ARRIVAL - 1
Tengamos un viaje... un último viaje.
El universo comienza, de nuevo.
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AFTER IF.
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~CAPITULO UNO~
[ARRIVAL.]
INTRODUCIR: REBIRTH - MELODYSHEEP
En una oscuridad eterna, una explosión comienza.
Miles de millones de luces se expanden por toda la oscuridad como pequeños láseres de luz roja que poco a poco se vierten en ese almacén de sombras comenzando a unirse y estallar unas con otras provocando, extrayendo eh inundando.
Una luz brillante aún más poderosa que la anterior estalla y de esta brumosas nubes de colores vividos llenan el espacio.
Una luz cegadora.
La oscuridad comienza a desvanecerse entre las extensas nubes grises, rojas, amarillas, anaranjadas y cafés que inundan ese espacio vacío.
Como peces en un mar viajan con la marea, agrupadas con las de su especie.
Prontamente todo se llena.
La oscuridad ya no es eterna.
Ahora, el espacio infinito es llenado de una incesante gama de colores que jamás se ha visto ni descritos. Luces que brillan como ninguna otra. Nubes brumosas, cortinas de humo que se expanden a cada segundo mientras que las luces a sus alrededores se unen flotando entre sí, formando pequeños destellos de energía que viajan de un lugar a otro como disparos en un cielo.
Y más allá, viajando tan lejos como ningún otro ser humano, un par de espirales se unen una con otra en un choque. Casi como un par de galaxias atrapadas en un abrazo gravitacional. Pues sus remolinos únicos y continuos, aun a pesar de chocar una con la otra estas siguen su curso y en un segundo, todo simplemente se rompe y la sinergia hace que en el centro del choque, una nueva luz nazca mucho más brillante que la de sus antecesoras.
A su alrededor millones de partículas se encuentran tintinando junto a un espiral de tormentas como nebulosas las cuales comienzan a envolver esta esfera de luz.
La oscuridad nace a su alrededor solo siendo adornada de pequeños puntos brillantes.
Un cielo.
Y en el centro de este cielo la esfera dentro de ella habita una enorme marea de cortinas de extensas nubes que se arremolinan unas con otras llenando el espacio entre ellas. Y es de estas mismas que una lluvia de partículas como las antes ya mencionadas parecen caer como una cascada.
Y es a medida que todo esto ocurre que a distintos momentos todo parece volverse en hitos únicos. Marcados por un final y un comienzo.
Entre ramas de luz azul donde su interior, brillan esferas carmesís.
Palpitando.
Es este el producto de una gran secuencia evolutiva en donde miles de remolinos de energía cósmica se es consciente su naturaleza.
Un mar lleno de rocas cósmicas las cuales brillan con una esfera de luz dorada, roja, amarilla y celeste.
Sus distintas formas carecen de sentido pero desechan belleza. Platillos que giran como tornados, formados de luces brillantes llamadas estrellas que giran en torno a esta enorme esfera de luz dorada en el centro de todo, rodeada de nubes de energía cósmica.
Tanto como la gran creadora, como la gran constructora de mundos... la gravedad.
Sin embargo, también es destructora, porque es implacable.
Entonces... todo estalla una vez más en un remolino de energía de masas estelar de la cual un pilar de energía azulada se extiende hacia el infinito espacio como una llamarada de fuego concentrada. Destruyendo toda la materia de la superficie, arrasando con su propia orbita en forma de una esfera oscura que gira alrededor suyo, liberando chorros de radiación que son disparados desde su núcleo.
El pilar comienza a temblar y tornarse rojo. Todo se contrae mientras el tiempo pasa. El remolino pequeño se convierte.
Todo converge.
Este remolino atrae la energía que de la luz proviene, luz que es incapaz de escapar, ocultándose en un interior que es imposible de desvelar.
Es gracias a lo largo de esta batalla que la energía siempre empujara hacia afuera.
Es una lucha de muerte y renacimiento entre estrellas.
Una lucha que inevitablemente se perderá en algún momento... pero no por eso la luz morirá.
