Dreable

Hoseok había intentado conseguir esa photocard por todos los medios; había recorrido foros, twitter, Facebook, Instagram, blogs de NAVER y nadie quería venderle la única pc de Hyungwon que le hacía falta. Mirando cada una de las que había conseguido y que estaban extendidas en forma de abanico en el suelo, pensó en que era hora de intentar de nuevo.

No era fan del kpop, nunca lo había sido porque le parecía tonto e incluso se quejaba de la forma casi inhumana en que trataban los idols; Hyungwon era un ejemplo perfecto, pero resultaba que precisamente él, su novio, se ganaba la vida de eso. Concentrado en la pantalla de la laptop buscó y buscó por lo que necesitaba hasta que halló alguien

¡Al fin!

Acordó el precio que le pareció justo y el lugar en el que se encontrarían; ella había dicho de una cafetería y liberia, y estuvo de acuerdo con encontrarse en ese lugar. A las 2 de las tarde llegó, estaba feliz porque pensó que una vez tuviera todas las photocard las pondría junto al resto que tenía de los álbumes anteriores, y así tendría su colección completa al fin.

Pasadas las 2 y 30 de la tarde llegó la chica, se sorprendió de que fuera una adolescente de colegio, pero aún así levantó la mano ganándose una mirada torcida de su parte; extrañado frunció el ceño y volvió a levantar el brazo.

— ¡disculpe, aquí! ¿Es usted OneW93? — la chica lo miró extraño, pero se acercó al fin.

— ¿quién es usted ahjussi y qué quiere de mi?

— ¿ahjussi? Ni siquiera tengo los 30 años aún, además vine por lo que me pertenece. — estaba enojado porque la niñita de colegio ni siquiera había saludado y ya estaba atacandolo con su edad, de paso parecía que no quería darle la pc de Hyungwon.

¡Él era su novio!

— dah! mire, vaya busquese una vida, viejo verde.

— ¿Cómo dice?

— ¡que deje de acosarme y se pierda de una vez! — ella gritó y varios voltearon a ver asustados debido a sus palabras inconscientes; Hoseok, al escucharla, abrió los ojos impresionado por lo que decía, se levantó y grito de vuelta.

— ¡estoy aquí por la photocard de Hyungwon! ¡Dijiste que me la venderías!

— ¿ah? — la niñita lo miró de arriba a abajo — Nunca pensé que una fansite tan grande de Hyungwon oppa sería manejada por un viejo verde. Heol, le diré a todo el mundo.

— ¡no le dirás nada a nadie! — le quitó el teléfono de las manos y se rio en su cara. Por supuesto que nadie se podía enterar, donde llegarán a hacerlo seguro su relación con Hyungwon sería expuesta y su novio estaría en problemas por su culpa.

— ¡devuelvame mi teléfono!

— dame mi photocard. — se burló y pretendió sacar ventaja de ello, sin embargo cuando menos lo pensó, la niña se puso roja como un tomate y gritó hasta ensordecerlo; llevó sus manos a los oídos y cerró los ojos adolorido y d ella nada tenía a la chica encima suyo jalando su cabello totalmente fuera de control.

◇◇◇

Eran las nueve de la noche cuando al fin llegó a casa; Hoseok tenía el cabello hecho trizas, el labio roto y un ojo morado, sorbio la nariz pasando la puerta y arrastró los pies completamente adolorido. Changkyun había sido su ángel guardián, él había convencido a la policía que no era ningún delincuente que quería aprovecharse de esa loca de escuela, y, además, había logrado convencerla de no exponer su identidad en redes sociales dándole cierta cantidad de dinero que ella exigió por guardar silencio.

Con un último suspiro pasó el pasillo escuchando la puerta abrirse de nuevo, volteó a ver hacia atrás y notó que a
Hyungwon entraba con una sonrisa que se desvaneció al instante.

