08

[🐇]

El ruido proveniente del otro lado de la habitación la hizo despertar. Algo exaltada, se sentó en la cama con preocupación y abrió los ojos con rapidez.

—¡Lo siento! —gritó casi por instinto. Las cosas seguían en su memoria, y se despertó creyendo (y esperando) que todo lo sucedido en la madrugada hubiera sido nada más y nada menos que un sueño.

—Wow, tranquila chica —exclamó Yunjin, al verla tan alterada—¿tuviste pesadillas?—cuestionó la más alta, mientras terminaba de anudarse la pequeña corbata negra.

—Yo... anoche—sus palabras no lograban salir, como si algo no le permitiese hablar de aquello. A pesar de eso, lo agradeció, pues estaba a punto de contarle cómo había asesinado a alguien y después huido—. Si, solo un mal sueño.

—Claro... —repuso Yunjin sin darle mucha importancia.

—Yunjin —pero Hanni también quería saber si lo que sucedió había sido real—¿anoche no llegaste al dormitorio?

—Ah... —la pelirroja respondió nerviosa—no lo reportes con la supervisora ¿si? —pidió, juntando sus manos en señal de súplica —. Fui al dormitorio de Eunchae y vimos televisión hasta tarde. Sakura unnie nos obligó a ver las películas de Evangelion...

La más alta se quejó, rodando los ojos, terminando de ajustar el nudo y sonriendo feliz después de lograrlo a la perfección.

Hanni tragó saliva. Entonces de verdad no estuvo en la habitación. Notó la mirada preocupada de la más alta, y cómo esta se acercaba a ella.

—¡No te pongas triste, la próxima ves te invitaremos! —soltó Yunjin, tal vez porque la vio un poco pensativa—. De hecho, vine antes de ir con ellas, iba a preguntarte si querías acompañarnos, pero no estabas...

—¿Ah? —eso debió ser cuando salió —. No te preocupes Yunjin, solo estaba un poco preocupada.

Hanni le sonrió a su compañera y se talló los ojos. Lo único que se le ocurrió fue meterse al baño, para evitar que la viese más nerviosa de lo que ya se encontraba.

—Bien ¡si gustas te esperaremos hoy en el comedor, mismo lugar! —gritó la pelirroja desde el otro lado de la puerta, se notaba que llevaba prisa.

—Uhm, está bien, gracias.

Hanni solo pudo escuchar como la puerta de la habitación se abría y cerraba, marcando el hecho de que la estadounidense había salido de la recámara.

La vietnamita suspiró.

No necesitó darse un baño, así que simplemente se colocó el uniforme y tomó sus cosas para salir de ahí con la velocidad de un cohete.

Lo que necesitaba era encontrar a Kim Minji, o no estaría tranquila.

Cuando llegó a la escuela, el ambiente era el mismo que el de la mañana anterior. Ruido por todas partes acompañado de adolescentes dispersos por el lugar. El edificio era grande, por ende la cantidad de personas era equitativa. Hanni se sentía observada, nerviosa y hasta un poco amenazada debido a las circunstancias de la noche anterior.

Era evidente que la culpabilidad no saldría de ella, tal vez nunca lo haría.

Caminó por el corredor sintiéndose expuesta, ninguna de las personas ahí sabía lo que había hecho antes, pero internamente, creía que todos y cada uno la señalaban.

Quería esconderse.

La campana que marcaba el inicio de clases sonó, dándole una escapatoria rápida a la multitud.

Sin dudar ni un solo segundo, Hanni se escabulló entre todos los presentes, dirigiéndose al primer piso subterráneo. El ambiente ahí se sentía diferente, y hasta el aire se percibía un poco pesado, pero su suposición ante el fenómeno fue que se debía a que se encontraba en el subsuelo.

Encontró rápidamente el salón al que se dirigía y tomó asiento en una de las últimas butacas, dispuesta a pasar desapercibida el resto de su vida. No había muchas personas en el salón, y el docente que les implicaría la clase de "arte arquitectónico" no daba señales de llegar.

