𝒗𝒊. 𝖼𝗈𝗇𝖿𝖾𝗌𝗌𝗂𝗈𝗇𝗌, 𝗍𝖺𝗅𝗄𝗌, 𝗆𝖾𝖾𝗍𝗂𝗇𝗀𝗌...

CAPITULÓ SEIS
CONFESIONES, PLÁTICAS, REUNIONES...


━━ LA HOGUERA HABÍA sido un éxito. Thomas había logrado que viniera un reportero del Birmingham Evening Dispatch para escribir un informe que seguramente llegaría al primer ministro por la mañana.

Eda estaba orgullosa de que la fogata hubiera sido idea suya, pero tenía que admitir que ella y Thomas formaban un gran equipo. Después de que el reportero se fue, los Shelby y los King regresaron a la casa de Eda para una primera reunión de negocios oficial que se había retrasado mucho.

Eda se dirigió a la cocina para encender la tetera, mientras Marck tomaba una botella de whisky de una pequeña mesa en la esquina de la sala de estar de Eda y servía un vaso para todos.

Todos los invitados de Eda se acomodaron alrededor de la mesa del comedor, con los Shelby ocupando un lado y los King del otro. El ambiente era tenso.

James King ciertamente sabía cómo tener poder sobre una habitación, y los chicos Shelby se sintieron intimidados.

Polly puso los ojos en blanco ante los intentos fallidos de sus sobrinos de parecer tranquilos.

Eda regresó al comedor con una bandeja de tazas de té cuando notó la atmósfera de la habitación.

─Está bien, todos queremos lo mismo, así que no nos matemos entre nosotros. ¿De acuerdo?─ dijo Eda, tratando de mantener la paz.

─Gracias, Eda─ Polly sonrió, contenta de que alguien más en la habitación tuviera algo de sentido común.

─En primer lugar, quiero agradecerles por trabajar con mi hija─ James King habló, dando inicio oficial a la reunión ─Confío en que Eda lo haya explicado todo─

─Sí─ Thomas respondió ─Pero quiero escucharlo de usted, Sr. King─

La cabeza de Eda se giró hacia Thomas, advirtiéndole que no enfadara a su padre.

─Tendría cuidado a quién ordenas, muchacho. No olvides que fuiste tú quien trató de arreglar mi raza─ James respondió casualmente, recostándose en su silla.

─Ah, tu raza. Pero Billy Kimber dirige Kempton, ¿no es así?─ Preguntó Thomas.

James se rió ─Eres un muchacho inteligente, te lo concedo. Dejé que Kimber 'controlara' a Kempton, pero el dinero va para mí. Él solo quiere la oportunidad de verse importante─

─Verá, señor King, algunos de mis muchachos escucharon que Kimber planea tomar el control de su raza. Eso podría ser muy peligroso para usted. Si Kimber puede derrocarlo, ¿quién puede decir que algún otro peaky no lo intentará también?─

─¿Y qué gana con decirme esto, Sr.
Shelby?─ Preguntó James, estrechando su mirada hacia los ojos de Thomas.

─Eda tiene razón. Nos necesitamos si queremos acabar con el Inspector. Solo deseo extender esa alianza. No quiero sus carreras, Sr. King. Solo una licencia legal para apostar y la libertad de hacerlo en sus carreras─ Thomas continuó, inclinándose hacia el hombre, mirando rápidamente a Eda, sus ojos azules brillando.

─Lo siento, pero ¿por qué estaríamos de acuerdo con eso?─ Marck habló por primera vez ─Sin ofender, pero los Shelby no son nada comparados con nosotros─

─Bueno, para empezar, me lo debes por golpearme en la cara─ Thomas le lanzó una mirada a Marck, quien le devolvió la mirada.

James miró confundido de Marck a Thomas, esperando que su hijo se explicara.

─Pensé que había secuestrado a Eda, así que le di un puñetazo─ Marck se encogió de hombros hacia su padre, quien puso los ojos en blanco.

