28. Buenas noches IV (185)
Furia miró de reojo a Regina Kuure, que estaba recostada leyendo en la cama que nadie utilizaba nunca. Exceptuando a la otra Regina, claro. Tener a alguien como Kuure en la misma habitación era extraño, jamás se lo hubiera esperado, menos aun siendo cómplice de la incursión de una villana. La Regina humana sintió la mirada y se la devolvió.
–Así que te han echado de tu cuarto –comentó Furia.
–Yo me he ofrecido. No pueden seguir en el baño.
–Pero...
–Ya, que yo me salga de paseo tampoco es un buen plan. Menos aún si incluye molestarte. ¿Estabas ya para dormir?
–Estaba intentándolo –murmuró fastidiada–. Tampoco tengo nada mejor que hacer.
–¿No tienes lectura?
–No –contestó mirando el libraco de Regina–. Tampoco soy muy lectora.
Kuure desvió sus ojos azules a la revista de TA3 que Furia tenía sobre la medita de noche.
–Eso es sólo una revista.
–Pero tiene lectura.
–Sí... Claro –respondió, algo insegura porque alguien con un tocho como lectura considerara lectura una revista.
Y de repente Regina dejó su libro en la cama y se levantó para coger la revista.
–Espero que no te importe –dijo cuando ya la estaba hojeando.
–No, ya que estás en mi habitación –contestó con acidez.
Kuure le dedicó una mirada de reojo con sus irises azul hielo, sus párpados pálidos y sus cejas y pestañas casi invisibles, no por finas, sino por claras. Furia se sintió examinada.
–¿Y qué partes de la revista te gustan más?
–¿Por qué te interesa tanto? Es sólo una revista –resopló intentando quitársela, pero Regina se giró y se sentó en la misma cama.
–Quiero conocer tus gustos. Ya que estoy en tu habitación.
–¿Para qué? –inquirió, incómoda por no saber si Kuure hacía aquello por matar el tiempo, por incordiarla o por verdadero interés.
–Para saber qué libro recomendarte. Debe de ser aburrido que te hayan puesto sola.
–Un poco. Pero nadie me incordia –siseó tirando de la revista, y esta vez se la llevó.
Regina no reaccionó gran cosa más allá de girar lentamente la cabeza para mirar. Agh, era fácil comprender que Sarah la considerase glacialmente perfecta.
–Me gusta leer sobre las competiciones, ¿vale? Quién ha ganado, con qué estrategia.
–Entiendo. A mí también me gusta estar al día de mis disciplinas deportivas.
Furia asintió sin saber cómo responder. Primero consideraba lectura su revista, ahora el TA3 como un deporte al mismo nivel que los suyos...
–También leo los reportajes –añadió pasando las páginas para enseñarle alguno–. Son sobre la comunidad, sobre gente concreta, sobre colectivos... Tienen en común el juego, pero cada reportaje puede ser de cosas muy diferentes: costumbres, política, leyendas, comida, aventuras... No sé, de todo un poco.
–Interesante –consideró Regina asomándose–. Este reportaje trata sobre una modalidad de artes marciales.
–Sí, porque esta chica aplica lo que sabe al juego. Su avatar es muy buena en el cuerpo a cuerpo.
–¿Y las leyendas con qué motivo?
–Los avatares surgen de quien juega, de su personalidad, sus circunstancias, su subconsciente... Para entender los avatares de otras culturas a veces tienes que conocer sus leyendas locales. O la situación política.
–Con la excusa del juego se puede aprender un montón –apreció Regina.
–Pues sí, la comunidad de TA es muy grande y variada.
–Y parece sana –dijo mientras leía por encima un artículo–. No como otras comunidades, me refiero, que están plagadas de actitudes horribles.
–Sí, es gente maja.
Regina asintió.
–Si tuvieras que decir qué reportaje te gusta más de este número...
–Pues... no sé, este del invento de esta chica. Supongo que me recuerda a Veda.
–¿Y que te gusta leer sobre mujeres haciendo cosas?
–Eh... Sí, claro.
–De acuerdo –contestó devolviéndole la revista–. Ya sé qué libro recomendarte.
–En serio, no hace falta, que no soy muy lectora.
–Ya veremos –dijo levantándose para ir a sentarse en la otra cama y retomar la lectura de su tocho.
–¿Cómo que "ya veremos"? –interrogó mosqueada.
De ser Mantis, se hubiera reído maliciosa y la hubiera dejado con la duda. Por suerte, no era Mantis.
–Que te daré un libro y te pediré que le des una oportunidad.
–Ya veremos –rumió Furia.
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Nameless avanzó a tientas hasta toparse con la cama, e iba a tantear dónde sentarse cuando Roca la agarró y la hizo tumbarse a su lado.
