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En Japón vivía una pequeña niña de 7 años, sus cabellos castaños y ojos cafés oscuro, era muy alegre, su mas grande sueño era ser la mejor patinadora artística que pudiera existir, solo eso pasaba por la mente de esa niña pero algo ocurrió que arruino su sueño pero le dio una vida de fama y fortuna en su lugar:

— ¡vamos Yuki apurate! — le gritaba la menor a su hermano mientras corría hacia el río muy entusiasmada.

— Espera ___, ¡no corras tan rápido! — este al contrario ya estaba cansado de correr y al llegar al lugar callo al suelo cubierto de nieve rendido por el cansancio. — No debiste correr así, podías lastimarte — 

—Perdón Onii-chan— dijo la menor haciendo un pequeño puchero.

— Se que no lo dices enserio pero te perdono — le dedico una sonrisa a su hermana pequeña para después levantarse y tomarla en sus brazos.

— ¿Ya vamos a Patinar Yuki? — dijo muy emocionada la castaña mientras miraba el río que estaba congelado por el invierno.

— Claro que si, ya quiero ver como has mejorado — comento este con una sonrisa mientras sentaba a su hermana menor en una roca y le ponía los patines.

— Te vas a quedar así como "Wooow Onee-Chan eres increíble" — dijo la pequeña imitando la voz de su hermano a lo que este solo soltó una risa.

— Listo, ahora muestrame lo que tienes y ya veremos si tendré esa reacción —

La pequeña entro al hielo para después comenzar a patinar a su corta edad ya sabia distintos tipos de saltos aunque tuviera algunas fallas en ellos, cuando se decidía a mostrarle el nuevo salto que había aprendido a su hermano el hielo se rompió causando que cayera al agua, esta no sabia nadar así que se hundió directamente.

— ¡____!— grito asustado el mayor mientras tomaba fuerzas para entrar al agua.

El castaño se dio cuenta que su hermana estaba por morir, el estaba siendo un cobarde, derrepente vio a alguien entrar al agua y después salir con su la niña en brazos, lo que lo hizo suspirar de alivio pero a la vez se sentía culpable.

— Llegue a tiempo, me alegro que ella este bien — dijo el chico desconocido con una sonrisa mientras colocaba a la menor en el suelo y tocaba la frente de esta.

— Gracias por salvarla — dijo cabizbajo el castaño.

El desconocido lo volteo a ver y le dedicó una sonrisa, sus cabellos eran negros, su tez blanca y algo delgado.

— Mi nombre es Yuri Katsuki — comento mientras se levantaba con la pequeña en brazos sin dejar de ver al contrario.

— El mio es Yuki Aoyama — le dijo con una leve sonrisa ya que estaba demasiado preocupado por su hermana en esos momentos.

— Ella estará bien, no te preocupes Yuki — le dedico una sonrisa para calmar al castaño lo cual funciono.

La pequeña se recupero pero algo estaba diferente en ella, al acercarse a una pista de hielo le daban ataques de miedo, dejo su sueño por completo, decidió ser bailarina lo cual al su tiempo le trajo fama y fortuna.
Cuando cumplió sus 9 años fue a Rusia a un concurso de ballet, estaba totalmente feliz por aquel logro de su parte, su hermano iba con ella a cualquier parte ahora era muy sobre-protector con ella pero no era como si le importara mucho, al llegar al lugar paso por el montón de fans que tenia en ese momento entre ellos estaba un joven mayor de edad que llevaba en brazos a su nieto de la misma que la bailarina, al pasar delante de ellos solo chasqueo la lengua llamando la atención de su abuelo.

— No se que le ven a esta chica — se sentía un poco molesto por aquel momento que estaba pasando.

Miro directamente a la chica analizando cada parte de ella, su vestido era rosa pastel al igual que sus zapatillas, sus cabello castaño largo hasta la cintura este era ondulado algo que se le hizo curioso y en su cabello una corona de rosas del mismo color que su vestido.

— Yuri cuando la veas bailar te darás cuenta de porque la admiran de esta manera — comento tranquilamente el mayor poniendo su mano en la cabeza de su nieto.

Entraron a el auditorio, se sentaron en sus respectivos asientos y el rubio solamente suspiro al ver que las luces se apagaban.

— Esto va a ser muy aburrido abuelo de seguro yo bailo ballet mejor que ella — dijo molesto el pequeño rubio pero su abuelo no contesto ya que estaba por comenzar la presentación.

Cuando empezó era un baile normal, muy simple al parecer del rubio, ahora le veía menor razón a el porque la admiraban pero de un momento para otro la musica cambio a una mas rápida, la chica se movía como si nada al compás de la musica, daba saltos muy altos e impresionantes, la musica cambiaba constantemente de tono y eso preocupó un poco al menor.

— Abuelo, si ella sigue así se cansara antes de terminar — no podía dejar de ver pero necesitaba decir a su abuelo tal cosa que estaba notando.

— No pasara nada — le comento para después voltear a ver al menor quien miraba atento la presentación para después sonreír.

Después de un rato termino la presentación y la castaña estaba como si nada, se notaba cansancio pero solo un poco.

— Es increíble — comento el pequeño con un brillo en los ojos, había encontrado a alguien además de Viktor Nikiforov a quien admirar.

Al salir de la presentación vio a la joven bailarina a lo que corrió hacia ella y la tomo de la muñeca con una sonrisa.

— E-es un gusto conocerte, m-me llamo Y-yuri Plisetsky y te admiro mucho. — el pequeño estaba realmente nervioso ya que estaba con la chica que admiraba pero también la tenia tomada de la muñeca.

— El gusto es mio, yo me llamo ___ Aoyama y me siento tan feliz por lo que me dijiste — esta le dedicó una sonrisa al rubio a lo cual este se sonrojo.

— ___ es hora de irnos — llego derrepente un castaño como de unos 19 años moviendo un par de veces la cabeza en seña de que lo siguiera.

— Ya es hora de irme Yuri — la pequeña se dio la vuelta dispuesta a caminar pero el menor no la soltaba.

— ¿nos volveremos a ver? — le dijo el rubio triste a lo que después de unos segundos sintió que la castaña lo abrazaba.

—¡Claro que si!, si algún día vas a Japón buscame y jugaremos juntos.— comento dándole un beso en la mejilla al contrario para después caminar hasta donde esta su hermano con una mirada un poco molesta ante presenciar aquel beso que le había dado su hermana al rubio — ¡Adios Yuri! — grito mientras corría hacia la entrada tomada de la mano de su hermano.

— Algún día iré a Japón para jugar ___, te lo prometo — susurro el pequeño mientras se acercaba a su abuelo.

— veo que tienes una nueva amiga — comento con una sonrisa el mayor a su nieto.

— Si pero se fue a Japón, Abuelo, ¿crees que algún día podre verla?— estaba un poco triste al pensar que había posibilidad de que nunca volvería a verla.

— Claro que si, solo deja que el tiempo se encargue de ello — comento mientras lo cargaba y caminaba hacia la salida.

— ____.. — susurro el rubio al recordar el beso que esta le había dado lo cual causo un sonrojo en sus mejillas.

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Hola aquí Rose-chan después de mucho tiempo con una historia que siempre quise publicar <3

Es que como se ha de notar amo a yurio asdfghjklñ :3
Y pues no debía faltar una fanfic de el *-*

Y si....actualizare pronto las demás lo juro :3

Las quiero

Chau *-*

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