─¿Simplemente no podías dejarlo así, después de que te dijera que estaba bien?─ Espetó James.

─¿Sabías dónde estaba y no me lo
dijiste?─ Marck se dio cuenta.

─Por supuesto que lo sabía, la Sra. Gray me llamó de inmediato─ James asintió hacia Polly en señal de gratitud.

─¿Por qué no volvemos al tema
principal?─ Sugirió Eda ─Thomas y yo tenemos un plan. Esta mañana, los chicos comenzaron una guerra con la familia Lee. He enviado a alguien para alertar a Kimber sobre Monaghan Boy y no tengo dudas de que vendrá en busca de problemas. Llegaremos a un acuerdo con Kimber, ofrécele protección de los Lee, haz que firme un acuerdo de apuestas con los Shelby y luego entrégalo. Padre, has querido deshacerte de Kimber durante mucho tiempo, esta es nuestra oportunidad─

Como siempre, James quedó impresionado con su hija ─Eres demasiado inteligente para tu propio bien, Eda─ Sonrió suavemente a su
hija ─Creo que todos nos beneficiaríamos enormemente en esta alianza─ James continuó, mirando a los Shelby ─Un brindis. Por nuestro próspero futuro─

































Unos días después de la hoguera, Eda fue despertada por incesantes golpes en la puerta de su casa.

Con su combinación de vestuario de seda, bajó las escaleras a regañadientes y abrió la puerta, lista para golpear a quien la había despertado.

Para su sorpresa, fue Thomas Shelby, que parecía ansioso, quien se deslizó junto a ella para entrar en la casa y se estrelló contra su sofá.

─Oh, hola, Thomas, qué gusto verte esta mañana─ Eda dijo sarcásticamente mientras miraba al hombre que rápidamente se hizo sentir como en su casa.

Thomas rápidamente se puso de pie y corrió hacia Eda con una mirada salvaje en sus ojos.

─¿Dónde has estado?─ El demando ─No has estado en la casa, ni en la casa de apuestas, ni siquiera en el jodido Garrison─

─Tengo el negocio de mi propia familia que manejar, Thomas─ Dijo Eda, cada vez más preocupada por el estado de ansiedad de
Thomas ─¿Qué ocurre?─ Preguntó suavemente, acariciando suavemente su brazo.

Thomas se relajó con su toque mientras miraba a Eda.

─Acabo de tener una reunión con Campbell. Le dije que le daría las armas si dejaba nuestras operaciones en paz. Estuvo de acuerdo y cuando me iba, comenzó a hablar sobre ti... sobre tu ataque. Eda, creo Campbell envió a ese hombre tras de ti─

Eda se congeló ante la teoría de Thomas.

Las cosas habían comenzado a volver a la normalidad, se sentía segura en su casa y sola de nuevo, pero tan pronto como se mencionó el ataque, fue transportada de regreso a ese callejón.

Thomas notó su cambio en la compostura cuando tiró de Eda hacia él, envolviendo sus brazos alrededor de ella, tratando de consolarla.

─Lo manejé, querida. Le dije que si alguna vez se acercaba a ti o enviaba a alguien cerca de ti de nuevo, le entregaría las armas al IRA y le metería una bala en el cerebro─ Thomas tan romántico como siempre, dijo suavemente.

Eda, todavía en su abrazo, lo miró y sonrió antes de llevarlos a su sofá.

Empujó a Thomas para que se sentara mientras les servía a ambos un vaso de whisky, mientras Thomas sacaba dos cigarrillos.

─Ve a las carreras conmigo─ Dijo el mientras encendía su cigarrillo.

─Pensé que te llevarías a la camarera─ Eda bromeó, aunque sus ojos eran duros.

─Grace es un cebo para Kimber. Quiero que seas mi compañera, mi cita─ Dijo Thomas mientras  se encogió de hombros casualmente, sonriéndole a Eda.

