8
Todo había resultado peor de lo que podía imaginar.
luego de ser consciente de lo que con tanta crueldad le había dicho a Hoseok, a su Hoseok, sintió que el mundo entero se le venía abajo; se arrepintió y salió tras él para alcanzarlo pero no lo halló por ningún lado, subió a su auto encontrando el conejo de peluche y los chocolates que había comprado antes de encontrarlo con aquel sujeto, y como si fuera una dolorosa arma, su pecho comenzó a doler enormemente...
¿Qué fue lo que hiciste?
Con un nudo en la garganta encendió el auto y giró el volante saliendo del estacionamiento del edificio, recorrió las calles mirando por cada rincón y con cada fallido el nudo en su garganta se iba incrementando de una espantosa manera; terminó recorriendo casi todo el vecindario y supo que no obtendría mayor resultado. Sin saber a quién más acudir tomó su teléfono y marcó a la única persona que podría ayudarlo a saber dónde había ido Hoseok.
— Hyungwon ¿qué sucede?
— Jooheon, tú sabes dónde vive Daniel, tienes que decirme su dirección.
— espera ¿sucede algo? — Jooheon sonó consternado por la pregunta que no escatimó en hacer — Mira, no sé qué habrá hecho ahora para molestarte, pero no es necesario que busques problemas innecesarios. Déjame hablar con él y...
— No. Hoseok debe estar con él, lo sé. Así que dime su dirección, ahora.
— Hyungwon.
— por favor... — sintió que rompería a llorar en cualquier momento, cerró los ojos muy fuerte y tomó aire para continuar. — sabes, le he hecho algo terrible y necesito encontrarlo. Estoy, estoy desesperado, Jooheon.... — su voz se había roto en varias ocasiones; apoyó la frente en el volante conteniendo el llanto con todo lo que más podía, mientras escuchaba la sola respiración del otro. — por favor, por favor, Jooheon... Te ruego por favor me des su dirección.
— ¿tú qué... Está bien, pero no hagas nada tonto. Recuerda en qué posición estás.
— gracias...
— te enviaré su dirección por mensaje, cuidate.
La llamada terminó y al poco tiempo volvió a sonar un mensaje entrante el cual leyó rápidamente, dio la vuelta al auto y se dirigió al lugar que Jooheon le había enviado. Durante el camino pensó en lo malo que había hecho, en la forma en que había tratado a Hoseok, incluso cuando varias veces el mayor le había pedido detenerse; estaba cegado por los celos.
Tienes que disculparte. Arreglar las cosas. Por Dios, no hay nadie más con quien quieras estar, no puedes perderlo.
Nunca habría querido usar algo tan desagradable y horrible en contra de Hoseok y estaba seguro que incluso después de muerto jamás podría perdonarse el haberlo tocado siquiera; estaba tan arrepentido que podría morir en cualquier momento. Intranquilo mordió su labio inferior, con cada minuto que pasaba iba sintiendo más y más el peso de la culpa, el arrepentimiento y el miedo a que nada de lo que conocía hasta ahora fuera a ser igual; quería estar con Hoseok, quería tenerlo a su lado y estar bien siempre, pero no supo sino arruinar todo.
Varios minutos pasaron antes de llegar a una gran casa en una zona adinerada de la ciudad, estacionó el auto fuera y apagó el motor sintiendo el corazón latirle muy rápidamente, sus manos sudaron de manera horrible y los ojos le ardían porque en cualquier momento iba a soltar en llanto; eso era seguro y más si resultaba que Hoseok no estaba ahí con Daniel. Bajó del auto con torpeza, sus manos temblaban considerablemente y casi corrió hasta tocar el timbre de la casa que era escoltada por una enorme puerta de madera, espero por un tiempo, hasta que escuchó el citafono.
— ¿buenas noches?
— perdón pero ¿se encuentra Daniel?
— sí, sí se encuentra ¿de parte de quién?
— soy Hyungwon.
— claro, le diré de inmediato.
