Capítulo 10
Segunda actualización del día ❤
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Era la madrugada, el momento más oscuro de la noche, justo antes del amanecer. Jungkook se encontraba sentada en la banca vacía a la que se llegaba por el sendero. Miraba hacia el horizonte mientras lágrimas heladas caían por sus mejillas y se congelaban antes de llegar a su barbilla, era una sensación un poco molesta pero era lo que menos le importaba. Porque a esa hora era la única hora en lo que podía desahogarse.
Tres personas habían muerto por ICE Heart el día anterior y Jungkook se preguntaba cuántos más tendrían que morir por su culpa. No le importaban sus lágrimas, pues sabía que éstas se convertirían en perlas en el fondo del mar, luego serían encontradas por los humanos con si fueran un bello tesoro. Aunque no supieran cuánto dolor traían escondidas tras el llanto de un dios que había sido expulsado de la tierra de dioses.
Los demás dioses le habían dicho que pasaría, como todas las demás enfermedades, en algún punto encontrarían una cura o simplemente la enfermedad iría desapareciendo cuando todos los infectados murieran. Todos sabían lo que se sentía saber que era su culpa, pero no había forma de remediarlo, porque las reglas de la tierra de dioses no se podían cambiar y lastimosamente los humanos terminarían sufriendo por su poca capacidad.
Ahora la presencia del extraño humano de cabellos naranja estaba aumentando un poco su culpa y dolor, pues clamaba que su amigo estaba enfermo por su culpa y aunque así lo fuera, él tenía pocas posibilidades de poder salvarlo. Al menos no se daría de forma sencilla y sería difícil explicarle al humano, que tenía su corazón lleno de odio, cuál era la única forma de calentar un corazón congelado y cuál sería la única forma de salvar a su amigo.
Jungkook suspiró temblorosamente mientras más lágrimas caían congelándose en sus mejillas.
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Hoseok despertó de golpe, respirando agitadamente, el último recuerdo que tenía era de Jungkook sentado a su lado mientras él se dormía. Miró hacia la ventana y no podía creer que hubiera dormido toda la noche, como si tuviera tiempo. Se asustó cuando al levantarse su costado ardió por el golpe, los demás golpes parecían haber sido leves. Se sostuvo y fue entonces cuando se dió cuenta que estaba usando ropa. Volteó a ver rápidamente su maleta pero solamente la encontró abierta.
No parecía que Jungkook hubiera curioseado en sus pertenencias.
Es más, Hoseok apostaba a que el dios del hielo simplemente había tomado lo primero que miró, pues él jamás habría combinado esa camisa con ese pantalón. Caminó sosteniendo su costado hasta el baño y descubrió que su celular estaba en la cama al verlo a través del reflejo del espejo. Respiró profundo y caminó de regreso a la cama para tomarlo y encender la pantalla.
Fue entonces cuando su mundo se vino abajo. Habían muchas llamadas perdidas de Seokjin, sus manos temblaron haciendo difícil regresar la llamada y Hoseok mordisqueó sus labios nerviosamente mientras esperaba a que el novio de su mejor amigo contestara.
─ Hola, Hoseok. ─ Su corazón casi se detuvo al escuchar a Seokjin llorando.
─ No digas que murió, por favor. ─ Dijo Hoseok sentándose en la cama porque sentía que se iba a desmayar.
─ No, pero nos asustó a todos. ─ Le dijo Seokjin, Hoseok suspiró con alivio. ─ Su corazón se detuvo unos segundos y pensamos lo peor, pero lograron traerlo de vuelta. Pero, Hoseok. creo que lo mejor es que vengas. El doctor dijo que nos prepararamos, que todos debíamos prepararnos para su partida.
─ Lo encontré. ─ Le dijo Hoseok.
─ ¿Qué?
─ Encontré al dios del hielo. ─ Le dijo. ─ Él es el responsable de ICE Heart, no me lo dijo directamente, pero por su reacción lo supe.
─ ¿Lo dices en serio? ¿Y él... va a curar a Namjoon? ─ Una gota de esperanza se escuchaba en la voz del novio enamorado de su mejor amigo.
─ Me dijo que no puede, pero yo se que sí. Voy a obligarlo a hacerlo, Seokjin, él tiene que hacerlo. ─ Le dijo Hoseok. ─ Lo que pasa es que me caí y me golpee, pero ya estoy mejor. Pero te prometo que no lo dejaré tranquilo hasta que cure a Namjoon, no tiene otra opción.
