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Tenía hambre, sed y a la vez se sentía débil y con demasiado frío. Sabía, según lo que le contaba Seokjin sobre la condición de Namjoon, que la enfermedad apenas comenzaba. No podía dejar de llorar porque por un lado estaba demasiado feliz por su amigo, porque Hoseok realmente creía que Namjoon merecía continuar su vida, especialmente con un novio tan enamorado que se quedó a su lado a pesar de que iba a morir.

Pero no sabía que la única forma era entregando su vida. En un pequeño momento de desesperación Hoseok incluso pensó que podría pedirle a Jungkook pasar la enfermedad a un desconocido. Pero no era lo correcto, no podía simplemente arruinar la vida de alguien solamente porque no lo conocía y por tanto "no le iba a afectar."

Pensó tantas cosas hasta que finalmente aceptó que ahora él tenía ICE Heart y tal vez ese sería un buen momento para llamar a su padre y explicarle que su único hijo no iba a regresar. Porque Hoseok no creía siquiera poder cruzar el camino que lo trajo hacia ese pequeño pueblo donde en la cabaña lejana vivían los dioses expulsados sin que ellos supieran.

Sus dientes estaban tiritando a pesar de estar abrigado y extendió sus temblorosas manos a su celular. Trago espesa saliva por la sed y buscó el contacto de su padre. Lo marcó suspirando profundo y esperó a que el mayor contestara.

─ Hijo mío, por fin te acuerdas de éste viejito. ─ Saludó dramático. ─ ¿Cómo va tu viaje y cuando vendrás a visitar?

La garganta de Hoseok se apretó y sintió un gran nudo. Respiró profundo.

─ Va bien... ─ Le dijo. ─ He conocido muchos lugares muy extraños.

─ ¿Tienes frío? ─ Preguntó el mayor por la voz y respiración temblorosa del menor.

Hoseok levantó la mirada y pudo ver por la ventana que la nieve caía lentamente.

─ S-Si... está nevando. ─ Le dijo.

─Recuerda abrigarte bien, no vayas a resfriar mientras estás de viaje. Creeme, eso arruina toda la diversión.─ Hoseok rió un poco.

─ Voy a abrigarme bien, no te preocupes. ─ Le dijo dándose cuenta de que simplemente no podía decirle. ─ Te extraño.

─ Yo también, pero así es la vida. ─ Le dijo el mayor. ─ Uno cría a los hijos para que al final lo dejen abandonado.

Hoseok volvió a reír al igual que su padre.

─ Te quiero, papá.─ Le dijo.

─ Yo también, hijito, envía fotos. Por ti me pondré esos feos lentes para ver. ─ Hoseok volvió a reír.

─ Lo haré. ─ Le dijo. ─ Adiós, papá.

─ Llama pronto. ─ Su papá colgó la llamada y entonces Hoseok llevó su mano a su pecho y presionó sobre su corazón.

Él realmente no quería morir. No quería morir. Se levantó aunque su cuerpo temblara y corrió hacia afuera atravesando el pasillo, agradeciendo que no hubiera nadie en la sala de la cabaña. Salió y el frío del exterior azotó su cuerpo helado. Caminó con dificultad mientras jadeaba hasta que cayó de rodillas sobre la nieve temblando demasiado. Cerró sus ojos con miedo.

─ No deberías estar afuera. ─ Levantó el rostro para ver directo a los fríos ojos azules del dios que le estaba quitando la vida. ─ El frío sólo va a empeorar tu condición.

Hoseok no pudo evitar que sus lágrimas cayeran.

─ No quiero morir. ─ Le dijo. ─ Por favor, no quiero morir.

─ Es más fácil morir y reencarnar. ─ Le dijo Jungkook. ─ Podrás tener una buena vida sin esta enfermedad.

─ ¡No quiero! ─ Le gritó Hoseok. ─ ¡No quiero dejar solo a mi papá! ¡No quiero dejar a mis amigos!

Jungkook dió un paso hacia él y se agachó frente a él.

─ Tendrás otro papá y nuevos amigos. ─ Le dijo y Hoseok negó con la cabeza.

─ ¡No es justo! ─ Le dijo sollozando. ─ ¡Por tu culpa debo morir! ¡No es j-justo!

─ Querías que curara a tu amigo, pero esta es la única forma. ─ Explicó Jungkook.

─ P-Por favor. ─ Le rogó Hoseok.

El dios del hielo miró directo a los ojos que tanto odio le mostraban y suspiró. Extendió una mano al rostro de Hoseok y éste cerró los ojos esperando el frío toque. Sin embargo, este no llegó, al contrario de lo que había sentido antes, la mano de Jungkook se sintió tan cálida sobre su piel que llevó sus manos desesperadamente a ella para que éstas se calentaran un poco.

Abrió sus ojos otra vez, observando los ojos azules del contrario mientras temblaba violentamente por el frío. Jungkook quitó su mano de su rostro y llevó ambas manos a la cintura del pelinaranja, lo atrajo hacia él en un abrazo y Hoseok no pudo evitar envolver sus brazos en su cuello y apretar sus piernas en las caderas del contrario.

El dios del hielo llevó sus manos a la piernas del humano y se levantó para llevarlo al interior de la cabaña. Hoseok estaba tan confundido, ¿Por qué? ¿Por qué Jungkook se sentía tan cálido? Su cuerpo comenzaba a calentarse con el calor que parecía emanar del cuerpo de Jungkook y él no podía evitar apegarse más.

El pelinaranja no supo hacia donde era llevado hasta que Jungkook se sentó en su propia cama y él abrió los ojos sintiéndose más cálido.

Se giró para ver completamente desconcertado en esos ojos azules.

─Si te vas. ─ Le dijo Jungkook. ─ Podrás morir en algún hospital y reencarnar en una mejor vida.

Hoseok temblaba entre sus brazos. El dios del hielo suspiró y llevó una mano sobre el pecho de Hoseok, colocándola sobre el corazón que volvía a latir calidamente.

─ Si te quedas, podrás vivir, podrías intentar vivir en el pequeño pueblo. ─ Ofreció Jungkook. ─ El ICE Heart nunca se irá. ─ Explicó. ─ Pero... solamente el dios del hielo puede traer calidez a un corazón congelado. ─ Recitó Jungkook, el único regalo que le habían dado al expulsarlo de la tierra de dioses.

Hoseok lo miró a los ojos un poco confundido, intentando entender lo que Jungkook le decía.

A un corazón congelado.

Pensó Hoseok, era solamente a uno, ¿No era así? Por eso Jungkook no podía curar a todas las personas. Pero era su culpa, el mismo dios que había congelado su corazón era el único que podía darle calidez.

Sollozó y golpeó el pecho de Jungkook débilmente.

─ Te odio. ─ Le dijo volviendo a golpear y lo odiaba más porque sabía que probablemente los golpes de un simple humano no hacían nada a un dios.

Poco sabía Hoseok que lo que más lastimaba a Jungkook eran sus palabras y sus ojos llenos de odio.

─ Lo siento. ─ Le dijo Jungkook y Hoseok solamente se inclinó dejando su frente en el hombro del contrario.

─ Te odio. ─ Volvió a repetir el humano.

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Hola! Espero estén disfrutando mucho esta historia!

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