─Bueno, cuando lo pide tan amablemente, Sr. Shelby, ¿cómo puedo negarme?─ Eda sonrió.

Thomas le sonrió a Eda, pasó su brazo por encima del hombro y la atrajo hacia su costado, besando la parte superior de su cabeza mientras ella se apoyaba en su pecho.

─Estoy ascendiendo en el mundo,
querida─ Thomas suspiró ─Y tengo la intención de tenerte allí conmigo en cada paso del camino─

─Estaré allí todo el tiempo que quieras,
Tom─ Eda sonrió, levantando la cabeza para mirarlo ─Tal vez sea, tu y yo contra el mundo─

A Thomas le gustaba cómo sonaba eso.




































Después de la visita matutina de Thomas, Ada invitó a Eda al cine para ver la nueva película de Rodolfo Valentino.

Las chicas se sentaron en su propia fila, los otros clientes eligieron sentarse lejos de la Shelby y la King.

Eda estaba comiendo palomitas de maíz, acurrucada en su asiento cuando escuchó que la puerta del cine se abría de golpe.

Para su sorpresa, Thomas entró corriendo y se sentó junto a ella, poniendo su mano sobre su muslo a modo de saludo antes de hablar con Ada.

─Dime el nombre de ese cabron─ Exigió Thomas.

─Rodolfo Valentino─ Ada respondió bruscamente.

Eda estaba más que confundida.

Thomas se puso de pie y comenzó a gritar para que todos los demás en el teatro salieran.

─¡Dije que me dijeras su maldito
nombre!─ Thomas gritó, lleno de rabia hacia Ada.

─¡Freddie Thorne! Carajo. Sí. Tu mejor amigo de la escuela, el hombre que te salvó la vida en Francia. Así que adelante. Mátalo si quieres. Ve a matarlo y arroja su cuerpo al canal─ Ada gritó cuando Thomas se dio la vuelta y salió corriendo del cine, lleno de ira.

─¡Oigan! ¡Yo también soy una Shelby,
sabes! Y quiero ver mi puta película─ Ada siguió gritando mientras la película volvía a aparecer en la pantalla.

Eda miró a Ada con los ojos muy
abiertos ─¿Vamos a ignorar lo que acaba de pasar?─ Ella preguntó.

─Estoy embarazada, Eda. Thomas quiere que me deshaga de él─ Ada suspiró, con los ojos llenos de lágrimas ─Freddie aún no ha regresado. ¡Pero sé que lo hará! Prometió regresar─

Eda se llenó de simpatía por su amiga. Ada estaba asustada, y en lugar de apoyarla, como siempre, la primera reacción de Thomas fue de ira.

─Debes hacer lo que quieras hacer, Ada. Es tu bebé y tu cuerpo. No dejes que Thomas te quite esa elección─ Eda suspiró, frotando la espalda de Ada con comodidad.

─¿Puedes hablar con él, Dada?─ Rogó Ada ─Le escribí una carta a Freddie. Por favor, Dada, habla con Thomas─

─¿Qué te hace preguntar y creer, que a mi me va querer escuchar, Dada?─ Eda le dijo con incredibilidad. 

─Te amo, Eda, pero a veces eres una maldita idiota─ Ada se rió, frotándose las lágrimas de los ojos.




































Esa noche, Eda recibió una llamada de Polly, pidiéndole que viera a Thomas.

Estaba lloviendo a cántaros, y un nuevo chico con pico alertó a Polly de que Thomas estaba de mal humor en Garrison.

Eda se dirigió rápidamente hacia Garrison, olvidando su abrigo, mientras se precipitaba bajo la lluvia.

Eda se deslizó en Garrison, sin saber de qué humor estaría Thomas, sin saber si la querría allí.

Thomas estaba sentado en la barra, agarrando un vaso vacío, el agua estaba cayendo de su cabello sobre la barra. Si oyó entrar a Eda, no hizo ademán de saludarla.

