EL HUEVO Y EL MUNDO.

En la cabeza de un niño de 14 años pueden transcurrir muchos pensamientos como cometas por el universo o trenes en las llanuras. También preguntas, tales como; ¿Qué es ser valiente? ¿Por qué hay cosas tan injustas? ¿Quiénes somos en este mundo? Son preguntas un poco difíciles de responder.

Pero para su buena suerte, aquel niño comienza su camino.

...

Deku es un estudiante de segundo de secundaria.

Su nombre real es Midoriya Izuku, Deku es por así decirlo su "Mote". Tiene 14 años y ahora mismo, es un niño Quirkless.

Cuando al comienzo de cada curso escolar, el profesor encargado de la clase ponía en fila a todos sus alumnos y los obligaba a presentarse es cuando el problema surge.

Burlas, palabras secas y tristes recordatorios innecesarios rodean todo el campo auditivo del chico. Esto hizo preguntarse a Izuku si en el pasado las personas que nacían ciegas, sordas, mudas o con alguna discapacidad eran tratadas con tanta maldad. A veces se cuestionaba a si mismo si en verdad estaba en su realidad o era una aterradora pesadilla.

Duro mucho tiempo así y de cierta forma hoy en día lo piensa pues han pasado cinco años desde la muerte de Hisashi Midoriya. Padre, esposo y amigo.

No fueron años fáciles para Izuku ni para su madre. Al principio fue bastante difícil y eso traía muchos malos pliegos a su vida, muchos más de los que ya poseía.

Sin embargo, llegado a un punto, no sabría si decirlo de esta forma, pero Izuku llego a superar o más bien a poder vivir con el hecho de que su padre ya no estaba.

Al igual su madre tuvo que ponerle otra cara a la vida, la carga emocional que ella antes compartía con Hisashi se había perdido.

Para Izuku fue un golpe duro, pero había cosas que no podía dejar atrás y otras que un tenía que cumplir.

Estos últimos cinco años para el chico no fueron exactamente lo que se diría "Color de rosa" a parte de las criticas vinieron los maltratos.

Como Izuku en cierto aspecto era el mejor de su clase o, en el peor de los casos, el segundo. Rara vez había caído al tercer puesto. Naturalmente, su mérito es autentico.

Sin embargo, Deku no es precisamente un ratón de la biblioteca obsesionado con sacar buenas notas. Mas bien, es un chico al que leer le motiva en muchos aspectos.

A pesar de que sus notas son siempre las mejores o las segundas mejores de la clase, nunca ha sido delegado. Pero no porque sus aptitudes no sean aptas, más bien es el hecho de que sus compañeros lo miran más que nada como un trasto.

¿El porqué de esto? Quizás la respuesta es más evidente que el color del cielo para cualquiera.

Nacer sin un quirk es una señal de que algo está mal con el chico. Un ejemplo más hábil seria invitar a alguien sin piernas a una carrera o quizás a alguien sordo a un concurso de música.

Para todos los que conocían a Izuku, a pesar de sus excelentes calificaciones, él era... nada.

Y esto era algo que, en las reuniones con los padres, su tutora siempre le decía lo mismo a su madre:

―En cuanto a su desempeño académico, no tengo nada que decir. Es un alumno brillante y ha vuelto a ser el mejor de la clase. Pero...

Cuando la profesora pronuncia ese "Pero...", Inko cernía sus ojos pensando "Otra vez igual...", porque sabe más que nadie como las personas de hoy en día miran a Izuku.

Mas que apartado, marginado.

Muchas veces que ella regresaba a casa, por los pasillos de la escuela podía escuchar los comentarios de los demás profesores y padres:

―Es posible que su madre tenga que ver con que ese niño siga siendo un trasto.

―Parir a alguien de esa forma, digo, hubiera sido mejor que el niño...

―¡Shh! Te va a escuchar.

Inko realmente había aprendido a no prestar tanta atención. De hecho, sonreía felizmente por que pese a todos los malos comentarios ella sabía verdaderamente cual era el valor de su hijo.

No solo en lo académico, si no en lo físico también.

Durante estos últimos años el chico había seguido entrenando duro. Para un niño de catorce años su físico podría competir incluso en pequeñas competencias. Y no solo en lo estético. Su fuerza, su carácter en el sentido de pertenencia.

Izuku era alguien fuerte física, moral y emocionalmente.

Claro, eso no contrarrestaba sus dudas naturales para alguien de su edad.

Durante los cinco años que Izuku creció también lo hicieron sus conocimientos. Aprendió distintas artes de pelea, algunas mejores que otras y otras peores que algunas. Era un niño bastante capaz para cada aspecto de una vida normal.

Claro... si tan solo tuviera un quirk.

Y todo esto con un solo objetivo, aspirar a lo que se le conoce como la mejor escuela de héroes de todo Japón justamente en su ciudad natal.

U.A, la escuela de héroes y heroicidades.

Izuku sabia más que nadie que si alguien quería entrar a esa escuela tenía que esforzarse tanto que incluso les sangraran los ojos de tanto estudiar. También sabía que si él quería aspirar a esa academia tendría que trabajar más que cualquiera, el doble, el triple... incluso cinco veces más que una persona común y corriente.

Pero, aun siendo así siempre habrá barreras que le impedirán avanzar. Para él, los quirks. Por muy fuerte que fuera o listo que llegara a ser... en ese aspecto el seguía siendo inferior a todos.

Izuku era alguien que había comenzado una carrera diez vueltas menos que otros junto a sus ojos vendados y una pierna atada a la otra.

Esto era un pensamiento recurrente en su cabeza; ¿Cómo alcanzar a otros si ni si quiera puedo verlos de lejos?

Ese mismo año, una tarde de octubre, cuando Izuku aún estaba en segundo de secundaria se encontraba en la azotea de unos grandes almacenes en el barrio de Ginza.

De un cielo plomizo y en silencio, caía sin descanso una lluvia finísima, que incluso hacia dudar si estaba realmente lloviendo.

El abrigo de Izuku y el impermeable que tenía arriba se habían cubierto de gotas de agua plateadas y minúsculas, como si lo hubieran cubierto de escarcha. El peliverde contemplaba en silencio la avenida de Ginza.

Ese lugar era su lugar favorito para pensar.

Vista desde una altura de siete plantas, aquella avenida parecía un surco estrecho por cuyo fondo fluían los coches. El carril derecho iba desde el lado de Nihonbashi hacia Shinbashi, pasando por debajo de Izuku, mientras que el izquierdo avanzaba hacia Nihonbashi, fluyendo en sentido contrario, ensanchándose y estrechándose, en continuo movimiento.

Entre las dos corrientes se veían trenes aquí y allá, arrastrando sus vagones con una lentitud melancólica. Los techos de los trenes, que parecían pequeños juguetes estaban mojados. No era el único: los coches, el asfalto de la calzada, los árboles que flanqueaban la avenida, todo estaba completamente mojado y brillaba, reflejando la claridad del mediodía que llegaba de alguna parte.

Mientras seguía observando la escena, lo coches le empezaron a parecer insectos. En concreto, ciervos volantes. Una legión de ciervos volantes desplazándose por el suelo a toda velocidad. Los insectos que habían terminado sus quehaceres regresaban también a toda prisa, sin tener una idea de que podía ser, pero tenía que estar pasando algo muy importante para los insectos.

