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Capítulo 6: Aléjate de mi hijastra

IAN

Después de la discusión que tuve con Noemí no habíamos vuelto a hablar ni por error el resto del día, Sheila había llegado e hicimos comida, Theo era un chef muy bueno, comimos y tuve que aguantarme las ganas de intervenir al ver las miradas que se cruzaban entre Theo y Noemí en la mesa, aún más porque Noemí no tuvo a decencia de colocarse algo menos revelador, tenía solo un sostén deportivo y un corto pantalón de deporte.

Me enfadaba que lo quisiera provocar con su cuerpo bien ejercitado del gym y que hablaran con él, estaba comenzando a irritarme.

No creía que fueran celos, era... no lo sé, algo más, como miedo a que se enamorara de Theo estando yo aquí, uhm, entonces era egoísmo.

Mi parte egocéntrica y narcisista se negaba a que hubiera alguien mejor que yo.

En la noche fui a llevarle unas sábanas a Theo, él estaba en la cama usando su laptop, la cerró cuando me vió.

—Es muy guapa, quisiera invitarla a salir mientras estemos aquí —soltó.

Evidentemente sabía que se refería a Noemí.

Comenzaba a irritarme otra vez.

—No te metas con ella —dije dejando las sábanas en la cama sin atreverme a mirarlo para que no viera la molestia que me causaba que se acercara a ella.

—¿Por qué? —preguntó Theo confundido—¿Te gusta?

Le lancé mi mejor mirada gélida por decir tal idiotez.

Me gustó, claro, antes estaba más pequeña, ahora era... una mujer mucho más atractiva y eso me irritaba más.

—No, y no digas idioteces, es la hija de mi novia —refuté.

—¿Y por qué parece como si estuvieras celoso de que me acerque a ella? —dijo Theo alzando una ceja.

Maldita sea que no podia controlar mis emociones ni reacciones.

—No son celos —dije—, es que ella...

Me quedé sin nada que decir, ¿es que ella qué?

¿Era mía?, no, no era mía, pero sentía que me pertenecía y no quería compartirla tampoco.

—¿Qué? —preguntó Theo al ver que no continué hablando.

—Joder, es mi ex —solté, noté como pareció sorprendido.

Ya estaba, lo había dicho, tal vez eso fuera suficiente para que se alejaran.

—¿Quién? ¿Noemí? —dijo incrédulo.

—Fue hace mucho —expliqué—, estábamos en la escuela, ella me adoraba, luego pues... no supe arreglar las cosas.

Ella tenía solo ojos para mí, me admiraba, casi como si fuera su dios, ahora me veía con odio.

—¿La engañaste? —preguntó Theo confundido.

Afirmé con la cabeza, no era del todo así, estaba muy borracho en la fiesta de graduación, decir que una mujer abusó de mí era visto de manera muy tonta, pero fue así, yo ni siquiera era consciente de lo que hacía cuando me follé a otra y ella... nos encontró.

—¿Y que dice Sheila? —preguntó Theo.

—Evidentemente no sabe —dije, no sabía como reaccionaría mi prometida al saber que tuve algo con su hija, pero fue hace mucho ya ni debería de contar, solo...

...Que aun yo mismo lo estaba contando porque no quería ver a Noemí viendo con adoración a otro hombre.

—Guao, guao, que cagada —soltó Theo.

—Lo es —dije—, no sabia que Sheila era su mamá cuando empecé a salir con ella, Noemí y yo tenemos muchos años sin vernos. Desde que nos graduamos.

—Bueno, ¿y sientes algo por Noemí aún? —preguntó Theo.

—No obvio que no —solté intentando parecer ofendido.

—¿Y ella por ti?

—Tampoco —repliqué—, evidentemente me odia, cuando vio que estaba saliendo con su mamá fue peor, pero prometió no decir nada.

Theo pareció pensativo.

—Uhm ¿entonces por qué no puedo salir con ella? —preguntó— Parece una buena chica.

—Es una buena chica —afirmé.

—Y yo soy un buen chico —sonrió—, además solo tenemos unas semanas juntos y si ella quiere estar conmigo, no veo problemas.

—Claro, solo que... —mi voz se perdió sin encontrar más argumentos para que no se le acercara a Noe.

Maldita sea.

—La voy a invitar a dar un paseo —dijo Theo—, o a un helado, puede ser que le guste, aunque cuida su figura, que cuerpo que tiene, uff...

Tomé una profunda respiración sintiendo mis manos temblar y las empuñé intentando calmarme, no me gustaba que la viera.

—Genial —dije sintiendo un nudo en la garganta.

—Voy a dormir. —dijo Theo acomodándose en la cama con las sábanas que le acababa de dar.

—Nos vemos mañana. —dije.

Salí de la habitación de Theo y cerré la puerta pasando una mano por mi rostro y apretando la mandíbula.

Solo tenía que apartar los pensamientos de Noemí de mi cabeza.

Comencé a caminar hacia mi habitación pero alcé la vista hacia el balcón y me detuve al ver a Noemí ahí de espaldas hacia mí subiéndose a la baranda.

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Holaaa! feliz año nuevo para las preciosuras que siguen esta historia, muchas gracias por leer, recuerda votar :D

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Nos leemos pronto.