Gabriel Agreste
La limosina se detiene frente a la mansión de los Agreste, ambos jóvenes descienden de la limosina, sin soltar sus manos, cada uno tenía los nervios a flor de piel, estaban muy nerviosos, Adrien estaba nervioso por la futura respuesta de su padre, no quería que por su culpa, tuviera que alejarse de Marinette, de la chica a la cual más ama en todo el mundo, por la sencilla y simple razón de que su padre, como todo en su vida, lo quiere manejar todo a su propio antojo, diciendo siempre la absurda excusa de que lo hace por el bien de su hijo. Marinette estaba muy nerviosa, sus nervios en esos momentos, eran peores a los nervios que sentía al momento de querer hacer el intento de poder hablar con el rubio, el cual, en esos momentos sostenía su mano, el señor Agreste es uno de los mejores diseñadores de todo París, debía admitirlo, admiraba el trabajo del padre de su novio, lo respetaba realmente, pero este sería el mayor obstáculo que tendría que atravesar en su vida, era el primer obstáculo en su vida como civil que sobrepasaba a los obstáculos que su vida como Ladybug había enfrentado hasta esos momentos. Entran a la gran mansión, la peliazúl queda sin habla al verse rodeada de tantos lujos, lujos que nunca en su vida había creído que vería juntos al mismo tiempo, estaba acostumbrada a lo sencillo, no era para nada materialista como lo era la hija del alcalde, esa rubia era una muy niña mimada, siempre obtenía lo que quería, siempre sus caprichos eran complacidos, por un momento, la ojiazúl se llegó a preguntar como sería Chloe, si no hubiera sido hija del alcalde de París, quizás sería una chica menos engreída, caprichosa, melodramática, manipuladora... sería igual a ella, a Alya... chicas comunes, con vidas comunes, al darse cuenta de su pensamiento erróneo niega con la cabeza, ella no era una adolescente normal, llevaba una doble vida, las cuales trataba de balancear para que no afectara el equilibrio en su vida, su otra vida, desconocida por todos y únicamente conocida por el chico rubio de ojos verdes brillantes que estaba caminando a su lado, la hacia una chica para nada normal. Se detuvieron cuando una voz femenina llama a Adrien.
- Adrien, su padre está atendiendo unos asuntos importantes, por el momento se encuentra ocupado.
- Él mismo convocó a esta reunión- dice el rubio algo decepcionado- No me digas que el trabajo se interpondrá de nuevo.
- No pasará esta vez Adrien- rectifica la pelinegra- Cuando su padre se desocupe, serán avisados y convocados al comedor para la cena- concluye y desaparece del lugar, el eco de sus tacones deja de escucharse después de unos segundos.
- ¿Qué haremos ahora?- pregunta con timidez la peliazúl.
- Esperaremos en mi habitación- dice con seriedad el rubio, Marinette comprende porque su cambio tan drástico de actitud.
- Todo saldrá bien, ¿De acuerdo?- dice ella para cambiarle el semblante a Adrien y al mismo tiempo, darse ánimos a sí misma.
Caminan por los pasillos de la casa hasta llegar a la puerta de la recámara del rubio, este la abre como todo un caballero y Marinette ríe por su gesto, entran al lugar.
- Ponte cómoda- ofrece el rubio dejándose caer en su sillón de cuero blanco- Mi casa es tú casa My Lady.
- Aún me sorprendo al ver este lugar, es enorme- dice la peliazúl sentándose en la cama de su novio.
- No recordaba que Ladybug ya estuvo en mi casa...- dijo mientras divagaba en ese día- Que descarada al abrir la puerta de mi baño mientras tomaba una ducha.
- ¡O-oye!- tartamudea nerviosa- Estaba preocupada por tí.
- Lo sé Marinette, aunque ya debes de saber que esa "ducha" no era cierta- dijo haciendo comillas con sus dedos en la palabra ducha.
- Excelente excusa por cierto.
- No me halagues tanto Mari- dice engreído, ella ríe.
- No te estaba halagando gato tonto.
- No seas cruel princesa- se levanta del sofá y observa su anillo- ¿Qué quieres hacer?
- Ya que lo preguntas...- menciona una voz diferente a la de Marinette- Quiero comer queso- Plagg sale de la camisa de su portador.
- No te preguntaba a tí Plagg- lo reprende molesto.