Ahora que se fijaba más, la parte de Kyobashi que se esconde entre los altos edificios, donde la avenida de Ginza se aleja, se estrecha y más adelante gira hacia la izquierda, parecía la entrada y salida de su nido.

Los ciervos, que llegaban allí como poseídos, desaparecían uno tras otro. Pero, al instante, aparecían otros nuevos cruzándose con los anteriores, a todo correr.

Uno negro, otro, otro más; ahora, uno azul; después, uno gris...

Seguía cayendo una llovizna delicada como una nube de polvo. Deku dejaba vahar su imaginación con la mirada clavada en la zona de Kyobashi.

Al rato, levanto la cabeza y contemplo la ciudad de Musutafu, mojada por la lluvia, extendiéndose, inconmensurable, a sus pies.

Izuku pensó:

[Todo en este mundo es temporal...]

Las minutos pasaban y la noche llegaba. Las horas transcurrían y el día venia.

[La vida cambia...]

Observando a las personas a los costados de las calles, yendo y viniendo mientras los días pasan y el reloj que cuenta el tiempo transcurre sin detenerse.

[La gente viene y va...]

Días lluviosos, días soleados, días nevados y días vacíos como llenos. Nada de esto en verdad importaba pues el tiempo solo a si mismo se podía apreciar.

[Y las estaciones nunca duran...]

En aquel paisaje oscuro, triste y desmesurado, capaz de ensombrecer su ánimo. Innumerables tejados minúsculos reflejaban la claridad gris del ambiente y se extendían sin fin.

[No importa lo que pase ahora, lo que paso...]

Conjuntos de edificios rompían la uniformidad plana de los tejados. Los más alejados se difumaban bajo los rayos del sol y parecían flotar como siluetas borrosas entre niebla del mismo color que el cielo.

[Solo tengo que recordarlo, y no olvidarlo...]

El tiempo que pasa, las lluvias vuelven y el tiempo se repite. En ese techo había una humedad densa. Todo estaba mojado. Hasta las piedras parecían empapadas. La ciudad de Musutafu estaba hundida en el fondo de aquella fría humedad, sin inmutarse.

[Mi situación actual...]

Había nacido y crecido en Musutafu. Pero era la primera vez que le veía una cara tan triste y seria a la ciudad. Desde el fondo de un aire cargado de humedad, el bullicio constante de la ciudad se elevaba hasta la azotea de la séptima planta y lo alcanzaba. Pero el parecía ajeno a aquel rumor y permanecía de pie absorto en el paisaje. No sabía porque, pero no podía dejar de contemplarla.

[...no es mi destino final.]

Izuku bajo su mirada.

¿Cuándo tiempo se había preocupado por esto? Preguntándose a sí mismo miraba el enorme cartel posicionado encima del techo de un edificio.

¿Cuántas veces había cambiado el promocional?
Ya había pasado otro año más.

"Todos están ahora en tercero. En otras palabras, es ahora cuando tienen que pensar en su futuro"

Los gritos de las mismas personas que siempre lo miraban con desprecio emocionados por algo que quizás para ellos no era verdaderamente su destino final.

"Ya veo, ¿Qué sentido tiene el documento de aspiración? Todos quieren ir a la sección de héroes, ¿No?"

De pronto, comenzó un cambio nunca acaecido en su corazón.

El tiempo que había transcurrido simplemente le hizo recordar sus vivencias del último año.

"Ya veo, Bakugou. De hecho, tú quieres ir a la academia U.A de héroes y heroicidades."

Izuku no paro de pensar en este último año que paso casi volando para él. Días en los cuales sentía que no había progresado en lo absoluto y otros que bueno, tal vez un poco sí.

Pero también pensaba en lo estúpido que fue.

"Ahora hablando de eso, es cierto... Midoriya, ¿Tu...?"
Sosteniendo en su mano la nada se preguntaba a la vez que se percataba que no importa donde este, si en una habitación llena de pensamientos o en un universo infinito de estrellas y montañas.

Todo está en su mente.

Todas las burlas, las miradas crueles.

¿Qué era lo que había aprendido en este último año?

Izuku Midoriya tenía 15 años.

Y el último año paso en un ciclo de días de ir y venir sin que este se diera cuenta de ello.

[Hoy fueron particularmente crueles.]

Aunque fuera fuerte, el seguía siendo un niño. Uno que no podía evitar pensar en estas cosas y aun así intentar ignorar que pasaban.

[Pero está bien, no debo hacer caso a lo que diga la gente. Tengo que mantener la cabeza alta y continuar moviéndome hacia la dirección de mi meta... ¿No?]

»Altura Máxima ― 2 METROS.

Era lo que el cartel marcaba en la parte superior de aquel túnel. Tan oscuro como el día le permitía que fuera y tan frio como la temperatura era.

[Aunque debo de decir que las cosas se han puesto bastante duras últimamente. Pero, está bien. Solo es algo pasajero.]

Pensó Izuku al dar un paso fuera del túnel, por delante de una tapa de alcantarillado.

*CLNK*

Sin darse cuenta, la tapa había temblado.

La división de la oscuridad y la luz se dibujó en la tapa de metal y de ella a través de los orificios se habían extendido una baba que flotaba hacia el exterior.

*GLOOP*

―Capa de invisibilidad talla M...

El corazón de Izuku comenzó a latir ferozmente.

Él se había detenido cuando su pie toco la luz después de la división.

Apenas le dio tiempo a girar cuando todo ocurrió en un segundo.

Una gran masa monstruosa detrás de él se asomaba por encima de su hombro.

―¡AARGH!

Esta se abalanzo sobre Izuku rodeándolo de una especie de brea verdosa que se comenzó a introducir por el orificio de su nariz y boca.

[¿¡Un villano?!]

Pensó Izuku.

―¡No te preocupes! Deja de retorcerte así. Solo voy a tomar el control de tu cuerpo un rato, ¿Entendido? Te dolerá unos 45 segundos... entonces el dolor se ira.

―¡MMGH...!~

Apenas dio el segundo paso después de haberse inmovilizado cuando su cuerpo perdió fuerza y se quedó estático.

―Gracias por esto, niño. Eres mi héroe...

―¡¡GGJJGM...!!!~

―Incluso nunca pensé que nadie como él pudiera venir a esta ciudad.

Tendido sobre el concreto Izuku frunció su ceño rasgando lo que cubría su garganta en un intento inútil de liberarse.

―¡¡¡―!!!

―¡Deja de resistirte! Mientras más luches más te dolerá.

Entumecimiento alrededor de sus piernas, en medio de su estómago, en sus muñecas.

Su cuello se sentía como si hubiera perdido algo.

Izuku sentía que había perdido lo cabeza.

Rondando en él cumulo de pensamientos sin un significado en realidad. Vagando se habían convertido en preguntas atacantes. El deseaba, no, él ordenaba saber por qué estaba sufriendo esto.

Por más que luchara, caería.

Poco a poco los últimos gajos de oxígeno salían a flote de su interior hundiéndolo cada vez más en aquel mundo bizarro de inconsciencia.

Era como si estuviera cayendo en un sueño muy profundo, pero a la vez sufriendo una horrible pesadilla que parecía no tener fin.

Rasgando con sus manos la brea que entraba por su boca y salía por su nariz. Con ambas pupilas avanzando hasta su cerebro y con una infame sequedad en su garganta.

Tan solo suplico:

[A-Ayuda...]