—Pham —una voz detrás de ella la hizo voltear alerta, estaba acostumbrándose un poco a las apariciones repentinas, pero sus reflejos estaban más que despiertos en esos momentos.

—Minji —la vietnamita se dejó llevar por todos esos horribles sentimientos que hasta ahora sentía dentro de ella, el miedo, la culpa. El nudo en su garganta fue notorio ante sus palabras.

Se abalanzó sobre la más alta soltando un berrido, estaba llorando.

—Oye Pham, tranquilízate —susurró Minji en su oído, mirando a los lados un tanto incomoda por la situación —. Hay muchas personas aquí, hablemos en otro lugar.

Los presentes en el salón si que las miraron con extrañeza, pues esas dos apenas se conocían como para estarse dando abrazos así de... desesperados.

Fine.

Minji jalo de la mano a la más baja y la sacó del cubículo, alejándose un poco de la entrada al aula.

—Todo está bien ¿si? —dijo la más alta, muy insistente—. Solo, evita parecer sospechosa si comienzan a preguntar algo.

—Minji, anoche... —Hanni intentó hablarle sobre el sitio web, sobre el video y sobre cómo mostraba a Pham ensuciándose las manos con la sangre de Kang, pero la pelinegra no la dejó.

—Nadie lo sabrá ¿bien? —volvió a insistir Kim, y parecía muy segura de aquello. Miró hacia los lados, rectificando que no hubiese nadie que las escuchara y se le acercó para hablarle en voz baja—. Solo ten mucho cuidado con las personas que hablas, y por favor, no quiero que lo menciones con nadie.

—Vi un... —Kim negó con la cabeza, tomándola por los hombros.

—Me encargué de ella, no la encontrarán. No puedes ser sospechosa, eres nueva y no la conocías ¿okey?

La insistencia de la más alta era sin duda una de las cualidades que Pham había reconocido, y con su poca experiencia, sabía que cuando decía algo lo decía en serio y se aferraba.

—Ten —escuchó Hanni, después de que la otra le tendiera un teléfono celular en sus manos, con la pantalla en la sección de "nuevo contacto" —. Dame tu número, así será más fácil saber de ti en caso de que algo suceda—la más alta dijo eso en una entonación casi monótona y con un semblante serio en el rostro. Hanni, sin abstenerse acató la orden y se registró un tanto extrañada—. Bien.

Sin más que decir, Minji le arrebató el móvil y pasó de largo desapareciendo en el salón de donde la había sacado.

¿Eso había sido todo? Ni siquiera la dejo hablar, ni siquiera le especificó qué procedía. Pretendía que sólo lo dejara pasar, como si no hubiera sido nada.

—Disculpa —Pham seguía en shock, parada en el mismo lugar en donde Minji la había dejado. —¿sabes si este salón es para la clase de arte?

—¿Uh? —salió del trance cuando visualizó frente a ella a una joven rubia, que traía consigo un mapa pequeño—. Si, aquí es.

—¡Muchas gracias! —repuso la contraria—no creerás que llevo aquí años y aún se me complica encontrar los salones, probablemente sea la dislexia...

Comentó la rubia frunciendo un poco el ceño y observando el papel que llevaba consigo.

Eso había sido algo aleatorio, pero no quito el hecho de que la vietnamita soltara una risa nerviosa.

—No te había visto por aquí —notó la chica rubia, mirándola con los ojos entrecerrados.

—Si... soy nueva. —habló Pham, rascando su nuca un tanto incomoda.

—Oh, vaya, en ese caso es un placer —la chica de dedos largos y finos le extendió la mano, en señal de saludo. Recibiendo el gesto, Pham apretó la extremidad contraria en señal de saludo.

—Igualmente —hasta ahora la vietnamita no conocía a muchas personas, algo muy contrario a sus planes del primer día. Pero sintió que se encontraba bastante bien en esos momentos, después del gran trauma, no quería conocer a más gente.

—Soy Jiwon.

