado sabía que no debería hacerlo, pero por otro lado, por alguna extraña razón, quería pasar tiempo con ella. Sin pensarlo realmente, dijo—: Claro, déjame buscar mi tarea también. —Hizo una pausa, pero se mantuvo en su respuesta. Técnicamente su turno había terminado, así que ¿por qué no?
Caminaron uno al lado del otro hasta la sala común de Hufflepuff, donde Cedric agarró sus cosas antes de caminar hacia las cocinas, que no estaban muy lejos. Una vez que llegó al cuadro, Cedric le hizo cosquillas a la pera, permitiéndoles entrar.
Los elfos domésticos los saludaron felices. Evelyn pidió galletas mientras Cedric decía que no quería nada, antes de ir a sentarse junto al fuego.
El tiempo había pasado y los adolescentes estaban en su propio mundo, concentrándose más en sus conversaciones que en sus tareas. Ambos estaban un poco nerviosos al comienzo de la conversación, pero finalmente se calmaron.
—¿Por qué no estás trabajando en la sala común? —Cedric le preguntó.
—El gato de Hermione y la rata de Ron se pelearon. —se rió Evelyn—. Está bien, acabo de terminar. —le mostró su tarea con orgullo, a lo que él le dio un golpe en la cabeza de manera juguetona.
—Eso suena interesante. —se rió.
—Realmente lo era.
—¿Estás deseando que llegue Hogsmeade? —Preguntó Cedric, un poco avergonzado cuando recordó la conversación de los dos chicos de Slytherin.
—¡Sí! No puedo esperar para comprar más plumas de azúcar. —chilló—. Necesito abastecerme, aunque Fred y George prometieron regalarme algunas para mi cumpleaños.
—¿Cuando es?
—El próximo jueves.
—Tomaré nota. —Cedric sonrió y antes de que ella pudiera responder, añadió—: Gracias de nuevo, por el amuleto...
—No hay problema. —aseguró, antes de cambiar de tema—. Lástima que Harry no pueda ir a Hogsmeade, no lo dejaron.
—Y es su primer viaje también... ¿Es por Sirius Black?
—Mhm, aunque no sé por qué están tan preocupados... dudo que Sirius Black haga algo en un area pública. —pero antes de que Cedric pudiera decir algo, Evelyn dejó escapar un bostezo—, Lo siento-
—Está bien. —se rió entre dientes—, Deberíamos irnos, hemos estado aquí por un tiempo.
Mientras ambos se despedían de los elfos domésticos, Cedric se ofreció a acompañar a Evelyn de regreso a su sala común, a lo que ella finalmente accedió. Al pasar junto a las ventanas, Evelyn se quedó helada.
—Eh, Cedric... ¿Por qué está saliendo el sol? —señaló el cielo. Este estaba bastante oscuro, decorado con los rayos de sol que ya comenzaban a aparecer. Cedric la miró con el mismo pensamiento—. No hay forma de que nos quedáramos despiertos hasta tan tarde.
—Al menos es viernes, o era viernes... —Trató de ver el lado positivo. Con el sol como recordatorio, rápidamente regresaron a la torre de Gryffindor. Con rápidas despedidas se fueron en direcciones separadas, Evelyn buscando dormir, mientras Cedric tomaba nota mental de enviarle una lechuza a su madre.
Evelyn Belrose'
Me desperté al día siguiente (o a la mañana) con falta de sueño. Mirando la hora... eran las dos de la tarde. Por suerte era sábado y no teníamos clases, pero si fuera un día escolar estaría en muchos problemas. Gruñendo, me levanté de la cama de mala gana. Luego me puse ropa informal y me cubrí las ojeras de mis ojos, muy visibles, antes de dirigirme al gran salón.
—La princesa finalmente despertó. —bromeó Fred cuando me vio.
—Vete a la mierda. —dije sin gracia, apoyando mi cabeza en la mesa.
—Wow, ¿qué te pasa? —George levantó mi cabeza para mirarme, antes de volver a bajarla.
—Ustedes tienen suerte de que incluso me levanté de la cama. Estaba debatiendo si quedarme allí. Alguien recuérdeme agradecer a Angelina y Alicia por dejarme dormir hasta tarde.
—E, mira quién acaba de entrar. —bromeó Lee. No levanté la cabeza así que George la levantó una vez más. Cuando levanté la vista vi a Cedric, que también parecía cansado, caminando hacia su propia mesa. Una vez que George soltó mi cabeza, la puse de nuevo sobre la mesa.
—Increíble, —se burló Fred.
—Ella nunca ignora a Cedric. —terminó George su frase.
—Sólo estoy cansada. —murmuro.
