IZUKU MIDORIYA.

Leer el final del capitulo como la descripción de la historia. ¡Importante!

...
























[La era de los héroes... ha terminado.]



















Bajo el tormento de un cielo al pleno, la luna que deslumbra sobre la tierra riega sobre esta sus luceros.

La noche esta en su punto y las nubes parecen despejarse permitiendo que la gran luna llene de luz blanco absoluto a aquella ciudad alguna vez plena pero ahora solo reducida a ruinas.

Esa ciudad, ese metrópoli... Musutafu.

Todo lo que alguna vez fueron calles de concreto y edificios tan altos ahora solo yacían hundidos bajo el nivel del mar. Apenas pequeñas construcciones se elevaban por arriba de las olas permitiendo saber que alguna vez, en aquel lugar hubo una ciudad viva.

A lo lejos de donde alguna vez estaba la playa y de donde vino tanta agua, justamente hacia el horizontes resuenan violentamente grandes estruendos.

*¡RUMBLE! ¡RUMBLE!*

Relámpagos golpeando el filo de la vista.

Las nubes oscuras que en algun momento cubrieron los restos de la ciudad se habían despejado permitiendo que bajo el cielo oscuro y la brillante luz proveniente de aquel satélite descienda dando la oportunidad de ver un gran edificio hecho trizas en la cima de una colina que sobresale del agua.

*¡RUMBLE! ¡RUMBLE!*

Ese edificio es sin duda alguna, la U.A.

Lo que antiguamente fue un gran edificio de cuatro torres ahora solo quedaba una torre mientras que las demás habían sido desechas.

El camino, o lo qu era la entrada hacia este gran edificio estaba completamente desecho con grandes grietas que continuaban por debajo de la colina llegando a las profundidades del mar permitiendo la vista a lo que era o parecía ser magma que gorgoteaba.

Mas allá del edificio, justo a espaldas donde alguna vez el bosque continuaba hacia la naturaleza detrás de la colina... ahora solo eran restos de lo que alguna vez fue.

Rodeado de llamas, a la par de lo que era pequeños hogares pare estudiantes derrumbándose segundo a segundo.

El humo ascendía al cielo y los troncos caían al suelo.

Delante de aquel árbol que toco el pasto seco continuo una brisa empujando las hojas hacia el viento.

La sangre que estaba en el concreto estaba seca y sobre esta una sombra relucía ante la persona de pie delante de ella.

Una cabellera blanca como la nieve, manchada de sangre, manchada de tierra y lodo. Su rostro mallugado y lleno de sangre. Sus ojos purpuras y su cuerpo lastimado al límite.

Aun se mantenía de pie aquella chica.

Delante de ella una sombra más se sumó.

Un chico.

Dos siluetas en la cima de aquella colina, dos presencias en lo que alguna vez fue una ciudad.

Ellos portaban un solo objetivo.

______________________________________________

Matarse uno al otro.

______________________________________________

Un par de guerreros estaban por dar fin a su combate en los restos de su hogar.

―Pensar que las cosas terminarían así... Deku.

La chica quien apenas podía mantenerse de pie empujo las ultimas fuerzas que le restaban dentro suya hacia el exterior ganando un poco de coraje.

Ella quien cargaba con una gran responsabilidad, ella quien en su espalda se sostenía la esperanza del mundo.

―Voy a enviarte con All Might... Melissa.

La segunda cabellera oscilo ante la brisa fresca de la noche.

Blanca como la de la chica pero con la ligera diferencia de que este era un blanco pulcro. Portando los restos de lo que alguna vez fue un traje Business Casual. Ahora solo sus pantalones roídos y su camiseta manchada hecha trizas y sacudiéndose al aire.

Sus ojos eran verdes, tan verdes como una esmeralda.

―¿Por qué las cosas tienen que resultar de este modo? ―pregunto ella mientras jadeaba a la vez que reunía todo el aire que podía dentro de sus pulmones―. Dime, ¿Aun queda otra opción?

Levantando su rostro en búsqueda de la ultima pizca de esperanza lo que se encontró fue con un terrible muro delante de ella.

*¡Fwooosh!*

El viento empujo sus cabelleras y sus ropajes.

Las hojas del suelo se elevaron y el polvo de la U.A se movió.