La llamada acabó con algunas notas de esperanza entre los dos chicos, realmente esperaban que Namjoon pudiera ser curado. Por eso Hoseok se apresuró a bañarse, aunque con algo de dificultad por el golpe. Se secó su cabello con cuidado y se vistió como el normalmente lo hacía, luego de colocar un collar se acercó al espejo y aplicó algo de maquillaje. Suspiró al finalizar recordando a Namjoon.
Luego se miró con decisión y se señaló a sí mismo al espejo.
─ Hoseok. ─ Se dijo a sí mismo. ─ Hoy vas a seguir a ese dios de pacotilla, hasta que se harte y decida curar a Namjoon.
Respiró profundo y salió de su habitación con decisión hasta llegar a la puerta de la habitación de al lado. Comenzó a golpear la puerta con su puño.
─ ¡Jungkook! ¡Hola! ─ Llamó y esperó un rato, pero el chico no abría la puerta, por lo que volvió a golpear la madera con sus nudillos, esta vez un poco más fuerte. ─ ¡Hola!
─ Hola.
Hoseok dió un salto del susto y luego sostuvo sus costado por el dolor que el movimiento brusco había ocasionado.
─ No estoy en mi habitación. ─ Le dijo Jungkook con una sonrisa.
─ No me digas. ─ Le dijo Hoseok sarcásticamente. Respiró profundo y se enderezó. ─ Vengo a exigir que cures a Namjoon.
─ ¿A quién? ─ Preguntó Jungkook, Hoseok no pudo evitar ver a sus ojos, eran cafés. Pensó que aquello había sido su imaginación, él juró verlos azules.
─ A Namjoon. ─ Le dijo. ─ Mi mejor amigo, está en una cama de hospital por tu culpa.
Jungkook suspiró e intentó entrar a su habitación para evitar al pelinaranja.
─ Debes hacerlo. ─ Le dijo Hoseok metiendo un brazo en su camino. Jungkook lo observó con una ceja levantada. ¿Qué le pasaba a ese humano?
Jungkook avanzó dos pasos hacia Hoseok, acercándose demasiado e intimidando al humano. Fue entonces que Hoseok notó lo musculoso que el dios era y un poco más algo y grueso que él. Tragó saliva y se enderezó.
─ Debes curar a Namjoon. ─ Le dijo. ─ Si no lo haces...
─ Si no lo hago, ¿Qué? ─ Preguntó Jungkook. ─ ¿Vas a amenazar a un dios?
Hoseok tragó saliva ante la pregunta pero el recuerdo de la casi muerte de su amigo lo inspiró a seguir.
─ Lo haré si es necesario. ─ Le dijo, sus ojos ardiendo en odio, tanto así que se cristalizaron mostrando que el pelinaranja estaba apunto de llorar del enojo.─ ¡Eres un idiota! ¡Te crees la gran cosa porque eres un dios, pero ni siquiera estás en la tierra de dioses, estás aquí con el resto de humanos! ¡¿Sabes por qué?! ¡¿Por qué no pudiste seguir las putas reglas?!
Jungkook sonrió y negó con la cabeza, le habían dolido las palabras del humano, pero estaba dispuesto a pasarlas por alto.
─ ¡Es culpa de ustedes! ¡De todos ustedes! ─ Le gritó Hoseok a la cara. ─ ¡Por tu culpa se está muriendo mi mejor amigo y por culpa de otro estúpido dios murió mi mamá!
Jungkook observó a los ojos del humano, algo desconcertado con la confesión.
─ ¡¿Qué?! ─ Le dijo Hoseok. ─ ¡Si! ¡Mi mamá murió por culpa de una nueva enfermedad desconocida, idiota! ¡Y ahora mi mejor amigo! ¡No es justo! ¡Haz algo, tienes que curarlo!
Jungkook respiró profundo y negó con la cabeza.
─ No puedo hacerlo, aunque grites. ─ Le dijo con tranquilidad, intentando no alterar más al pelinaranja. ─ No puedo.
─ ¡Si puedes! ¡Yo sé que si! Pero eres un egoísta, apuesto a que por eso te expulsaron de la tierra de dioses. ─ Jungkook mostró sus ojos azules, pues estaba molesto con el humano. Los vidrios de las ventanas del pasillo temblaron con el fuerte viento de la repentina ventisca haciendo a Hoseok asustarse.
─ No sabes nada, humano. ─ Le dijo Jungkook y se metió a su habitación, tiró la puerta y entonces el viento se calmó.
Hoseok llevó una mano a su pecho y respiró profundo. Se acercó a la puerta del dios del hielo y colocó una mano sobre ésta.
─ Por favor... no le queda mucho tiempo. ─ Susurró mientras sentía las lágrimas contenidas caer, pero Jungkook no volvió a salir de la habitación por el resto de la mañana.
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