33
Jimin como todas las mañanas comía en su habitación y se quedaba ahí, Yoongi no lo quería ver y ni siquiera hablar con él, le dolía mucho, pero debía de aceptarlo, fue mágico lo que sintió y lo que tuvieron. Yoongi miró la habitación de Jimin y tocó la puerta, Jimin se acercó y cerró los ojos para poner su mano en ella.
—Debí habértelo dicho desde un principio. —hablo Yoongi. —pero temía que si me acercaba a ti, te lastimaría.
—Yoongi. —dijo tras la puerta.
—Mi hambre por la carne humana creció aún más desde que iniciamos la relación. —hablo. —creí que podía contenerme, pero tu aroma me vuelve loco.
—Pero. —se quedó callado.
—Pensé que si comía humanos vivos, mi necesidad se iría. —golpeó su cabeza en la puerta. —pero no se va y solo deseo comerte.
—Yoongi. —dijo con lágrimas en los ojos.
—Te amo Jimin. —trago saliva. —pero lo mejor es que sigamos así por tu seguridad.
—No me importa. —golpeó la puerta. —Yoongi.
—A mí sí. —dijo. —desde que te hiciste mi pareja solo me importa tu bienestar.
Jimin al no escuchar más a Yoongi se puso a golpear la puerta mientras gritaba, Yoongi escuchaba eso, pero se negaba a ir y abrir la puerta, porque si lo hacía el destino de Jimin sería la muerte. El castaño se había puesto a llorar, sus nudillos tenían sangre de tanto golpear la puerta y no tener ningún éxito en abrirla, sabía que Yoongi lo hacía para protegerlo de él mismo, pero no aguantaba ese dolor de no tenerlo a su lado.
Al medio día Jimin seguía encerrado, solo recibía su comida y luego era puesto bajo llave para su seguridad, él comía tranquilo mientras miraba las fotos que se había tomado con la cámara instantánea que Yoongi le había conseguido, en ella había fotos de ambos. Jimin sonrió mientras recordaba aquellos hermosos momentos junto con Yoongi, al caer la noche Jimin pudo salir, ya que Yoongi había pedido que le preparara la cena, no era mucho lo que Jimin hacía; solo cortaba en trozos la carne y le daba forma.
El castaño cortaba la carne hasta que se hirió el dedo, él se quejó y se lo envolvió rápido, lavó el cuchillo y tomó su cesta con comida y se fue de ahí, no se había dado cuenta de que parte de su sangre había caído en la carne que sería ingerida por el pálido que minutos después llegó y sonrió apenas al ver el plato ahí con una figura de corazón.
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