Capítulo 2

Francia.

Había llegado el gran día, hoy era la ceremonia de graduación de la universidad, tenía muchos sentimientos encontrados, por fin había acabado cinco largos años de la facultad, mi tía no dejaba de llorar mientras mi novio Max sacaba fotografías de todo, hasta de los feos cuadros que tenían en el auditorio y ahí estaba él, mi pequeño, hermano ahora de trece años, como buen pre, ya casi adolescente estaba pegado en su celular, estaba aquí más por obligación, pero sabía que estaba feliz por mí, no era de muchas palabras, pero nuestra conexión era especial. No podía creer que me estaba graduando de trabajadora social. Mi nombre sonó fuerte y claro en todo el auditorio.

Contando los pasos que iba a dando subiendo la escalera, escuchaba los aplausos. El reflector invadió un poco mi vista, pero pude identificar la cara de los directores de carrera, junto al rector de la universidad con los diplomas, certificando que ahora era una trabajadora social graduada.

Mamá estaría orgullosa de mí.

-Felicitaciones señorita Houlsby-habló el rector de la universidad, no podía creer que en estos cinco años nunca me aprendí su nombre.

-Muchas gracias señor-di una de mis mejores sonrisas la alegría que sentía no me dejaba

Luego de dos fotos reglamentarías, los diplomas estaban en mis manos. Ya estaba hecho, ya estaba graduada de la Universidad. Cuando la ceremonia concluyo, rápidamente fui donde mi familia. Recibí el cálido y fuerte abrazo de mi tía.

- ¡Felicitaciones Fran! -mire su cara donde la acompañaban pequeñas lagrimas-No sabes lo orgullosa que estoy de ti- me apretó un poco más a ella

-Muchas gracias tía-reí ligeramente, sus brazos me soltaron para que ahora Max me tomara y me elevara del piso

- ¡Felicidades amor! -me giro- Tú sabes lo muy inteligente que te encuentro y esto es totalmente mérito tuyo- me beso después de bajarme

-Gracias cariño...-limpié un poco de brillo labial que le había quedado

Mi pequeño hermano, solo me dio un abrazo y siguió con su teléfono, creo que seguía con free fire o algo así. Era su manera de ser y no me molestaba, lo prefería, antes de que estuviera perdido en las drogas y eso. Además, todos sus amigos eran igual que él, mientras el estuviera feliz, yo estaba tranquila.

Me ayudaron a llevar mis cosas, para subirlas al automóvil, no podía creer la cantidad de papeleó que te daban luego de egresar, además tendría que volver a visitar el lugar para ser parte de los egresados del la Universidad.

-Bueno, como sabemos que no te gusta que te den regalos-habló mi tía- Con Maxim, reservamos una mesa en el restaurant de ese chef japones con el que alucinabas-sonrió- Asi que espero que tengas mucha hambre

- ¿Hablan en serio? -dije sorprendida

-Claro que sí cariño-habló Max- no podíamos no celebrar que ahora eres toda una trabajadora social-beso mi sien- Créeme que conseguir un cupo en el restaurant de Nobu Matsuhiba, fue peor que estar pariendo, no entiendo porque a la gente le gusta tanto comer pescado crudo-hizo una mueca de asco

-Hey, que no te guste el sushi, ni el pescado no es culpa de nadie más que de ti, eres un regodeón

-Me ofendes Francia Houlsby

-Apoyó a Fran-habló mi hermano- el sushi es lo mejor que existe en este mundo

-Tienen pésimo gusto- se defendió mi novio

Fuimos al restaurant y estaba alucinando con los colores, de como estaba todo el lugar totalmente detallado para hacerte sentir que estabas en Japón, adoraba el concepto de tener a los cocineros en el medio, demostrando su destreza para cocinar, el lugar obviamente estaba lleno, nos sentamos junto a un gran ventanal que dejaba ver la gran parte de Mullingar.

