Capítulo 28

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Hoseok quedó confundido con la llamada que lo había despertado de su sueño, se quedó observando su celular hasta que notó la ventana de la habitación temblando por el viento de la tormenta de nieve que parecía hacerse más fuerte con cada segundo. Sus ojos se quedaron perdidos en el fondo neblinoso que se miraba interrumpido por algunos segundos cuando el viento cambiaba de dirección.

Tragó saliva y se levantó de la cama para poder tomar agua, tomó uno de los botes que Jungkook dejaba ahora en su habitación para que Hosek no tuviera que ir a la propia por agua. Lo abrió y a medida que el agua iba bajando por su garganta sus lágrimas se deslizaban por sus mejillas.

¿Por qué se besaron? ¿Por qué lo deseaba tanto? Dejó la botella vacía en la mesa y limpió con demasiada fuerza las lágrimas en sus mejillas. La ventana volvió a resonar y Hoseok giró su cabeza bruscamente para verla. Encendió la luz de su celular para poder ver que ya era pasada la media noche.

Su celular comenzaba a llenarse de mensajes y era bastante doloroso ver como muchos comenzaban con un "aunque estés muerto quería felicitarte..." Hoseok lo había olvidado. Había olvidado por completo su cumpleaños. Un suave sollozo salió de su garganta sin poder entender por qué se sentía tan triste y vacía. Puso su celular sobre la mesa y con ambas manos presionó su pecho porque no soportaba el dolor.

Necesitaba huir. Necesitaba huir de ese lugar.

La ventana volvió a resonar y Hoseok girara su rostro bruscamente para verla. Era un gesto algo nervioso y ansioso. Corrió hacia el pasillo sin siquiera calzarse o abrigarse. En el pasillo respiró profundo y corrió hasta llegar a la entrada de la cabaña. Abrió la puerta y sin entender el porqué corrió a la nieve.

Su pecho dolía demasiado, sus pies resintieron el frío de la nieve de forma instantánea, pero no le importó mientras corría con dificultad hacia los árboles. Su mente se preguntó algunos segundos el por qué no había corrido hacia el sendero, pero pronto el pensamiento quedó en el olvido. Su cuerpo comenzó a temblar violentamente impidiéndole correr más y abrazó un árbol sintiendo el dolor en sus extremidades por el frío.

Sollozó por el dolor y con dificultad giró su rostro viendo alrededor lo que sus ojos alcanzaban a ver en la tormenta. Se dejó caer porque no soportaba el dolor. Había personas que describían la muerte por congelamiento como una muerte dulce, como morir mientras duermes. Esas personas no saben nada sobre la muerte. Hoseok pensó que ésta era definitivamente una de las muertes más terroríficas, porque estaba seguro que moriría en ese lugar.

Mientras Hoseok temblaba con demasiada fuerza en un último intento de su cuerpo por mantener el calor. Los fríos ojos de Jungkook lo observaban. El dios del hielo escuchaba los gritos del humano y lo observaba retorcerse sobre la nieve. Lo había visto morir tantas veces de la misma forma. Lo había hecho sufrir tantas veces de la misma forma, viéndolo morir lentamente en la nieve, viéndolo rogar por ayuda.

Jungkook sollozó con fuerza mientras se acercaba a él y lo tomaba entre sus brazos.

─ L-Lo siento. ─ Le dijo Hoseok temblando entre sus brazos al reconocerlo.─ L-Lo s-siento.

─ ¿Por qué te disculpas? ─ Le preguntó el dios del hielo.

─ N-No l-lo sse... ─ Le respondió el humano intentando tomarse de la ropa de Jungkook pero fallando por no poder controlar sus manos.

Jungkook tomó sus manos y las colocó sobre su ropa, luego tomó su rostro entre sus manos y besó sus temblorosos labios. La tormenta se detuvo al instante dejando solamente suaves copos cayendo del cielo. Se separó del humano y acarició su cabello.

─ No vuelvas a correr hacia la tormenta. ─ Le dijo mientras lo levantaba de la nieve. ─ Ya no tienes que hacerlo, vive una larga vida conmigo.

Hoseok no podía responder pues buscaba refugiarse en el calor del chico que lo sostenía. Caminaron de vuelta a la cabaña y al entrar se encontraron con Soobin. Hoseok no podía dejar de temblar en los brazos de Jungkook y aunque esa era la señal más obvia de que el humano no era un dios, Soobin dijo:

─ Me pregunto sobre qué gobierna Hoseok.