Hanni no dijo mucho, solo asintió con la cabeza, sonriente, dejándose llevar por el camino de la chica que acababa de aparecer frente a ella, quien la hizo entrar de nuevo al salón. Las cosas de Pham se encontraban ya en la silla que había elegido hace unos minutos, y Jiwon, con mucha confianza tomó asiento en la butaca vacía a su lado.

Pham miró al rededor en búsqueda de Minji, la vio entrar al aula, e internamente esperaba que la de cejas prominentes se sentara a su lado. Por alguna razón, a pesar de que la misma la haya dejado con las palabras en la boca, y se haya encargado de un cuerpo inerte con mucha facilidad, sentía que estando junto a ella las cosas no irían tan mal, por lo menos si alguien descubría el paradero del cadáver de Haerin... o reconocía sus borrosos rostros en ese video, Minji parecía saber mentir bastante bien. Y a pesar de sus grandes esperanzas, solo se encontró con la espalda de la mencionada a varios asientos de distancia, específicamente hasta el frente, leyendo un libro tranquila.

—... y me dijo que buscara a una chica nueva, honestamente creo que debería tener cuidado, más que nada con Haerin, ha estado envuelta en varios problemas y nadie quiere... —¿qué?, Pham había perdido el hilo de la conversación (de la cual hasta ahora se había enterado ser partícipe) con Jiwon. Honestamente no le había prestado atención desde que se presentó, y por eso cuando por fin escuchó lo que decía, la tomó por sorpresa.—, ¡por eso decía que es curioso que tu también seas nueva!

La joven rubia terminó su plática con una sonrisa, mirándola, tal vez esperando una respuesta. La pobre no tenía idea de que Hanni no había escuchado nada más que las últimas frases de su historia, y mucho menos que la Haerin de la que hablaba se encontraba probablemente ya varios metros bajo tierra.

—¿Quién te dijo que buscaras a la nueva?—soltó Hanni, en voz baja, tratando de no llamar mucho la atención de Minji quien parecía estar muy concentrada en su libro—,  ¿y porqué crees que debería tener cuidado?

Jiwon abrió los ojos, como si aquello hubiera sido información que no debió soltar.

—Oh, no... solo —Hanni miró a la rubia con insistencia, y parecía que había convencido a la joven parlanchina de contarle lo que no debía. Rendida, y tal vez por el hecho de que le gustara mucho platicar de esas cosas, comenzó a soltar la sopa—. Verás, los padres de Haerin tienen dinero, y harían lo que fuera por sacar a esa chica de sus problemas.

Jiwon también se inclinó un poco para estar más cerca del rostro de Pham, y poder mantener el asunto un poco más privado.

—¿Pero qué clase de cosas? —cuestionó Hanni, como si no hubiera ya experimentado en sangre propia la crueldad del grupo social de Kang.

—No lo sé, pero, ha tenido unas cuantas peleas y muchos sospechan que ha estado involucrada en accidentes bastante fuertes —comentó Jiwon, con misterio, mirando al techo como si pensara en aquellas situaciones. —¡Oh, enero 2019! —exclamó, como si lo hubiera recordado—. Incluso salió un artículo en las noticias, puedes encontrarlo aún en internet—comentó aún con ese tono típico al momento de cotillear —. Hubo un accidente en los laboratorios del último piso subterraneo, una de las maestras resultó con varias quemaduras de segundo grado, la pobre docente terminó despedida, la escuela dijo que renunció por cuenta propia, pero yo no lo creo —negó con la cabeza, cruzándose de brazos y refunfuñando un poco—. Las noticias estaban repletas de artículos criticando a la mujer por negligencia con sus alumnos, muchos padres se quejaron pues pensaron que sus hijos pudieron haber salido lastimados, pero después de la investigación, salió otro artículo en donde dijeron que todas las medidas de seguridad se habían acatado a la perfección, y parecía que alguien hubiera roto un tubo de gas intencionalmente... —Jiwon seguía cruzada de brazos, buscando en los rincones de su mente esa información que parecía casi sacada de una historia de Sci-Fi—, lo raro aquí es que después de que saliera ese artículo, lo eliminaron a las horas por "información falsa y difamación" —hizo comillas con sus dedos, negando en desacuerdo—. Horas antes, algunos alumnos presentes en el accidente, donde por cierto, Hae estuvo, dijeron que Kang había amenazado a la maestra la mañana del accidente, solo porque no quiso dejarla presentar el examen práctico, ya que no llevaba el equipo solicitado.