Camino aquí, con Max habíamos decidido que era hoy el día que le diríamos a mi tía que nos íbamos a vivir juntos. Max egresaba pronto de la escuela de policía, solo faltaban los resultados de sus últimas pruebas, yo tenía mi trabajo en el lugar donde había tenido mi práctica. Creíamos que después de dos años, era una buena idea comenzar a tener más tiempo para nosotros, ambos enfrentaríamos el mundo real y este era un gran paso para nosotros.

-Bueno señora Torres-habló Max y tomo mi mano- Con Francia, queríamos contarle algo-le dio una sonrisa

- ¿Van a casarse? -abrió los ojos emocionada

-No, eso es aún algo pronto-rio Max- Le queríamos decir que...

- ¿Estás embaraza? -soltó mi tía, interrumpiendo al chico

- ¿Qué? ¡No! -me reí-Ahora que me gradúe, con Max pensábamos ir a vivir juntos- mi hermano nos miró unos segundos

- ¿Viviré solo con tía Sam? -sonaba entusiasmado

-Algo así, no te vas a librar de mi pequeña mierda-desordene su cabello-pero prefiero que continúes con tu vida normal, nuestra tía tiene tu custodia y quiero que tengas tu círculo, con Max viviremos literalmente al otro extremo de la ciudad, así que solo por eso no te voy a arrastrar conmigo-me burlé

- ¿Dónde? - dijo mi tía, que recibía feliz su pedido

-Cerca del Mullingar Park-hablo Max- creo que nos queda a cinco minutos- me miró

-Tienes razón-ahora que lo pensaba, vaya sí que habíamos encontrado un buen lugar

-Wow, en pleno centro de la ciudad-mi tía bebió un poco de vino- Bueno sí, creo que lo mejor es que tu hermano se quede conmigo, y te apoyo Fran, sabes que ya eres adulta y tienes que vivir tu vida-apretó mi mano- Los felicito, chicos, este es un gran paso para su relación

-Además tendrás que aguantarle los pedos a Fran asi que te compadezco Max-dijo German riéndose

-Esos ya los he sentido-se burlo Max y lo mire mal

-Gracias tía, y ustedes dos me las van a pagar- los apunte antes de tomar otra pieza de sushi para comer

La cena concluyó, ya era muy tarde asi que Max fue a su casa, mientras nosotros llegamos a nuestro hogar, con algo de nostalgia mire el lugar donde había vivido seis años de mi vida, mañana comenzaría a empacar mis cosas para ya mudarme con mi novio. Me emocionaba tener mi propio hogar, pero no por eso dejaba de ser extraño que este lugar ahora volvería a ser solo la "casa de tía Sam"

Exhausta, estaba recostada en el cuarto. En mi celular tenía puesto en volumen bajo música, en mi mente aun pasaban miles de imágenes el día de hoy, se acabarían los viajes de casi dos horas para llegar a la Universidad, desde ahora me quedaría tranquila en mi ciudad. Ya comenzaría una vida de adulta responsable, no puedo creerlo.

¿Cuándo crecí tanto?

Nunca pensé que esto sería así, por un momento, pensé como la Fran de dieciséis, dónde estaría tal vez con mis padres celebrando, dónde seguramente habría estudiado otra cosa, dónde Niall estuviera presente, él vino a mi mente, siempre quise superar por completo el hecho de que había perdido a mi mejor amigo, pero en situaciones así, era imposible que el ojiazul llegara a invadirme.

Recuerdo cuando teníamos trece años, amábamos anatomía, las ciencias se nos daban genial y queríamos ayudar a la gente que se enfermara, recuerdo como prometimos el uno al otro que íbamos a ser los mejores médicos de Irlanda, vagamente unas imágenes vinieron a mi mente.

El con frenillos, con unas cuantas espinillas y tímido, yo con el pelo inflado, aguantando mis hormonas.

Lo extrañaba, aunque quisiera mentirme lo sabía, pero él ahora solo era un extraño que salía en televisión. El chico que fue mi mejor amigo ya no estaba, no desde que se olvido que había gente en Irlanda que lo amaba, desde que olvido su hogar.

Estaba llorando por él y quise golpearme, ya que el ni siquiera debe acordarse de mí.

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