Con sus ojos casi en blanco, delante de él salió despedido al aire una tapa de alcantarillado fuera del túnel justo en el lado soleado.

Un solo vistazo fue lo que pudo dar Izuku antes de perder la consciencia.

En aquel velo de luz incandescente un hombre salió de la alcantarilla y enseguida sus miradas se habían cruzado.

...

―Se gentil con las personas. Eso se te regresara algún día.

Las farolas de la noche iluminaban el suelo húmedo, que salpicaba por el paso ocasional de los automóviles a través de una pequeña avenida.

Yokohama estaba ubicado en el centro de la ciudad, a solo unos kilómetros del océano de Musutafu en la costa oeste. Con frecuencia durante cierta época del año las lluvias crecían en tamaños y las bajas temperaturas en julio llegaban a los 3 grados centígrados, y la mas baja fue alrededor de -10 grados centígrados durante unas breves horas.

El clima durante las tardes o noches tenia una baja posibilidad de bajar a cero o menos durante estas fechas, pero no impedía que la gente sintiera el frio aquí. Incluso las personas que visitaban de otros lugares, que estaban acostumbrados a vivir en temperaturas bajas a veces no podían soportar la humedad que penetraba a través de su ropa y su carne.

Izuku estaba de pie detrás de la ventana del mirador en una habitación que no tenía la calefacción encendida. Miro la escena tranquila afuera y se sintió relajado en cuerpo, corazón y alma.

―Las personas suelen ser crueles a veces, pero tenemos que entender que no todos tienen buenos días Izuku. Eso es fácil de comprender para alguien tan listo como tú. ¿Verdad hijo?

La razón de que Izuku estuviera pegado a la ventana era que el junto a su familia habían salido a cenar en el séptimo cumpleaños de Izuku, pero debido a las fuertes lluvias de la noche anterior tuvieron que hospedarse en hotel cercano.

Ahora mismo rondaban las horas mas tempranas de la mañana y el chico no podía despegar su mirada que más que sorpresiva era analítica.

―Papá ―hablo Izuku―. ¿Cuante gente crees que habrá en la parte de la ciudad que vemos desde aquí?

―No lo se ―dijo, y se quedo callado por no se le ocurrió inmediatamente una respuesta mejor.

―Si supiéramos que lo que estamos viendo es una decima o una octava parte de Musutafu, sabríamos que hay una décima u octava parte de su población, ¿O no?

―No es tan sencillo ―respondió, sonriendo―. Si la densidad de población de Musutafu fuera más o menos uniforme en toda su extensión, seria como acabas de decir. Pero no lo es. Por eso, el numero de personas que hay en un área concreto no se puede calcular en proporción a la superficie. Además, ese numero es cambiante. Varia mucho, por ejemplo; entre el día y la noche.

―¿Entre el día y la noche? ¿Cómo es eso?

―Claro. Tu y yo vivimos en las afueras del centro, ¿No es así? Pero hemos venido al centro y ahora mismo estamos aquí. Cuando caiga la noche, volveremos a estar en casa. Piensa que hay miles y miles de personas que hacen eso.

Izuku quedo pasmado.

―Hoy es domingo, pero cada mañana de un día de diario una cantidad ingente de personas llega a las afueras de Musutafu a los lugares que vemos desde aquí, como Kyobashi, Nihonbashi, Kanda, u Hon go. Por la tarde, esas personas regresan a sus casas. Sabes muy bien lo abarrotados de gente que se vuelven los trenes, los tranvías y los autobuses en las horas punta ―Izuku lo entendió. Su padre añadió―. En un sentido, es como una marea de gente. Cientos de miles; que digo, quizás millones de personas forman mareas que suben y bajan por toda la ciudad.

Mientras hablaban, seguía cayendo serena una llovizna que parecía niebla. Los dos se quedaron observando la ciudad en silencio. Detrás de la fina y temblorosa cortina de agua, la ciudad oscura se extendía sin solución de continuidad. No se veía un alma en las calles.

Y, sin embargo, cientos de miles, millones de personas vivían en ella, cada una imbuida en sus pensamientos y dedicándose en sus quehaceres. Todas las mañanas y todas las tardes, las personas formaban mareas humanas que subían y bajaban.

Izuku se sintió como a la deriva en medio de una vorágine.

―Oye, papá.

―Dime.

―Las personas... ―dijo, y se interrumpió sintiéndose algo turbado. Pero se armo de valor y prosiguió―. Son como moléculas de agua, ¿No es así?

―Exacto. Si comparásemos el mundo con el mar o con el rio, ciertamente, las personas serian sus moléculas.

―Tú también, claro.

―Por supuesto. Y tú. Eso sí, una molécula muy pequeña en tu caso.

El padre rio.

Coches, coches y mas coches... por supuesto, dentro de cada uno de aquellos vehículos que aprecian ciervos volantes viajaban personas.

Bajo aquella densa marea de "personas".

Era una lluvia.

...

El sol brillaba alrededor de su rostro y una sombra tendida sobre su cara yacía.

―¡Ey! ¡Niño! Despierta...

Saliendo de aquel mundo de oscuridad, finalmente el niño había despertado de un largo sueño.

―...

―¡Ah! ¡Gracias a dios!

Poco a poco Izuku se reincorporo. Su vista mejoro de poco en poco hasta que delante de él aquel hombre se había formado completamente.

―¡¿...?! ―los ojos del peliverde se abrieron en un plano amplio―. ¡¿C-Como...?!

―¡Parece que estas bien! Que eso es lo más importante ―irguiendo la espalda, ambos pares puntiagudos de cabellos rubios relucieron junto a su gran sonrisa―. ¡Lo siendo deberás! Te involucraste en mi eliminación del villano.

―¡¡¿A-A-ALL... M-MIGHT...!!!?

―¡HaHaHa!~ No suelo cometer fallos de principiantes como este, pero bueno... ¿¡Es posible que me haya descuidado un poco desde que estuve en tierras extrañas y esta captura fuese tras los focos?!

Su imponente forma. Su gran sonrisa y el destello tras cada carcajada había vuelto remolino los ojos del chico sonrojado.

Izuku estaba completamente sorprendido.

―¡De todos modos, es gracias a ti de que saliese bien así que gracias! ―sosteniendo en ambas manos dos botellas llenas de aquella brea con ojos quien el villano era, rugió―. ¡¡¡Le he hecho "Jaque mate" sin problemas al final!!!

*¡BRAAAAA...!*

[¡¡All Might!! El de verdad... ¡¡El único!! ¡All Might en carne y hueso! ¡¡¡¡¡Se ha mostrado de una manera totalmente diferente!!!!!]

El corazón de Izuku estaba a mil por hora y mucho más sus músculos temblantes que al percatarse de su mochila al costado de su cuerpo rápidamente observo el cierre abierto.

[¡L-La libreta...! ¡Tengo que...!]

Agitando su cabeza de lado a lado el chico rebusco entre todas sus cosas un cuaderno especial que el poseía.

―¡L-lo olvidaba! ¿P-P-Puedes darme tu autógrafo...? ―de su mochila arranco hasta la última pizca de útiles dentro de esta arrojándola y vaciándola―. ¡¡Oh, por favor...!! ¡¿Dónde...?!

―Aquí tienes.

[¡KYHAAAAA...!]

Una libreta abierta en un espacio vacío ahora era adornada por un gran autógrafo, el de All Might.