–En serio, no tengo ganas...
–¿Seguro?
–De cintura para arriba no...
–¿Y de cintura para abajo?
–Sí, pero no conseguiré nada si lo de arriba no colabora.
–¿Y entonces para qué ibas al baño? ¿Para frustrarte?
–Para no molestarte –repitió Nameless.
–Ñoña idiota –le reprochó y afianzó la mano la mano que tenía sobre su cintura, la frontera entre el calentón de abajo y el nudo de angustia de arriba–. ¿No te he dicho que vinieras?
–Me parecía que estabas durmiendo. Y me has dicho que venga si tengo ganas y... tengo pero no. Y no quiero hacerte perder el mmhf –terminó cuando recibió la manaza sobre la boca.
–Si quieres hacerlo, es que tienes ganas. ¿Que va a costar calentarte? Vale. Si tengo paciencia en algo, es el esto.
–Mmmh, mmh mh mm –contestó Nameless.
–¿Qué? –preguntó retirando la mano.
–Que eso está bien. Lo que tengas paciencia con esto. No porque... yo requiera paciencia, sino porque es algo con lo que está bien tener paciencia...
–Sí –contestó simplemente Roca.
Nameless se quedó esperando a ver (o no ver) qué pasaba ahora.
–Entonces tienes mucho jaleo en la cabeza –dijo Roca.
–Sí...
–Pero... ¿cómo antes? Cuando creías que me había quedado seca.
–¡Te habías quedado seca! Pero no, no estoy así. ¿Te lo parezco?
–No. Intento comprender cómo estás. Es comparación, ¿cómo dirías que estás?
–Pues no sé... Antes estaba asustada por haberte matado, y enfadada porque tus primas pasaban de llevarte a la Enfermería.
–¿Y ahora no sientes esas emociones?
–No... No tengo motivos para estar asustada. Siempre que confíe en que tanto a ti como a Sica no se os irá la pinza y os dará por matarme... Tampoco tengo motivos para estar enfada...
–¿Y el agobio?
–Oh, sí, eso siempre. Antes estaba agobiada por no saber qué hacer, que tus primas no me hicieran caso y que Sica se empeñara en halagarme, lo que sólo hacía que me horrorizara más.
–Que te halague una Morilec es un nivel, sí. Y la verdad es que tu invento es bueno, muy potente para lo manejable que es.
–Um...
–¿Ahora te agobia eso?
–No sé, ¿me vas a hacer repetirlo?
–¿Conmigo? Sí, claro, tienes que ayudarme a ganar resistencia. Pero la próxima vez no me entretendré. Te demostraré lo que ha dicho Morilec de que puedo volver como si nada.
Nameless emitió un gruñidito y su Capitana le apretó los mofletes con la mano que la había silenciado antes.
–Sólo me he entretenido porque he visto a la Mujer de Rojo de la que hablabas el otro día. Y ella me ha dicho que podía comprenderte si estiraba la mano. Y me he tragado toda esa... ¿tormenta? de sentimientos horribles que tenías dentro. ¿Vale? Si no me da la gana quedarme, volveré antes de que puedas poner cara de susto.
–¿Te has quedado... por mí? –preguntó asombrada.
–Si quieres verlo así –concedió soltándole la cara–. Yo ya te creía que habías visto a la Muerte, pero mucho mejor si la veo también yo.
Nameless abrió la boca para comentar que no le parecía mejor el que viera a la Muerte, pero recordó que estaba en el Instituto del Mal y que estaba hablando con una fuerza de la naturaleza.
–¿Y ahora por qué estás agobiada? –continuó Roca.
Como preludio, Nameless resopló.
–Por todo, cuando no es una cosa, es otra.
–Pero te vas acostumbrando, ¿no?
–Pero siempre aparece algo nuevo. Es como las pesas que haces que me ponga para correr: cuando me acostumbro, me echas más encima.
–¿Y qué te agobia ahora?
–¿Quieres una lista?
–Sí.
–Vale... Pues tengo en bucle las muertes de esta mañana, especialmente las que han ocurrido por mi mano, nunca mejor dicho. También estoy pensando en la misión con Nova, Svier y Herilane. Hay cosas que no me encajan y no sé cuáles, decir que soy una civil ñoña es lo más fácil, pero... Si lo soy, ¿qué hago metida en este plan? ¿Y si no lo soy, qué es? ¿Por qué me parece mucho peor que nos carguemos a los violadores que a los de esta mañana? ¿Es porque los sicarios estaban en pleno acto y no había otra opción? ¿O es porque los violadores son de mi país y eso los hace más reales por recordarme mi vida civil? ¡No lo sé! Pero hay una diferencia, no puedo señalarla y... Soy una civil ñoña –terminó reprochándose.
