10

Yoongi miraba la fuerza de voluntad del humano, era fuerte, su sonrisa creció mientras con un poco de lubricante en su dedo y lo llevó a la entrada de Jimin y sin previo aviso lo introdujo dentro del pelirosa. Jimin al sentir eso curvó la espalda y soltó un fuerte gemido haciendo que él sonriera por lo cometido, lentamente fue sacando su dedo del interior de Jimin y lo vio.

—Yo gané. —rio.

—Eres un maldito hijo de puta. —se quejó Jimin.

—Aún tienes una erección bonita. —hablo. —¿Quieres que te la baje?

Cuando Jimin iba a hablar la puerta del pálido fue tocada, este molesto se dirigió a la puerta, pero antes se cambió de ropa y le puso una sábana a Jimin. Al abrirla vio a otro infectado el cual le dijo que debía de ir a una reunión importante, él asintió y cerró la puerta para ver que el pelirrosa se quería soltar.

—Tomaremos un baño y luego me acompañaras a un lugar. —le dijo.

—¿Tomaremos? —preguntó Jimin.

—Aún no terminamos con lo que iniciamos. —le respondió.

—¿Me follarás en el baño? —lo observó.

—Nos tomaría tiempo. —lo comenzó a liberar. —pero debemos de ir a un sitio.

Jimin al ser liberado fue llevado al baño donde el pálido entró y se quitó la ropa, el pelirosa se sonrojó al ver más de cerca el cuerpo del infectado. Yoongi encendió la regadera y apegó a su cuerpo a su esclavo el cual no dejaba de verlo a los ojos, Yoongi miro los labios de Jimin tan rosados y tan jugosos.

—Esto es lo más raro que he hecho. —dijo Jimin.

—Eres un privilegiado. —mencionó Yoongi. —tú ya llevas más de una semana conmigo, los demás no duraron la noche.

—¿A qué se debe? —le pregunto.

—Eres bonito, tienes un lindo cuerpo y eres muy inteligente. —llevó sus manos al trasero del pelirosa. —y porque me llegas a entender muy bien, eres mi complemento no infectado.

Jimin sintió como le acariciaba el trasero hasta tal punto de apretarlo, eso hizo que se sonrojara más, Yoongi llevó su boca al cuello de Jimin y comenzó a llenarlo de más chupones sacándole uno que otro gemido al pelirosa.

—Tus gemidos son muy lindos. —lo apegó más a él. —¿Así serán cuando estés saltando sobre mi polla?

—Sigue soñando amo. —le respondió Jimin con dificultad.

—Si no fuera por esa tonta reunión. —dijo mientras llevaba sus dedos a la entrada del pelirosa. —ahorita estuvieras lleno de mi semen.

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