─Polly me dijo que estarías aquí. ¿Te dejo en paz?─ Preguntó Eda.

─Vine aquí por compañía─ Thomas
murmuró ─Grace estaba aquí, pero me estaba molestando, así que la envié a casa─

─¿Cómo está el caballo de los Lee?─ Eda se movió para sentarse a su lado.

─Le puse una bala en la cabeza─ Thomas suspiró, con la mandíbula apretada.

─¿Estaba cojo?─ Eda quitó una de sus manos del vaso y la sostuvo en su regazo.

─Me miró de manera equivocada. No es una buena idea mirar a Thomas Shelby de manera equivocada─

─Oh, sí, el aterrador Sr. Shelby─ Eda se rió, tratando de que Thomas sonriera.

Thomas respiró hondo mientras miraba a
Eda ─Sabes, en Francia...En Francia me acostumbré a ver morir a los hombres. Nunca me acostumbré a ver morir a los caballos. Mueren mal─

Eda podía decir cuánto amaba Thomas a sus caballos, y sintió su tristeza al pensar en el que acababa de sacrificar.

─Al menos ya no siente dolor, Thomas─

Thomas asintió rígidamente ─Grace quiere cantar los sábados. Como condición para que venga a las carreras─

─No confío en ella, Thomas. Tengo un mal presentimiento sobre Grace─ Advirtió Eda.

─Ella no trabajaba en Dublín. Supongo que era una chica rica que se quedó embarazada y se escapó─ Thomas trató de calmar las preocupaciones de Eda.

─Algo no está bien en ella. Da la casualidad de que aparece al mismo tiempo que el inspector irlandés, ¿y da la casualidad de que trabaja en el pub que frecuentas?─ Eda hizo un gesto hacia la Guarnición ─Confío en ti, Thomas, pero no dejes que te engañe─ Suplicó Eda.

Thomas no dijo nada, solo siguió mirando a Eda con una pequeña sonrisa en su rostro ─Si estás celosa, amor, todo lo que tienes que hacer es decírmelo─

Eda puso los ojos en blanco ante su coqueteo, pero no pudo ignorar la cálida sensación en su pecho cuando él la miró.

─En tus sueños, Shelby─




































Los hermanos Shelby y Marck King estaban sentados en el acogedor Garrison, jugando a las cartas y bebiendo.

─¿También quieren whisky?─ Preguntó la voz suave de Grace, mientras repartía bebidas a los hombres.

─No, sólo las cervezas─ Thomas ordenó, agitándola para que se alejara.

Marck le guiñó un ojo a la camarera cuando salió de la habitación y cerró la puerta detrás de ella.

John golpeó suavemente la parte posterior de la cabeza de Finn mientras intentaba robar un poco de su cerveza.

─¿Por qué no whisky, Tom? ¿Esperas problemas?─ John le preguntó a su hermano.

─Está bien. Veinte es la jugada, vamos─ Dijo Marck, tratando de comenzar su juego.

─Sabes que ya era hora, Thomas─ Arthur dijo, haciendo que Thomas lo mirara, confundido.

─¿Hora de qué?─ Preguntó.

─De que consiguieras mujer─

─Solo juega la maldita mano, no quiero escuchar a Thomas hablando de mi hermana─ Marck se quejó, no queriendo oír hablar de Thomas y Eda.

─Así estas bien, Tommy. Recuerda lo que papá solía decir. Las mujeres rápidas y los caballos lentos arruinarán tu vida─ Arthur terminó, causando que John se riera y Marck se atragantara.

Thomas miró a sus hermanos, pero no pudo evitar una pequeña sonrisa en su rostro.

Casi como si hubiera sido convocada, Eda irrumpió en el cómodo, causando que Arthur y John se rieran a carcajadas por la coincidencia.

─¿Qué?─ Eda entrecerró los ojos con curiosidad.

─Nada, Dada. Estos idiotas estaban hablando de ti─ Marck puso los ojos en blanco antes de fingir arcadas de nuevo.