–No... –empezó Roca.
–Y tengo miedo de que se enteren las tres, que las decepcione y me consideren de menos. Pero tampoco puedo fingir ser villana, porque van y confían en mí para hacer el plan. ¡Como si yo supiera planear! –exclamó con los ojos encharcados.
–Les gustan tus ideas.
–¡Pero no por eso tienen que ponerme al cargo! N-No sé lo que tengo que hacer, no sé lo que esperan de mí, no sé qué quiero hacer, ni qué puedo hacer, ni qué consecuencias tendrá cualquiera de las cosas que hiciéramos.
Se calló para tragarse las lágrimas y los sollozos. Roca la rodeó con mas fuerza, a lo que Nameless reaccionó girándose para darle la espalda y empezó a llorar sin control.
–¿Algo más? –preguntó Roca.
–Ya... Que te parece poco...
–Lo pregunto porque antes no llorabas.
–Es... lo que tiene... reprimir...
–¿Entonces es por soltarlo?
–Déjame, es la regla –justificó intentando secarse las lágrimas con las manos, pero no paraban de manar.
–¿Te pone más sensible?
–Más inestable. Todavía.
Roca le dio unas palmaditas en el costado y no dijo nada.
–¿Por qué no me pateas fuera de la cama diciendo que no te la manche? –inquirió con la voz rota.
–Te he dicho que iba a tener paciencia. Y también te tengo dicho que no voy a permitir que seas una reprimida.
–Pues hoy no creo que pueda repetir lo de anoche –advirtió Nameless.
–Ah, mierda, se me ha olvidado decirle a Regi que me encargue unos colmillos y un collar de perra.
–¿Para ti o para mí?
–Los colmillos para que te los pongas tú y me muerdas. El collar será intercambiable.
–Pues hoy no me apetecería nada –murmuró, al menos estaba cerrándosele el grifo de los ojos.
–¿Seguro? –preguntó deslizando la mano hacia arriba.
–Deja, que estoy moqueado –contestó intentando encontrar los pañuelos.
–¿Estás mojada? –tuvo que decir Roca socarrona.
–No en el lugar ni de la manera adecuada –le gruñó antes de sonarse los mocos profusamente. Pilló otro pañuelo para secarse los ojos.
–¿Mejor?
–Algo...
–Antes, cuando la Muerte Roja me ha dicho que podía conocerte mejor si estiraba la mano... Joder, te estaba viendo, pero no me imaginaba que iba a ser tan... Era como un tornado.
–¿De tiburones? –intentó bromear colocándose bocarriba.
–De tiburones tristes, y enfadados y agobiados. Y alguna anguila horrorizada.
Nameless emitió una risita pese a lo drenada de energía que se había quedado.
–Creo que no he tenido tantas emociones juntas nunca. Y todas tan malas. Normal que seas tan canija, eso te tiene que consumir mucha energía.
–Sí... Has ido a pillar un momento intenso. Normalmente es eso pero más rebajado.
–La próxima vez que me pegues el chispazo, voy a volver rápido para que compruebes que puedo hacerlo. Pero a la siguiente voy a probar otra vez, y más te vale que sea cierto.
–Ah, podrías pillar también otro momento intenso, como cuando me habéis provocado otro ataque de pánico en Supervivencia.
–No hemos hecho nada, yo no he llegado y Morilec ha hecho teatro para espabilarte.
–Ya...
–¿Y tú qué, cómo te has sentido?
–¿Cuando estabas...? Extrañamente tranquila. Y un poco cabreada. Y un poquito sádica. No he sentido tan pocas emociones juntas en mi vida –la parafraseó con sorna.
–Regi me ha contado viernes pares en los que les alteraron la personalidad. Estoy deseando verte así.
–¿Seguro? Porque puede que a ti te tocara ser una empática con ansiedad.
Roca gruñó y la rodeó con el brazo para pegarla a ella.
–Tienes que tener la última palabra, ¿eh? Me suena a que estás mejor.
–Sí –reconoció Nameless.
–¿Se te ha deshecho un poco el lío de arriba?
–Sí.
–¿Y lo de abajo?
–Subiendo –musitó pegándose más por cuenta propia.
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Nada como soltar lo que la agobiaba para quedarse en paz... e incendiarse è//w//e
La próxima parte va a ser enteramente de éstas dos >3<
He estado mes y medio entretenida escribiendo IEvsHA, pero como ya he asegurado hasta abril, he estado currando para el Patreon y voy a subir cosas para recuperar un poco el tiempo perdido. Así que venid a leer las cosas nuevas~ [www.patreon.com/Cirkadia]
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