Los ojos de Izuku se iluminaron ampliamente.

―¡G-G-GRACIA...

Al intentar ponerse de pie perdió un poco el equilibrio provocando que casi cayera de cara una vez más al suelo.

―¡Ey! ―con la intervención del hombre el chico se pudo mantener de pie―. Acabas de perder la consciencia por falta de oxígeno así que no deberías de moverte mucho.

La mano del hombre se había posado en su pecho sirviendo de apoyo.

Enseguida la mano se había separado del pecho de Izuku dejándolo ante la imponente imagen de aquel héroe que media vuelta se daba.

―No soy medico ni nada parecido como podrás saber, pero creo que deberías ir al hospital por si las dudas. No seria bueno que un chico joven le sucediera algo ―All Might lanzo un ultimo saludo al chico mientras guardaba el par de botellas en ambos bolsillos en sus pantalones―. Bueno, tengo que ir a entregarlo así que cuídate mucho chico.

―¿Eh?

―¡¡Observa mis hazañas en TV, chico!!

―E-Espera... ¡Espera por favor!

―No te preocupes por las gracias, chico. Ya sabes, los profesionales siempre tenemos peleas contra el mal así que no puedo perder más tiempo.

Izuku en ese segundo aparto el cuaderno firmado de su pecho y camino hacia delante comenzando a recoger sus cosas.

―¡A-Aun tengo algo que...!

―Lo siento.

Cuando Izuku logro colocar su mochila en su espalda el hombre flexiono sus piernas.

―¡...!

Con su mano tendida hacia delante el hombre salto.

*¡ZOOOOM!*

Una abrumadora nube de polvo quedo en su lugar antes de desaparecer de aquella calle donde antiguamente solo dos personas se encontraban ahí, ahora sola.

[¿Huh?]

Una calle solitaria pues el niño y el hombre en el cielo habían aparecido.

―¡BRBRBRBRB!

―¡Oye, oye, oye, oye, oye, oye!

En el cielo, sostenido de la pierna de All Might era Midoriya Izuku quien las mejillas se le sacudían como la tela del velo de una ventana.

―¡T-T-TENGO...!!!

―¡¡¿Qué estas haciendo?!! ¡Suéltame ahora mismo, chico!

Izuku apretó aun con mas fuerza la pierna de All Might.

―¡T-TENGO MIEDO!

―¡¡Que te sueltes te digo!!

―¡S-SI ME SUELTO ME MUERO!

La fuerza del viento golpeaba con tanta fuerza el rostro de Izuku que provocaba que este se deformara haciéndolo ver como si el chico estuviera derritiéndose.

―Pues también es verdad...

―¡¡¡T-T-T-Tengo... m-m-m-muchas cosas q-q-q-que preguntarte!!!

―¡Entiendo, entiendo, pero por favor ahora cierra los ojos y la boca!

Izuku atendió rápidamente a las instrucciones de All Might mientras este le tomaba del cuello de la camisa para evitar que Izuku se fuera a caer, pero ciertamente no era necesario. Parte de la fuerza que Izuku estaba poniendo en su agarre era mas que suficiente como para soportar el muro de viento que iba contra su rostro.

*COUGH, COUGH*

Una tos leve trajo consigo algo de sangre.

[Maldición...]

Pronuncio el hombre.

...

Del cielo habían caído hacia el techo de un edificio en un pequeño estruendo.

Enseguida los pies del hombre tocaron el suelo, las piernas de Izuku hicieron lo mismo pero estas perdieron fuerza provocando que cayese a un costado. Sostenido en sus antebrazos y con un rostro petrificado respiro agitadamente.

[P-P-Pensé... q-q-que me... i-i-iba a morir...]

Con el corazón en su mano sostuvo su pecho con fuerza mientras trataba de tranquilizar su respiración.

―No puedo creerlo... Obligarme a bajar para hablar con una persona en el fondo de la escala social ―indignado agito su cabeza de lado a lado―. ¡No tengo tiempo que perder así que me voy de aquí!

En tanto a esto, All Might quien había dado dos pasos hacia delante siguió caminando hasta alcanzar el borde del otro extremo del edificio.

―¿...? ―Izuku se dio cuenta―E-espera...

―No voy a esperar. ¡No puedo quedarme!

Sosteniendo el barandal frente suya comenzó a agachar su espalda hacia delante preparándose para lanzarse.

En ese instante Izuku gano las suficientes fuerzas como para ponerse de pie, aun luchando con sus incesantes latidos.

Su mano tendida hacia delante permitía que el aire pasase a través de la distancia entre dedo y dedo.

Aquellas manos llenas de callos, aquellas manos desgastadas. Manos que de un niño no deberían ser, pero, lo son. Una muestra de un esfuerzo sobrehumano, la muestra de un gran sacrificio.

"Se un héroe..."

Las palabras de su padre aparecieron rápidamente en su mente como si de un reflejo se tratase.

"Puedes ser... un héroe"

¿Qué buscaba con aquello que quería preguntar? ¿Por qué quería preguntárselo? ¿Por qué quería una respuesta? ¿Por qué quería preguntárselo a él?

Quizás aquella barrera que sin importar cuantas veces ignoro a lo largo de su vida no paraba de presentársele como una terrible pesadilla.

Pues siempre que él creía estar avanzando en algún aspecto de su vida aquel muro se le anteponía cuando una duda surcaba su cabeza.

Que tan fuerte fuera, que tan habilidoso, ingenioso o inteligente intentara ser. ¿Cómo podría ser mas que alguien normal? Por que la verdad es que Izuku no era normal.

Para el entorno en que vivía o la situación que pasaba todo le parecía tan ridículamente injusto, pero a la vez también agotador. Pensar una y otra vez en el porqué de su situación lo hacía ver tan estúpidamente tonto.

Él era así y nada lo iba a cambiar.

Y a final de cuentas se hubiera hundido si no hubiera sido por las palabras de su padre pero ¿Cuan afectivas podrían ser durante tanto tiempo? Las cosas no son para siempre. Incluso una simple motivación o una gran motivación tienen fecha de caducidad he Izuku pensaba que quizás las palabras de su padre estuvieran acercándose al tiempo límite pues su corazón poco a poco dejaba de dar aquellos trompicones que lo ayudaban a avanzar.

Cada vez se sentía mas abrumado por la idea de no ser suficiente.

Quizás, tan solo tal vez esa era la razón por la que él quería nuevamente un impulso.

[Puede que sea verdad. Pero... aun así yo no quiero que lo sea.]

El cerro su puño y bajo su mano, levanto su rostro con valía y alzo la voz.

―¡Aunque no tenga una singularidad...! ―All Might se detuvo―. ¿¡Puedo llegar a ser un héroe?!

Aquel niño salía a correr cada mañana, pero aun así... sus piernas temblaron.

―P-Puede alguien sin singularidad... ― Aun cuando alzaba la voz contra aquellos que lo atacaban, su voz tembló en ese instante―...¿L-L-Llegar a ser como tú?

All Might había mirado de reojo al chico quien estaba detrás de él.

―¿Cómo dices? ―pregunto al tenue.

―Y-Y-Yo... ¡M-Me he esforzado mucho durante estos últimos años! ―su garganta estaba llena de saliva que le dificultaba el habla. Su corazón estaba lleno de sentimientos que le dificultaban el como expresarse―. ¡He roto muros!

―Tu no...