Bueno, eso si que era sospechoso. Hanni también lo creía, mas que nada conociendo lo que fue capaz de hacer esa chiquilla.

—Unos cuantos días después, sus padres donaron al internado mucho dinero para remodelaciones y material, ya sabes; computadoras y pisos nuevos —Jiwon suspiró, casi sin creer lo que decía, y es que si parecía tan absurdo que con dinero hasta la vida se comprara—. Nadie volvió a tocar el tema, más que nada porque la dirección escolar dio un aviso donde mencionaba que sancionaría a todo aquél que siguiera difamando y que tomarían acciones legales —concluyó la rubia, recargándose en el respaldo de la silla—, al final como ves, la gente se olvidó rápidamente del asunto.

—¿Por qué haría eso? —pensó Hanni en voz alta, pero Jiwon lo escuchó.

—Creo que porque siempre ha sido así, obtiene lo que quiere de una manera u otra, está acostumbrada a ello —repuso la joven con seguridad—. Por lo mismo, se me hace bastante raro que se junte con Danielle, y que también Marsh la mantenga a su lado.

Su mente viajó de nuevo al día del pasillo, la discusión entre ambas que parecía un pleito extenso, y como es que Yunjin y las chicas se sorprendieron al no verla en la mesa de las extranjeras.

—Son muy unidas, ¿no? —se atrevió a preguntar, a pesar de notarse desde lejos.

—Bastante —recalcó Jiwon, jugando ahora con su lapicero y balanceando la silla.—, siempre piden habitación juntas, a pesar de que va contra las reglas, a menos que, claro tus padres paguen.

—Si, eso me lo contaron —destacó Pham, recordando los comentarios del grupo de Yunjin.

—Bueno —Jiwon detuvo su balanceo para poner los pies en el piso y acercarse cautelosa a Pham, con intenciones de decirle algo en secreto—, no debería contarte esto, pero pareces buena persona—susurró la de pelo claro.

Hanni alzó una ceja en notoria sorpresa y confusión.

—Parece que Haerin y Danielle ya no se hablan más —bueno, no eran nuevas noticias para la vietnamita, pero le intrigaba la situación. Superficialmente parecía haber sido un simple pleito entre amigas, pero mirar el trasfondo de todo le erizaba un poco la piel—. Marsh sigue en su habitación, y le pidió de favor a Aeri que se hiciera cargo de la práctica de hoy, entonces creo que tuvieron un pleito bastante fuerte, desde antes que comenzara el semestre.

—¿Hablaste con Marsh? —Jiwon pareció haber recordado algo, y también parecía tener la intención de decírselo, pero una mujer de estatura alta y tacones negros, que tenía un semblante de llevar varios años con experiencia en la docencia entró. Jiwon retrocedió con rapidez, sentándose adecuadamente. Le hizo un ademán con la mano, Hanni logró traducirlo como "hablaremos después" y ambas miraron hacia el frente, prestando total atención. O por lo menos Jiwon, pues Pham no se podía sacar de la cabeza todo lo que escuchó y vivió.

Era verdad que no estaba al cien por ciento en esos momentos, estaba dispersa, analizando más que nada lo que pudo haber pasado entre Minji y Haerin, y entre Haerin y Danielle. Su amor por la arquitectura era grande, pero sus deseo de descubrir lo que sucedía se habían vuelto un poco más que prioridad en esos días, por eso la última hora había estado en las nubes.