Eda puso los ojos en blanco ante la teatralidad de su hermano, golpeándolo en la cabeza, antes de sentarse junto a Thomas.

Puso su mano sobre su hombro mientras se inclinaba hacia Thomas para mirar sus cartas, mientras su mano se dirigía a su muslo.

─Bueno, ¿qué es este John-boy?─ Arthur exclamó, señalando la proximidad de Thomas y Eda ─¡Creo que nuestro Tommy está
enamorado!─

Eda y Thomas entrecerraron los ojos y miraron a Arthur, pero ninguno de los dos se alejó.

─Crecen muy rápido, Arthur─ John fingió secarse una lágrima de su ojo.

─¡Sigue siendo mi hermana!─ Agregó Marck, su rostro se arrugó con disgusto.

La atmósfera alegre de la habitación pronto se destruyó cuando escucharon gritos y un disparo desde la sala principal de la Guarnición.

El juego de cartas se abandonó cuando Eda entró en acción y le ordenó a Finn que se quedara en la cómoda mientras los Shelby iban a buscar a su invitado no deseado.

Eda y Tommy se miraron a los ojos después de escuchar a alguien fuera del estado cómodo que era Billy Kimber quien los había honrado con su presencia.

Su plan estaba a punto de comenzar.

─¿Hay algún hombre aquí llamado
Shelby?─ Preguntó Billy Kimber con
impaciencia ─Pregunté que si, ¿hay algún hombre aquí llamado Shelby?─

Thomas, Arthur y John se pavonearon a través de las puertas hacia el cómodo, con las miradas fijas en su invitado inesperado.

─Harry. Dales un trago a estos hombres. Todos los demás se van a casa─ Ordenó Thomas.

Eda asomó la cabeza por la ventana del cómodo y miró a Grace.

─Grace, vete a casa. Ahora─ Eda ordenó, mirando a la camarera.

Grace asintió, confundida pero aterrorizada de Eda, y salió corriendo por la puerta principal pasando a los hombres.

Eda se cepilló el cabello y se alisó el vestido antes de decirle a Marck que se quedara allí con Finn.

Marck asintió y se concentró en mantener contento al pequeño Shelby mientras Eda salía de la cómoda y cerraba la puerta para alertarlos de su presencia.

Los hermanos Shelby se sentaron a un lado de una mesa en medio del Garrison, con Billy Kimber y su contador al otro lado.

Todos los ojos de los hombres se posaron en Eda cuando salió de la cómoda, con una sonrisa en su rostro y una mirada peligrosa en sus ojos

─Nunca aprobé a las mujeres en los pubs, pero cuando se ven así...─ Dijo Kimber, sin mostrarse encantador mientras miraba a Eda de arriba abajo.

Eda nunca había conocido a Billy Kimber, su padre le había dicho que ese asunto con el hombre repugnante era responsabilidad de Marck, y sabía que tenían una ventaja ya que Kimber no sabría quién era ella.

Eda se acomodó detrás de la silla de Thomas, colocando su mano firmemente sobre su hombro, su sonrisa nunca titubeó.

─Dijiste que querías hombres llamados Shelby. Tienes tres de ellos─ Thomas dijo con frialdad, desviando la atención de Eda.

─Nunca había oído de ustedes, después escuche algo de una banda de gitanos, con navajas y no le di mucha importancia. Y entonces me jodieron. Así que ahora caballeros tienen toda mi atención─ Kimber despotricó ─Por cierto, ¿con quién estoy hablando? ¿Quién es el jefe?─

─Yo soy el mayor─ Dijo Arthur, causando que

Kimber se riera ─¡Ja! Eso es claro─

─¿Te estás burlando de mi hermano?─ John añadió, inclinándose peligrosamente hacia adelante.

─Bien. Él es el mayor, tú el más bocón. Pero se que el es jefe Tommy, supongo que eres tú, porque me miras como si fuera una jodida zorra─

Eda contuvo la risa ante el intento de Kimber de intimidarlos.