*¡GEEEHK!*

Antes de poder terminar su oración todo el mundo del hombre se le vino encima. Sintió una descargar eléctrica horrible recorrer toda su espina dorsal yendo y viniendo hasta un costado de su abdomen provocando que su postura fuera incorrecta para alguien de su porte.

El dolor creció y no tuvo más opción que inclinarse ante el barandal y apoyarse en este con el objetivo de no derrumbarse.

―Llevo esforzándome desde que era pequeño. Veras... m-mi padre murió hace unos años, pero siempre me apoyo en mi sueño. Así que decidí enfrentar el mundo real y así. Las personas se meten conmigo y supongo que es normal, yo no soy normal. Pero aun así me mantengo firme, pero eso no evita que piense en que hay una pared que no puedo cruzar. Me hace sentir que sin importar cuanto me esfuerce no lograre pasar por el simple hecho de no tener un quirk. ¡Pero! Se que si sigo trabajando duro quizás...

Durante el tiempo en que Izuku había conjurado un monologo algo interesante paso algo mucho mas interesante que su parafraseo.

Delante de él una gran estela de vapor se había desprendido del cuerpo delgado de un hombre esquelético de cabello rubio algo desgastado.

Dicho hombre tenia la cara mas malhumorada que Izuku haya visto jamás.

Mirándolo de pies a cabeza y de cabeza a pies. Luego miro a sus costados y luego alrededor para finalmente terminar encontrándose miradas con el hombre delante suya.

Le apunto con un dedo y pregunto:

―¿Quién eres?

―¿Estas de juego?

―¿Eh?

―Soy All Might...

*BLUEGH*

Una cantidad no grande pero lo suficientemente notoria de sangre cayo como cascada de la boca del esquelético hombre tomando por sorpresa al peliverde.

―¡¡Como si fuera a creérmelo!!

―¿Qué no has escuchado de esa gente que saca el pecho y mete el abdomen? Es lo mismo.

―¡Claro que no! ¡T-Tú no puedes ser All Might, él es así de grande...! ¡ASII!!

Con su mano mas en lo alto posible Izuku golpeaba el aire en un ademan.

―Si pero―

―¡Esta bien que no tenga quirk y se me vea como un bicho raro pero hasta este bicho se cansa de que jueguen con él! ¡Y un rabo eres All Might! All Might es valeroso... ¡Salva a las personas con una gran sonrisa!

*Sigh*

―¿Una gran sonrisa? ¿Valeroso? ―All Might torció su mirada hacia un lado, algo agotado―. Si claro...

―E-El es el numero uno...

All Might de nueva cuenta suspiro. Él se comenzó a agachar hasta sentarse en el suelo por un momento.

―Conoces mi secreto así que por favor procura no escribir nada en internet. No seria nada bueno para las personas que se supiera esto ―levantando un costado de su camisa blanca revelo una gran herida la cual tenia una forma bastante horrible para ojos del chico―.Hace cinco años, un enemigo me hirió de gravedad. Perdí la mitad de mi sistema respiratorio además de mi estómago. Este cuerpo no es mas el cumulo de un muy demacrado destino de esa gran sonrisa de la que hablas.

―No es verdad... ¿Hace cinco años?

Una campana golpeo la cabeza de Izuku.

―Ya que lo sabes sujétalo bien. No voy a dejar que me hagan nada de todas formas ―dijo All Might cerrando su puño―. Lo que te he dicho nunca lo descubrirás públicamente. Es algo que no puedes decir a nadie por favor.

―¿P-Pero...?

―Pedí personalmente que no fuera a la luz todo el tema. El símbolo de la paz que salva a la gente sonriendo...

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[No puede simplemente ser abrumado por las fuerzas del mal.]

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Izuku seguía sin creérselo. Todo parecía un sueño y todas esas palabras era un shock que poco a poco lo golpeaba bruscamente.

Aun cuando finalmente había podido controlar su respiración, sus latidos no disminuyeron durante toda la conversación.

―Aun así... ¿Tu no...?

―Si sonrió es por que me quita el miedo que siento cuando estoy con gran presión. Una presión que es demasiada para la mayoría de nosotros. Pues los profesionales tienen que poner sus vidas en juego y sobre todo las vidas de los demás en sus manos. Así que, no puedo decirlo claramente eso de ser un héroe sin singularidad por que no creo que sea posible. Mas bien, es imposible.

[¿Eh?]

Como un trueno que golpea duramente contra el concreto de una ciudad, el estruendo que se crea sacude brevemente las vidas cotidianas en medio de una tormenta. Era esa sensación que Izuku sintió alrededor de su pecho con tal declaración.

―Si continuas con lo de salvar la gente entonces puedes aspirar a policía, quizás algún tipo de carrera médica. Cualquiera de los dos te permitirá salvar vidas con una "Sonrisa" quizás sea un trabajo menos interesante que ser un héroe pero no menos admirable ―All Might se puso de pie, o al menos lo que quedaba de ese hombre mientras caminaba hacia la salida de corta fuegos―. No es malo soñar niño, pero... ten cuidado de no oscurecer los hechos.

No tardo en abrir la puerta y cerrarla detrás de él dejando a aquel niño de pie mirando a la nada.

En el fondo se sentía un poco culpable por hablarle tan directamente a solo eso, un niño. Pero, la verdad a veces puede ser un poco cruel y es mejor eso a que mas tarde el chico pudiera sufrir algún tipo de destino cruel.

[Tengo que darme prisa y llevar a este tipo a...]

Enterrando sus manos en ambos bolsillos lo que encontró fue... nada.

[Oye...]

Movió sus ojos de un lado a otro sacudiendo su cabeza de arriba hacia debajo y tambaleo de su cuerpo hacia delante y hacia atrás encontrando nuevamente la nada.

*¡BOOOM!*

Un gran estruendo sacudió su temperamento.

Al costado una gran ventana revelaba el vistazo a lo largo de la ciudad donde al horizonte detrás de un par de edificios pudo desvelar un desastre nacido entre una gran nube de humo.

[No me digas que...]

Soltó sus bolsillos y su corazón había comenzado a latir fuertemente.

En la cima del edificio donde Izuku estaba cabizbajo rápidamente sintió el temblor llamándolo. Levanto su rostro enseguida y observo la misma vista que All Might había visto.

Esa gran estela de humo y polvo color gris oscura.

Tardo en reaccionar y cuando lo hizo exclamo:

―¡Un villano! ―como si se hubiera olvidado de la charla que tuvo hace unos instantes con All Might corrió hacia la puerta―. ¿Qué héroe ira primero?

"..."

El se detuvo en seco.

"Así que, no puedo decirlo claramente eso de ser un héroe sin singularidad porque no creo que sea posible. Mas bien, es imposible."

Toda la energía que gano en ese instante nuevamente había desaparecido de su ser.

Sus hombros cayeron y su rostro por igual le siguió.

Izuku estaba abrumado.

...

INTRODUCIR: UNCONTROLLABLE EVIL

El sitio del desastre era un caos completo.

Un incendio cubría totalmente el callejón mercantil del este de Kyobashi.

Una que otra explosión en consecuencia al estallido de los negocios dentro del callejón sacudían con fuerza el piso que las personas golpeaban con las suelas de sus zapatos huyendo despavoridos entre el humo negro.

*¡CRASH!*

Farolas junto a estandartes caían a la par que ventanas y puertas.

―¡Un villano!

―¡Auxilio!