La transmisión se cortó y hubo silencio casi absoluto; a comparación de otras noches, ese día no estaba fría del todo, pero aún así por dentro creía que se desvanecía en la intranquilidad y el desespero por ver a Hoseok y explicarle que jamás habría sido su intención herirlo de la forma en que lo había hecho, que haría cualquier cosa para compensarlo y que le diera una última oportunidad para remediar las cosas.
La puerta más chica de abrió luego de varios largos minutos, se separó del muro en el que estaba apoyado y se encontró estando de frente con Daniel; pero su rostro no mostraba absolutamente nada bueno.
— ¿¡qué fue lo que le hiciste esta vez!? — el menor lo empujó haciéndolo caer en la calle, se quejó por el dolor, pero nada era comparado a la creciente y real preocupación que sentía debido a las palabras del pelinegro.
"¿qué fue lo que le hiciste esta vez?"
si, era exactamente eso lo que más había temido y que igual había sucedido.
Lastimar a las personas parecía ser algo que se le iba a la perfección y por eso era que odiaba tener que ser cercano a alguien, pero resultaba que no había nada que deseara más que estar cerca a Hoseok y sin embargo lo había hecho; lo había lastimado y ahora no hallaba forma de remediar las cosas.
— quiero verlo, yo- en serio no fue mi intención, por favor...
— ni siquiera te atrevas a pensar en acercarte a él de nuevo, saca tus cosas de su apartamento y no regreses nunca más ¿¡me escuchas!? No quiero volver a ver que sigues haciéndole daño, eres un cretino. ¡Ahora vete o te juro que llamaré a la policía! — el menor dio la vuelta cerrando la puerta con más fuerza de la necesaria; Hyungwon mordió su labio iracundo, se levantó limpiando su ropa y soltó un sollozo cuando se vio obligado a regresar sin siquiera poder ver a la única persona que más deseaba tener al lado.
Las calles fueron largas de recorrer, el camino de regreso al apartamento había sido tortuoso a comparación, y la intranquilidad que sentía en el alma fue reemplazada por una gran desolación que no deseó sentir nunca; el silencio poseyó su cuerpo y cuando menos pensó estaba en el sillón de la sala perdido en un millón de recuerdos desagradables, no estaba siendo consciente en absoluto de la noción del tiempo y tampoco le importaba.
Mientras veía a la nada escuchó la puerta sonar, cerró los ojos deseando intensamente que fuera él, pero al escuchar los pasos provenir del pasillo no los hallo ni siquiera familiares; dio una calada al cigarrillo que había encendido y que ya casi se consumía, luego botó el humo lentamente.
— Hyungwon ¿qué sucede contigo? Llevo llamándote más de dos horas y no respondes, maldición ¿sabes qué maldita hora es? — la voz furiosa de Kihyun le hizo doler la cabeza, más no tenía la fuerza necesaria para decir nada.
Agachó la cabeza y soltó un profundo suspiro.
— no iré a ningún lado...
— ¿por qué estás siendo así de repente? — la frustración en la voz de su manager fue real; él bufó alto muy seguramente enojado y lo sintió mirar al rededor guardando un silencio aturdidor. — qué... ¿qué fue lo que pasó aquí? ¿Hyungwon? ¿Estás herido? ¿Por qué tu mano está así? ¡Déjame ver! — Kihyun se había percatado al fin del desastre que era el montón de vidrios rotos en el suelo, miró de inmediato al rubio encontrando que su mano derecha se encontraba ensangrentada y herida; azarado saltó a verlo luchando para que el menor se dejara revisar, pero de la nada Hyungwon comenzó a patalear y a llorar impidiéndole hacer más nada.
Frustrado porque le era imposible seguir luchando y aguantando su llanto, se levantó y llamó al otro manager que le acompañaba ese día para que subiera y le ayudara de una buena vez; porque de todas las cosas que había vivido junto a Hyungwon esa era la situación que más le había aterrado, esa, luego de la vez en que lo vio casi lanzarse desde la terreza del edificio donde antes vivía...