- ¿No?, yo creía que sí- sonríe soñoliento.
- Bien, te daré tú queso- voltea a ver a su novia- ¿Tikki?, ¿Quieres galletas?
- Suena bien- dice saliendo del bolso de la ojiazúl.
- Mari, ¿Te apetece algo?
- Así estoy bien, gracias de todas formas- le responde con una sonrisa, sonrisa que Adrien amó ver, se queda mirándola embobado por unos segundos, ella se da cuenta- ¿Ocurre algo Adrien?
- ¿Q-qué?- reacciona y se sonroja- No, nada de lo que tengas que preocuparte- se levanta del sofá y camina hacia la puerta- Vuelvo pronto princesa- le guiña un ojo y sale.
- ¡Agh!- menciona el kwami de gato- Todo ese amor me produce náuseas- vuela hacia Tikki y Marinette.
- No digas esas cosas Plagg- lo regaña la kwami de mariquita- Deberías estar feliz por Adrien.
- Lo que tú digas Tikki- bosteza perezoso, la mencionada se cruza de brazos algo molesta por la actitud de su viejo amigo.
- Plagg- lo llama Marinette- ¿Adrien todavía conserva el poema?
- Eso y otros cosas- vuela hacia el escritorio donde una pantalla de computadora gigante ocupa casi toda la pared, Plagg entra en un cajón y lo abre- Aquí está- sale volando, la peliazúl se acerca y observa los objetos en el cajón.
- Aún lo conserva...- se sonroja y desdobla el corazón, lee su contenido y vuelve a doblarlo, lo deja en su lugar, mira un álbum de Jagged Stone, lo toma y el color rojo de su rostro se eleva- Es el álbum que yo diseñé y el cual le autografíe...- observa su firma y sonríe al recordar al rubio pedirle su autógrafo, guarda el álbum y saca la última cosa, el brazalete que ella le había dado cuando el ojiverde fue a su casa a practicar junto con ella, el video juego para la competencia- Había olvidado este pequeño detalle de mí parte.
- Desde que sale contigo se la pasa viendo ese brazalete, no entiendo que tanto le mira, no le veo nada en especial- menciona con molestia, Tikki le lanza una mirada envenenada.
- Cállate Plagg - escuchan la voz del rubio, los tres voltean a verlo- Sigue de charlatán, ya no pienso darte tú amado queso Camberguer.
- ¡No metas a mi queso en esto!- exclama el gato negro, vuela hacia el queso, pero Adrien tapa el queso- ¡No te atrevas!
- Haber Plagg...- suspira cansado - El amor que sientes hacia el Camberguer es parecido al amor que le tengo a Mari.
- ¡Como sea!- responde molesto- ¡Sólo dame ese pedazo de queso!- el rubio pone los ojos en blanco y le lanza su deseoso queso Camberguer.
- Ya vete a comer tu Camberguer- dice molesto, mira a Tikki y Marinette, su semblante se relaja- Tikki, aquí están las galletas- retira la tapa y las deja a la vista, el kwami de mariquita vuela al plato y toma una- Disfrútalas.
- Gracias Adrien- agradece con una sonrisa.
- ¿Qué hacemos mientras...?- se escuchan unos golpes en la puerta- Esperamos...- termina la oración nerviosa, Plagg y Tikki vuelan a esconderse.
- ¿Adrien?- se escucha una voz femenina llamarlo- Su padre quiere verlos a ambos en el comedor- ambos jóvenes voltean a verse.
- Ya vamos para allá Natalie- responde el rubio tratando de disimular su nerviosismo, se alcanzan a escuchar ecos de pisadas producidas por tacones alejarse- ¿Lista Marinette?- le extiende su mano, ella la recibe y le sonríe.
- Lista- entrelazan sus dedos- Tikki, vamos- el kwami llamado sale de su escondite de debajo de la mesa de centro entre el televisor y el sofá, Plagg aparece de detrás de la pantalla del televisor.
- ¿Ya te comiste el queso?- pregunta Adrien apartando su camiseta blanca para que su kwami se esconda en ella.
- Si ya me deleite con ese sabroso queso- responde con cierta ironía, vuela y se mete a la camiseta.
- ¿Vamos Adrien?- este asiente, salen de la habitación tomados de la mano.
.......
- Natalie- la llama el ojiverde, esta voltea a verlo- ¿Dónde está mi padre?- pregunta con cierta impaciencia- Creí que estaría aquí cuando nos llamaste.
