Capítulo 9

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¿No les ha pasado que creen en los fantasmas pero cuando miran uno igual se asustan? Bueno, algo parecido le sucedió a Hoseok quien iba corriendo con mucha dificultad sobre la nieve. Algo que es muy poco recomendable. Sus pies se deslizaron sobre hielo congelado y no pudo detener su paso hasta que un árbol lo detuvo.

Hoseok se quejó por el fuerte dolor de los golpes, dándose cuenta que no era buena idea moverse pues dolía en varias zonas y muy fuerte. Sus ojos se movieron con preocupación de un lado a otro, viendo los árboles cubiertos de nieve y sintiéndose muy desorientado.

Se había asustado por ese chico, ¿Estaba loco? o, ¿Realmente era el dios de los árboles? ¿Él había encontrado un dios? Pero si era así, había sido un idiota al correr, simplemente no pudo controlarse, ¿que tal si ese dios lo enfermaba o algo? Respiró profunda y dolorosamente.

Intentó levantarse sobre sus brazos, pues el frío de la nieve comenzaba a mojar su ropa y penetrar su piel. Pero el dolor se lo impidió, volviendo a caer sobre la nieve. Comenzó a sollozar algo asustado porque no conocía a nadie allí y no pidió ni siquiera el número de la cabaña para llamar y que lo vinieran a ayudar.

─ ¡Ayuda! ─ Gritó mirando entre los árboles. ─ ¡Auxilio!

Hoseok escuchó el viento ser el único en responderle mientras se movía entre los árboles helados. Volvió a sollozar con bastante miedo, preguntándose si el dolor disminuiría en algunos minutos y así al menos poder levantarse. Pero varios minutos pasaron y él se sentía peor, su cuerpo se sintió entumecido por el frío, haciéndolo sentir más débil y con los golpes solamente pudo arrastrarse un poco sobre la nieve mientras sollozaba con miedo.

─ No te muevas. ─ Hoseok se giró algo asustado y luego frunció el rostro por el dolor. Reconoció al chico que había visto en el pasillo de la cabaña y, aunque en realidad no eran conocidos, aquello le dio cierto alivio. Pero luego recordó al extraño chico árbol y algo vino a su mente.

─ ¿C-Cómo me encontraste? ─ Preguntó mientras se arrastraba en sentido contrario cada vez que el chico daba un paso hacia él.

─ No te muevas. ─Volvió a repetir el chico, ya algo molesto.

─ ¡¿C-Cómo me encontraste?! ─ Preguntó Hoseok bastante asustado.

El contrario bufó.

─ Humanos... ─ Dijo molesto. ─ Estás lastimado, ¿Quieres morir aquí del frío? Porque puedo irme.

─ N-No... ─ Hoseok extendió una mano hacia el desconocido cuando éste amagó girarse para irse.

El chico suspiró y caminó hacia él. Se agachó frente a Hoseok y primero ambos se vieron a los ojos, el pelinaranja contuvo el aliento al ver los ojos del contrario cambiar a un profundo azul, juró ver nieve caer en su fría mirada.

─ ¿Q-Quién eres? ─ Preguntó cuando el contrario colocó una mano helada en su rostro. Fue entonces cuando Hoseok notó que el contrario no usaba un abrigo. Vestía ropa normal como si de un simple día de verano se tratara.

─ Soy Jungkook, el dios del hielo. ─ Se presentó. ─ Tú eres el "dios nuevo" del que todos hablan. No entiendo como no se dieron cuenta de que eres humano. Todos están intentando adivinar sobre qué gobiernas.

Hoseok tragó saliva, se trataba del mismísimo dios del hielo y él sabía que si de un dios se tratase, el hecho de la existencia de una enfermedad como ICE Heart, se le podría atribuir a él. Pero no era simplemente Jungkook, todos esos dioses que estaban allí eran culpables.

El chico de los ojos azules levantó la mirada y volvió a ver directo a sus ojos.

─ Me odias. ─ Le dijo y Hoseok se asustó. El contrario suspiró. ─Sé todo lo que sucede sobre esta nieve, por eso pude encontrarte.

Hoseok parpadeó varias veces, volviendo a unir los puntos. Con la llegada del dios del hielo vendría la nieve, era lógico.

─ Voy a llevarte a la cabaña. ─ Le dijo Jungkook colocando con cuidado un brazo bajo las piernas de Hoseok y el otro tras su cintura. Hoseok tembló de frío, pues la piel del chico era igual o más helada que la nieve mojada.

Se encogió por el dolor entre sus brazos y se dejó cargar. Jungkook caminó sobre la nieve como si se tratara de cualquier suelo, sus zapatos no se hundían y no dejaba huella por donde iba, como si fuera un fantasma.

Llevó a Hoseok de vuelta a la cabaña y entró ignorando a todos, quienes los observaron pasar bastante extrañados de que Jungkook cargara a Hoseok. Sin embargo, nadie preguntó nada. Jungkook llegó a la habitación a la par de la suya y esperó a que Hoseok sacara su llave. El pelinaranja pudo abrir con algo de dificultad y así entraron a la habitación.

