- Así es como sucedía, me insultaban y pegaban y yo no hacía nada para cambiarlo pero si pudiera regresar en el tiempo le diría a mi pequeña yo que no se asuste de nada, que puede ser más valiente que nadie y que no se asuste de nada-. Dije intentando no llorar.

- Llora si necesitas, todos necesitamos desahogarnos de vez en cuando-. Me dice mi psicóloga.

- Mucha gente veía como lloraba y me prometí a mi misma a que nadie vería mis lágrimas.

- Esta bien pero conmigo puedes llorar, Lorena, ¿eso le dirías a tu pequeña yo?- Preguntó.

- Sí, contarle todo lo que ahora sé para sobrevivir-. Contesté.

Se terminó la sesión y me fui de allí, cuando salí del recinto Michael pasaba con su deportivo a toda velocidad, dudo que me haya visto y mejor que no me vea o me tratará como una loca.

- ¿Lorena?

Mierda, me ha visto.

Me di la vuelta y era Lucke, el mejor amigo de mi hermano.

- Ey, ¿qué tal Lucke?- Me abracé a él ya que es como mi hermano.

- Me dijo Ashton que ibas al psicólogo.

Ahora tengo la necesidad de matar a Ashton.

- Sí-. Dije con timidez.

- Y, ¿qué tal?- Preguntó.

- No estoy loca.

- No he dicho que lo estes.

- Por si algún caso.

Sinceramente, podía contarle todo lo que no me atrebía a contarle a mi hermano, es más comprensivo, no sé como explicarlo.

-Luck, ¿sabes algo sobre Michael Clifford?