—...

Todo ha terminado, finalmente ha terminado.

La tenue luz de las estrellas ilumina las ruinas de lo que alguna vez fue la más gloriosa y grande de las civilizaciones, aquella fortaleza que se creía inexpugnable y que, aunque tantos intentaron derrumbar, se mantuvo intacta durante milenios.

Erigiéndose como un símbolo sobre el resto de especies, y, sin embargo, ahora solamente se encuentran cenizas y escombros, restos de una magnífica ciudad, con siglos de tecnología ahora perdidos.

El viento le recuerda lo sola que se encuentra ahora, ¿De verdad ha estado bien? ¿Todo lo que hizo fue verdaderamente lo correcto?

Sus decisiones son lo que desencadenaron esto, la muerte de millones de seres vivos, ella, y solo ella fue la causante del baño de sangre que ocurrió aquí.

Miró nuevamente aquel árbol que nunca floreció, pero que siempre fue el símbolo de ciudad Infinity, uno que ahora solamente es un gran tronco seco. Y justamente, ahí está ella.

Una solitaria figura, que se para con dificultad e incluso teniendo problemas para mantenerse consciente, sus ropas están rasgadas y su cuerpo cubierto casi en su totalidad por heridas todavía abiertas.

La chica, con su cabello blanco suelto y sus ojos rojos apagados, miró alrededor, intentando asimilar las consecuencias de todas, y cada una de las decisiones que ha tomado durante todo este tiempo.

¿De verdad este era el único camino? Seguramente no, e incluso tras todo esto, la probabilidad de éxito continuaría siendo baja. A sus alrededores, los restos de los edificios yacen en ruinas, el sonido del aire le recuerda a cada momento su soledad.

Génesis caminó por los restos de ciudad Infinity, yendo hacia el lugar donde todo ha empezado, llegando hasta un pequeño templo de madera, aunque más bien, las cenizas de dicho lugar.

—...

Las rodillas de Génesis finalmente cedieron, y cayó sobre ellas mismas, finalmente rompiendo en llanto.

—No quiero morir, no quiero que todo acabe así... quiero seguir con ellos...

Las lágrimas corrieron por sus mejillas, mientras miró sus manos temblorosas, aquellas que se han manchado de la sangre de tantas personas, tanto inocentes como no.

—Así que al final, sí que soy un monstruo...

Génesis sonrió, mientras miraba con anhelo aquel recuerdo, estirando su mano, como si intentase volver a aquellos días que tanta felicidad le trajeron.

—....

Los ojos de Génesis finalmente se cerraron, muriendo en total soledad y lejos de todos lo que alguna vez la amaron.

Historia precuela de Jake, y por extensión, la saga que más me ha costado escribir XD

Aunque también fue la primera que publiqué en esta cuenta.