Los mares que consumían la ciudad se agitaron y el silbido frágil de una ciudad suplicando ayuda hizo vibrar los cielos.

Entonces el abrió la boca:

―No...

_______________________________

[La era de los héroes... se acabó.]

_______________________________

Con decepción el rostro de Melissa había caído hacia delante.

―Ya veo...

Poco a poco desde sus pies hasta su cabeza, una energía plateada comenzaba a rodear su cuerpo, parpadeando de forman inconsistente alrededor de su cuerpo.

Al levantar su rostro sus ojos purpura habían destellado y su expresión se tornó determinada. Finalmente había reunido todas las fuerzas que le quedaban. Colocando su pie por delante del otro y forzando una postura de pelea, el brillo de la esperanza la rodeo.

*¡SCREECH!*

―Incluso así... ¡Sigo siendo un héroe!

Aquella portadora de la esperanza y aquel alguna vez llamado héroe se abalanzaron uno al otro golpeando sus cuerpos con tal vehemencia que sus puños hacían temblar la colina entera, que hacían temblar la ciudad y que sus almas gritaban al mundo entero sus ambiciones.

Sin embargo, esta historia se remonta muchos años atrás...

~17 años atrás~

Año 2146.

Japón, Musutafu.

Un 15 de Julio en la ciudad de Musutafu a las 5:41 P.M se registra la llegada de una mujer japonesa de alrededor de unos 25 años de edad acompañada de su esposo al hospital central de Musutafu donde son recibidos de forma sorpresiva.

La mujer estaba por entrar en labor de parto.

Sostenida de los enfermeros y llevada a una camilla los movimientos en los pasillos del segundo piso comienzan a aumentar.

Hombres, mujeres. Enfermeros, enfermeras. El obstetra es llamado y se prepara.

6:02 P.M la mujer entra a la sala de parto acompañada de un grupo de enfermeros.

Sosteniéndose de las propias sabanas de la camilla el dolor se vuelve insoportable. En su rostro se ve palpado el intenso dolor que viene desde su interior.

―¡Haaaa! ―un grito casi ensordecedor.

―La jeringa ―ordena el medico en cabeza.

―Jeringa ―responde su asistente extendiéndole una jeringa.

Nuevamente la mujer grita.

El sudor cae de su rostro.

La aguja entra en su piel.

6:06 P.M. el dolor parece disminuir.

―6 Centímetros de dilatación ―expone el medico mientras que el par de enfermeras a sus costados extienden un manto sobre las rodillas de la mujer.

―Por favor, flexione y abra sus piernas.

―¡Haaaa!

Un enfermero detrás le extiende una bandeja de instrumentos mientras que el medico toma asiento delante de la cavidad de la mujer.

6:09 P.M. el comienza a ejercer movimiento.

Las contracciones aumentan y la dilatación ahora es de 8 centímetros. Ahora que las contracciones son más regulares y cercanas entre ellas la mujer comienza a sentir calambres en las piernas a la vez que nauseas.

El dolor solo aumenta y los gritos de ella alcanzan el pasillo donde un hombre de cabellera blanca pulcra yace sentado con las manos entrelazadas en un suspiro.

Su pierna derecha se mueve de arriba hacia abajo, nervioso, mirando de un lado a otro cada extremo del pasillo, escuchando los gritos de su esposa.

6:41 P.M.

―Solo un poco más, ya casi.

Los gritos de la mujer comienzan a ser mas de esfuerzo que de dolor.

―Un poco más, puje una vez más.

Aves, brisa del atardecer el tiempo parece congelarse por un solo instante.

Ella entre abre sus ojos apenas permitiendo que la luz del quirófano choque con sus brillantes ojos esmeralda.

Las lagrimas que caen de sus ojos se mezclan con el sudor en su rostro.

Una lagrima cae de sus ojos, se resbala de su rostro y un último esfuerzo provee de un gran llanto acompañado dele grito de la mujer.

Un llanto de un bebé.

El tiempo vuelve a correr y la lagrima explota en las sábanas.

El llanto del niño daba fin a una batalla y el comienzo a una vida.

―¡Registren la hora! ―ordena el doctor.

―¡Es un varón!

―Mi-m-mi... Bebé...