Ocultándose en la oscuridad, rodeada de miles de millones de trillones de grises estelas, un brillo como ningún otro se abre paso.
Las nubes que colapsaron se encuentran cada vez más, bajo la fuerza de la gravedad.
Y de ahí, el ciclo de la vida de una estrella comenzo.
Una estrella nacida de la muerte.
[El sol.]
Una luz que expande su brillo entre el mar de nubes abriéndose paso y liberándose de las garras de la oscuridad. Inundando de una energía destellante de vida su alrededor.
Una estrella que se rodea de rocas, rocas cuales gotas de lluvia son arrojadas hacia el vacío, alejándose de su centro gravitacional.
Alejándose...
Una red de planetas se forma a su alrededor... entre ellos estaba la tierra.
Una flamante esfera rojiza receptora de rocas.
A su alrededor un par de rocas esféricas se encuentran chocando y estallando.
La luna ha de nacer.
Rondando la esfera roja, mar de lava y de brillante luz carmesí. Un planeta que comenzo su vida como un infierno de lava.
Y aunque el tiempo pase y las tormentas nazcan, la vida seguirá en espera. Pues hostil y peligrosa era la habitabilidad en ese lugar.
Pero aun así... la vida seguirá su curso y durante más de 3 mil millones de años, organismos de vida microscópicos simples formaran la parte de vida más avanzada nunca antes vista en la historia del universo.
Entonces la esfera rojiza se convierte en la gran esfera azul.
La vida nace en el agua, la vida se desarrolla en el agua. Aun superando el helado congelamiento, aun superando diversas dificultades.
Todo sigue su curso.
Entonces de repente aparecieron organismos avanzados.
La vida crece aún más, se desarrolla.
Emerge hacia un nuevo mundo, su mundo.
Evoluciona.
[Explosión Cámbrica.]
Una masiva explosión de diversidad de vida sobre la tierra.
[Periodo Silúrico.]
La vida en el mar se desarrolla.
[Periodo Ordovícico.]
La vida de la flora terrestre aparece.
[Periodo Devónico.]
La vida emerge del mar.
[Periodo Carbonífero.]
Los minerales se forman bajo las extensas capaz de tierra.
[Periodo Pérmico.]
La tierra cambio climáticamente y de esta manera distintos tipos de vida evolucionaron y aparecieron.
[Periodo Triásico.]
Las vidas jurásicas aparecen.
[Periodo Cretáceo.]
La vida a pesar de parecer desaparecer... aun luchara por seguir existiendo.
De esta manera se ha llegado a este punto.
[El ascenso de los mamíferos.]
Homo erectus.
Neanderthal.
Homo Sapiens.
La evolución de la vida crea más vida, y la vida toma vida.
La muerte nace de la vida y la vida muere.
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[Ella muere.]
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Sus ojos se abren de golpe. El frio desaparece de su cuerpo y una calidez remplaza la sensación de congelamiento.
La humedad, el sentir de un mar abrasador se vuelve un recuerdo pasado. Pues su cuerpo tirado sobre el pasto le hace recordar con melancolía algo que no puede remembrar.
Sus ojos ámbar rápidamente enfocan lo que encima suyo tiene. En ellos se refleja un verde cubierto de brillos azules. Hojas de árboles, las ramas que se extienden con manchas azules fosforescentes como si fuera algo reactivo. Debajo, en su espalda se encuentran las raíces de un árbol a su cercanía, justo delante de su cabeza.
Lianas cuelgan de las ramas de las cuales las hojas de los árboles descienden como tiras de papel colgando en un día de muertos. A su alrededor, una gran variedad de diferentes arboles de distintos tamaños y formas llegan a crear un claro de unos cinco metros a la redonda dejando a ella y el árbol encima de su cabeza como el centro de todo.
Cubierta de vendas blancas, pero sucias. Este vendaje que cubre sus brazos y piernas como cuello y frente se encuentran con manchas de sangre ya seca. Ella viste una bata de hospital rasgada y llena de agujeros en el costado y pecho. Su cabello dorado desaliñado tendido sobre el paso al pie del árbol.
