❍̥͙̊ ࿔ prólogo˖۪⸙͎ ំஂ


૪'ރ፧ ࿐ °prologue
ICONIC,
enzo vogrincic
por ahí, en
noviembre de 2021,
buenos aires, capital.

         — Te mandaron un vídeo, Mar. —sonrió mi mamá, entrando a mi habitación. Enarqué una ceja, con el celular en la mano.

         — ¿Quién, ma? ¿La abu, de nuevo? Dame, así le mando muchos besos. — me incorporé, destapándome hasta las piernas.

         Estaba ansiosa, lo admito. Desde hace tres meses que mandé el video de porquería que hice para un casting cualquiera. No sabía ni para qué era, pero yo intuyo de que es para una película muy importante.

         ¿Por qué? Sencillo, el primer monólogo que me mandaron cuando me inscribí para el casting, fue de una despedida. No entendía bien, sólo que el personaje que estaba interpretando, le decía a un tal Adolfo- Fito, que "la vida era hermosa, y que no la desperdicie nunca más cuando vuelva, que centre únicamente lo que importa, y lo demás, que lo deje volar." Y otras cosas parecidas. Me pidieron específicamente que hable con autoridad, con sabiduría, como si tuviera setenta años y hubiera tenido un montón de aprendizajes a lo largo de mi vida. Me sentí rara, como si de verdad hubiera sentido cada una de las palabras del monólogo mientras actuaba. Algo que no me pasaba hasta que tenía la ficha personal con todos los datos de la persona a la que iba a interpretar. Y con esta, no conocía ni el nombre.

         No se parecía en nada a la última película de la que fui parte, una producción uruguaya. El filme se titulaba "9", como Julián Álvarez. Y bien que se parece, porque la historia se centró en un futbolista uruguayo, lleno de quilombos, depresión. En fin, jugadísimo, literalmente porque era un jugador de fútbol.

         El actor, mi compañero, físicamente era lindo, orejón, lindo, pero en cuanto a personalidad, un ojete conmigo, fui el interés amoroso. Un sorete. No sé como hicimos para congeniar durante las grabaciones, porque al apagarse las cámaras, tenía que respirar profundamente antes de querer desviarle más el tabique nasal de lo que ya tenía desviado. (Encima, me vió en bolas, lo peor).

         Gracias a Dios, ya está. No lo iba a volver a ver nunca más. Qué fea experiencia laboral, por diooooos.

         Mi mamá se sentó en el borde de mi cama, con la computadora en las piernas. Correcto, había un video pausado en la pantalla, podía ver a dos hombres de edad parecida a mi abuelo. Tenían un porte carismático, e irradiaban sabiduría y calidez solamente con su presencia. Sonreí inconscientemente — ¿Quienes son, ma? ¿Los conozco?

         — Fijate. — y apretó play.

         El video comenzó.

         "Hola, Martina, querida. ¿Cómo te encuentras? Espero que bien. Seguramente no nos reconozcas ahora mismo. Mi nombre es Adolfo, Adolfo Strauch. Él es Eduardo, también Strauch. Este video es simplemente para darte la bienvenida a nuestra familia, ponemos nuestra fé en tí."

         "Martina, déjame decirte que la interpretación que tuviste de mi prima, y hermana de Adolfo, nos dejó a toda la familia con la piel de gallina. Sentimos que ella traspasaba la pantalla mientras tú hablabas y decías cada una de las palabras que ella nos recitó en su lecho de muerte, allá en medio de las montañas.

         Espero que quedes con el papel, realmente creo que eres la indicada para interpretar a Jacinta Strauch, una de las 29 personas que fallecieron en la Tragedia de los Andes. Yo tuve la valentía y el honor junto a Adolfo, y otros catorce hombres más, de volver. Para contar esta historia. Para contar la historia de Jacinta, nuestra querida hermana, como se debe, por primera vez y con la actuación, discreción y respeto correspondiente."

         "Que no sea una carga, Martina. Conviértelo en algo hermoso y serendipio, tal como Jacinta lo era. Cualquier duda o comentario que quieras realizarnos, estaremos en contacto contigo, para juntarnos y charlar un poco sobre esta nueva aventura infernal en la que te adentrarás próximamente, si tú quieres, claro está. Éxitos. Te mandamos muchos besos".

         Quedé con la boca abierta. El celular se me resbaló de las manos y aterrizó en el piso.

         Uruguayos.

         El apellido Strauch.

         En las montañas.

         Lecho de Muerte.

         Jacinta.

         Jacinta Strauch.

         La tragedia de los Andes.

         Mi celular sonó, con una notificación de Gmail. "J.A. Bayona. Haz sido seleccionada para un segundo casting. Esta vez presencial. ¡Enhorabuena, Martina! Te esperamos."

         Si no podía ser más afortunada, interpretaría a Jacinta Strauch, la misteriosa mujer de la Tragedia del Fairchaild 571. De la que nadie quiso hablar hasta que se habló, pero poco.

         "Para más información acerca del establecimiento del casting, rellena este formulario y en nuestra página web te registraremos y enviaremos todos los datos correspondientes."

         — Ma, me fui Mundial.

█▓▒░ nota ░▒▓█

Hola! Qué onda? Para mis hermanas esquizo, bueno, esta es una pequeña introducción a lo que será el fanfic de Enzo. Martina obtiene uno de los protagónicos (spoiler) y se adentra en una experiencia laboral que le cambiará la vida para siempre...

■ Aunque, el fic no arranca apenas ella recibe esta noticia. Hay mucho quilombo y drama un año atrás. Con el prólogo, no busco ofender a nadie, es más, con la historia en general quiero reconocer más a los Primos Strauch, porque poco se habla del laburo y desgaste emocional y físico que tuvieron allá.

■ Espero que sea de su agrado! Voten y comenten, me haría feliz. Graciaaaas, más, porfavoor.

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