Apenas el bebe sale de su vientre las manos del doctor lo toman y lo llevan a los brazos de su madre.

Entre lagrimas ella lucha por volver a abrir sus ojos. Al hacerlo puede verlo.

En la puesta del sol cuando el día esta terminando, cuando el deja de bostezar, no hay manera de que ella podrá fingir otra cosa que no sea genuino amor.

Sosteniéndolo en sus brazos, protegiéndolo y dejando que el amor de su corazón lo caliente.

Las lagrimas de la mujer ya no eran de dolor, eran de alivio.

Es entonces que el niño abre sus ojos y en un momento su madre se ve reflejada en aquellos ojos blancos.

El hombre que se encontraba en el pasillo estaba de pie, parado frente a la puerta escuchando el llanto del bebe. Con la respiración agitada he impaciente, deseoso de entrar pues sus manos se contraen una y otra vez al estirarlas hacia la puerta.

Es en ese momento que se abre.

Apenas la enfermera abre la puerta es sorprendida por la gran persona delante de ella. Casi dos metros y con un rostro firme.

―¿Midoriya-San?

―Si, soy yo.

Al responder mueve su cabeza hacia un lado intentando buscar a su esposa hasta que sus ojos la logran encontrar.

―¡Inko! ―exclama el hombre.

La enfermera termina por hacerse a un lado permitiendo que este entrase. Corriendo casi volando llega a la camilla mientras que todo el personal medico se apartaba dejándoles un momento a la dulce pareja.

Inko, Midoriya Inko la mujer quien dio a luz aun estaba perdida en el rostro de su hijo. Acariciando gentilmente el rostro de su bebé. Esa pequeña vida que creció dentro de ella durante meses y que ahora estaba en sus brazos.

No podía dejar de llorar al sentir la piel de su hijo.

―¡I-inko! ¿Estas bien? ¿Él bebe está bien?

―H-Hi-hisashi... ―la mujer lo vio por un momento―. E-Es real... lo es, ¿Verdad? Esta en mis brazos... es él, nuestro hijo.

Agotada por el esfuerzo apenas puede sostener la poca conciencia que le queda. Perdiéndose en al bruma de su mente sus ojos casi cerrados y sus brazos sin fuerzas luchan una última vez más.

―T-Tómalo... ―dice ella extendiendo al pequeño bebe a su padre, al hombre de gran estatura y cabellera blanca.

Tembloroso extiende sus largos dedos ásperos hacia él bebé. Poco a poco sus dedos alcanzan la cintura de su hijo y poco a poco los de inko lo sueltan. Ella comienza a desvanecerse. El esfuerzo estaba cobrando factura.

Aun preocupado por su esposa no quiso despegar la mirada de ella pero cuando sintió un ligera brisa venir desde la ventana del fondo de la habitación el giro su mirada.

El delgado mechón de cabello color esmeralda pegado a la cabeza del bebe era del mismo color que el cabello de su esposa.

―Es perfecto... ―susurro.

―C-co-como... l-lo... lla-llamaremos... ¿H-Hisashi? ―pregunto la joven mujer.

Entre su hijo y su esposa su mirada se movía con velocidad.

Finalmente las miradas del niño y el padre se cruzan.

―¿Cómo crees tu querida...?

Inko volvió a mirar a su hijo antes de caer rendida.

Ella dijo un nombre:

―Izuku...

Izuku Midoriya ―repitió su esposo―. Es un nombre hermoso, ¿Verdad?

Fue en aquella puesta de sol un 15 de julio el día en que vino al mundo Midoriya Izuku quien indudablemente se convertiría en el símbolo de la paz, de la maldad o quizás...

Algo más.

~4 Años Despues~

―¡Hoy es el día! ―exclamo con audacia el niño.

―Ten cuidado hijo, si te paras sobre la silla puedes caerte y tirar la comida ―advirtió su joven madre cubriendo la espalda del niño entusiasmado.

Ella estaba a su lado terminando el desayuno.

Era un lunes por la mañana y el día de verdad estaba muy animado.

Usualmente los días eran así con su hijo puesto que este tomo cierto apego a lo que se le conoce a día de hoy como "Héroes".