- Su padre...- es interrumpida por una voz gruesa y masculina.
- Ya puedes retirarte Natalie- ordena con firmeza.
- Si señor- responde y se da la vuelta abandonando el lugar.
- Padre- dice el rubio y se levanta de la mesa, como auto reflejo, Marinette hace lo mismo- ¿Podrías explicarme con exactitud el motivo de esta reunión?- pregunta seriamente, la ojiazúl respira nerviosa, el ambiente se torna algo tenso e incómodo para ella.
- Debo conocer quien es tú novia- responde yendo directamente al punto- Eres mi hijo, no puedo permitir que salgas con alguna mala influencia- camina por el lugar con paso firme y con postura correcta.
- "Creo que esto es un deja vú"- dice en sus adentros Adrien- Padre, ella es Marinette Dupain-Cheng- la presenta, la peliazúl se acerca al señor Agreste y le ofrece la mano, este la observa unos segundos, segundos que fueron años para ambos héroes, al final la termina aceptando y estrechando con la de ella.
- Un gusto conocerlo señor Agreste, soy admiradora de su trabajo- dice ella con gran esfuerzo, tratando de no sonar nerviosa y no tartamudear, debía mantenerse firme ante el padre de su novio.
- Eres la chica que aparece con Adrien en la sesión de fotos- ella asiente, sueltan sus manos- He oído sobre tí- menciona- Creaste un diseño para un álbum de un famoso cantante en París- camina y toma asiento en la mesa, Adrien y Marinette hacen lo mismo.
- Si señor- responde con respeto- Antes había hecho otra clase de diseño para Jagged Stone, pero era mas por cuestiones de vestuario, me pidió que hiciera el diseño para su nuevo álbum.
- Así que eres diseñadora- ella asiente- Ahora recuerdo que también diseñaste el sombrero ganador para la sesión de fotos de mi hijo- ella asiente.
La cena es servida, los tres comienzan a cenar, desde que los platillos fueron servidos en la mesa, el silencio reinó en el lugar, ambos jóvenes estaban siendo sofocados por la tensión que había en el ambiente, Adrien intentaba pensar en algo para comenzar una conversación pero nada se le ocurría. En un momento dado, Gabriel llama la atención de ambos.
- Quiero que diseñes una pequeña línea de ropa- la peliazúl queda sin palabras, el rubio no salía de su impresión, casi se atraganta con su bebida- Estoy trabajando en diseños tanto femeninos como masculinos, para mi nueva línea de ropa- la ojiazúl le da unas palmadas suaves en la espalda al rubio- Quiero conocer tú trabajo, si es aceptable, voy a implementarlo en mi nueva colección.
- Sería un honor señor Agreste- agradece la opotunidad y la confianza que su diseñador favorito pone ante ella.
- Natalie te entregará toda la información que debes conocer para la confección de los diseños.
- "¿Trabajo?"- dice en sus adentros Adrien.
- Debes entregarlos terminados la próxima semana sin falta, el jueves a primera hora de la tarde- le informa.
- Estarán listos para entonces señor Agreste.
- Perfecto- se levanta de la mesa- Debo retirarme, tengo mucho trabajo que hacer- se disculpa y se retira del comedor, el ojiverde queda impactado, ¿Cómo era posible que le asignara esa clase de tarea?, se levanta y corre a buscar a su padre, entra en su despacho sin llamar a la puerta- ¿Qué quieres ahora Adrien?, ya te he dicho muchas veces que no puedes entrar sin mi autorización.
- Padre- lo llama ignorando sus reproches- ¿Cómo es que quieres conocer a mi novia?- interroga molesto- En vez de preguntarle cosas sobre ella o su vida, la pones a hacer diseños para tí- Gabriel deja de mirar por el gran ventanal, voltea para encarar a su hijo.
- ¿Acaso te molesta que le pidiera unos diseños cuando su trabajo es aceptable?- el ojiverde abre los ojos con cierta sorpresa- Esa jovencita tiene talento para el diseño, si se esmera y se concentra en ello, llegará a ser una gran diseñadora.
- Entonces... ¿Por qué le dijiste si son "aceptables" cuando ya lo sabes?
- Para que crea que está en periodo de prueba- su semblante serio, mira por encima del hombro de Adrien por unos segundos- Parece una buena chica, por su apellido tendrá familia china- el rubio asiente- ¿Algo más que quieras decirme?
