Hollow Dreams.
Hades comenzó a avanzar lentamente hacia Ichigo, su mirada oscura y fría como la misma noche.
Sostenía su bidente con ambas manos, sus nudillos tensos y su rostro impasible, pero con una expresión de profunda seriedad.
Hades:—¿Ichigo Kurosaki cierto? No tengo nada en tu contra... sin embargo, es una lastima que tengas parte de la raza que asesinó a mi hermano.
Sin previo aviso, el dios del inframundo lanzó una rápida estocada hacia el joven, con una precisión y velocidad que parecían imposibles de eludir.
Mientras un extraño silencio caía sobre la arena... ¿El primer ataque de Hades era como el de Poseidón? ¿Una ráfaga frontal de golpes improvisados?
NO
Cargado con su tremenda fuerza, era un sólo golpe con la intención de matar.
https://youtu.be/sq55-0HBQ5Y
Sin embargo, Ichigo se movió con agilidad, esquivando el ataque en el último momento con los horcones del bidente pasando a centímetros de tocar su rostro.
Hades no se detuvo; continuó con una ráfaga de estocadas frontales, lanzando ataque tras ataque con una velocidad y precisión brutales, cada movimiento calculado para acorralar a su oponente.
Las puntas del bidente cortaban el aire en busca de Ichigo, pero el joven se desplazaba a un lado y al otro con naturalidad, esquivando cada intento de Hades como si hubiera anticipado cada movimiento.
Heindall:—¡¡HADES ATACA A ICHIGO CON UN FUERTE GOLPE TRAS OTRO!! ¡¡¡ESQUIVA DESVIA Y BLOQUEA EL JOVEN SHINIGAMI ESQUIVA CADA UNO DE LOS GOLPES DE HADES!!
Ares:—Qué golpes tan violentos... posicionado en las gradas divinas Ares se sorprendió inclinando el cuerpo hacia delante para contemplar mejor el encuentro!
Hermes:—Un simple rasguño debería ser capaz de matarlo al instante dijo con una sonrisa el dios mensajero.
En un momento, Ichigo pasó a la ofensiva, bloqueando las estocadas con su Zanpakuto. Cada choque de las armas resonaba en la arena como el sonido del acero contra el acero, y el rostro de Hades se oscureció de frustración al ver que sus ataques no conseguían alcanzar a Ichigo.
Con un gruñido de impaciencia, Hades decidió cambiar su estrategia.
Dio un salto, elevándose por encima de Ichigo con una agilidad sorprendente.
En el aire, sus músculos se hincharon y sus venas se marcaron como si su fuerza se multiplicara.
Los ojos de los espectadores se abrieron de par en par al ver cómo el tamaño de sus brazos aumentaba, contorsionando sus músculos en una demostración abrumadora de poder.
Con un grito de guerra, Hades tomó su bidente desde la parte más baja de su asta, extendiéndolo completamente mientras se lanzaba desde las alturas hacia su oponente. Era un golpe diseñado para ser definitivo, para destrozar a su enemigo.
El bidente cortó el aire, bajando con una fuerza devastadora y una velocidad que podría partir una montaña. Hades se abalanzó hacia el suelo, apuntando directamente a donde estaba Ichigo, decidido a aplastarlo.
¡¡PERSÉFONE: KALLICHORN!!
¡¡¡MARTILLO DEL INFRAMUNDO!!!
El impacto fue descomunal. Cuando el bidente de Hades golpeó el suelo, una explosión de poder sacudió la arena.
Fragmentos de piedra y polvo se elevaron en una nube espesa, y el suelo bajo sus pies quedó destrozado, quebrado como si hubiera sido alcanzado por un rayo. El cráter que dejó el golpe demostraba la fuerza letal del ataque.
Dios extra:—Q-qué poder...dijo mientras los dioses quedaron maravillados.
Humano extra:—Así que ese es el poder del Rey de Helheim murmuro un humano con nerviosismo.
Pero cuando el polvo se disipó, Hades se encontró mirando una superficie vacía: Ichigo había esquivado el golpe y se encontraba a una distancia segura, observándolo con una expresión tranquila y desafiante.
