Sana y Jihyo salieron juntas a un parque cerca del hogar de ambas, jugaron en los columpios, se tomaron algunas fotos y se sentaron en unas bancas para descansar.

La Japonesa no podía evitar sonrojarse al ver a Jihyo por mucho tiempo, se sentía muy feliz a su lado y la emoción invadía su cuerpo al pensar que la fecha en donde se declararía se acercaba.

Decidieron dirigirse al cine en donde vieron una película de terror a petición de Sana, tal y como aconsejó Momo, terminaron abrazadas pero no porque la menor se haya asustado, la japonesa estaba tan nerviosa que con el más mínimo ruido terminó apegándose al brazo de Jihyo, provocando una pequeña risa en la coreana.

Después de salir del cine, ambas chicas estaban tomando helado en una heladería cerca del lugar hasta que Sana notó una mancha de helado en la cara de Jihyo.

—Tienes algo en la cara.. - Dijo mientras se acercaba cuidadosamente a limpiarlo.

La mejilla de Jihyo ya se encontraba limpia pero Sana todavía no se alejaba, ambas chicas conectaron sus miradas, mirándose detenidamente, cada detalle era visto por sus ojos.

La menor sintió sus mejillas arder al ver a su mejor amiga tan cerca, pero rápidamente al ver como ella se acercaba más y más, empezó a sentir pánico y rápidamente se alejó.

—..T-tengo que irme, olvidé que tenía algunas cosas que hacer, adiós Sana!! - Se despidió rápidamente mientras los nervios inundaban su cuerpo, tomó sus cosas y salió corriendo de la escena, su corazón iba a mil por hora y no quería aceptar el porqué.

La japonesa por otro lado quedó confundida, qué había pasado? ¿Por qué hizo eso?

Trató de ignorar el gran sentimiento que estaba invadiendo su pecho, pero de un momento a otro no pudo evitar lagrimear. No entendía lo ocurrido, iban tan bien.. ¿por qué se tuvo que ir de la nada?