◇◇◇
Una semana pasó sin saber absolutamente nada de Hoseok, cada día, cada hora, cada instante era más doloroso que el anterior; Hyungwon estuvo asistiendo a las grabaciones y ensayos por suma obligación de la empresa, no quería siquiera salir de su cama y cada vez era una batalla campal que sabía librar contra Kihyun, quien se quedaba sentado al lado de su cama todo el tiempo, según él, para asegurarse de que asistiría sin falta a cada compromiso.
Siempre que regresaban al apartamento lo primero que hacía era dejar a Kihyun atrás y arrancar a correr todo el camino hasta abrir la habitación de Hoseok, sólo para encontrarse con que él no regresaba aún; se imaginaba por qué no.
Seguramente no quería volver a verlo y supuso que su decisión era definitiva porque, incluso recordando las palabras que le dijo esa noche, se decía a sí mismo de nunca poder perdonarse tal bajeza; era la forma de cargar con todo el peso y dolor que seguro estaba sintiendo el mayor por haber descubierto que la única persona en quien confió le falló.
Ese día, luego de terminar de grabar la última canción que iría en el próximo álbum que lanzarían en otoño, se despidió de todos dando las gracias, mientras brindaba una enorme sonrisa que se desvaneció una vez dio la vuelta hacia la puerta; se deshizo de Kihyun asegurándole que necesitaba espacio y que si seguía así seguro iba a sentirse peor que perder la cabeza por completo, extrañamente entendió. Caminó a paso firme por el largo pasillo decorado con varios cuadros de artistas y grupos que trabajaban para la empresa, hasta que salió a la calle tomando una gran bocanada de aire, creía que se ahogaba entre tanta mierda y no evitó que en su interior creciera ese indomable deseo de tener entre sus brazos a Hoseok.
Un deseo inexplicable.
— Pasaba por aquí y me llamaron diciendo que estabas pasando un mal rato. Veo que no es mentira.
— Minhyuk... — se asombró de escuchar la voz del mayor justo atrás suyo; su cabello rubio ahora era de un castaño oscuro y respiró hondo una vez más cerrando los ojos, porque Kihyun no se rendía con nada. Frunció el ceño sintiéndose algo impaciente. — no tengo tiempo para hablar, debo ir a componer justo ahora. Y tranquilo, no me lanzaré de ninguna parte; al menos no hoy. — soltó ya rabioso.
— Tonto insensible... — el enojo fue evidente en la mirada de su antiguo amante, el apretó la quijada y bufó sin decir más que eso. — te llevaré a comer algo ¿estás de acuerdo? No será nada serio, sólo te invitaré como Senior y junior. Tenemos que hablar.
Lo pensó mirándolo por varios segundos, soltó el aire rendido y con la cabeza le indicó que podía subir al auto si quería. El camino fue silencioso, se mantuvo con la vista en frente mirando el camino, mientras Minhyuk veía hacia fuera de la ventana hablándole de vez en cuando sobre algún sitio de ropa o joyería que había visitado antes por cuenta propia.
Nunca lo había pensado así exactamente pero las conversaciones con él siempre eran de ese tipo, superficiales, no habían pensamientos íntimos o preguntas sin sentido que te ponían a pensar más allá de; no, sólo un montón de cosas sobre moda, música y tonterías de las que se veía rodeado a diario y que sentía ya le hastiaban lo suficiente.
Con Hoseok todo es diferente.
Lo sentía así y lo extrañaba por supuesto, pero no podía recordarlo sin pensar en lo que había sucedido entre los dos y en lo mucho que había destruido con unas palabras que, a simple vista podrían ser sólo palabras, pero que para él mayor significaban el profundo dolor de un terrible recuerdo que él mismo había dicho no pudo erradicar con nada.
¿Qué tan vil y cuatrero podía llegar a ser si había pensado en usar algo así para dañarlo?
Se lo preguntaba una y otra vez... el por qué podría ser evidente.
Sentado frente a frente con la carta en la mano, pasando plato por plato y siendo apenas consciente de lo que leía, miró sobre el mismo a Minhyuk que mordía su labio concentrado pensando en lo que pediría; bajó la carta y se fijó en él hasta llamar su atención.