―¡C-Corran...!

Algunas personas que se habían reunido en la entrada del callejón fueron retenidas por las fuerzas policiacas quienes formaron una línea para evitar que cualquier civil pasara, claro, a excepción de un grupo de héroes que llegaban a escena.

―¡Ngh...!

―¡¿Qué es eso?!

Rugidos provenientes de una gran masa verde rodeada de fuego a su alrededor.

Los héroes y policías ahí observaron dentro de esa masa lo que parecía ser una persona.

Había un chico en el meollo.

―¡¿Ha tomado a un chico como rehén?! ―dijo uno de los héroes.

*¡CLANCK!*

―¡COBARDE! ―exclamo el héroe conocido como Death Arms mientras agitaba sus enormes brazos al combate.

Corrió en el medio de la calle rodeada de fuego para luego dar un enorme salto cayendo al frente del enemigo y golpeándolo súbitamente.

―¡...!

Fue inútil. Su brazo derecho su comenzó a hundir en aquella especie de brea verdosa.

―¿D-De que estas hecho...? ―pregunto intentando sacar su brazo sin éxito alguno―. ¡No puedo agarrarte!

Enseguida hubo un segundo golpe.

*¡THUD!*

―¡Death Arms!

El hombre salió volando hasta chocar con una cortina de metal.

―¡Mierda...! ―uno de los tres héroes que corrió al auxilio de Death Arms se había detenido en seco―¡Al suelo!

*¡VGROOM!*

Era una sonrisa totalmente aterradora la de aquella forma de vida la cual azotaba con golpes fuertes y veloces como el de un látigo alrededor suyo alejando a todos de él.

―¡No se me acerquen! ―dijo en un bufido.

―¡¡HH...FGG...!!

Entonces el chico en su interior emergió en un rugido atronador.

―¡N-No dejare... q-que un montón de mierda me trague...! ―bramo el joven de cabellera rubia que lanzo un cumulo de explosiones―. ¡H-Hijo de puta...!!

*¡BOOM! ¡BOOOM! ¡¡BOOOOM!!*

Al final esto lo único que provoco fue que finalmente los únicos héroes que al fin lograron acercarse terminaran por alejarse por la presión de la onda expansiva.

―¡Que singularidad tienes tu chico! Jajaja~ ¡Me ha tocado la lotería! ―su tiranía no parecía tener fin pues con aquella libertad había acumulado mas de aquella masa verdosa elevándose dos metros mas hacia arriba―. ¡Con una singularidad de este calibre me vengare de él!

Las personas en la entrada del callejón observaron asombradas la gran figura monstruosa que se elevaba en una sonora risotada.

―¡Wow! ¿Quién será ese? ―pregunto uno.

―¿Es acaso un pez gordo?

―¡Miren! ―dijo una mujer apuntando a lo lejos, más allá del callejón―.¡Ha venido!

Corriendo a gran velocidad una enorme figura se alzaba por encima de los edificios de la cercanía.

Era la heroína novata; ¡Mt Lady!

Sin embargo la alegría de su presencia no duro mas que unas instancias debido a que, sin percatarse hasta casi pisarlo, el carril delante de ella solo era de un sentido.

―¡O-oye! ¡s no es al menos el doble de ancha, no quepo!

Sin si quiera cruzar el umbral entre dos edificios la mujer se había detenido y con ella, un par de jóvenes en medio de un fuego abrumador se fueron agrupando uno al lado del otro hasta que un par de ramas los rodearon en un instante.

Seguido a estos dos otro par de transeúntes fueron rescatados por el héroe Kamui Woods.

―¡No soy bueno con el fuego... y menos con las explosiones! ―corriendo entre las brasas ardientes partes de su traje y de sus brazos extendidos comenzaron a crepitar por las altas temperaturas―. ¡Alguien más tendrá que ocuparse de eso!

Aquel callejón se conformaba por tres intersecciones las cuales contaban con tres entradas diferentes de las cuales la mas alejada estaba cubierta por el héroe del equipo de bomberos; Back Draft.

De vuelta al equipo de los tres héroes, Death Arms estaba a unos cinco metros alejado del villano de brea.

―¡Dios! ¡Necesitamos refuerzos!

Por encima de ambos Kamui había pasado llevando a los recién salvados a un lugar seguro mientras parecía retornar por la cima de los edificios.

―Es viscoso y no lo podemos agarrar. Y encima tiene a un chico con una singularidad muy potente resistiéndosele.

―¡Esto es un campo de minas! ―reclamo uno.

―¡No hay nada que podamos hacer en esta situación!

Death Arms no se sintió a gusto con esta afirmación por lo cual dio un paso en un nuevo intento de ir en rescate pero al momento de hacerlo, el villano reacciono.

―¡Cuidado!

*¡BROAM!*

Un nuevo azote causo un temblor en el callejón.

―No te precipites hombre... ¡No tenemos a nadie que pueda hacerle frente!

―¡P-Pero...!

―¡No queda más que esperar a que llegue alguien con una singularidad más adecuada!

*¡Boom!*

Una ventana estallo y una lluvia de cristales golpeo el callejón.

―¡Controlare el fuego hasta entonces! ―informo Back Draft.

―¡Yo sacare a todos los que pueda de los edificios de los pisos superiores! ―dijo Kamui.

Death Arms quien estaba mas cercano al villano solo podía temblar de la frustración que sentía. Las gotas de sudor que caían de su rostro no eran mas que una seña de molestia la cual lo mantenía inquieto.

―Lo siento por el chico, pero tendrá que aguantar un poco más...

―¡Joder...! ¡No puede ser cierto!

Los gritos de las personas apoyándolos no eran mas que una sutil seña de inutilidad pues de nada servían cubrir los gritos de sufrimiento del chico.

Detrás del cumulo de dicha gente un hombre había arribado.

Cansado y derrotado pues apenas alcanzo un poste de luz para sostenerse. Estaba sudando a mares y su respiración era titilante.

Apenas reunió un poco de su fuerza restante para echar un vistazo en medio del cumulo de gente.

Entonces su mayor miedo se hizo presente.

[¡Fue en ese momento!]

Pensó él.

En el instante en que el chico se le había subido cuando salto, seguramente fue cuando las botellas se le habían tirado.

[¡Me distraje por el limite del tiempo...! ¡Dios!]

Era All Might quien sostenía su pecho en seña de dolor.

[Cometer un error tan grande después de reprender a un niño... ¿¡Que tan patético puedo ser?!]

All Might cerro aun mas su agarre en su pecho.

[¡Tan patético!]

...

"Soy un Quirkless pero esta bien, soy listo y puedo entender muchas cosas que otras personas no entienden. No tengo que ser especial como todos... solo tengo que ser especial como yo."

Era una idea practica que rondaba su cabeza junto a las palabras de apoyo de su padre difunto pero por alguna razón habían perdido eficiencia en él.

No había razón en particular, simplemente la dura realidad tocando su puerta.

Era verdad, era natural que las personas soñasen con cosas grandes pero tampoco hay que intentar ocultar el sol con un dedo o ignorar el elefante en la habitación.

Izuku por muy decidido que fuera o tuviera una gran motivación seguía siendo un chico de 15 años que tenia un sueño muy alejado a sus posibilidades.

Durante tanto tiempo pensó que con simplemente esforzarse las cosas le saldrían bien. Que las palabras hirientes de los demás dejarían de tener peso una vez estuviera del otro lado del muro.