- ¿La aceptas?- pregunta inquieto y nervioso, Gabriel observa a su hijo por unos minutos, nota como este comienza a transpirar por los nervios, este asiente, una sonrisa triunfal se dibuja en su rostro- Gracias padre- agradece y sale corriendo de la oficina- ¡Si!- exclama emocionado.
- Igual a su madre- menciona el diseñador.
........
- ¿Habrá ocurrido algo malo para que Adrien se fuera así?
- No lo creo realmente- dice el Tikki muy tranquila.
- ¿Por qué estás tan segura?- le pregunta mientras toma un sorbo de su bebida.
- Pues todo salió de cierta forma bien, aunque sólo cruzaron unas pocas frases y todas fueron sobre tus diseños.
- No me molesta realmente- sonríe- ¡El mejor diseñador de París quiere implementar mis diseños en su línea de ropa!- chilla emocionada.
- Sólo si son aceptables- rectifica la kwami de mariquita.
- Por eso debo concentrarme en mis prioriedades, en especial, en este trabajo- escuchan pasos rápidos y se quedan heladas, Tikki se esconde.
- ¡Mari!- escucha la voz de su novio y se levanta de su lugar, lo ve corriendo hacia ella y sonríe al verlo tan alegre, sin esperarselo, el rubio la toma en sus brazos y le da un fuerte abrazo de oso.
- ¿Adrien?- pregunta confundida- ¿Pasó algo?- sus dedos acarician su cabello rubio juguetona.
- ¡Dijo que si Marinette!- exclama feliz- ¡Mi padre dijo que si!- dice sin soltarla.
- ¿L-lo dices en serio?- pregunta esperanzada y nerviosa.
- Si My Lady- deja de abrazarla pero la toma de la cintura sin querer sortarla- No tenemos de que preocuparnos ahora.
- Me alegra escuchar eso Adrien- ríe llena de felicidad, mira los ojos verdosos de su compañero y no puede evitar que algunas lágrimas sean derramas, su sonrisa no se borra, esto alarma al rubio.
- Mari, ¿Qué ocurre?- pregunta angustiado limpiando sus lágrimas.
- No te alarmes- le sonríe tiernamente- Ellas mismas aparecieron... yo no hice nada para tener que llorar- pone su cabeza en el pecho del rubio, lo abraza por la espalda- Estoy feliz de poder estar a tú lado...- Adrien sonríe y le corresponde el abrazo.
- Yo igual Marinette- apoya su mentón en la coronilla del cabello azulado de su amada que tanto le gusta y enamora, se quedan así por unos minutos, hasta que son interrumpidos por cierto kwami de gato negro- ¡Plagg!
- Tengo hambre- pide comida- Sabes que debo comer muy bien para no molestarte en las noches.
- ¿Por qué me tocó un kwami tan perezoso y tragón?- se pregunta en voz alta haciendo reír a Marinette y Tikki- Iré por el queso, tú vete con Mari y Tikki a mi cuarto- le ordena, Plagg sólo bosteza y vuela al bolso de la peliazúl, el ojiverde voltea a verla- ¿Recuerdas donde queda?
- Si, no te preocupes- se acerca y le da un beso en la mejilla, provocando el sonrojo del rubio- Te esperamos ahí- susurra juguetona, como suele hacer con Chat Noir, se aleja y se va.
- Amo a esa chica...- suspira enamorado.
.......
- ¿Nos vemos mañana?- pregunta cuando llegan a la panadería de los padres de Marinette.
- Por supuesto, no me lo perdería por nada del mundo- le sonríe.
- Te veo mañana a las 7:30, ¡No llegues tarde!
- No podría dejarte esperando princesa- ella sonríe, Adrien la toma del mentón y acerca su rostro, uniendo sus labios en un dulce beso, se separan unos segundos después- Nos vemos mañana- apoya su frente en la de ella.
- Nos vemos mañana- susurra, le da un último beso rápido y sale de la limosina, se queda un momento fuera de la panadería admirando como se alejaba la limosina- Adrien...- se lleva sus manos a su pecho y las ubica en la zona de su corazón.
- Marinette- voltea a ver a su kwami- Tienes trabajo que hacer, ¿Recuerdas?
- ¡Es cierto!, ¡Alya!- reacciona y corre a su habitación.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top