— ¿qué sucede, no te gustó lo que hay? ¿Quieres ir acaso a alguna otra parte? — el castaño pasó saliva con dificultad al escucharlo, no era demasiado descifrar lo que pensaba si prácticamente le conocía por completo.
— sólo pregunta y ya... — Minhyuk miró a todos lados antes de aclarar su garganta, dejó a un lado la carta que sostenía y lo miró casi con lástima. Lo odió por esa simple acción, porque era lo que solía hacer siempre que le reclamaba airado por algún engaño; eso era peor que algún insulto o golpe dado en cualquier momento.
— sabes, estoy preocupado por ti. Mucho.
— no es cierto. — lo detuvo siquiera de intentar, volvió a tomar su carta para ocultar su rostro y evitar ver esa expresión que detestaba tanto. Si Hoseok estuviera ahí ¿habría dicho algo similar? Seguramente; pero estaba también seguro de que sonaría diferente porque él lo era.
— no tienes que decir lo que te sucede exactamente ¿está bien? Sólo escuchame. — comentó Minhyuk en un fino tono condescendiente — te lo confesare. Kihyun me llamó muy preocupado porque te encuentra extraño desde hace varios días, la verdad pensé que sólo era una de las tantas paranoias que suele tener a menudo por ti, pero viéndote como te veo... Incluso yo estoy en serio preocupado por ti, Hyungwon. Tú no logras verte, pero te ves demasiado abatido y nadie entiende qué es lo que te pasa.
— Te odio Minhyuk, te odié ... Lo haré siempre. Nunca voy a poder borrar el hecho de que siempre logras destruirme con unas simples palabras. Te odio en serio. — el mayor soltó un frío suspiro, tamboreo los dedos sobre la mesa y apoyó su mentón en la mano libre mientras miraba hacia un costado.
— lo sé, no fui una buena persona contigo... — él lo aceptó fácilmente y no podía ser de otro modo la verdad. Ese era Lee Minhyuk de quién una vez se enamoró.
— me pregunté muchas veces si sería alguien diferente de no haberte conocido nunca, alguien digno de poder estar con él... al ver en lo que me convertí te culpé y te odie demasiado por haberme herido hasta hacerme lo que soy ahora mismo, pero ¿sabes? Luego me di cuenta de que tenías razón, siempre fui esto; un egoísta insensible, un maldito idiota que no sabe lo que es amar a nada ni nadie más que a sí mismo.
— Hyungwon...
— ahora lo entiendo, Minhyuk. Lo que dijiste esa vez, ahora entiendo a lo que te referías. Si tanto quieres saberlo te mentí, en realidad nunca estuve saliendo con ese chico de la foto; parece que me creí mi propio cuento y lo arruíne sin siquiera haber comenzado nada en realidad... No lo sé, sólo lo arruíne.
— ¿a qué te refieres? — el mayor estaba a la expectativa, algo que era ridículo siendo que él mismo había dudado muchísimo de la supuesta relación, como para ahora lucir desorientado. Como si no supiera que mentía.
— me refiero a que ganaste — limpió una lagrima que había caído por accidente, se cruzó de brazos y sorbio la nariz — tienes de nuevo la razón, no soy más que un niño patético y egoísta que no podrá jamás saber lo que es ser amado de verdad ¿contento? Hoseok no quiere verme, me odia.
— jamás dije ni deseé que fuera así, Hyungwon. Y creí que estaban realmente enamorados, eso fue lo que dijiste. — Hyungwon soltó una risa amarga.
— enamorados...
◇◇◇
El cansancio que poseía su cuerpo era diferente de otros días, con un profundo suspiro puso la alarma de auto y dio la vuelta hacia el edificio en el que se encontraba el apartamento. Al mirar hacia la ventana donde el mismo estaba ubicado se quedó en una pieza, pues se dio cuenta de que la luz estaba encendida; sin importarle lo más mínimo, salió corriendo, pasó la puerta de cristal y el vestíbulo sin siquiera considerar subir al ascensor, sólo corrió escaleras arriba totalmente cegado.