A lo lejos, esa luz reactiva de color azul que proviene de las manchas en los árboles parece minimizarse con el brillante destello de luces celestes de tonalidades oscuras que aparecen y desaparecen constantemente.
Un silencio sepulcral propio de un cementerio.
Ni si quiera los sonidos de algún ave o animal resuenan a la lejanía lo que hace fácil intuir que ella está sola.
El vacío la arropa.
Pasan los segundos y sus pupilas comienzan a moverse de un lado a otro buscando, reconociendo. Ella capta rápidamente donde esta.
Un bosque.
Abre un poco más sus ojos y entonces entiende una cosa; «Esta sola». Mueve sus brazos y se percata que no siente nada. No hay dolor, no hay satisfacción. Simplemente esta ella misma existiendo en ese espacio natural.
Sus manos se posan encima suya con las palmas abiertas. Abre y cierra sus ojos en un constante revoloteo de sus pestañas.
Nuevamente, no siente dolor.
No hay cansancio, no hay sueño.
Ella levanta su espalda y parece sentarse sobre el pasto, recogiendo sus piernas y contrayéndolas una encima de la otra. Su palma derecha cae entre la apertura de ambas piernas y con la otra toca su rostro, cabizbajo.
Su cabello ondulado cae hacia delante y entonces cubre la mitad de su cara. Entre su dedo índice y medio su ojo se abre y su pupila ámbar refleja un brillo.
Ella por fin a reaccionado.
Parpadea un par de veces más y levanta su rostro apartando su palma. Rápidamente se pregunta dónde está pero sin respuesta. Parece que su mente aun dormitando esta. Pues a pesar de reaccionar, se percata de que sus pensamientos avanzados aún no han de funcionar. Ella simplemente actúa como nada, siendo nada y simplemente existiendo en la nada.
Pero piensa nuevamente, no puede estar existiendo en la nada y ser nada.
«¿Dónde está?» se pregunta para sí misma. «¿Esto es un sueño?» se cuestiona. «¿Está muerta?» una y otra vez se repite en un eco confuso en su cabeza.
Lo último que recuerda es aquella cabellera morada, el sonido de una bala y el oleaje que la abrasa.
No sabe dónde está.
Aun así, sus pensamientos complejos comienzan el juego. Brillantes luces en su cerebro se encienden como fuego. Sus pensamientos más avanzados convergen en ideas y preguntas, pero sin respuesta alguna.
Comienza a caer en cuenta de varias cosas. Su ubicación, su estado y su objetivo.
«¿Qué hago aquí?» una nueva pregunta se convierte en el pilar de las dudas.
Ella finalmente se pone de pie y su espalda se irgue. Al momento de que su cabeza se alza y su cabello toca su columna, ella siente que el frio que recordaba como un pasado cercano pasa a ser su presente certero.
Un frio la envuelve y su cuerpo se paraliza.
»¡¿Dónde estoy...?!
Su corazón palpita por primera vez en estos segundos que habían transcurrido.
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[Ella vuelve a la vida.]
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En un segundo sus piernas pierden fuerza y cae de rodillas. Sus palmas tocan el pasto y una de ellas se levante en un segundo, abrazando con sus dedos su cuello.
Es incapaz de respirar por un instante por la impresión, por la sorpresa.
Sus pulmones funcionan perfectamente pero el shock se convierte en un problema enorme.
*COF* *COF*
Sus ojos se inyectan en sangre. Las venas rojizas inundan el mar blanco antes de la esfera ámbar en sus ojos.
Las venas en su rostro descienden en su frente y ella presiona con fuerza sus dedos contra su cuello. La tos se convierte en ganas de vomitar y en un segundo ocurre.
*BUAGH*
Una cascada de líquidos sale de su boca en forma de desecho. La comida que apenas comenzaba a convertirse en acido salio de su boca y mancho el pasto verdoso.
La tos continua y el vómito por igual.
Durante unos segundos todo pasa así. El dolor en su pecho se acrecentó y su estómago comienza a doler. Su mano derecha pierde fuerza y encuentra su frente con el pasto, aun lado del vomito.
Ella gira hacia un lado y empuja su espalda sobre el pasto.