— ¿y a ti qué maldita cosa te pasó? — él soltó lo que llevaba en la mano absolutamente asustado, lo alcanzó revisándolo y por su parte sólo jadeo hasta que se dispuso a llorar sin decir nada más. Hyungwon estaba desesperado exigiendo una y otra vez que hablara claro, pero tenía tanto miedo que no logró siquiera articular una sola palabra con sentido.

Luego de una ducha y de que Hyungwon le curara el labio y los arañazos, al fin pudo explicarle todo; el más alto no podía creer que en serio tuviera una fansite e incluso le hizo mostrarle cómo funcionaba, luego lo regañó por ser tan confiado e ir a encontrarse con extraño y finalmente se enojó violentamente con esa chica asegurando que si la encontraba en algún fansing, le formaría con el nombre de pepe grillo o cualquier otra cosa.

Llevaban saliendo aproximadamente tres meses desde el día en que lo encontró en el concierto, Hyungwon, como lo había prometido,  había cambiado en gran parte su personalidad y por lo general ahora era muy dulce todo el tiempo y lo cuidaba muy bien.

Claro, no todo era tan fácil como desearían y habían momentos en que tenía que ser paciente y aún más fuerte que él cuando, cansado del intenso ajetreo el menor tenía recaídas debido a su depresión; aunque le partía el corazón y se preguntaba por qué seguía él insistiendo en una carrera como tal, igual tomaba fuerzas  para no discutir algo como tal, se acostaba a su lado, cocinaba y trataba de ser lo más comprensible posible; animandolo, dándole todo el amor y paz que necesitaba su corazón para continuar por que entendía que era lo que amaba al fin y al cabo.

Hoseok lo amaba tal como era, así que agradeció que incluso con todo lo que tenía él que vivir a diario, todavía buscara siempre hacerlo sonreír sin importar cuán duro estuviera siendo para sí mismo.

Pasada una semana desde lo acontecido Hoseok llegó a su apartamento luego de un largo día de trabajo, ese día Hyungwon no iría a casa, así que se sintió con el corazón pesado al caer en cuenta de que cenaria solo; quitó su chaqueta y la colgó en el perchero, entró por el pasillo y fue a su habitación hallando un ramo de rosas rojas sobre la cama. Frunció el ceño por ello.

Si mal no recordaba, Hyungwon debía haber viajado a Estados Unidos temprano por una serie de eventos que tendrían en dicho país, así que no entendió. Se acercó y revisó el ramo que estaba al lado de una caja y encima de la misma una carta; tomó la última y la abrió leyéndola.

"Eres mi niño bonito, Hoseok, no me gusta verte llorar y menos herido. Sé feliz y muéstrame siempre tu bella sonrisa, sólo a mi."

Sonrió de oreja a oreja al notar que era su letra y que las palabras eran propias de él y nadie más; siempre tan único en su manera de comunicarse. Tomó el ramo mirándolo y se abrazó a el como si fuera el mismo Hyungwon, las olfateo y luego tomó la caja abriéndola quedándose en una pieza.

Se sentó en el suelo de golpe dejando el ramo y la carta a un lado, y agarró la photocard que había encima del resto, era la misma photocard de Hyungwon que le hacía falta y que no había podido conseguir, pero añadido a eso estaban también todas las de los miembros, las polaroid y varios goods de Hyungwon que incluso ya no estaban en stock.

¡No cabía de la dicha!

Hyungwon lo hacía feliz de esa y muchas más maneras, con las cosas más mínimas o más complejas, y sin ninguna duda hacía que lo amara sin medida alguna; para Hoseok, Hyungwon era un héroe.

¡Hyungwon era el mejor novio del mundo!

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Y aquí se acabó

Gracias a todas las personas que me apoyaron a lo largo de esta historia, siempre les voy a estar agradecida.

Las amo a todas.

La otra vez andaba recordando esto y se me hizo gracioso porque recordé a Hyungwon y a Hoseok de esta historia y fue como: ¡Hyungwon desobedecio la regla de Kihyun de no citas durante el día! 🤣 Man jajajajajajajaj

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