La señora Choi se encontraba hablando de diferentes tipos de arcos arquitectónicos, cuando una notificación en el celular de la vietnamita hizo que todos voltearan en su dirección, ya que el dispositivo no se encontraba en modo silencioso.

—Señorita Hanni, por favor coloque su celular en modo vibración o tendré que quitárselo. —Hanni, apenada asintió y sacó el mismo de su bolsillo. Mientras lo desbloqueaba para cambiar la configuración, logró ver la notificación en la barra, un mensaje.

¡Hola Hanni!
¿Será posible verte en el salón de teatro mas tarde? es importante ~.~
[08:50 am]

A la mitad de la siguiente clase, después del almuerzo
[08:51]

—Señorita Pham, no repetiré de nuevo que guarde su teléfono.

—Oh, yeah, I'm sorry —Hanni tecleó una confirmación rápidamente y después guardó el móvil en su mochila. Lo que menos quería era problemas en ese momento.

Estaba pensativa, y Minji lo notó, o algo así, pues no dejaba de mirarla como el día anterior. La diferencia de ahora, era que podía reclamarle y preguntarle directamente, sin rodeos y penas por parte de ninguna.

—Why are you looking at me dude? —articuló la de flequillo en dirección a Kim, la otra no tardó en comprender el mensaje y simplemente regresó su atención a su libreta.

Minji levantó el cuaderno un poco, tratando de mostrarle lo que había escrito en ese par de segundos.

"¿Quién te escribió?"

Oh, entonces lo notó.

Hanni negó con la cabeza agitando su mano en el aire, esperando que Kim captara que se refería a que no era nada importante (desde su punto de vista). Pasaron otro par de segundos antes de que la otra volviera su atención al lápiz y papel para escribir otra oración dirigida a la de flequillo.

"Hablaremos saliendo de clase"

Pham frunció el ceño por enésima vez, parecía que aquella reacción era la única que esa pelinegra le producía . Negó con la cabeza de nuevo, pero esta vez con más determinación y se dispuso a imitar las acciones comunicativas de Kim.

"No puedo, tengo cosas que hacer" aunque sus cosas por hacer se referían mas que nada a ir a desayunar con Yunjin y encontrar más información que pudiese servirle en caso de que alguien descubriera todo.

La campana volvió a sonar, marcando el final de la sesión y como pudo, Hanni recogió todas sus cosas para salir de ahí lo más rápido posible, evitando ser cualquier tipo de centro de atención. Minji ni siquiera pudo detenerla, pues cuando volteó para buscarla ya se encontraba en cualquier otro lugar, excepto el salón de artes.

No había cosa alguna o bebida mágica que calmara sus temblores. Cuando llegó a la cafetería su cuerpo le pedía a gritos una clase de calmante, los escalofríos involuntarios eran notables y su estómago parecía no querer volver a ingerir cosa alguna dentro de varios días. El simple pensamiento de recordar le provocaba un dolor que jamás había antes experimentado.

—Unnie, te traje una botella de agua. —Hyein había llegado de la nada, apareciendo frente a ella—. Te ves un poco pálida, me preocupas.

—Hyein, tu crees que... —la menor no la dejó terminar, solo abrió la botella y le colocó la parte de la boquilla en los labios.

—No pasará nada ¿bien?—la manera en que Lee le contestó sonó igual de determinante que Minji, tanto que la asustó un poco.—Nueva, si quieres dejarlo pasar debes evitar hablar de ello y no preocuparte por eso cada cinco minutos, de lo contrario alguien podría escucharte.

En cierta parte tenían razón, pero era algo que jamás le había sucedido y jamás se le cruzó por la mente hacer.

—Creeme que estoy agradecida, de que salvaras mi vida —la menor carraspeó, aclarando su voz—. Pero no podemos arriesgarnos a que todos lo sepan, por lo memos no por ahora.