Cubre su rostro con su antebrazo y de su boca cae baba, resbalándose por su mejilla.
Aun lucha por respirar.
Su cuerpo comienza a temblar pues el frio ha comenzado a crear un camino por todo su cuerpo. El vendaje manchado de sangre seca comienza a resbalarse de su piel mostrando una pálida y aterciopelada capa que cubre sus músculos.
Donde se ubicaban hoyos en los vendajes, en su piel no hay nada.
Esta perfectamente sana.
Pasan los segundos y ella logra calmarse. Sus latidos se comienzan a detener hasta tomar un pulso tranquilo. Su respiración se ha tranquilizado al igual que el dolor en su pecho. Al fin a limpiado la baba que caía por su cuello y ella entonces aparta el antebrazo de su rostro. Parpadea un par de veces y finalmente ha despertado al completo.
―Ag...gh...ah...
Jadeos sin un significado más que desahogar lo vivido hace un instante. Poco a poco las ramas de sangre en sus ojos comienzan a ahogarse en un mar de lágrimas que caen por el esfuerzo de la tos. Son simplemente lagrimas para limpiar su retina.
Traga saliva y entonces su rostro muestra una expresión.
Ella esta confundida.
Antes de darse cuenta que estaba viva no mostraba nada más que un par de cejas inamovibles y ojos que no tenían vida pero ahora, dejo de parecer una muñeca para convertirse en un ser humano.
De nuevo, sentada sobre el pasto las vendas de sus brazos habían caído y las vendas en sus piernas aun persistían. Las de su cuello parecían querer caerse pero no corrieron con la misma suerte que con las de su frente. estas habían caído y ella estaba con el rostro al descubierto sin ninguna otra cosa externa.
Ahora con la respiración más tranquila vuelve a mirar a su alrededor y sin esperar, las preguntas comienzan a aparecer en su cabeza como pequeñas rocas en un mar lleno de neblina. Pero esta vez las preguntas parecen tener respuestas pues al momento de preguntar dónde estaba, parecía que su cabeza le respondía.
«En un bosque».
Obviamente pensó que era una estúpida. «¡Claro que estaba en un bosque! ¿Dónde más estaría?» se dijo en un segundo. Pero lo más importante de esta declaración fue que ella de verdad se percató de que estaba en un bosque lo cual abrió el camino para la siguiente pregunta más importante.
«¡¿Qué hacía en un bosque?!»
Los recuerdos cercanos se convirtieron en una escena de película. Como un sueño vivido. Ella recordó todo lo que había vivido hace unas «¿Horas? ¿Minutos?» no podía entender cómo es que de estar peleando a muerte con aquella mujer en medio de la ciudad para terminar en un muelle, cayendo al vacío del mar.
«¿Qué estaba pasando?»
Por un segundo pensó que de verdad estaba muerta. Pues esta era la respuesta más clara y que daba sentido a lo que estaba pasando ya que también se había percatado del hecho de que estaba completamente curada como si ninguna de esas balas le hubiera atravesado.
Aún tenía la vivida sensación de como esas balas atravesaban su piel pero sobre todo, ella sentía como si todo lo que hubiera pasado fuera un sueño lo cual transformo todos sus pensamientos anteriores en basura.
Ahora pensaba que tal vez todo lo que paso con la mujer de cabello morado fue un sueño y esta era su realidad.
Quizás era así, quizás no.
Lo importante aquí era que se supone que iba a hacer. No llevaba más de diez minutos en ese lugar tan extraño del cual comenzo a notar los detalles aún más extraños. No solamente el tipo de flora que en ese lugar habitaba si no que los adornos de manchas reactivas de color azul fosforescente por todo el lugar.
Ella lo describía para sí misma como uno de esos bosques mágicos de las historias de las princesas pero por alguna razón, no le parecía que fuera uno.
Por encima de esto, ella aparto un momento su vista de las ramas, arboles enteros, hojas y raíces para observar aquella luz a la lejanía que se dividía en decenas de rayos al toparse con los árboles que en fila estaban, dispersos por todo el lugar.