─¿Quién de ustedes es el jefe?─ Eda habló desde detrás de Thomas, entrecerrando los ojos hacia Kimber.

─Soy el consejero y contador del Sr. Kimber─ El Sr. Roberts habló antes de que Kimber lo interrumpiera ─Y yo soy el puto jefe, ¿de acuerdo? Bien. Basta de charla. ¡Arreglaron una carrera, sin mi permiso, malditos gitanos y gitana de mierda! ¿Qué, viven de las pensiones de guerra y de las viudas miresables de Garrison Lane? Ese es su nivel. Yo soy ¡Billy Kimber! Las carreras son mi negocio y como arreglaron. Haré que los fusilen a todos, en un poste─ El hombre bruto escupió.

Eda sintió que el cuerpo de Thomas se tensaba, así que le apretó suavemente el hombro y le advirtió que contuviera su ira.

─Sería cuidadoso en la forma en que habla, Sr. Kimber. Nunca se sabe quién podría estar escuchando─ Eda dijo con frialdad, sintiendo crecer su propia ira.

─No sé quién se cree que es tu puta, pero debería aprender a mantener la maldita boca
cerrada─ Kimber miró a Eda.

─Señor Kimber─ Thomas comenzó, una vez más desviando la atención de Kimber de Eda mientras sacaba la bala de la familia Lee de su bolsillo.

─Mírela. Tiene mi nombre. Es de la familia Lee. También esta en guerra con ellos, ¿verdad? Los Lee asaltan a tus corredores y roban su dinero. Y no pueden controlarlos. Necesita apoyo. ¿Qué haría James King si se enterara de que estás perdiendo dinero?─

El rostro de Kimber palideció.

Eda sonrió en señal de victoria; habían arrinconado a Kimber y él se estaba preparando para retirarse.

─Los Lee están hablandode más en la feria. Tienen parientes. Dicen que las pistas son blanco fácil porque la policía se concentra en las huelgas. Nosotros, tenemos contactos. Sabemos cómo operan. Usted tiene fuerza. Juntos venceremos, divididos tal vez no─ Thomas se encogió de hombros, sabiendo que Kimber no tenía elección.

─Señor Kimber, tal vez deberíamos tomarnos un tiempo para reflexionarlo. Tal vez hacer arreglos para una segunda reunión─ El Sr. Roberts lo intentó.

─Lo admiro, Sr. Kimber. Comenzó desde abajo y construyó un negocio legítimo. Será todo un honor trabajar con usted, Sr. Kimber─ Thomas alimentó el ego de Kimber.

─Nadie trabaja conmigo. La gente trabaja para mí─ Espetó Kimber. Tiró un chelín al suelo del Garrison, mirando a Thomas ─Quiero que lo levantes, gitano─ Thomas se puso de pie e inmediatamente Arthur y John sacaron sus armas y apuntaron a Kimber.

─Siéntate─ Thomas siseó a sus hermanos mientras se agachaba tranquilamente para recoger el dinero.

─Es para su techo─ Kimber dijo con aire de suficiencia antes de ponerse de pie.

─Gracias, Sr. Kimber─ Thomas sonrió.

─Estaremos en Cheltenham─ El Sr. Roberts dijo, estrechando la mano de Thomas.

─También yo─




































Eda estaba sentada en el acogedor Garrison, leyendo un libro mientras esperaba a Thomas.

Entró al cómodo dándole a Eda una pequeña sonrisa, murmurando que iría por sus bebidas.

Thomas llamó a la ventana esperando a que Grace se diera la vuelta. ─Dame una botella de whisky. Cuatro vasos, por favor─

─¿Escocés o irlandés?─ Grace preguntó, todavía sin mirarlo.

─Irlandesa─ Thomas gruñó, dándole a Eda una mirada molesta mientras encendía un cigarrillo.