Por favor, por favor, por favor...
Su cabeza dio miles de vueltas a lo mismo, rogando con su alma que por favor fuera Hoseok quien había regresado al fin, que podría explicarle lo mucho que había hecho mal y rogarle así fuera hasta el cansancio que lo perdonara, que perdonara su gran falta y le diera una nueva oportunidad de reparar el daño que había ocasionado sin pensar. Estando en el pasillo del cuarto piso se apoyó en la pared, su respiración se encontraba agitada pero no le importó; siguió caminando hasta llegar a la puerta correspondiente, levantó la cubierta e introdujo la contraseña entrando casi enseguida.
— ¿Hoseok?
Corrió por el pasillo y miró hacia la puerta que había permanecido inmóvil por días, de ella vio salir a Donghwa seguido de Daniel; se detuvo de reclamar cuando el menor de los dos lo vio con una ira aún peor que noches pasadas.
— ¡te dije que no volvieras, bastardo infeliz! — Daniel lo tomó del abrigo que llevaba puesto completamente enfadado y trató de quitárselo de encima tomándolo de las muñecas, pero no fue sino hasta que Donghwa los separó, que no hubo cambio en nada. Ni siquiera le importaba si al amigo tonto de Hoseok no le gustaba para nada que aún permaneciera en el apartamento luego de que le había advertido tan seriamente que dejara el lugar, lo único que quería hacer era verlo.
— ¡dejame Donghwa, voy a moler a golpes a este idiota!
— ¡ya detente, Changkyun! — una sola vez fue suficiente para el menor se separara de mala gana y caminara hasta tirarse en el sillón bufando. Volvió a intentar ir hacia la habitación que permanecía cerrada, pero un brazo lo detuvo de seguir tratando nada — ¿podemos hablar? Será sólo un momento. — Donghwa siguió hasta la salida y con una última mirada a la puerta le siguió sintiendo como la frustración se lo comía vivo.
El camino al vestíbulo y del vestíbulo a un pequeño parque cerca al edificio, fue en absoluto silencio; lo siguió con recelo y al darse cuenta que no llevaba nada mayor encima para cubrir su rostro, miró a todos lados para asegurarse de que ningún periodista tonto los seguía, pero más que seguirlos, lo que esperaba es que nadie lo reconociera. Una vez estuvieron en el lugar Donghwa tomó una honda bocanada de aire, lo soltó y sonrió.
— lo siento... — su voz fue noble, algo que le parecía extraño para una persona que apenas y conocía. Sintió ira al recordar que él era una de las principales razones por la cual había perdido la cabeza días atrás, así que furioso se acercó y lo tomó de la chaqueta que llevaba puesta mirándolo de frente con un odio especial.
— ¿por qué lo sientes? ¿¡A caso en serio estás saliendo con Hoseok!?
— por favor, tómalo con calma — aunque él lo dijera no había manera de considerarlo como tal; no hubiese querido mostrarlo a nadie pero estaba desesperado, ansioso y desorientado por todo lo que estaba sucediendo, y es que tener de frente a la persona con la que muy seguramente Hoseok había escogido estar... la verdad no iba llevándolo nada bien.
— ¿¡entonces qué esperas que piense luego de que te vi besándolo!? ¡Te sigue eligiendo, pero sé que no es lo que quiere. Tú lo estás poniendo en mi contra!
— Yo, yo no he besado a nadie, lo siento pero no sé a qué te refieres... — Hyungwon lo soltó alejandolo de su cercanía y echó a reírse; Donghwa era un cobarde que no podía aceptar sus propias acciones y no supo qué era peor. Seguro estaba jugando con Hoseok y no lo permitiría jamás.
— los vi, ese día fuera del edificio ¡yo los vi! ¿Cómo puedes pretender que no lo hiciste?
— me casaré el mes que viene, con mi novia. Por eso regresé, para decírselo a Hoseok... pero aún no he podido hacerlo.