Hades no perdió ni un segundo y, con una expresión de absoluta determinación, se lanzó de nuevo contra Ichigo, sosteniendo su bidente con ambas manos.
Hades:—¡Muere! ordeno el Dios con ojos llenos de odio!
Esta vez, la intensidad de su arremetida era aún mayor; una poderosa espiral de viento comenzó a girar alrededor de la punta del bidente mientras aumentaba su velocidad y fuerza, amenazando con aplastar a Ichigo en un solo golpe.
El aire en la arena se volvió denso, vibrando con la energía de aquel ataque inminente.
¡¡RUGIDO DE PERSÉFONE:!!
¡¡¡ROMPE TORMENTAS!!!
Ichigo, sin embargo, se mantuvo firme, esperando pacientemente la embestida. Cuando Hades finalmente lanzó su ataque, Ichigo reaccionó en el instante preciso, bloqueando la estocada con un movimiento rápido hacia arriba, desviando la trayectoria del bidente mientras daba un salto ágil.
Su Zanpakuto se alzó por encima de su cabeza, cargada con energía. En el aire, Ichigo lanzó un poderoso corte descendente, su espada resplandeciendo con un aura intensa.
Hades:—"¡¿Desvió mi ataque como si nada?!"
Hades apenas tuvo tiempo de retroceder para esquivar el golpe, pero Ichigo no le dio respiro. Al aterrizar, Ichigo clavó el filo de su Zanpakuto en el suelo con fuerza, liberando una oleada de energía azul que explotó con un estruendo impresionante.
La explosión se expandió en todas direcciones, tomando a Hades por sorpresa y proyectándolo hacia atrás con una fuerza brutal.
El dios del inframundo salió disparado a gran velocidad, su cuerpo impactando contra uno de los muros de la arena. El golpe fue tan fuerte que el muro se resquebrajó, y un eco retumbante resonó en todo el coliseo mientras la estructura temblaba por la intensidad del choque.
Polvo y fragmentos de piedra cayeron alrededor de Hades, quien se encontraba momentáneamente inmóvil, aún sintiendo el impacto de la energía azul que lo había arrojado.
En las gradas, el bando humano estalló en gritos de emoción y apoyo, vitoreando a Ichigo por haber logrado hacer retroceder al mismísimo dios del inframundo. Del lado de los dioses, las expresiones de burla y confianza se tornaron serias, e incluso algunos observaban a Ichigo con una mezcla de asombro y respeto.
Heindall:—A-A HADES LE FUE MANDADO A VOLAR COMO SI NADA POR ICHIGO!!!
En las gradas, los amigos de Ichigo observaban la pelea con una mezcla de emoción, preocupación y análisis. Cada uno compartía sus impresiones en voz baja, sus miradas siguiendo atentamente cada movimiento en la arena.
Renji se inclinó hacia Rukia, con una expresión seria pero entusiasta.
Renji:—Hades es fuerte, eso es seguro. Pero, ¿viste cómo Ichigo lo hizo retroceder? —comentó, con un brillo de orgullo en los ojos—. Es mucho más rápido de lo que Hades esperaba. Esa ventaja lo está sorprendiendo.
Rukia asintió, aunque mantenía una expresión de cautela.
Rukia:—Sí, pero Ichigo apenas está usando una fracción de su poder —dijo, cruzándose de brazos—. Conozco ese estilo suyo. Está probando los límites de Hades, pero él también lo está midiendo a él.
Orihime, con las manos juntas, miraba a Ichigo con una mezcla de esperanza y aprehensión.
Orihime:—Sé que Ichigo tiene mucha más fuerza guardada... pero Hades también parece estar conteniéndose. Ninguno ha mostrado su verdadero potencial —susurró, con los ojos fijos en su amigo en la arena.
Uryu, siempre el analítico del grupo, ajustó sus gafas y añadió:
Uryu:—Ichigo es increíblemente rápido, pero esto es solo el comienzo. Hades no es un enemigo común, y ambos están apenas tanteando sus habilidades. Este enfrentamiento tiene potencial para convertirse en algo mucho más intenso.