Pero la triste realidad era que no pasaría nada de eso.

"...Es más bien, imposible."
Estaba claro. Si el numero uno se lo había dicho era por que era verdad. Esto en cierto grado le causo conflicto pues el recuerdo de su padre dictaba lo contrario.

Aun así, ¿Por qué le daba tantas vueltas? ¿Ya cuando llevaba caminando, pensando? Las cosas eran simples y lo único que él hacía era complicárselas mas de lo que es en realidad.

Él no podía ser un héroe.

No tenia quirk, no tenia nada que en realidad lo hiciera especial.

[Lo se... debería haberlo sabido.]

Ignoro todas las banderas en su camino y simplemente avanzo hacia el risco.

[No debería llorar, ¿Ya lo sabia verdad? Esta es la realidad que precisamente trataba de enfrentar pero estaba en lo cierto... no puedo hacerlo.]

Al filo de las lagrimas el chico camino hasta aquel puente que lo vio crecer durante el ultimo año pero que en realidad solamente le permitió reflejarse en un recuerdo de su mente perdiendo el tiempo en sus sueños absurdos.

Entonces se percató de algo.

A su derecha estaba ese lugar.

[Esa explosión de antes... ¿Es aquí? No me digas que vine sin pensarlo.]

Izuku chasqueo la lengua mientras que sus pies se movieron hacia delante.

[Solo miraras porque estas acostumbrado a ello, ¿Huh? ¿Por qué no me detengo ahora mismo? De todas formas ya es inútil seguir haciendo estas cosas. ¿Debería de desechar todas mis libretas?]

Cuando estaba por ganar consciencia en sus acciones y darse la vuelta, por pura suerte su mirada se torno en el centro del callejón en medio de la gente.

―¡¿...?!

Sus ojos lo fijaron.

[¡¡¡¡...!!!!!]

Se petrifico en el lugar donde estaba parado.

[¡All Might! ¡¿El villano ha escapado?! ¡¡¿...O es lo que quedo pero entonces?!!]

Su corazón rápidamente volvió a agitarse y el sudor salió de su frente por el nerviosismo.

Enseguida él pensó...

[¡¿Es mi culpa?!]

Si a All Might se le cayó, entonces en realidad no fue un descuido. Fue su culpa. Pudo recordar que no había nada en los pantalones del hombre una vez en la cima de aquel edificio por lo cual era claro la respuesta.

[...es mi culpa.]

―¿Por qué no hacen nada los héroes?

―No pueden. Parece que el villano tiene a un estudiante de secundaria. Llevan ahí un buen rato.

Las voces de un par de personas entraron por los oídos de Izuku y salieron a través de sus quejidos de asombro.

[¿Tiene a alguien? ¿Y llevan ahí un buen rato...?]

Izuku recordó el dolor.

[¡¿Cómo puede aguantar el dolor?! Pensaba que me moría en los pocos segundos que me rodeo.]

―Oye, ¿Ese no es el villano que estaba persiguiendo antes All Might? ―pregunto un hombre

―¡¿All Might?! ¡En serio! ¿Está aquí? ―las charlas siguieron.

―Creo que lo he visto por aquí ―agrego una mujer.

―¡¿En serio?! ¡¿Y que estará haciendo?!

Al otro extremo del público, el hombre de cabellera desgastada solo podía encogerse en hombros con su respiración agitada.

Mientras tanto, Izuku cerro sus puños mientras mostraba grande señas de culpa. Llegando a morderse el labio y queriéndose morir en ese instante.

[No pueden atraparlo... ¡No pueden sino esperar a otro con una singularidad adecuada!]

Izuku enterró sus uñas en su palma.

[Singularidad...]

"Deberías de rendirte."

Mostro sus dientes como un perro salvaje.

[T-Todo por una singularidad...]

El sentimiento de disgusto crecía en su interior como el vapor en una tetera.

Sus puños golpeaban sus muslos, temblando como gelatina.

[Si tan solo...]

Cuando levanto su rostro imbuido en una especie de ira lo pudo ver.

El chico atrapado en aquel villano era...

_____________________________________

[Kacchan...]

______________________________________

Aquel chico suplicaba ayuda.

...

[Deberías de rendirte.]

No importaba cuantas veces se pusiera de pie, cuantas veces su rostro levantara el lodo del suelo y sus nudillos sangraran tanto que sus lágrimas parecieran insuficientes.

Aun superando el dolor mas infernal, aun superando sus temores mas aterradores.

¿Por qué veía tan lejano aquel lugar?

―Oye Bakugou, esto dejo de ser divertido. ¿Nos vamos ya?

―¿Sigue vivo?

―¡Claro que sigue vivo idiota! ¿Qué no ves su pecho? ―respondió en un alarido un joven alado―. De hecho, parece que le va a dar un infarto al idiota.

Tendido sobre el suelo, rodeado de lodo bajo un árbol húmedo.

Izuku Midoriya estaba en sus últimas.

―¿Ey Bakugou nos escuchas?

Delante del dúo de tipos, era Bakugou quien miraba la lluvia poco a poco desapareciendo del cielo.

―¿Qué dicen?

―¿Qué si nos vamos ya hombre? Esto dejo de ser divertido desde hace rato ―respondió un joven delgado pero de cabello largo.

―Siento que esta vez nos pasamos pero sobrevivirá. ¿No crees Takeshi?

―¿Eh? Da igual amigo. ¿Nos vamos ya?

Ambos miraron a Bakugou y este parecía no tener interés en ello. Pero debido a la tanta insistencia de sus dos amigos el chico finalmente se dio la vuelta simplemente para tomar su mochila.

―Vámonos.

―¡Al fin!

―Deberíamos apresurarnos. La lluvia no parece que se va a detener todavía.

―Escuche que continuaría hasta el anochecer pero parece que se detuvo. Quizás si nos apresuramos podremos llegar a la sala de video.

―¿Qué dices tu Bakugou? ¿Vienes?

El cabello cenizo agito su mano con desdén dando entender que "Si".

Dio dos pasos fuera de la sombra del árbol bajo el cielo nublado.

Tan solo fueron dos pasos mas cuando sus amigos también cruzaron el umbral y entonces Bakugou escucho ese sonido en particular molesto.

Era el sonido del lodo revolviéndose.

El giro su cabeza y encima de su cabello cayeron un par de gotas de lluvia alcanzando su rostro. Delante de su mirada, Izuku estaba poniéndose de pie.

Ambos encontraron sus miradas.

Aunque aquel niño no debería tener esa mirada. Aunque un pequeño niño sin padre que sufría de abusos y siempre terminaba mordiendo el suelo debería de llorar y suplicar.

Bakugou en aquellos días se preguntaba "¿Por qué?" sin tener una respuesta rápida o al menos algo satisfactoria solo podía cernir su gesto y mal obrar en su mente mientras sus puños se pegaban temblantes en sus muslos.

El no podía comprenderlo...

Aquel chico no suplicaba ayuda.

...



INTRODUCIR: ZERO ECPLISE


Desde la gota de sudor que cae de su rostro.

Desde la flama que asciende de las llamas.

Desde las lagrimas que caen de sus ojos.

Desde su mano que se extiende hacia delante.

Aquel niño da un paso hacia delante, luego ocurren dos pasos y en menos de un segundo ha dado tres pasos hacia delante.