Inko Midoriya, ama de casa y esposa de Midoriya Hisashi quien usualmente va a viajes de negocios a otros lugares

Ella era del tipo de mujer cariñosa y maternal que siempre estaba para su hijo en cualquier situación o momento. Jamás ponía una cosa por encima de su hijo y siempre se preocupaba por su bienestar aunque debe de admitir que desde que conoció ese fanatismo de su hijo le causaba trompicones en el corazón.

―¡Necesitare muchos conocimientos, también un entrenamiento físico y muchas cosas! Bueno, depende del tipo de quirk que me den. ¡Me darán uno increíble, lo se!

No cabía duda de que Inko nunca había visto a su hijo tan emocionado y eso era algo normal debido a que, en este mundo donde la profesión "Héroe" es algo a lo que se puede aspirar, que un niño este en la etapa de descubrimiento de su quirk lo debería tener eufórico y ese era el caso de Midoriya Izuku quien a pesar de su temprana edad parecía tener conocimiento de muchos ámbitos del heroísmo y todo gracias a...

*¡WATASHI GA KITA!*

El sonido de su muñeco de acción se activó.

Una y otra vez, All Might gritaba su frase riéndose junto al pequeño infante.

Ambos riendo parados en la silla del comedor.

Inko finalmente parecía haberse resignado a hacer cambiar de opinión a su hijo con la idea de que se calmara por lo cual lo estuvo cuidando hasta que el decidió bajar por sí solo.

Mas tarde ese día, camino al doctor Inko se encontraba pensando acerca de su hijo.

A pesar de ser solo un niño de cuatro años de edad hubo un par de veces que lo vio intentando hacer entrenamiento físico pero siempre se hacia daño intentando levantar el pequeño buro de su cuarto. Esto le preocupaba mucho por lo que se lo prohibió totalmente diciéndole que cuando tuviera la edad necesaria lo ayudaría pero mientras eso llegaba, se dedicara a leer o divertirse.

Y prácticamente eso hizo.

A tan corta edad comenzo a buscar libros en casa para aprender a leer y así poder obtener conocimiento de los héroes. Despues de todo izuku consideraba de vital importancia saber leer y escribir.

Era un niño muy proactivo.

Pero eso estaba bien. A pesar de todo, era su sueño, un sueño a tan temprana edad que él se esforzó por algun día poder cumplirlo.

Sin embargo... rápidamente el mundo mostro lo cruel que podía ser.

______________________________________________

[Deberías rendirte.]

______________________________________________

Fueron las crudas palabras del doctor que los había recibido y quien había llevado acabo el estudio del quirk.

Explicando a mas detalle, el doctor les dijo algo acerca sobre un hueso en su pie dando más fe a que el chico no era mas que de una generación atrasada.

Sus palabras fueron duras pero era la verdad. Inclusive cuando le pregunto a Inko sobre su quirk y el de su esposo, la expresión del hombre parecía descifrar totalmente la razón por la cual el pequeño niño...

No poseía un quirk.

...

INTRODUCIR: IF I AM WITH YOU.

Las gotas de la lluvia golpeaban constantemente el cristal de la habitación del niño.

Detrás de la puerta su madre escuchaba el repetir de aquel video una y otra vez... una y otra vez.

All Might salvando un grupo de personas, riendo y sonriendo... una y otra vez.

Ni si quiera sabia como sentirse con ella misma. El ver a su hijo devastado, a su pequeño bebé quien siempre es alegre y de buen corazón.

¿Era su culpa? ¿Ella tenia la culpa por no tener un mejor quirk?

Pensó para si misma que si pudiera darle su quirk se lo daría, le daría todo lo que el quisiera. Pero era imposible ¿Cómo podría dárselo? No había forma.

Una vez mas se repitió el video y como si en el momento en que All Might pisara con fuerza sobre aquel autobús, el corazón de Inko se agrietaba más y más.

Era su culpa, su sola culpa.

Era un mujer nada especial común y corriente, ¿Es por eso que su hijo esta sufriendo? Es por su culpa que su hijo no podrá cumplir su único sueño.

Ella no pudo mas y dejo caerse sobre la puerta produciendo un sonido tras esta.

―No... ―susurro alejándose al instante.

¿Debería entrar? Pensó.

Su mano tembló y se contrajo frente a la perilla.

Una vez mas se repitió el video y ella se mordió el labio.

