—Oye, ¿TaeHyung se golpeó otra vez con una mesa o qué onda? —Le susurro EunJin a la omega al ver a su amigo sonriendo.

No es que TaeHyung no sonriera con frecuencia, pero es que era algo tan raro, es decir, ¿TaeHyung sonriendo un lunes a las ocho de la mañana? No era cosa de todos los días.

A menos que...

—TaeHyung, ¿tú y... ya son novios? —Se atrevió a preguntar Nayeon, obteniendo un asentimiento por parte del omega quien no dejó de sonreír.

EunJin pegó un mini grito que fue silenciado cuando todos la voltearon ver, luego dijo un «disculpen» y se acercó hasta su amigo.

—¿Desde cuándo? —Le pregunto la beta.

—Desde el sábado.

—¿O sea qué después que ustedes se fueran él...? —Dejó la pregunta al aire y el omega volvió a asentir—. Joder, tienes un novio millonario y guapo —La campana del local sonó—. Y hablando del rey de roma...

EunJin se fue dejando a TaeHyung con el alfa, quien sonrió al verlo.

—Buenos días, ¿qué va a pedir? —Le preguntó mientras se hacía el que no lo conocía

—Buenos días, quisiera un café frío, por favor —El alfa entendió el juego del menor y decidí seguirle la corriente.

—Enseguida. —Tomó uno de los vasos y un marcador—. ¿Cuál es su nombre?

—Park JiMin, alias novio de TaeHyung. —El omega lo miró con las mejillas sonrojadas.

—Enseguida se lo traigo.

Luego de unos minutos, el café ya estuvo listo, JiMin pagó y antes de irse, como el primer día que conoció a TaeHyung le dijo:

—Bonita caligrafía —Le guiñó un ojo y salió del local.

El omega se quedó viendo al alfa mientras salía con una sonrisa boba, escuchando un chillido por parte de su amiga.

JiMin entró a la empresa siendo esperado por ChangBin en la entrada, este quedando en shock al ver lo que estaba escrito en el vaso de café.

“Novio de Mimi <3” era lo que decía, JiMin sonrió al ver la cara de su amigo y el de otras personas que al parecer leyeron lo que su novio había escrito, tal vez no se estuvieran tomando eso de la discreción en serio, pero no lo culpen.

Él amaba a su novio, ¿por qué ocultarlo?

—Cierra la boca, se te van a meter las moscas.

—¡Si se lo pediste! —Chilló el beta pasando un brazo por los hombros de su amigo.

—Ya me estaba tardando —Se limitó a decir.

—Estoy muy feliz por ti, Ji, pero ¿No dijiste que querían ser discretos?

—Sí, a veces soy muy doble moral.

Subieron hasta el piso donde estaba su oficina, cuando entró en esta vió a Christopher sentado en su silla.

—¿Tú por aquí tan temprano? ¿Te caiste de la cama?

—Qué divertido —Respondió sarcásticamente, parándose de la silla para dársela a su hermano.

El alfa menor tomó el vaso leyendo lo que decía, mirando a su hermano con una sonrisa.

—¿Ya son novios?

—Sí —Dijo con una sonrisa.

—Ugh, seguro van a ser de esas parejitas cursis —Hizo una mueca de solo pensarlo.

—¿Viniste aquí solo para fastidiar o qué?

—Si, sobre eso... —Se rascó la nuca

—¿Qué le hiciste, Christopher?

—¡No hice nada, lo juro! Sólo... Le conté sobre, ya sabes.

—Tus aventuras —No hizo falta preguntar, Christopher asintió—. ¿Qué te dijo?

—Bueno, me dijo que no le molesta mi pasado, pero tiene miedo de que yo...

—Lo engañes.

—...Sí.

—No es para menos, si yo fuera ese chico también desconfiaría —El alfa menor se entristeció un poco—. Ya vas llegando a la edad donde la mayoría de personas ya no buscan algo de una noche, ese chico tiene miedo de que lo usen.

—Pero no lo haré.

—Demuestraselo, no te digo que le compres regalos, las pequeñas acciones también cuentan, por más cursis que suenen.

—¿Cómo qué?

—Irlo a buscar después del trabajo y llevarlo a su casa, puede ser, o también invitarlo a algún parque y sentarse a conversar, es cuestión de cada persona.

—Eso hizo usted con Tae hyung —Dijo al reconocer que eso era lo que JiMin había estado haciendo.

—Y ahora él y yo somos novios —Finalizó, dejando que su hermano decidiera si tomar en cuenta lo que le había dicho.

Todo dependía de él.