Tiamat (Babilonia)

Resumen:

En la mitología babilónica, Tiamat es una diosa primordial del caos y del mar salado. Aparece en el "Enuma Elish", el poema épico de la creación babilónica. Representa las aguas saladas primigenias, que junto con Apsu (dios de las aguas dulces) da origen a los primeros dioses. Sin embargo, cuando los dioses jóvenes perturban su paz, Apsu intenta destruirlos, pero es derrotado. En respuesta, Tiamat se convierte en una entidad vengativa y crea monstruos gigantes para luchar contra los dioses.

El dios Marduk eventualmente derrota a Tiamat en una feroz batalla, dividiendo su cuerpo en dos. Con una mitad crea el cielo y con la otra, la tierra, lo que simboliza la organización del cosmos a partir del caos.

Tiamat representa el caos primigenio y la fuerza descontrolada de la naturaleza.

Su derrota simboliza el triunfo del orden sobre el caos y marca la creación de un mundo organizado.

El conflicto entre creación y destrucción es un tema central, ya que de la muerte de Tiamat nace el cosmos, mostrando que toda creación implica una destrucción previa.

Historia:

En el principio de todo, el universo estaba formado por dos entidades primordiales:

Tiamat, las aguas saladas.

Apsu, las aguas dulces.

De la unión de estas dos fuerzas surgieron los primeros dioses menores. Sin embargo, estos jóvenes dioses, con sus constantes travesuras y ruido, comenzaron a perturbar la calma de Apsu. Frustrado, Apsu decidió eliminarlos para recuperar la paz. Sin embargo, el dios Ea (también conocido como Enki), hijo de Tiamat y Apsu, se adelantó y asesinó a su padre.

La muerte de Apsu enfureció a Tiamat. Al principio, estaba dispuesta a dejar las cosas como estaban, pero fue convencida por el dios Kingu, su nuevo amante, para que tomara venganza contra los dioses. Tiamat decidió crear un ejército monstruoso con la intención de destruir a los dioses menores y restaurar el caos original.

Entre las horrendas criaturas creadas por Tiamat estaban:

Dragones y serpientes gigantes

Hombres escorpión

Hombres toros

Leones demoníacos alados

Tiamat nombró a Kingu comandante de sus ejércitos y le entregó las Tablas del Destino, un poderoso símbolo que garantizaba la autoridad sobre el universo.

Los dioses jóvenes, aterrorizados por Tiamat y sus monstruos, pidieron ayuda. Ningún dios se atrevía a enfrentarla hasta que Marduk, el poderoso dios del trueno y de la tormenta, se ofreció a luchar. Marduk puso como condición que, si ganaba, él se convertiría en el líder supremo de los dioses. Todos aceptaron.

Con su arco y su red mágica en mano, Marduk partió hacia el campo de batalla. Tras un combate épico, Marduk disparó una flecha directa al corazón de Tiamat, matándola. Luego dividió su enorme cuerpo en dos mitades:

Con una mitad creó el cielo.

Con la otra mitad creó la tierra.

Las lágrimas de Tiamat se transformaron en los ríos Tigris y Éufrates, y sus ojos formaron los manantiales. Así, del cuerpo de la diosa primordial surgió el cosmos organizado y la civilización.

Después de derrotar a Tiamat, Marduk recuperó las Tablas del Destino y las devolvió a los dioses, consolidando el orden. Kingu, el amante de Tiamat, fue ejecutado, y de su sangre Ea creó a los primeros seres humanos, destinados a servir a los dioses.

Razones por las que lucharía:

Restaurar el Caos Primordial: Tiamat es la encarnación de las fuerzas primordiales del caos. Para ella, el universo era perfecto en su estado original: una mezcla salvaje de aguas sin forma, donde no había distinciones entre cielo, tierra o seres vivos. La creación del cosmos y la humanidad fue una aberración, un acto de violencia que rompió la armonía del caos. Tiamat podría considerar a la humanidad como un error que debe corregirse, pues representan el orden y la civilización que arruinaron su perfecta anarquía.

Tiamat: "De mis aguas naciste, y a mis aguas regresarás. El orden es una mentira que los dioses se han contado para sentirse seguros. El caos es la verdad... y yo soy esa verdad."

Venganza contra los Dioses a Través de la Humanidad: Al igual que en el mito original, Tiamat pudo haber sido traicionada por los dioses en su afán por imponer orden en el universo. La humanidad, al ser creada por los dioses, se convertiría en un blanco perfecto para su venganza. Al destruir a los humanos, Tiamat humillaría a los dioses, despojándolos de su creación más preciada.

Tiamat: "Fueron sus manos las que moldearon tu carne, pero sus corazones jamás te amaron. Serás testigo del final que siempre debiste tener: regresarás al caos del que nunca debiste haber salido."

La Corrupción de la Humanidad: Tiamat podría considerar que la humanidad ha perdido su conexión con la naturaleza y el universo, entregándose a la avaricia, la violencia y la corrupción. En esta versión, Tiamat no lucharía por puro odio, sino porque cree que la humanidad ya no tiene redención. Solo la destrucción total devolvería el equilibrio que alguna vez existió.

Tiamat: "Fuiste un experimento fallido. Creíste dominar el fuego y las estrellas, pero solo has traído muerte a este mundo. Tu civilización es una enfermedad, y yo soy la cura."

Madre Furiosa que Reclama a sus Hijos Perdidos: Otra versión interesante sería ver a Tiamat como una madre primordial que considera a todos los seres vivos como parte de sí misma. Sin embargo, la humanidad, al separarse de la naturaleza y de sus raíces, se convirtió en hijos ingratos. En esta versión, Tiamat podría querer "reclamar" a sus hijos regresándolos al mar primordial (metafóricamente, destruyéndolos para reabsorberlos en su caos).