Ese azul celeste de tonalidad oscura parecía ser como una luz de un camión en una carretera a media noche que solamente se iluminaba por unos segundos hasta desaparecer de la vista.
Le resultaba sumamente extraño todos estos sucesos por lo cual ella opto en ponerse de pie nuevamente y dar unos pasos hacia delante.
El suelo era firme. El pasto se sentía como una cama esponjosa pero dura. Casi podía sentir las raíces de los árboles en los suelos extenderse de un árbol a otro, cubierto de musgo y ese reactivo azul. Había algunos espacios sin pasto y solamente la tierra café húmeda relucía.
Al caminar descalza podía sentir la humedad y el frio entrar por las plantas de sus pies y como la tierra en estos espacios secos se adentraba en los espacios que quedaban entre dedos.
Camino quizás por unos cinco minutos, atravesando ese bosque y adentrándose en la oscuridad entre ellos. Pero esta oscuridad no era completa. El azul reactivo parecía funcionar como lamparás naturales, además, entre el pasto a sus pies había un cierto camino de tierra seca la cual estaba cubierta de raíces musgosas que formaban un camino el cual ella siguió por los próximos diez minutos.
De esta manera habían transcurrido quince minutos desde que ella comenzo a caminar adentrándose en el bosque.
Para su mala suerte no encontraba más que esos dichosos arboles manchados con ramas musgosas como raíces por igual.
Pues claro, «¿Qué más podía esperar?» era un bosque. Pero a pesar de esto, algo curioso le parecía, y más que curioso, obviamente extraño.
No había ningún sonido en particular, ninguno en absoluto.
Podría jurar que en algunos momentos podía escuchar sus propios órganos funcionar.
Tan solo sus pisadas descalzas, su respiración y su corazón eran lo suficientemente fuerte para que ella no perdiera equilibrio pues el cuerpo humano que nació con oído, al momento de perderlo podría llegar a desorientarse a sí mismo.
Esto comenzo a ser molesto para ella pues al no escuchar, tampoco veía nada. Pues los árboles que la rodeaban eran tan altos y tan cercanos unos con otros que le impedían ver el cielo. Lo único que era claro para ella es que quizás era de noche pues todo el lugar estaba oscuro.
Pensó que podría trepar un árbol y orientarse pero por alguna razón que ella no comprendía, al momento de acercarse a un árbol y extender su mano al tronco de este sentía como el frio crecía desde dentro de ella, como si se estuviera congelando su sangre.
Ella soltaba de golpe el tronco y el frio se tornaba normal.
Llego un punto en que sintió su garganta seca, rasposa. Era como si el oxígeno que respiraba le hiciera daño pero no era eso.
No había suficiente oxígeno.
De esto ella no se había dado cuenta. Ella no se había percatado que durante los últimos casi 20 minutos que ya había alcanzado caminando estaba yendo cuesta arriba.
No fue hasta que la densa capa de hojas de los árboles comenzo a adelgazarse que noto que en efecto era de noche por los pequeños destellos de luz que atravesaban los espacios entre hojas.
Los árboles comenzaron a ser menos y el camino que ella estaba siguiendo comenzo a ser más firme, dejo de ser suave y el pasto había desaparecido por completo.
Hubo algo extraño.
INTRODUCIR: THE SUMMIT - BEAR MCCREARY
Quizás no podía escuchar nada, no podía vislumbrar algo muy lejano... pero podía oler. El hedor, ella era capaz, ella era perspicaz en ese aspecto.
Hubo un hedor, un olor, un aroma... el bosque no podía oler de esa forma.
El pasto desapareció, la tierra café se desvaneció... no, la tierra se mezcló con pavimento, duro y firme como una roca. Pero, agrietada como una taza de porcelana vieja.
«¿El cielo?» ella noto algo más.
*Fushhh*
Un sonido.
El viento cantaba.
Las hojas de los árboles que altas estaban comenzaron a caer como una cascada hacia el frente, formando un muro de color verde mezclado con un color azul reactivo. El cielo celeste oscuro sin brillo alguno atravesaba los espacios entre las hojas. El suelo comenzo a tener desniveles. Parecía que ella paso de caminar en un suelo de bosque a uno de una fábrica abandonada.
