ʚ🐢ɞ Capitulo 9.
Tutor no se movió de la puerta, se quedó inmuto luego de haber visto los ojos y la nariz del menor, éstas dos rojas e hinchadas, claramente de tanto llorar.
No sabía si correr y abrazarlo, o simplemente irse. Pero, ¿por qué creía que había estado llorando por él?
Podía llorar por más cosas, un hueso roto, ¿pero sin vendajes? Entonces un... No, pero no podía declarar sin evidencias.
Además, era su mejor amigo, estaba casi cien por ciento seguro de que ese chico fuerte, no lloraba fácilmente, o al menos por él.
Se acercaba lentamente tras cerrar la puerta, sintiendo sus piernas temblar y sin saber por qué, sus pasos inseguros.
Yim simplemente agachaba su cabeza, según él no quería que lo viera, pero era imposible, Tutor ya se había percatado de su condición desde que había pasado la puerta.
-¿C-Cómo estás?- preguntó al fin, un poco más cerca del chico, con miedo e inseguridad- Te extrañé en clase, pequeño.
-Ah, estoy... estoy bien, phi- dijo pero por supuesto, era mentira, estaba herido, roto y no quería verlo, pero tampoco echarlo, lo amaba, al igual que su presencia - Se me hizo tarde a ir, y pensé que era mejor no asistir- sabía tan bien como mentir, claro, a personas que no eran Nunew, o Tutor.
-Tengo algo que contarte- dijo y se mordió el labio inferior internamente. ¿Era buena idea decirle o no?- Pero no aquí, ¿vamos por un helado o un café?
Yim no estaba en ninguna disposición de salir, quería seguir enrollado en sus sábanas, llorar un rato más, pero no, tenía que mostrarse fuerte, así que accedió.
Además, la idea de salir con Tutor a desestresarse de todo lo que ha pasado esa semana, tampoco era malo.
Después de todo, Tutor siempre era quien le sacaba sus sonrisas.
Fue rápidamente a su cuarto, se lavó la cara, tratando de quitar alguna evidencia de llanto -en vano
También cambió su suéter negro por uno de un color más vivo, y por supuesto, le avisó a su primo que saldría, el cual lo desaprobó, pero no lo negó y lo dejó ir.
Algo dentro de él le brincó, sintiendo un poco de felicidad.
Ciertamente, Tutor es su calma luego de la tormenta, su risa luego del llanto; y luego de unos días tan oscuros para él, Tutor era su luz, su brillo, y eso le hacía sentir cálido.
Bajar y verlo ahí, esperando por él con sus manos en sus bolsillos, le recordaban cada que siempre estaba de visita, y sonrió, apenas notable.
Y fue un poco más al tener la pequeña sonrisa del mayor en él, haciéndolo querer saltar de felicidad.
Finalmente salieron caminando por la puerta, donde Tutor inconcientemente tomó la mano de Yim, entrelazando sus dedos.
Eso hizo que el corazón de Yim revoloteara rápidamente, poniéndolo incluso nervioso.
Un camino silencioso en aquel mismo acto, donde pensaban diferentes cosas con algo en común; que estaban pensando en el otro.
Agradecía internamente por un lado que el lugar donde se dirigían no estuviera tan lejos, estaba ansioso por lo que Tutor tenía que hablarle.
Y llegando a la cafetería, se aferró mucho más su mano. Realmente no quería soltarla, sentiría que lo dejaba ir y eso lo derrumbaría nuevamente.
Pidieron para ambos y se sentaron aún sin poder verse a los ojos, Tutor estaba nervioso y podía notarse, igualmente que Yim, hacía mucho que no salía con él a comer o a algún lado.
Había olvidado lo que era, lo extrañó.
Un suspiro largo y cansado fue lo último que escucharon.
-¿Q-Qué ibas a decirme?- rompió aquel hielo el menor. Por debajo de la mesa, jugaba con sus manos, estaba ansioso y nervioso.
-Cierto -alargó Tutor luego del debate mental que se había auto-armado sobre decirle o no, se mordió los labios, aún sin saber si era de felicidad o de tristeza- Ehh... Yo... Yo terminé con Gorya.
