Advertencia: Hungría  fem

Acaricio la mejilla de la húngara mientras ella  lo abrazaba, la abrazó  pero puso sus manos en la cintura.
Con lentitud sus caras se acercaban con un gran tono en las mejillas de Polonia y con lentitud sus labios  se unieron.
Su experiencia  con los besos no era tan buena; los primeros besos que tuvo fueron asquerosos  y parecían un castigo, el otro fue por placer  pero no dejaban de saber a nada y nunca le provocaron algo.

Sin más ahora estaba con Hungría esto cambió  de rumbo, sus labios sabían a especias.

Hungría  sabía mucho de besos, sin más nunca le provocaron algo. Cuando estaba con Austria  solo le provocaron pensar en Polonia    y esos besos le hacían sentir sucia.

Sin más se separaron   por la falta de aire,Polonia  estaba hecho un tomate . Hungría  le acaricio la mejilla esta vez.

Volvieron a unir labios aún con torpeza  pero estos eran besos llenos de amor mutuo.

Inocentes y con sabor a especias,  pero con torpeza.

Sin embargo la estatura de Polonia pesa mucho y sin notarlo, Polonia levanta a Hungría   hasta que esta ya no toca el suelo.

– Polonia, me estas apretando la cintura.

Polonia la deja en es suelo suavemente.

– ¡ Kurwa!, perdón.

Se siente un idiota, había arruinado su primer beso.

– No, no es tu culpa–, aunque Hungría  se lo hace saber el Polaco  se culpa a si mismo por dejarse llevar con sus impulsos.

Hungría  le besa la mejilla como consuelo.