—¿Cuánto tiempo estuviste fuera? —Preguntó Lee.
—Hasta las cinco de la mañana-
—¡¿Qué?! ¿Cómo es eso? —Preguntó Lee, un poco preocupado.
Le di un breve resumen de mi noche y Fred comenzó a reír—: El chico bonito Diggory no es tan perfecto.
Cedric Diggory'
Me desperté alrededor de la una y media de la tarde, sintiéndome un poco mareado. Recordé los eventos de anoche y decidí ignorar por qué lo había hecho, y rápidamente me preparé. Tuve una idea sobre qué regalarle a Evelyn para su cumpleaños, así que decidí escribirle una carta a mi madre para que pudiera comprárselo. Estoy segura de que le encantaría que le regalara algo a Evelyn, la hija de su querida amiga, para su cumpleaños. Rápidamente garabateé lo que necesitaba, antes de ir a enviárselo.
Recibí muchas miradas de la gente cuando pasaba, sin estar seguro si eran las miradas habituales que recibía o eran por mi estado de cansancio.
—Woah. —se rió Ivy cuando me senté en la mesa de Hufflepuff.
—¿Así de mal me veo? —Yo pregunté.
—Pareces muy cansado. —dijo Colby.
—Bueno, lo estoy.
—¿Dónde estabas?
—Sí, no te vimos en la sala común. —añadió Daniel.
—Le envié una carta a mi mamá. —respondí con cansancio.
—No, nosotros... quisimos decir... anoche. —Ivy me tocó el hombro entre cada palabra.
Dudé—: Estaba en la cocina.
—¿Las cocinas?
—Es una larga historia, bien, me voy a volver a dormir, realmente no puedo funcionar ahora. —dije mientras me levantaba.
Cuando salí del gran salón me reí al ver a Evelyn saliendo también.
—Oye. —llamé su atención—. ¿Vas a volver a dormir también?
—Mhm. —sonrió débilmente—. Apenas puedo mantener los ojos abiertos en este momento. —suspiró.
—Yo también. Me he quedado despierto hasta tan tarde antes, pero me pregunto por qué estoy tan afectado en este momento. Bueno, te dejaré dormir, nos vemos luego. —sonreí mientras le desordenaba ligeramente el cabello antes de regresar a mi dormitorio. Repetí la escena en mi cabeza. Esa sensación familiar en mi estómago regresó.
Cedric y Evelyn no sabían que un grupo de personas había visto la interacción. Phoebe notó el estado de la chica y siguió a los gemelos y a Lee mientras caminaban tras ella. Mientras que Ivy y Caspian también sospechaban, siguiendo a Cedric poco después de que él se fuera. Actualmente, el grupo estaba escondido en un pasillo donde ni Cedric ni Evelyn podían verlos.
Surgieron susurros del grupo de entrometidos.
—Ay-
—Detente, déjame ver-
—¿Por qué están aquí chicos?
—¿Qué pasa contigo?
—Muévete.
Phoebe chilló de emoción mientras observaba la pequeña interacción, interrumpiendo el patrón de susurros.
—Shh- —advirtió Fred.
—Así que ahí es donde estuvo anoche. —lo interrumpió Caspian.
—¿No lo sabías? —George se rió.
—¿Qué? ¿Ella les dijo? —Phoebe jadeó.
—Tenemos que decírselo a Daniel y Colby más tarde. —le chismeó Ivy a Caspian.
—¿Se gustan? —Preguntó Lee.
—Probablemente... tenía razón. —animó Ivy, empujando a Caspian a un lado para cotillear con Phoebe.
—Hagamos una apuesta. —comenzó Fred.
—Por supuesto que sugerirías eso, idiota. —Lee puso los ojos en blanco.
—Yo digo que estarán juntos en diciembre. —comenzó Fred, y George y Caspian estuvieron de acuerdo.
—De ninguna manera, esos idiotas son demasiado lentos- —comenzó Ivy.
—¿Que está pasando aqui? —Colby interrumpió su frase.
—Apostamos por Cedric y Evelyn. —sonrió Phoebe.
—De todos modos, —Ivy volvió a su declaración—, creo que estarán juntos en marzo.
—Estoy de acuerdo. —dijo Phoebe.
—Dijimos que para diciembre. —sonrió George con orgullo.
—Estoy de acuerdo con Ivy. —decidió Colby.
—Digo diciembre. —coincidió Daniel con los dos pelirrojos y el castaño.
—Digo abril. —añadió Lee, a diferencia de las suposiciones de los otros.
Finalizaron sus bandos, ahora esperando ver cuándo se reunirían sus amigos.
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