Era verdad, aunque no era posible que controlara las reacciones de su cuerpo debido al trauma, no ayudaría si se mantenía alerta y con miedo todo el tiempo. Jiwon le comentó que la policía no podría llegar ahí en cualquier momento, pues era una institución deslindada del estado, por ende no podían acceder policías ni militares sin una orden o un caso urgente. Simplemente era seguridad contratada por la misma institución. Claro, eso no quería decir que fueran personas no-calificadas, al contrario, se trataba de gente con mucha experiencia en ese campo de trabajo, tenían armas e incluso una especie de placa en sus uniformes. Era seguridad privada para gente con dinero, obviamente era la mejor.

Hanni quería comentarle a Hyein lo que vio en esa página, recordó que el correo recibido hace unos días le mencionaba que no podía hablar de eso con nadie, pues era exclusivamente para quien recibiera la invitación, pero en esos momentos a Hanni le importaba poco continuar en la lista de esa tonta facultad, mucho menos si ese tipo de cosas venían involucradas.

Si le contaba a Hyein mataba a dos pájaros de un tiro, se deslindaba de la secta y conseguía ayuda de la menor.

—Vi un video anoche —la más joven pareció no captarlo bien, continuó comiendo su sándwich de jamón simplemente asintiendo en señal de que la otra siguiera hablando—. Estaba en una pagina, un link que me mandaron hace unos días por parte de la facultad central.

Hanni susurró aquello, y Hyein por un momento abrió los ojos, pero no dijo mucho, simplemente volvió a asentir. Bueno, Hanni tenía idea de que no había nada de relevante en contarle que vio un video si el contenido podría tratarse de cualquiera.

—Era el video de la cámara de Ha... —la mayor no pudo terminar de hablar, pues en ese momento llegaron el resto de chicas.

—¡Hola! —exclamó Eunchae, abalanzándose sobre Hyein—. Es raro que estes aquí antes que nosotras, tonta.

—Tenía hambre, anoche no pude cenar —Hyein alzó los hombros mirando a las tres chicas. Hanni se sorprendió por aquello, parecía que lo que le dijo hace unos segundos no resultara importante, actuaba como si no lo hubiera escuchado.

—Y parece que ustedes dos ya se conocían —intervino Yunjin, tomando asiento junto a Hanni.

—Si, el día de la asamblea general —asintió Lee, tomando de su jugo de manzana.

—¡Aww, mi niña está haciendo más amigos por su cuenta! —chilló Sakura, hundiendo en un abrazo fuerte a la menor.

—Disculpa a Hyein si de vez en cuando es un poco seca, es solitaria a pesar de saber que nosotras la queremos mucho—susurró Yunjin mirando a la menor ser atacada por Eunchae y Sakura con caricias en el rostro.

—De hecho, ella es bastante... adorable conmigo —insistió Pham, recordando lo qué pasó la noche anterior, la alegría al verla, las lágrimas cayendo por su rostro y el abrazo tranquilizante que le dio antes de marcharse.

Pero ahora parecía una persona completamente diferente, como si aquello no hubiera pasado y como si no la hubiera afectado, muy contrario a lo que vio. No entendía como esa pequeña era capaz de contener sus emociones cuál búnker de guerra.

—Es rara, pero es buena chica —concluyó Yunjin destacando lo que antes le había mencionado.

—¿Hyein, convenciste a la nueva de entrar al club de teatro? —habló Eunchae, aferrándose a su brazo y robando unos segundos su caja de jugo, dando un sorbo a la misma.

—Ella quiere entrar ¡entonces no tuve que convencerla! —exclamó la chica, con una sonrisa en el rostro. Arrebató la caja de las manos de Eunchae para tenerla de nuevo.

—Genial —ambas se sonrieron, parecían un par de niñas pequeñas emocionadas por tener un nuevo compañero de juegos—. Le pediré a  Yeeun que la meta en el elenco pronto.

—¿Elenco? —preguntó curiosa la vietnamita, atenta a saber que pasaba pues se trataba de ella.

—El club de teatro está dividido en dos —contó Hyein. Eunchae asintió, dándole la razón —, los que llevan ahí mucho tiempo, desde inicios en cualquier taller relacionado a las artes, y los de nuevo ingreso.