¿Por qué no podía hacer más? Su hijo estaba sufriendo. Tenía que hacer algo.

Entonces en su mente se le vino el recuerdo del momento en que lo sostuvo en brazos y se miro reflejada en sus ojos.

En ese momento el era su mundo y para él, ella era su mundo.

¿Por qué no estaba haciendo nada?

―ah...

―Mamá... ―la interrumpió.

Aun detrás de la puerta y con su mano suspendida sobre la perilla, el sonido la delato.

Tenia que abrir la puerta.

¡Ábrela!

¿Por qué no podía abrirla?

Se sostuvo su corazón y el intenso dolor de culpa.

Cuando finalmente consiguió las fuerzas para poder abrirla lo que se encontró fue con aquel niño sentado en una silla mucho mas grande que él, sentado frente a su escritorio, mirando el pequeño monitor de su computadora.

El video... una vez más se repite.

Ella quería llorar, quería llorar y gritar pero cuando su hijo se dio la vuelta no pudo hacerlo. Su corazón se había quebrado y la culpa la había embargado.

―E-el salva a l-la gente c-con unas-so-sonrisa... ―aun intentando sonreír, luchando por hacerlo, Izuku estaba llorando―. A-All Might es un héroe genial...

Su dedo lo apunto hacia él y entonces temblando el pregunto:

[¿Y-yo también puedo ser como el...?]

Inko jadeo apenas escucho la pregunta.

Ya no lo aguantaba, quería llorar. Quería correr hacia su hijo y abrasarlo, pedirle disculpas, suplicarle por ellas.

Lo sentía, lo lamentaba... ¿Era su culpa verdad? Ella tenia la culpa por no ser fuerte y no darle un quirk fuerte.

Lo sentía desde el fondo de su alma y cuando estaba por caer a los brazos de su hijo el teléfono sonó.

*¡RIIIIING!*

Apenas Inko se dio la vuelta Izuku salio volando al costado de ella.

―Izuku...

Desesperado el niño corrió por el pasillo.

Hundido en lágrimas, lleno de desesperación.

Su madre, hundida en culpa y en remordimiento.

En aquel mundo de maravillas inconclusas y lleno de misterios incomprensibles. Con su mano extendida hacia su hijo y con el hijo extendiéndola hacia el teléfono.

Era su padre quien marcaba.

Y en ese instante tan corto como el mismo parpadeo.

Un instante que ocurre en una eternidad.

Por un momento.

Una delgada tonalidad roja como el líquido se extendía desde Izuku a su madre y de Izuku al teléfono.

Hubo una... Conexión.

Entonces Izuku tomo el teléfono.

*¡GRAP!*

____________________________________________

[¡PAPÁ!]

____________________________________________

La pregunta que el realizo aquel día obtuvo una respuesta y esa respuesta quizás fue el preludio de su... destino.

...





















Nota:

Para aquellos quienes estuvieron conmigo desde el comienzo, para aquellos que llegaron a la mitad y quienes al final me alcanzaron y todos los que estén comenzando.

Gracias.

Una persona que no tiene mucha palabra, sería como me describiría puesto que había dicho que no haría esto, reescribir IF debido a que quería que se quedara tal y como es para poder ver el gran salto que di en estos últimos años. Y se quedara así.

Quise hacer este otro Fic apartado como una forma de "Remasterizar" no sabría bien que palabras usar para describir esto.

A lo que voy es que me gustaría ver IF escrito con mi tipo de escritura actual.

Quiero poder describir los personajes ahora, quiero poder describir las peleas ahora, quiero poder volver a describir aquello que me trajo al mundo de la escritura.

Poco a poco estaré trayendo más capítulos así que aquellos que terminaron IF tendrán el gusto de volverlo a leer pero con cambios leves en la historia en si pero un gran salto en el detalle.

Ahora que lo recuerdo, ¿Qué fue lo que dije en el primer capítulo?

Ah si:

"Es todo por ahora, estaré cambiando un poco la manera de escritura hasta que encuentre una que me fuste y sienta cómodo al leer para ustedes y para mí, también aumentare las palabras por capitulo dependiendo de cómo me sienta."

Supongo que ya encontré la manera.

Y como hace mucho no lo digo...

Mi nombre es Zael, Bye.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top