Eda se rió mientras se levantaba para ayudar a Thomas a llevar las bebidas.

─Decidí no ir a las carreras. A menos que me de dos libras y diez chelines más para el
vestido─ Dijo Grace, paseándose por la ventana con sus bebidas.

─Pero si ya te di tres─ Thomas dijo mientras Eda estaba a su lado, mirando a la camarera.

─¿Cuánto costará el vestido de Eda? ¿O el traje que usará?─ Grace preguntó con aire de suficiencia.

─Oh, por favor, no pagamos. Mi vestido y el traje lo paga la casa, o se quema la casa─ Eda le lanzó una sonrisa falsa a Grace antes de tomar el whisky y regresar a su silla.

─¿Entonces quiere que luzca como una campesina?─ Grace preguntó poniendo toda su atención en Thomas.

─Lo que yo quiera no tiene importancia. No te vestirás para mi─ Thomas se encogió de hombros, antes de cerrar la ventana de golpe y volver a Eda.

─La audacia de esa mujer─ Eda se enfureció ─Un movimiento en falso más y le dispararé entre los ojos─

─Vamos amor, creo que a tu hermano le ha gustado bastante. Es molesta pero la necesitamos para Kimber─ Dijo Thomas, pasando su brazo alrededor del hombro de Eda.

Eda le sonrió a Thomas antes de quitarle el brazo con cuidado ─Concéntrate, amor. Los hombres irlandeses estarán aquí en cualquier
momento─ Bromeó Eda.

Se levantó y comenzó a servir el whisky, mientras los hombres con los que se reunían entraban al cómodo.

Eda lanzó una bonita sonrisa hacia los hombres, mientras tomaba su lugar junto a Thomas mientras los hombres se sentaban.

─¿Con su permiso, Sr. Shelby, me daré un pequeño gusto?─ Preguntó uno de los hombres, tomando la botella de whisky.

─Por favor─ Thomas hizo un gesto, sacando un cigarrillo para él y Eda.

─No es fácil para un hombre de Sparkbrook poder entrar a este pub─ Dijo el mismo hombre, sirviendo más whisky.

─Cualquier hombre con dinero y buenas intenciones es bienvenido en Garrison. Caballeros, esta es mi socia Eda King─ Thomas presentó a Eda, quien les dirigió otra sonrisa coqueta a los hombres.

─Ahora hablemos de negocios─

─Es delicado, Sr. Shelby. Se trata de información que es, confidencial─ continuó el irlandés, dándole a Eda una mirada de soslayo, lo que provocó que ella entrecerrara los ojos ─Se relaciona con a la fábrica qué hay abajo la BSA. Como sabe, casi todos los de taller de pintura son irlandeses. Y en un lugar tan grande, se escuchan rumores─

─Rumores acerca de un robo─

─¿Robo de qué?─ Preguntó Eda, haciéndose la despistada.

─De armas, señorita King y señor Shelby. Una enorme cantidad de armas─ Contestó.

─¿Y eso a mi que me importa?─ Preguntó Thomas.

─Hablando de especulaciones, nada supera el turno nocturno de la fábrica─ Dijo el primer hombre.

─En él área de pruebas se está corriendo el rumor. De que los Peaky Blinders se las llevaron─ El segundo hombre continuó.

─Sus amigos debieron soñarlo─ Thomas apagó su cigarrillo.

─Tal vez si, pero tal vez no. Lo que queremos decir Sr. Shelby, es que si supiera algo sobre el paradero de dichas armas, pagaríamos mucho dinero─

─¿Tienen mcuho dinero?─ Cuestionó Eda, cruzándose de brazos.

─Lo que recaudan los pubs─

─¿A quién representan?─ Preguntó Thomas.

─Al pueblo de Irlanda─ comenzó el primero.

─El ejército republicano irlandés también─ El segundo interrumpió, comenzando a enfadarse.

─¿Enserio?─ Eda se burló, cada vez más molesta con estos hombres.