El velo de personas que delante de él se posa, y, como si este fuera un mesías abriendo el mar, las personas las mueve a un lado. Y corriendo entre la brecha creada sus zapatillas golpean el asfalto debajo de sus pies.

"Deberías de rendirte..."

-¡¡...!!

El quejido había salido como resultado de la culpa. Después de eso, un rugido provocado de su ira.

El chico que cruzo el umbral de personas soltó un alarido y detrás de él tan solo las manos de los héroes quedaron extendidas.

El cristal de sucesos se había quebrado.

*¡KRAAASH!*

He Izuku estaba en la lluvia de dichos sucesos.

-¡¡ESTUDIDO!!

-¡DETENTE!

-¡DETENTE!

-¡ALTO!

-¡NIÑO!
Como el reloj que marca la media noche, aquella manecilla había caído encima suya cortando lo que tuviera delante para hacer sonar el fin de un día y el comienzo del otro.

Izuku era aquella manecilla.

Temblorosa, asustada, quisquillosa, pero sobre todo... valiente.

[Este chico... ¡¿Bueno para nada?!]

El villano de lodo se percato de lo que le venía.

*¡TAP!*

De la mochila de Izuku que se abrió con todo el movimiento cayo una libreta detrás de él la cual se abrió de poco en poco.

[¿Por que he corrido hacia él? ¡¿Qué me pasa...?! ¡¿POR QUÉ?!]

"Deberías de rendirte."

-¡¡-¡!

"E-E-EE-El s-salva... a la gente... con una, s-sonrisa..."

Había un cierto curioso en aquel chico.

No hay muchas personas como él en el mundo realmente. Aunque el porcentaje humano sea un derivado de un número, ciertamente no todas las constantes se mantienen. Sea por el entorno, sea por las decisiones o el propio juicio de las personas a su alrededor, no todo tiene que impartirse con odio o repudio.

En otras palabras, la historia de Izuku no es si no una de miles, pero también, es única de millones.

Inclusive para aquellos ojos estáticos sobre la pantalla de un televisor, monitor o dispositivo electrónico. Para esas personas que ven a través de ese cristal digital, aquel chico solo es eso... otro chico cualquiera.

Pero en el caso del hombre que estaba a unos segundos de colapsar, ese chico fue algo mas que alguien cualquiera.

"¡Aunque no tenga una singularidad...!"

Aquella pregunta hizo eco en él y desde su lugar lo único que pudo ver, es la espalda del susodicho.

"¡¿Puedo ser un héroe?!"

*PAT*

[¡Patetico!]

Izuku corrió y corrió a través del camino de llamas hacia el villano que se había girado hacia él.

-Muerte por explosión -dijo este.

[¡¡¡HIIIII...!!!]

Su mochila se había soltado de uno de los tirantes.

[¡¿Por qué lo hago?! ¡¿Por qué hago algo como esto?!]

Izuku recordó.

[¡¡PAGINA 24!!]

El era un chico inteligente con un hobbie sencillo.

Aprender.

-¡ARGH...!!

El lanzo su mochila hacia delante. ¿Por qué? Sencillo; ese hobbie suyo de "Aprender" consistía en anotar. Al ser alguien sin aquello que prácticamente el mundo entero tenia lo único que pudo llegar a hacer fue a añorar. Añoro quirks durante años, añoro ser igual durante tanto tiempo que inconscientemente su cuerpo lo había dirigido hacia aquel lugar sin que este se percatara.

Todo en base a aquellas libretas llenas de características de héroes.

¿Por qué?

_______________________________________________

Por que Midoriya Izuku anhelaba ser un héroe mas que nadie.

_______________________________________________

-¡¡UGH...!!

La mochila con suerte había acertado en el ojo del villano tal cual lo dictaba una de las páginas de su cuaderno la cual citaba:

»Crea una distracción y evade de la mejor manera los daños.

-¡K-Kacchan...!

-¿P-Porque...? ¿Por qué estás aquí?

-¡M-M-Mis piernas... s-s-se movieron... p-por su cuenta! ¡Y-yo...! -agito sus brazos de lado a lado escarbando en el lodo buscando la libertad de su amigo-. ¡E-En realidad no lo entiendo...! ¡N-No entiendo por qué!

...

[Creo que hay varias razones para eso...]

...

"Es mi culpa..."

Su mano arrancaba lodo.

"Así que por que estas intentando ir a la misma escuela que yo, ¡¿Huh?!"

Sus dedos se introducían en la brea.

"Kacchan si no arriesgas no ganas..."

Las lagrimas se mezclaban en su rostro.

"Esa es mi meta."

Los moyuelos de sus mejillas se dibujaron.

"Los héroes son increíbles.

En una expresión de inquietud y ansiedad sus comisuras se expandieron hacia los lados.

"Ten cuidado de no oscurecer los hechos."

El estaba sonriendo.

"Quiero salvar a la gente con una sonrisa entre los labios"

...

[Pero a la vez, era mayormente por algo más...]

...

-¡P-Porque... tu cara parecía que buscaba ayuda!

Desde aquel instante el camino forjado de ideales se convertiría en uno de acciones.

Desde el hombre que a si mismo se considero patético salto hacia delante yendo en contra de su destino, pero a la vez apegado a este mismo salvando así a aquel par de niños.

...

[La razón es simple, pero a la vez desconocida para alguien que no ha vivido lo suficiente. Pero para mi que he visto esta historia una y otra vez es como un simple ojeo por un par de paginas con letras que se sumergen en un remolino de ideas y constructos.]

...

Un niño que fue reprendido por adultos ciegos, un niño que se enfrento a estos adultos y por encima de todo esto aprendió una valiente lección.

[Si nadie estaba dispuesto a hacer algo... el único que podía hacerlo era el mismo.]

...

[Una fuerza propia de él.]

...

Aquel hombre que mira desde un acierto en medio de la cumbre de una oscuridad que esta a la espera de su siguiente acompañante.

...

[Voluntad, fuerza, valor, inocencia... igualdad. Son los pasos que constan al nombre del niño. Es el distintivo de aquellas palabras sobre una pagina en blanco que cuentan una historia.]

...

Sentado sobre un extremo de las sombras en un trono de tubos y cables saliendo de su cuerpo mientras un hombre anciano retrocede desapareciendo en un remolino purpura dejándolo solo junto a un segundo remolino que se forma delante de él.

...

[El mundo es el huevo...]

...

El niño camino por una calle vacía después de recibir el regaño de un amigo abandonado. Sumido en sus pensamientos y abrumado por el futuro, el no se da cuenta que el destino estaba por venir.

...

[Y quien nazca primero debe de...]

...

-¡¿-?!

La luz de su entorno desaparece y el hombre que seguía al niño con la nada ha de encontrarse.

En esta historia de cuento de hadas nada es lo que parece y todo tan disforme es como se le permite ser.

En este mundo donde ambos se encuentran. En la oscuridad donde su primer encuentro de miles de millones de ellos sucede nuevamente en un ciclo continuo de graves errores... de algún modo este quizás es el eclipse de todos ellos.

_________________________________________

[...destruir el mundo.]

_________________________________________

All For One es quien finalmente vuelve a ver a la cara a aquel niño, Midoriya Izuku en un macro evento de sucesos.

El encuentro predestinado sucede y el cambio de eventos ocurre.

[Tranquilo... ya todo esta bien. ¿Por qué? Porque yo estoy aquí.]






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