Jungkook colocó a Hoseok a un lado de la gran cama y rápidamente comenzó a quitar el abrigo. Hoseok sostuvo las manos del dios para detenerlo.

─ Si no quito la ropa mojada podrías enfermar, además debo ver los golpes que te diste para ayudarte, humano. ─ Le dijo.

─D-Deja de llamarme humano, soy Hoseok. ─ Le dijo soltando la fría mano y sintiendo sus mejillas sonrojarse.

El pelinaranja suspiró y cerró sus ojos dejándose hacer, mientras las frías manos lo desnudaban con cuidado. Le parecía una gran ironía que ese dios lo estuviera ayudando. Abrió los ojos preocupado, preguntándose si Jungkook podría escuchar sus pensamientos, pero el dios no mostró ninguna reacción.

Pero, ¿Cómo supo que lo odiaba?

─ ¿Lees mi mente? ─ Preguntó, Jungkook se giró a él y sacó su camisa.

─ No.

─ ¿Cómo supiste que te odio? ─ Preguntó Hoseok y se dió una bofetada interna por decirle eso a ese dios.

─ Si me miras con esos ojos, es fácil saberlo. ─ Le dijo Jungkook mirándolo a los ojos unos segundos. ─ Es la regla más importante de la Tierra de dioses. No odiar.

Hoseok mordió su labio. De repente recordando el motivo por el cual odiaba a los dioses y en específico a ese dios.

─ ¿Por qué rompiste las putas reglas? ─ Le preguntó a Jungkook y éste se detuvo de doblar la ropa. En ese momento Hoseok se dió cuenta que estaba solamente en ropa interior haciendo una pregunta como era.

─ No pude evitarlo. ─ Le dijo Jungkook y Hoseok jadeó y se encogió cuando una fría mano acarició su costado.

─ ¿Q-Qué? ─ Dijo con sus dientes tiritando por la helada caricia sobre su golpe. El frío trayendo cierto alivio.

─ No es de tu incumbencia, humano. ─ Le dijo Jungkook mirándolo directo a los ojos.

Hoseok se sintió intimidado pero recordó su llamada con Seokjin antes de ir al bosque.

─ ¡Si lo es! ¡Por tu culpa mi amigo tiene ICE Heart!

Jungkook movió un poco su mano sobre la zona inflamada.

─ Parece que sabes mucho. ─ Le dijo levantando la mirada. ─ Y a la vez sabes poco.

Hoseok lo miró algo desconcertado.

─ Eso no importa. Si eres el culpable de ICE Heart entonces puedes curarlo, tienes que curarlo. Descongela su corazón. ─ Exigió con firmeza, mirando directamente en los fríos ojos del contrario.

Jungkook suspiró y negó con la cabeza.

─ No puedo hacer eso. ─ Le dijo.

─ ¿No puedes o no quieres? ─ Preguntó Hoseok ahora con algo de desesperación.─ ¿Enfermas a las personas y no puedes curarlas?

─ Es una maldición. ─ Le dijo Jungkook. ─ No puedo controlarla como crees.

Hoseok bufó.

─ Mi amigo va a morir y ni siquiera te importa. ¿Les importa siquiera el hecho de que muchas personas están muriendo porque rompieron las putas reglas? ─ Jungkook volvió a ver directo en esos ojos y por un momento pensó que aquellos eran casi igual de fríos que los suyos.

─ Tu golpe no ha sido tan fuerte. Los golpes en el hielo son algo exagerados. ─ Le dijo ignorando al humano. ─ Estarás mejor mañana.

─ Mi amigo va a morir porque rompiste las putas reglas. ─ Le reclamó Hoseok con enojo.

Jungkook suspiró y bajó la mirada. Se puso de pie para salir de la habitación, entonces Hoseok tuvo miedo. Estaba en un lugar desconocido lleno de personas desconocidas y se encontraba golpeado.

─ N-No te vayas. ─ Pidió cuando Jungkook caminó hacia la salida.

El dios se giró a verlo, bastante confundido.

─ Pero me odias. ─ Le dijo Jungkook.

─ Pero tengo... miedo de estar solo. ─ Le dijo el pelinaranja.

Jungkook lo miró con algo de recelo.

─ Soy un dios, me odias. ─ Le recordó. ─ ¿Ahora quieres que te acompañe porque tienes miedo?

─ ¿No es eso lo que las personas hacen cuando tienen miedo? ─ Le preguntó Hoseok. ─ Le piden a un dios que los acompañe y los cuide.

Jungkook bajó la mirada de nuevo, pensando al respecto. Sus ojos se tornaron café de nuevo y así se acercó a la cama y se sentó al lado de Hoseok.

Hoseok lo observó por unos segundos y luego cerró sus ojos, sintiéndose bastante cansado y su mente estando bastante difusa.Tenía mucho que pensar con todo lo que había sucedido.

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