Sado, con su típica calma, observaba la arena en silencio antes de intervenir.
Sado:—Ambos se están midiendo. Saben que pueden ser letales, pero también que el otro es un rival formidable. Ichigo nunca se toma a la ligera a un oponente, y menos uno como Hades.
Toshiro, con los brazos cruzados y el ceño fruncido, comentó:
Toshiro:—Hades tiene la fuerza de un dios y experiencia que no podemos ni imaginar. Si él decide liberar toda su energía... Ichigo tendrá que ir más allá de cualquier límite que haya alcanzado antes.
Urahara, que escuchaba la conversación con interés, sonrió levemente.
Urahara:—Ese chico... siempre tiene un truco bajo la manga. Lo ha demostrado antes y no dudo que lo hará aquí. Pero esta vez, será una prueba mucho más peligrosa. —Aunque hablaba con confianza, la seriedad en su rostro era inusual.
Finalmente, Isshin, el padre de Ichigo, se unió a la conversación con una sonrisa confiada.
Isshin:—Ese es mi hijo. Está acostumbrado a enfrentar lo imposible, y siempre encuentra la manera. Pero... —su expresión se tornó seria—. Hades no es como cualquier oponente al que se haya enfrentado. Para ganar, Ichigo tendrá que sacar lo mejor de sí mismo, y Hades también.
Las hermanas de Ichigo, Yuzu y Karin, escuchaban atentamente, sus rostros llenos de preocupación y expectativa. A pesar de su nerviosismo, ambas tenían una fe absoluta en su hermano.
Yoruichi, quien había permanecido en silencio, agregó finalmente:
Yoruichi:—Esto es solo el principio. Lo que estamos viendo ahora es una introducción a una batalla que nadie en esta arena olvidará.
En silencio, todos volvieron sus miradas hacia Ichigo y Hades, preguntándose qué rumbo tomaría la pelea cuando ambos comenzaran a liberar sus verdaderas fuerzas.
Hades, después de haber sido lanzado contra el muro, se puso de pie con dificultad pero sin perder su dignidad.
Sus ojos, oscuros y llenos de determinación, se fijaron en Ichigo mientras recuperaba el aliento y su postura.
Sin embargo, algo llamó su atención: una aura azul comenzó a rodear el cuerpo de Ichigo, mientras la enorme Zanpakuto que sostenía brillaba intensamente en un tono plateado, irradiando una energía casi palpable que electrificó el ambiente.
Ichigo levantó su espada, llevándola hacia atrás, y el aura a su alrededor se intensificó, arremolinándose en un torbellino de poder. Su voz resonó en la arena como un trueno:
Ichigo:—Getsuga Tenshou!
Con un movimiento potente, Ichigo trazó un arco con su espada hacia adelante, liberando una media luna de energía cortante que se expandió rápidamente en dirección a Hades.
La técnica era devastadora, una oleada de poder puro en forma de media luna que cortaba el aire y el espacio mismo a su paso. El ataque se acercaba a Hades a una velocidad vertiginosa, dejando un rastro de energía azul detrás de él.
Hades apenas tuvo tiempo de reaccionar; sus ojos se abrieron, comprendiendo la magnitud del ataque en el último segundo.
La energía de la Getsuga Tenshou impactó de lleno contra el dios del inframundo, y una explosión abrumadora sacudió la arena, haciendo que la tierra temblara y que una nube densa de polvo y energía se levantara hacia el cielo.
El estruendo fue tan poderoso que el silencio se apoderó de toda la arena. Los dioses en las gradas, que hasta ahora habían observado con confianza, quedaron boquiabiertos, sus expresiones llenas de incredulidad.
Algunos miraban con temor, mientras otros observaban la nube de polvo que aún cubría el lugar donde Hades había sido golpeado, sin poder creer que alguien, mucho menos un humano, hubiera logrado un ataque de tal magnitud contra el rey del inframundo.
La audiencia humana, por otro lado, contenía la respiración, expectante. Los amigos de Ichigo lo observaban con ojos llenos de asombro y orgullo, reconociendo en él una fuerza que pocos habían visto desplegar con tal intensidad.