Entonces, el pavimento paso a ser solo cemento, despues azulejo, despues granito y mármol. Se mezclo entre sí.
*Crack*
Ella piso lo que parecía ser un trozo de cristal.
Un vidrio, un espejo.
Ella se detuvo y miro hacia el frente. El gran muro de hojas que caía de los últimos arboles frente a ella.
Pudo vislumbrar una apertura, pequeña pero suficiente. Camino un poco, despues empujo y extendió su mano hacia la apertura. Las ramas, las hojas y el líquido de manchas azules reactivas se mezclaron en su piel.
―Ghhg... Ahg...
Con sus manos aparto las hojas a su paso y el suelo comenzo a tener hoyos, grietas aún más prominentes y en algunos lados juro sentir que estaba pisando agua.
Era un muro grueso que tardo unos dos minutos en lograr atravesar.
Pero cuando finalmente lo logro, ella fue cegada.
Dio un paso en falso y cayo de rodillas con sus ojos cerrados y cubriéndose con uno de sus brazos.
Soltó un quejido y entonces nuevamente...
*Crack*
Un vidrio roto.
Ella abrió sus ojos y se encontró consigo misma.
Ojos ámbares, cabello dorado apagado. Ojeras oscuras debajo de sus ojos. Piel pálida.
Un destello sin igual paso por encima de su cabeza, reflejándose detrás de su cabeza en el espejo.
Sus ojos se expandieron y ella escucho un sonido atronador.
*WHOSSHHHH*
A pesar de ser un estruendo masivo, fue ligero y suave. Era como si estuviera escuchando una explosión mientras se encontraba aturdida.
Ella levanto su rostro y se encontró con lo imposible.
*Hah...*
Ella soltó un suspiro.
De rodillas ella irguió su espalda y al filo de una cordillera se encontraba.
El tiempo para ella se detuvo por un segundo.
Frente a ella se expandía un eco de miles de mundos antiguos. Un sol que brillaba a su costado, miles de kilómetros alejada de ella pero lo suficientemente cerca como para pensar que este se estrellaría con ella. Rodeando al sol, enormes cantidades de estela cósmica en forma de nubes formaban un remolino que se movía lentamente como si orbitara alrededor de la lluvia solar que se desprendía al espacio oscuro a su alrededor.
Al otro lado de este sol se encontraban lo que parecían ser enormes ramas de árboles, no hechas con madera si no con energía pura que flotaba en el espacio exterior. Estas ramas se encontraban cortadas y de ellas colgaban trozos de tierra enormes en las cuales habitaban construcciones desde ciudades enteras hasta pequeños pueblos.
Encima de ella por igual había más ramas con más islas flotando en el espacio oscuro.
Atrás de ella, justo despues de la rama encima suya se abrían una variedad de ramas compuestas de energía de las cuales obviamente caían mares de agua, mares de lava.
Estelas de nubes de polvo viajaban lentamente alrededor de todo el lugar. Rayos en conjunto que formaban una lluvia roja de energía gama que se abría paso como una tormenta por el cielo estrellado.
Si se pudiera describir el tamaño de todo lo que tenía delante de ella se podría dar un ejemplo básico;
«¿Qué es lo que puede ver una hormiga si se eleva hasta la torre Eiffel?»^
Mas bien, una pregunta al parecer.
Ni si quiera había comparación más que la que ella dio al mirar al frente suya.
Era...
[Un árbol.]
Un enorme árbol de pura energía.
Sin embargo, este árbol estaba destrozado pues todas sus ramas habían sido arrancadas y parecía haber sido cortado por la mitad sin llegar a la base de este.
Era masivo, impresionante.
Era una hormiga observando una montaña.
Los ojos de aquella chica se llenaron de pura energía azul.
Energía que a cada segundo se desprendía y viajaba por todo aquel espacio oscuro, lleno de estrellas, ramas rotas y restos de mundos olvidados.
Ecos del pasado.
Este lugar era nada más y nada menos que el punto de origen.
Himiko Toga había arribado.
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