EunJin y Nayeon estuvieron de acuerdo con el castaño en que TaeHyung debería avisarle a JiMin, por lo que el rubio se encontraba yendo con su mejor amigo hacía la empresa del alfa pelinegro.

—¿Y si está ocupado?

—No lo estará para ti.

—¿Y qué tal si está en una reunión?

—Se saldrá sólo porque eres tú.

—¿Y si...

—TaeHyung —MinHo detuvo su andar antes de entrar al enorme edificio—. ¿No crees que el solo hecho de que vengas sin avisarle hará que se preocupe y dejara de hacer lo que este haciendo sólo por ti?

TaeHyung no dijo nada, por lo que continuó caminando con MinHo.

Llegaron a la recepción y notó que no estaba la chica de la última vez, tendría que presentarse de nuevo.

—Buenas tardes, ¿En qué podemos ayudarle? —preguntó la omega.

—Buenas tardes, vinimos a ver al señor Park, soy un amigo, ¿Se encuentra aquí? —preguntó TaeHyung, aunque él ya sabía que sí se encontraba.

—¿Para qué lo busca? —esta vez la pregunta no fue tan amable, sino más bien un poco tosca.

—Necesito hablar con él y...

—Lo siento, no puedo dejarlo pasar, no tengo autorización de dejar pasar a nadie.

MinHo frunció el ceño ante el tono de voz de la omega, no le estaba agrandando para nada.

—Señorita, mi amigo necesita hablar con tu jefe urgentemente —le dijo MinHo esta vez.

—Señor, ya le expliqué porque no puedo dejarlo pasar.

—Escúchame bien, señorita, mi amigo es...

—¿Tae hyung? ¿Lino? —la voz de Christopher se escuchó detrás—. ¿Qué sucede?

—Disculpe, joven Bang, estos omegas quieren ver al alfa Park, pero no tengo permiso de dejarlos entrar —se explicó la omega

—¿Tú trabajo no es solo ayudar a las personas con sus dudas e informar sobre dónde queda cada lugar? Creí que el que decidía quién entraba o no a la oficina de mi hermano era ChangBin hyung directamente allá arriba.

—Oh, bueno, yo...

—Creo que Hana te lo explicó antes de irse de vacaciones, Seo Jin.

—Es que creo que es más seguro para el señor Park —se excusó la omega.

—Por eso te encargas de decirle a ChangBin hyung quién sube para que él decida si lo deja pasar o no —el alfa vió a los dos omegas—. Vámonos, yo los llevo, y tú —señaló a la omega—, sólo cumple con lo que te enseñaron, y por si se te olvida, aquí hay cámaras y personal de seguridad en todos lados, aquí ven hasta cuando van al baño, la seguridad no es algo de lo que debas preocuparte.

Los tres chicos se fueron dejando sola a la omega, quien los veía irse.

—Así que él es el susodicho TaeHyung —murmuró mientras veía al rubio a lo lejos.

—Esa tipa no me da buena espina —dijo MinHo mientras subían en el ascensor.

—Creo que le gusta JiMin hyung —ambos omegas miraron a Christopher.

—¿Por qué lo dices? —preguntó MinHo.

—Bueno, por alguna razón no le gusta cuando otro omega va a la oficina de hyung, siempre pide ser ella la que le lleve los papeles, hace bien su trabajo, no lo voy a negar, pero he visto cómo ve a JiMin hyung —explicó.

TaeHyung iba a decir algo más, pero las puertas se abrieron, decidió no seguir hablando e ir hasta donde JiMin.

—ChangBin hyung —saludó Christopher.

—Hola, Chris —miró al omega rubio—. TaeHyung, es lindo tenerte por aquí —ahora vió al omega castaño—. Y tú debes ser MinHo.

—Hola, hyung, ¿JiMin está en la oficina? —preguntó directamente TaeHyung.

—Si, le encantará verte por aquí.

—Le dices, confía en él —le dijo MinHo antes de ir a la oficina de JiMin.

Cuando estuvo enfrente de esta tocó la puerta, obteniendo un «adelante» como respuesta.

—Hola —Saludó el omega, captando la atención del alfa.

—TaeHyung —el omega sonrió mientras se acercaba—. Saliste temprano.

TaeHyung se mordió el labio, dudoso de contarle lo que había vivido.

Confía en él. Recordó las palabras de MinHo, animándose a hablar.

—Bueno, de hecho... Sucedió algo.

JiMin dejó de sonreír cambiándola por una mueca de preocupación.

—¿Qué sucedió?

TaeHyung tomó la silla que estaba enfrente del escritorio y la arrastró hasta al lado de JiMin, siendo todo en vano porque cuando se iba a sentar JiMin lo sostuvo de la cintura sentándolo en sus piernas.

—Esa silla es incómoda, está mejor esta —se excusó, el omega riendo por lo lindo que era el alfa—, pero en serio, ¿Qué pasó?

—Bueno, yo... Tuve un novio cuando estaba en la universidad —empezó a contar.

—Me habías contado una vez, ¿Su apellido era Jeon, no?

—Sí, bueno, hoy lo ví en la cafetería, y me dijo que quería hablar conmigo y acepté.

—Me imagino que no salió bien —adivinó.

—Me preguntó si tenía novio y le dije que sí, entonces se enojo y empezó a decir que yo no podía tener novio porque yo era suyo y un poco de cosas más, casi me golpea.

—¿Casi?

—MinHo me salvó, JungKook me dijo que no se quedaría así, y bueno... Me da miedo que intente hacer algo.

JiMin no dijo nada, solo asintió mientras analizaba la situación.

—MinHo me dijo que debía decirte, pero tal vez no sea importante, no te preocupes.

—No —se apresuró a decir—. Si se trata de tu seguridad es importante, no sabemos lo que es capaz de hacer el chico.

—¿Y qué hacemos?

—Podría pagarle a alguien para que esté como guardia en la tienda, aunque tendría que hablar con Nayeon.

—¿Y si va a mi casa?

—Uhm... ¿Y si te vienes a vivir a mi casa por un tiempo? —propuso—. Sólo sería temporal mientras las cosas se calman, o si te sientes más cómodo en tu casa no tengo problema, podría llevarme algunas de mis cosas y tal vez...

—No, me gustaría quedarme en tu casa —interrumpió—. Tengo curiosidad de saber cómo es la casa de un millonario.

—Es simple.

—Tan simple que podría comprarme un yate con solo lo que hay en la sala —él alfa rió—. ¿Cuándo empezaríamos por mi mudanza temporal?

—¿Hoy? Podríamos buscar la ropa luego de que termine esto aquí y durante el resto de la semana ir buscando más ropa, ¿Te parece bien? —le preguntó acariciando su cintura por debajo de la tela.

—Me parece perfecto.