13
Ambos ya estaban en la casa, Jimin estaba en su habitación pensando en muchas ocasiones en las que sí había querido ser besado por el infectado, Jimin negó dándole pequeños golpes a su cabeza. Él vio que la puerta se abrió y era el pálido, este aún traía sangre en su ropa y boca, Yoongi le tiro una pequeña caja forrada y Jimin la vio.
—Un regalo para que no te aburras. —le dijo para dirigirse a la salida.
—Gracias Yoongi. —agradeció el peli rosa.
El pálido solo asintió y salió de ahí para dirigirse a su habitación, pero en el camino se encontró a su padre, el cual venía con un niño pequeño humano. Yoongi se acercó y vio al niño de unos cinco o cuatro años el cual estaba llorando, su padre se lo dio al pálido el cual lo cargo.
—Debes cuidarlo. —hablo. —si tu esclavo está vivo que te ayude también.
—¿A qué se debe esto? —dijo mientras sentía como el niño seguía llorando.
—Se ha demostrado que los niños infectados engañan mejor a las personas. —hablo. —lo cuidarás y alimentarás bien para luego convertirlo.
—Está bien. —asintió.
—Si haces bien tu trabajo, puede y seas considerado para entrar en el ejército hijo. —le palmeó el hombro. —debo irme.
Yoongi vio como su padre se iba y él vio al niño, el cual ahora lo estaba observando, Yoongi se giró y vio a Jimin el cual venía corriendo, pero se detuvo al verlo con un niño pequeño. Jimin había decidido ir donde Yoongi y tal vez hacer lo que le debía al pálido, después de todo no había rastros de su hermana.
—Que bueno que apareciste. —dijo Yoongi mientras se acercaba a Jimin. —ten al mocoso.
—¿Secuestro a un niño? —preguntó Jimin mientras lo cargaba.
—Me lo trajeron. —suspiro. —solo trata que no se lastime y cuídalo bien.
—No será que es su hijo con otra infectada y no quiere el cargo. —río Jimin mientras arrullaba al niño.
—No estoy para eso. —se quejó. —tengo veintitrés.
—¿Y? —río Jimin. —¿Pequeño tienes hambre?
Yoongi vio cómo el niño asentía mientras se ocultaba en el cuello de Jimin, este sonrió y se dirigió con el pequeño a la cocina, el pálido los siguió y vio como Jimin abría un paquete de galletas y le servía un poco de yogur al niño.
—Come despacio pequeño. —dijo Jimin mientras le acariciaba la mejilla.
—No te encariñes con el niño. —le hablo y Jimin lo vio.
—Temes que te quite mi atención, amo. —se acercó Jimin y lo abrazó. —no seas celoso Min yo soy solo tuyo.
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