A medida que el polvo comenzaba a asentarse, la figura de Hades se vislumbró en el centro del cráter que la explosión había dejado en el suelo. Sin embargo, no se movía, y todos esperaban ansiosamente para ver si el dios del inframundo había resistido el impacto devastador del Getsuga Tenshou.
Geir:—Va-vaya... ¡¡Eso fue increíble!! ¡¡No puedo creer que mandara a volar a Hades!!
Brunhilde solo aparto la mirada sonriendo con orgullo al ver al dios en el suelo!!
Ares:—¿C-cómo pudo...? ¡¿Qué tipo de técnica podría golpear a Hades de esa manera?
Hermes:—Por lo que pude ver, él concentro su energia en un solo punto oxease la punta de su espada y con la suficiente energia cargada al realizar un swing desato aquella energia explosiva una Tecnica sin duda letal!
Ichigo:—Hades rey del inframundo cierto? No te guardo rencor ni nada pero aquellos que alcen su espada ante aquellos que no se puedan defender por si solos no merecen ser llamados Dioses el juzgar a toda una raza por las acciones de pocos solo demuestra cuan equivocados están por eso mismo yo peleare ante ti porque yo no peleo por la humanidad solamente yo peleo por todas sus almas!
Hades, aún aturdido por el impacto del Getsuga Tenshou, se levantó lentamente.
Un dolor punzante recorría su pecho, donde una profunda herida abierta dejaba ver las marcas del corte de la espada de Ichigo.
La sangre oscura de un dios se deslizaba lentamente, pero Hades, imperturbable, se puso de pie con dignidad y miró a Ichigo con una mezcla de curiosidad y respeto.
Hades:—Dime algo, humano... —su voz resonó en la arena, profunda y solemne—. Para ti, ¿Qué significa ser un rey? Porque, después de todo, eres el heredero de uno, ¿no es así?
La pregunta de Hades hizo eco en la arena, y un silencio absoluto cayó sobre la multitud. Los espectadores, dioses y humanos por igual, miraron a Ichigo, intrigados, esperando su respuesta.
Ichigo sostuvo su espada con firmeza y sin titubear, lo miró a los ojos y respondió en voz alta, su tono lleno de convicción y desafío:
Ichigo:—¡No me importa ser un rey! —exclamó, su voz llena de fuerza—. Pero sí me importa proteger a mis amigos. Quienes se atrevan a atacarlos, se las verán conmigo. Y si alguien me dice que acepte un destino impuesto, entonces... —alzó su espada, apuntando directamente al cielo—. ¡Tomaré mi espada y romperé ese destino! ¡No permitiré que otros decidan por mí ni por los que amo!
El impacto de sus palabras dejó a todos en un silencio reverente. Los humanos en las gradas lo miraban con asombro, inspirados por su determinación.
Los dioses, por su parte, observaban con una mezcla de sorpresa y respeto, notando en Ichigo una fuerza de voluntad poco común entre los mortales.
Pero fue Hades quien mostró la reacción más inesperada.
El dios agachó la cabeza, y una sonrisa se apoderó de su rostro.
En lugar de una mirada arrogante o de menosprecio, el rey del inframundo comenzó a reír.
No era una risa de burla ni de desprecio; era una risa profunda, cargada de respeto y comprensión. La seriedad en su rostro dio paso a una expresión de sincera admiración, algo raro en un dios.
Ares:—Que estrepitosa carcajada...Nunca había visto eso de Hades.
Hermes:—Tampoco yo...diría igualmente sorprendido!
Ichigo, desconcertado, frunció el ceño y le lanzó una mirada inquisitiva.
Ichigo:—¿De qué te ríes? —preguntó, sin comprender el motivo de su reacción.
Hades se rascó la cabeza mientras trataba de calmar su risa.
Hades detuvo su risa y alzó su bidente, sosteniéndolo firmemente, mientras miraba a Ichigo con una intensidad renovada.