─Jodidamente enserio─ Espetó el segundo, mirando a Eda, quien levantó una ceja en respuesta.

Thomas asintió lentamente con la cabeza, pensando en la información que los hombres habían compartido.

El segundo hombre se enojó más, mientras se recostaba en su silla.

─¿Nos toma por payasos?─ Preguntó enojado.

─¿Estoy riendo?─ Preguntó Thomas, señalando su rostro.

Eda tuvo que contener la risa cuando el segundo hombre empezó a cantar una canción popular irlandesa.

Thomas solo se sentó estoico como siempre, mientras el primer hombre intentaba controlar a su compañero.

─Bravo─ Eda sonrió sarcásticamente, antes de levantarse de su silla ─Disculpen caballeros, traeré otra botella de whisky. Aunque parece que ya ha tenido suficiente─ Eda lanzó una mirada de disgusto al segundo hombre antes de salir del cómodo.

Todavía podía escuchar la canción del irlandés, mientras cerraba la puerta del piso principal de Garrison.

Eda realmente solo necesitaba salir de esa habitación y alejarse de esos hombres. Su ira estaba empezando a salirse de control, por lo que decidió tomar un respiro antes de matarlos demasiado pronto.

Cuando dobló la esquina para llegar al bar, Eda vio algo bastante interesante.

Grace Burgess con la cabeza apoyada contra la ventana para el cómodo, escuchando.

Eda sonrió. Esto iba a ser divertido.

Se subió detrás de la barra, de pie justo detrás de Grace. La mujer estaba demasiado distraída escuchando a escondidas la reunión, no se dio cuenta de que Eda estaba detrás de ella.

Eda se aclaró la garganta, haciendo que Grace girara casi cayendo al ver la mirada en los ojos de Eda.

─¿Qué haces ahí, amor?─ Preguntó Eda sarcásticamente, sabiendo exactamente lo que estaba haciendo Grace.

─Solo intento escuchar la canción. Me hace sentir más cerca de casa─ Grace respondió nerviosamente tratando de pasar a Eda, quien la bloqueó.

─Es bastante ruidoso sin tener que estar contra la ventana─ Eda entrecerró los ojos a la
camarera ─Sabes qué, Grace, ¿por qué no te vas a casa? No creo que Harry te necesite hoy después de todo─

─Pero...el Sr. Shelby...─ Tartamudeó Grace.

─Yo me encargo del Sr. Shelby. Ahora
salga─ Eda advirtió, permitiendo que la camarera pasara corriendo junto a ella y saliera por la puerta.

Eda todavía estaba de pie detrás de la barra cuando Thomas salió de la cómoda, los dos hombres del IRA se fueron.

Thomas la miró confundido ─¿Dónde está Grace?─

─La envíe a casa─ Eda se encogió de
hombros ─La pillé prácticamente pegada a la ventana escuchando nuestro reunión─

─Ella hacía que─ La voz de Thomas bajó una octava, llena de ira.

─Deberías prestar más atención a quién empleas, Thomas. Te dije que algo no estaba bien con ella─ Eda se movió al otro lado de la barra, al lado de Thomas.

─Ahora, ¿dónde estaría yo sin ti, Eda?─ Preguntó Thomas, relajándose ante la presencia de Eda a su lado.

─Probablemente tirado en una zanja en alguna parte─






































PRÓXIMAMENTE GRAPHICS AREA

DESEOS INFAMES, JUGAR CON FLAMAS ROJAS, AHORA ES EL SUEÑO EL QUE ARDE.

HEY !!

Hola nuevamente, les traigo nuevo capituló, espero les esté gustando.

Bueno eso sería todo de mi parte, no olviden votar, para que la historia siga en pie y no la pause o discontinúe, ya que veo varias vistas y pocos votos

En fin les quiere dix...dixy —

(Abierta a recomendaciones)

NOS VEMOS !

-Atte: Dixsway

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