La mirada de Yim que antes estaba en el suelo, fue alzada hasta su phi sorprendido
Tutor y ella sólo llevaban un corto periodo de tiempo de ser pareja y ya habían terminado. ¿Por qué no le extrañaba?
-¿Puedo saber por qué?- preguntó, aún inseguro.
-Bueno... Es algo así como que sólo fuí sólo un juego para ella, y me enteré de la peor forma- Yim frunció su seño, no había entendido, entonces Tutor volvió a explicar, pero más directo lo que había visto - La encontré besándose con Nani, su "primo"- explicó, formando las comillas.
La boca de Yim formó una "O" al finalmente entender la información, igualmente que alzó sus cejas.
Por fuera se veía algo triste por el otro, pero por dentro saltaba de la emoción.
-Lo-Lo siento por ti, phi -dijo él tratando de apartar su vista, o bien, la felicidad de sus ojos.
-No tienes por qué- dijo Tutor- Sentirías lástima por mí y no quiero eso porque no estoy triste- el menor asintió lentamente procesando todo. Luego de que sus cosas llegaron, se
dedicaron a comer, en silencio.
Cada cierto tiempo compartían miradas, tornándose ambos algo ruborizados.
Yim continuó comiendo hasta acabar con su helado, Tutor por su parte también.
No se quedaron mucho, por lo que luego de acabar y pagar, se fueron.
Se dispusieron a dar un paseo por un pequeño parque antes de que Tutor le dejara en su casa.
En el parque, Yim no soltó la mano de su mayor, quién lo volvió a tomar, pues le gustaba su agarre, al igual que él.
¡Joder, le gustaba Yim no se había dado cuenta antes! Quería darse contra un palo por haber sido tan cerrado antes.
Les gustaba estar juntos, dedicarse tiempo mutuamente y saber que sólo eran los dos en su mundo, sin que alguien o algo los interrumpiera, sólo ser Tutor y Yim, eso era lo único para ellos.
Caminaron hasta la casa del menor nuevamente, aún sin soltarse.
Tutor no quería despedirse, ni Yim tampoco, habían pasado un buen día los dos solos, pero mañana se verían nuevamente, era la bueno.
Definitivamente Yim iría mañana.
El menor estaba a punto de darle la vuelta a la perilla y entrar, pero su phi le llamó y el otro se dió la vuelta.
-Quería decirte... otra cosa por la que terminé con Gorya- Yim estaba exasperado de volver a escuchar ese nombre, pero igual siguió escuchando, sintiéndose un poco ávido- Además de su engaño, también hay algo más.
El rubio esperó, parecieron largos y eternos segundos, pero al ver que Tutor no dijo nada, habló.
-¿Q-Qué cosa?- dijo ansioso por saber.
-Es que- dijo buscando las palabras correctas, que finalmente dijo sin pensar- hay alguien más que me gusta y soy un estúpido por no haberme dado cuenta de ello antes.
Yim tragó grueso -Y... ¿Quién es?— dijo, pero no esperó demasiado una respuesta.
Tutor había colocado desesperadamente sus labios sobre los de Yim, quién rápidamente le correspondió al beso mientras sentía como su corazón comenzaba a latir más rápido, era su primer beso.
Las manos de Tutor viajaron hasta la espalda de Yim, pegándole a su cuerpo de manera sutil, hasta sentir sus pechos unidos.
La notable ausencia de altura de parte de Yim le hicieron una ventaja. Lentamente, el mayor puso una de sus piernas en medio de las del rubio, dándose paso a más cercanía, si es que se podía, mientras que el menor, simplemente jugaba con el cabello de su phi.
Estaba disfrutando de su momento con él.
Finalmente, Tutor se separó unos centímetros de los labios de Yim, sonrió en medio de ese beso aún con sus ojos cerrados.
Yim aprovechó y mordió su propio labio sin poder digerir ese beso aún.
-Tú- dijo ya con sus ojos abiertos— La persona que me gusta... eres tú, Yimyim
Sin poder creerlo aún, el menor volvió a juntarlos en otro beso.
Estaba feliz que los dos reían en medio de ese momento.
Esa noche Yim lloró, pero de felicidad, pues tenía para él lo que más quería, a Tutor. Y pensándolo bien, nuevamente; él ya no quería ser ella.
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