Hades:—Esa autoridad con la que has hablado... esa convicción en tu voz, esa voluntad de desafiar cualquier destino... —Hades suspiró, y sus ojos se suavizaron por un instante—. Me recuerdan a alguien, a un ser que alguna vez significó mucho para mí... mi querido hermano, Poseidón.
La mención de su hermano caído dejó en silencio a los dioses, que comprendieron de inmediato el peso de esas palabras.
Hades:—Él era más noble que cualquier otro dios, más firme que cualquier otro, y era el dios más digno del titulo de rey.
Hades estaba reconociendo a Ichigo como un guerrero digno, uno cuya determinación le hacía recordar al dios del mar, quien había sido un símbolo de fuerza y autoridad inquebrantable.
Hades:—Poseidón también fue alguien que desafió su destino y luchó hasta el final por lo que creía —continuó Hades, con una leve sonrisa que denotaba un profundo respeto—. Y ahora veo en ti ese mismo espíritu. Por eso, Ichigo Kurosaki, a partir de este momento... te considero un igual.
La arena se llenó de una tensión sagrada. Ichigo y Hades se miraban como iguales, como dos guerreros unidos por el respeto mutuo y la determinación de no ceder ante el destino. La batalla había tomado un nuevo significado, y todos en la arena, humanos y dioses, comprendieron que no sería solo una lucha de fuerza, sino de ideales y convicciones.
Ichigo:—¿Todavía estás dispuesto a pelear, señor del inframundo?
Hades:—Por supuesto juro por su nombre... y como su hermano mayor...Yo Me niego a ceder ante un simple rey de los hombres.
Hades, decidido a hacer honor a las palabras de respeto que había dirigido a Ichigo, sujetó su bidente con renovada intensidad. Su mirada se oscureció, y un aura sombría lo envolvió mientras flexionaba las piernas, adoptando una postura diferente a su habitual, con el extremo inferior de su lanza apuntando directamente hacia Ichigo.
En silencio, Hades exhaló, sus ojos abiertos de par en par, y en un instante se lanzó contra Ichigo a una velocidad descomunal, moviéndose como un rayo oscuro que se abalanzaba sobre su enemigo.
La postura era inusual para el dios del inframundo, quien usualmente se caracterizaba por el manejo sólido y estable de su lanza.
POR LO TANTO...
No era por impulso, sino la manera apropiada de luchar con la lanza.
Esta vez, sin embargo, su mano se deslizaba con rapidez por el mango del bidente mientras se balanceaba hacia el frente, generando tal fricción y velocidad que el puño de Hades y el asta de su arma estallaron en llamas.
Los espectadores enmudecieron ante el espectáculo de poder; las llamas eran oscuras, como si ardieran desde las mismas profundidades del inframundo.
Ares:—Está sosteniendo su lanza muy arriba ¿Qué clase de postura es esa?
Con un grito de guerra ensordecedor, el rey de los muertos reunió todas sus fuerzas y lanzó un golpe aplastante hacia abajo, directo contra Ichigo.
El impacto fue tan rápido y feroz que parecía destinado a partir a su oponente en dos.
¡¡¡PERSEFONE TITAN: DESTRUCTOR DE LA TIERRA!!!
Ichigo, en un acto reflejo, alzó su Zanpakuto al aire y logró detener el bidente antes de que lo alcanzara completamente.
Sin embargo, la fuerza de Hades era monumental; Ichigo sintió el peso inmenso del arma del dios presionando contra su espada, y sus pies comenzaron a hundirse en el suelo bajo la presión.
Hades, sin mostrar compasión alguna, aplicó más y más fuerza, apretando los dientes mientras presionaba con todo su poder.
Hades:—Intenta tomar todo esto...Shinigami Con un rugido que resonó por toda la arena, el dios del inframundo balanceó su peso hacia abajo, doblando el mango del bidente casi hasta el límite.
La única parte del arma que permanecía en alto eran los horcones, que ahora aplastaban con su poder a Ichigo, sometiéndolo con una presión inconmensurable.
Hades:—Yo... soy el rey del inframundo... ¡HADES!
