El gran cuarto era muy elegante para la pareja de imperios que simplemente  compartían un momento  a solas, solo ellos dos sobre las sabanas: el imperio  Austrohúngaro  y el imperio Austriaco.

Era una pareja querida y muchos la tomaban de ejemplo, muchos le decían a aquella pareja perfecta cuando estaban en público, el imperio alemán  estaba orgulloso  de su amigo y siempre le daba concejos, el turco les daba bendiciones a aquella joven pareja.

Un imperio respetado, un imperio que era admirado y muchos cantantes, poetas pero sobre todo soldados quería visitarlo para aumentar su fama o reputación, que más da cuando muchos ya eran considerados  importantes al vivir en medio de dos imperios.

Hungría  era el novio tímido, un novio que siempre sonreía  y muchos lo tomaban como el esposo perfecto.

Austria era el imperio detallista pero sobre todo muchos opinaban a pesar de ser mujer era la que tenía los pantalones  en aquella relación, siempre miraba o estaba cerca de su novio.

En aquella noche fue su aniversario donde Hungría  estaba justo arriba de Austria probablemente  para pasar la noche, beso su cuello mientras ella con delicadeza  e inocencia  le abrazó los hombros. Hungría  respiraba  cerca de su piel al ser atrapado con los recuerdos  de alguien o más bien ....el.

Beso con pasión a Austria  Para abrazarla e la mujer unió sus piernas, buscando aquello que nunca conseguirá  en su pareja, Hungría. La ve para caer en la realidad.

Polonia.

Aquel chico y mejor amigo estaba muerto, lo había visto. Había visto el cadáver de aquel chico y la decepción de su otro amigo. Separo las piernas de Austria para ir más rápido sin importar  si lastimaba o lo hacía sin amor; quería dejar el recuerdo  de aquella comunidad atrás, quería huir de él.

Cada noche, cada día y en cada sueño o pesadilla la comunidad  se encontraba con el carcomiendo su conciencia  para destruir su corazón a tal dolor, No podía ni quería olvidarlo; si lo olvidaba este o cada huella se iría, si no lo olvidaba este aparecería para ponerlo indefenso ante su recuerdo, Tal como estaba vivo.–¿ Hungría?–, volvía a la realidad al ver a Austria  con sorpresa, ya no quería pero debía hacerlo. Volvió a besarla.

No debía lastimar a Austria  con todo aquello por culpa de su ex amor, se aferró a la idea de enamorarse  de ella; unieron sus cuerpo pero no sus almas ni mentes como lo era siempre, cada vez que Austria  lo besaba o le decía a todos que era el mejor novio y esposo  del mundo la culpa le pasaba en frente y su corazón se sentía  mal, cada vez que Austria  lo besaba o le mirara le daba asco.

Tan solo pensar en Polonia  y estar con Austria  le dolía.

Tan solo cada vez que Austria  le besaba , se ponía a pensar en polonia.

Aquella comunidad  que le salvo varias veces, aquella comunidad  que tomó como alumno. Cuando La comunidad  nació no pudo  evitar caer ante el al igual que en su padre, pero esa vez  fue diferente.
Aquella comunidad  que salvo a el y europa,  no fue mucho que cada vez que lo veía se sentía indefenso  e inquieto. Su cabello rubio y aquellos ojos que lo volvían loco.

Su lealtad a el pero sobre todo a sus objetivos  le inspiró,cada vez que el miraba sus glorias  sentía que si valía la pena para un antiguo reino.

Lo amaba.

Lo amo mientras  estuvo vivo.

La sala se llena de gemidos  provenientes  de austria, Hungría  lo besa para sentir calor pero sin embargo no lo consigue. Austria  sabe que hay algo malo hoy; Hungría  se siente frío y indiferente ante su mirada.

– ¡ Hungría!–.

El sonido se retuerce  en la mente ey cuerpo del el imperio Húngaro para posicionarse  ante ella e imaginar la cara de polonia, la abraza y le besa el cuello . Austria  le corresponde para luego abrir los ojos sorprendida .

– Lengyelország.

Polonia.

La austriaca se separa de el bruscamente mientra ve su cara de indiferencia, no supo como reaccionar  a su error además de pedir disculpas pero aquello no funcionara con Austria.

-– Tu...¡ Todavía piensas en el!.

El.

El que no debe ser nombrado.

Hungría  solo la mira; mira su cara de tristeza  y furia.

Ya no había vuelta atrás, estaba condenado  a vivir con aquel amor de aquella fallecida  comunidad y ser despreciado.