Jungkook lo observó con algo de confusión pero ignorándolo se dirigió a la habitación. Al tan solo entrar empujó a Hoseok contra la puerta dejando que éste jadeara por la sorpresa. Soltó suavemente sus piernas dejando que este se esforzara un poco para mantenerse de pie. Hoseok envolvió sus brazos en su cuello para no caerse.

Jungkook tomó su rostro con ambas manos y lo besó de nuevo, no lo dejó respirar ni pensar, solamente lo besó profundamente dejando que sus lenguas se acariciaran e impidiéndole respirar correctamente. Suaves quejidos y gemidos se escuchaban del humano mientras cerraba sus ojos con fuerza. Jungkook lo besó así hasta que la saliva comenzó a escurrir de sus labios.

Se separó para dejarlo tomar aliento.

─ ¡Detente! ─ Le pidió Hoseok entre jadeos, sin poder evitar llorar. ─ Por favor...

Jungkook lo ignoró volviendo a besarlo, haciendo temblar al cansado humano. Hoseok no podía seguirle el ritmo, solamente dejarlo adueñarse de su boca y sentir su lengua. Sus brazos se deslizaron hasta caer por lo que Jungkook soltó su rostro y sostuvo su cintura con un brazo apegándose a su cuerpo.

Ambos jadearon cuando el espacio entre ellos quedó por completo eliminado.

El dios del hielo se detuvo de nuevo para que Hoseok pudiera respirar correctamente unos segundos.

─ Por favor... ─ Volvió a rogarle Hoseok. ─ Ya, ya estoy enamorado de tí, por favor... detente. Te odio, te odio, te o...

Jungkook lo detuvo con otro beso mientras ambos se deslizaban al suelo lentamente, lo besó hasta volver a dejarlo sin aliento.

─ Deja de odiarme. ─ Le pidió Jungkook mirándolo a los ojos y Hoseok negó con la cabeza mientras observaba sus profundos ojos azules.

Se sentía tan confundido, ¿Por qué se sentía así?

─ N-No puedo. ─ Le dijo. ─ Eres un-n dios, por su culpa murió mi mamá, por ustedes enfermó Namjoon y...

Hoseok cerró sus ojos cuando Jungkook se acercó de nuevo con la intención de besarlo, pero éste se detuvo un poco antes de que sus labios rozaran. Hoseok abrió sus ojos y lo observó de cerca.

─ Me violaron. ─ Le dijo Jungkook y el humano parpadeó con algo de confusión.

Jungkook suspiró y tomó al humano, cargandolo para llevarlo a la cama. Lo colocó sobre el colchón y subió sobre él para mantenerlo caliente. Hoseok cerró sus ojos, sus mejillas se sonrojaron a pesar de estár pálido.

─ No entiendo. ─ Susurró.

─ Por eso no pude perdonarlos. ─ Le dijo Jungkook y Hoseok recordó lo que hablaron en la banca. ─ Me atraparon cuando cumplí ocho años, después de eso vendieron mi cuerpo a cualquier extraño, hasta que morí mientras me violaban a los veinticinco años.

Hoseok lo miró sin poder creerlo.

─ Por eso me hicieron un demidios. Pero nunca pude perdonarlos, nunca pude dejar de odiarlos. ─ Hoseok sintió una punzada en el pecho y jadeó cerrando sus ojos con fuerza.

─ ¿Por qué duele tanto? ─ Le preguntó al dios del hielo cuando sintió una fría lágrima caer en su mejilla.

Jungkook llevó una mano a su mejilla.

─ Es mejor que no lo sepas. ─ Le dijo acariciando suavemente y observando a Hoseok abrir sus ojos lentamente. ─ Si lo sabes dolerá mucho más.

Hoseok lo miró y suspiró intentando calmarse.

─ Tengo miedo. ─ Le dijo. ─ Por favor... no me hagas daño. ─ Le pidió a Jungkook sintiéndose demasiado vulnerable.

─ No lo haré. ─ Respondió el dios del hielo mientras acariciaba el rostro de Hoseok, éste parpadeó lentamente. ─ Te dije que si me amabas iba a corresponder, solo deja de odiarme.

─ Lo intentaré... ─ Le dijo Hoseok cerrando sus ojos ya demasiado cansado. ─ Al dios que me dejó sin salida...

Jungkook sonrió y rió un poco por lo terco que era.

─ Duerme. Pronto se irá el frío. ─ Susurró Jungkook deslizando su mano desde el rostro hasta el pecho del chico bajo él. ─ Lamentablemente, volverá, pero... yo voy a cuidarte.

Hoseok asintió apenas, sin entender por qué Jungkook lo estaba tratando así, ¿A dónde estaban las palabras filosas? Suspiró cuando el frió comenzó a irse y pronto se quedó dormido.

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