La fuerza del ataque de Hades creó una presión titánica, catapultándolo hacia arriba y colocándolo justo por encima de Ichigo, mientras lo aplastaba con su bidente desde las alturas.
Hades:—Cae... ¡¡Y HAZTE PEDAZOS!!
Una densa nube de polvo se elevó y cubrió la mitad de la arena, oscureciendo la vista de todos los presentes.
En medio de la polvareda, la figura de Hades se distinguía claramente, aún sosteniéndose de su bidente, su cuerpo suspendido en el aire, observando fijamente hacia abajo con una calma intimidante.
Finalmente, Hades se balanceó con elegancia, liberando las hojas de su bidente de la roca en la que habían quedado enterradas.
Con una agilidad sorprendente para un dios de su tamaño y estatura, aterrizó grácilmente en el suelo, su bidente recargado sobre su hombro.
Dio la espalda al enorme cráter de escombros que había dejado con su golpe, la tierra destrozada y el polvo aún en el aire.
Los dioses en las gradas observaban en silencio, sorprendidos por la exhibición de fuerza desatada del rey del inframundo. Los humanos, por su parte, miraban la nube de polvo con una mezcla de miedo y esperanza, esperando a ver si Ichigo había sobrevivido a tal ataque.
Heindall:—¡¡¡ICHIGO KUROSAKI FUE APLASTADO SERA QUE ACASO EL FUE DERROTADO!!! Heimdall estaba a punto de levantar su brazo y declarar la victoria de Hades cuando algo extraño comenzó a suceder en el cráter donde Ichigo había sido enterrado.
Pequeñas esferas de energía azul y negra emergieron de entre los escombros, flotando como luciérnagas en medio del caos.
Ichigo:—Corta las nubes del cielo, Rompe la tierra debajo de tus pies, Separa los inmensos mares, y ROMPE EL DESTINO!
La tierra tembló furiosamente, y una gran concentración de poder empezó a acumularse en el centro del cráter.
Hades, que hasta ahora había permanecido imperturbable, observó con cautela el fenómeno.
De repente, un delgado pilar de energía se alzó hacia el cielo desde el centro de los escombros, seguido de una pequeña explosión de llamas negras que dispersaron el polvo y fragmentos de roca por toda la arena.
Cuando el humo y las llamas comenzaron a disiparse, la figura de Ichigo se hizo visible entre las sombras.
Se encontraba de pie, con una apariencia completamente renovada. Su kimono ahora era más largo y rasgado en la parte inferior, dándole un aspecto salvaje y poderoso, mientras que pequeños trozos de armadura grisácea en forma de "X" cubrían sus brazos, piernas y pecho.
Pero el cambio más sorprendente era su Zanpakuto. En lugar de la enorme cuchilla de antes, ahora sostenía una katana delgada y elegante, con una belleza mortal. El lado sin filo de la hoja tenía bordes dentados, y el mango de la espada era negro, de aspecto ergonómico y envuelto en una cadena que se enroscaba alrededor de su brazo, añadiendo un toque aún más intimidante.
Ichigo respiró hondo y balanceó su nueva espada con firmeza, disipando el polvo y el viento a su alrededor. Sus ojos estaban fijos en Hades, llenos de una renovada determinación.
Alzó la katana, apuntando directamente al dios del inframundo, y su voz resonó en la arena con una fuerza implacable:
Ichigo:—Esto aún no termina.
¡¡¡Fullbringer de Ichigo: Moon Slayer!!!
Los dioses en las gradas contuvieron la respiración, sorprendidos por la transformación de Ichigo y la energía que ahora irradiaba. La tensión en el aire era palpable, y la multitud humana, al ver que Ichigo seguía en pie, estalló en vítores y gritos de ánimo, asombrados y emocionados por el poder que su héroe estaba demostrando.
Hades, con una ligera sonrisa que denotaba respeto y emoción, ajustó su agarre en el bidente, listo para enfrentarse a Ichigo en esta nueva fase de la batalla. En ese instante, los dos guerreros, dios y humano, se prepararon para una confrontación aún más feroz, con la arena temblando bajo la presión de sus energías.
Fin del capitulo que les parecio?
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