Hanni se sorprendió.

—Normalmente solo aceptan personas con experiencia o que han tomado talleres de arte en la misma institución. Por eso es complicado entrar siendo de nuevo ingreso —le siguió Eunchae —. Pero si obtienes una carta de recomendación, por parte de alguien dentro es un poco más rápido que te acepten.

—Es una lista larga, y lo raro es que no a todos les gusta el teatro —intervino Yunjin—. Solo les gusta la idea de estar cerca de Marsh.

—Pero bueno, en tu caso, estarás cerca de nosotras —bromeó Eunchae—, y seremos tus sunbae.

—¡Manchae! —regañó Sakura —. De nuevo, el respeto a tus mayores señorita—refunfuñó, dándole un pequeño zape a la de flequillo.

—Como sea —se cruzó de brazos, frunciendo las cejas —, pero es verdad. —susurró, ganándose un quejido por parte de Sakura y una risa por parte de Hanni. Genuinamente, esa era la primera vez que se reía en el día.

Todas se dedicaron a platicar un rato sobre como la semana pasaba con lentitud y sobre los platillos de la cafetería que últimamente carecían de sal (eso fue más que nada una opinión de Eunchae). Platicar de cosas tontas le hizo a Hanni olvidarse un rato de sus problemas, solo sentía de vez en cuando la mirada de Hyein, un tanto perdida y a su vez curiosa analizándola.

El receso terminó y justo cuando la chicharra sonó, Pham recibió un mensaje que la hizo quedarse a leerlo unos minutos más, mientras todos comenzaban a recoger sus cosas para ingresar de nuevo al edificio.

—Hann ¿no vienes?—preguntó Yunjin, a punto de caminar hacía adentro.

—Uh, vayan sin mi, las veré después —repuso la de flequillo, con un nudo en el estómago.

Sin mucho que hacer respecto a eso; las demás se retiraron. Hyein solo la miró con compasión y le sonrió agitando su mano en el aire, despidiéndose.

Te veo en treinta minutos, en el gimnasio
[10:00 am]

Soy Minji
[10:00 am]

Por la manera tan directa y al grano de escribir, careciente de emoticones y expresión, Pham lo descifró antes de que la otra se lo especificara. Observó y re-leyó el texto, Danielle la había citado a la misma hora en el salón de teatro, sin duda ahí entraba en un dilema. Le preocupaba lo que la australiana le quisiera decir, pero sin duda creía que era importante, lo que le platicó Jiwon en la mañana.

¿Tendría que ver con Haerin?

Hanni esperaba que no, también esperaba que para lo que sea que Minji la hubiese citado estuviera siendo meramente por anunciarle buenas nuevas y no lo contrario. Pero no se decidía con quien debería ir primero, o a quién debería posponer su visita unos minutos más.

1ra Votación

¿Con quién debería ir Hanni?

1) Danielle

2) Minji

Para votar, por favor dejar su respuesta en la opción elegida. Estaré contestando comentarios/mensajes en discord/etc toda esta semana por si alguno requiere info o pistas extra para decidir, así que si no se deciden; son libres de conversarlo entre ustedes en los comentarios, los estaré leyendo ^^.

Hola a todos.

Actualmente comencé a organizar mejor mis tiempos, y como lo han notado he tenido actualizaciones más seguidas de esta historia (por lo menos cada semana).

Eso me pone feliz, y a su vez agradezco mucho los comentarios que han dejado en los capítulos anteriores y uno que otro en mi tablero <333.

La cosa se pondrá un poco más dinámica. Espero que les esté gustando.

Pensé poner otro apartado en la página web en donde se encuentren todo el material extra de la historia (así que si lo ven más tarde, bueno, eso es más por organizarlo en una parte que todos vean) jsjs

La votación estará abierta hasta el lunes.

Gracias por leer, votar y comentar. Perdón si hay errores por ahí.

Nos leemos pronto.

-dust

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top