Tiamat: "Yo fui tu madre, y ahora seré tu tumba. Regresarás a mi abrazo eterno, donde no hay dioses ni mortales, solo el sueño sin fin del caos."

Temor al Futuro: Tiamat podría tener una visión profética en la que ve que la humanidad, si no es detenida, acabará destruyendo no solo la tierra sino el orden cósmico entero, llevando al universo a un colapso irreversible. Irónicamente, Tiamat se vería forzada a luchar contra la humanidad para evitar que su naturaleza caótica termine por devorarlo todo.

Tiamat: "Los dioses te dieron un mundo, pero solo engendraste ruinas. No permito que continúes hacia el futuro... porque ese futuro es el fin de todo."

Clasificacion: Primordial.

Apariencia:

Forma draconiana:

Quimera del Abismo

Forma Final:

Leviathan del Abismo

Poderes y Habilidades:

Aguas Primordiales: "Mar del Caos": Tiamat controla una masa infinita de aguas primordiales que existían antes de la creación del mundo. Estas aguas no son normales: Pueden distorsionar espacio y tiempo, creando áreas en las que el flujo del tiempo es más lento o más rápido. Todo lo que tocan se degrada y pierde forma, como si nunca hubiera existido. Debilitando a sus oponentes al sumergir sus cuerpos y espíritus en el caos.

Creación de Monstruos: "Legión de Abominaciones": Tiamat tiene la capacidad de crear monstruos de su esencia. Cada criatura invocada es un reflejo de los miedos primordiales de la humanidad. Entre sus invocaciones se encuentran:

Dragones de agua negra que atacan con ácido corrosivo.

Serpientes gigantes que se regeneran si no son destruidas de un solo golpe.

Hombres-toro y escorpiones colosales que pueden cambiar de forma.

Estos seres obedecen a su voluntad y actúan como extensiones de su cuerpo.

Transformación: Un dragón gigantesco con cinco cabezas, cada una representando un aspecto elemental (agua, fuego, viento, oscuridad y trueno). Cada cabeza actúa de forma independiente, dificultando el combate para su oponente. Su cuerpo está hecho de un líquido vivo que es casi imposible de dañar. Incluso si una parte de su cuerpo es destruida, se regenera rápidamente.

Regeneración Primordial: "Renacer del Caos": Incluso si Tiamat es destruida físicamente, su esencia se dispersa en el entorno y comienza a recomponerse lentamente. Solo un golpe que destruya completamente su cuerpo y alma podría detenerla.

Manipulación del Destino: "Tablas del Destino": Tiamat conserva un fragmento de las Tablas del Destino, dándole cierto control sobre el destino de los mortales y los dioses. Puede alterar eventos inmediatos, como anular un ataque o cambiar la trayectoria de un golpe. Puede ver múltiples futuros posibles, prediciendo las acciones del enemigo. 

Sin embargo, esta habilidad tiene un costo: si la usa demasiado, las leyes del universo comienzan a romperse, creando paradojas caóticas.

Tormenta Cósmica: "Aliento del Abismo": Tiamat tiene un poderoso ataque final, donde convoca una tormenta cósmica que arrasa todo a su paso. Esta tormenta no solo afecta el plano físico, sino también el alma de quienes están en el campo de batalla. La tormenta rompe la realidad, creando fisuras entre dimensiones. Todo lo que es tocado por la tormenta pierde su forma y propósito, como si nunca hubiera existido. La tormenta se alimenta del caos y crece en intensidad cuanto más tiempo dure la pelea.

Aura de Caos: "Miedo Ancestral": Tiamat emite un aura que afecta la mente y el espíritu de quienes la enfrentan. Aquellos que se acercan demasiado sienten que sus pensamientos se disuelven en desesperación y temor, como si estuvieran frente al caos primigenio del universo.

Tecnicas:

"Diluvio de Abzu": Referencia al dios del agua dulce y consorte de Tiamat, Abzu, cuyo caos líquido lo inundaba todo. Este ataque simboliza el regreso de las aguas primordiales que deshacen la realidad. Inunda el campo de batalla con un océano que altera el espacio y el tiempo, ahogando materia y espíritu.

"Engendros de Kingu": Kingu fue el monstruo al que Tiamat le dio las Tablas del Destino. Aquí, ella invoca criaturas abominables para arrasar el campo de batalla. Cada criatura es un monstruo vivo de los miedos más oscuros de la humanidad, regenerándose constantemente.

"Decreto de las Tablas del Destino": Este ataque invoca el poder de las míticas Tablas del Destino, controlando la realidad y forzando un desenlace inevitable. Anula un ataque o reescribe el flujo de la batalla, haciendo que el oponente no tenga escapatoria. Sin embargo, usar este poder genera distorsiones fatales en la realidad.

"Aliento del Apocalipsis": Inspirado en la capacidad de las aguas primordiales para consumir la creación misma. Una tormenta devoradora que rompe la realidad y el alma, dejando nada más que caos.

"Presagio del Abismo": Este aura es la materialización del miedo ancestral y el caos primitivo que corrompe la mente y la voluntad. Los enemigos pierden su convicción y caen en la desesperación, dudando incluso de su propia existencia.

"Anochecer de la Creación": Tiamat se eleva hacia el cielo y convoca una tormenta de oscuridad y fuego. Esta tormenta consume incluso la luz, dejando el campo de batalla en completa oscuridad, donde solo su voluntad existe. Este es un ataque suicida que devuelve todo a la nada, incluida Tiamat misma.

Fin que les parecio el personaje?