— ¿qué? — el pelinegro tomó asiento en una de las bancas y lo miró soltando el aire por la boca.
— Hoseok es mi mejor amigo desde hace años, yo sólo quiero lo mejor para él así que lo estaba animando porque dijo que estaba confundido; de verdad pensé que sería bueno.
— pero, tú... ¿Es una broma? Entonces tú...
— lamento haberte hecho entender lo contrario, sólo lo tomé como una tonta broma por tratar a Hoseok de esa manera tan grosera. No es nada personal, es sólo que... no es correcto. — Hyungwon abrió los ojos conmocionado, se sentó a un lado y cubrió su rostro al encontrar las palabras de Donghwa plenamente absurdas
¿no era correcto?
Sí, tal vez, pero su estupidez había sido aún mayor al haber confiado sólo en su juicio y no heberle dado a Hoseok ni siquiera el chance de defenderse.
— ¿qué fue lo que sucedió?
— lo arruiné todo. — un oscuro suspiro se escuchó por parte de Donghwa; echó su cabello rubio hacia atrás y lo miró esperando tener algo de información al menos. — ¿está él bien? ¿Me odia? — Donghwa negó con la cabeza, luego encogió los hombros y lo miró.
— no sabría cómo responder exactamente. Hoseok sólo se la pasa llorando y durmiendo desde hace varios días, apenas y come, y la verdad fue difícil lograr verlo porque se negaba diciendo que daba asco — el tono de voz del pelinegro cambió a uno dolido y lo entendió, incluso el sintió su pecho ser oprimido con cada una de las palabras sobre el estado de su Hoseok — no entiendo qué pudo haber sucedido entre ustedes dos, y no voy a negartelo, estoy realmente enojado contigo ahora porque jamás había visto a Hoseok tan lastimado como lo está ahora.
— no fue mi intención, lo que le dije no fue mi intención. Lo juro.
— lo dicho, dicho está. — comentó él — desde que conocí a Hoseok siempre ha sido un chico muy inseguro, las palabras lo afectan incluso más que cualquier cosa y es por eso que en el transcurso de escucharlo y reconfortarlo le tomé un cariño enorme; porque es una persona maravillosa — guardó silencio un momento y continuó — ¿sabías que es hijo único? — Hyungwon negó con la cabeza — es hijo de una familia bastante adinerada, su padre no aceptaba que quisiera tomar danza como carrera para su vida, así que lo sacó de la casa. Su madre no hubiese querido que fuera así, pero terminó estando de acuerdo con su esposo.
Hyungwon lo había supuesto bien, Hoseok lucia como un niño concentido con poco conocimiento en la vida; no había sido muy difícil de deducir eso y menos con su comportamiento tan evidente. Pero aún así había sabido fallar y tomar esa parte débil como ventaja...
Lo llevaste al límite y lo heriste al final...
— Hoseok siempre ha luchado por lo que quiere sin importar nada. Luego de salir de casa tuvo muchos problemas para adaptarse a vivir solo, pero de alguna manera lo logró; hubo un par de inquilinos antes de mi y por una u otra razón siempre terminaban por molestar a Hoseok, hasta que llegué. Él fue muy amable en recibirme, al principio no podía pagar mucho dinero y sin embargo dijo que estaría bien mientras cumpliera con las reglas de la casa. — escuchó la risa de Donghwa; este, que tenía la vista fija en frente recordando, lo miró con una luz en los ojos — Hoseok era demasiado intenso y molesto, lo pensé en algún momento, pero lo necesitaba.
Hyungwon soltó una risa nostálgica al recordar el primer día que escuchó su voz; la piel se le erizo y un suspiro dejó sus gruesos labios. Apoyó la espalda en el respaldo de la banca y miró al cielo nocturno — sé muy bien a lo que te refieres...
— todo el tiempo preguntando ¿dónde estás? ¿con quién? y ¿por qué? — ambos rieron — ¿por qué razón él haría eso? Me lo preguntaba casa vez que llegaba cansado de estudiar y trabajar, hasta que un día tuve un terrible día de trabajo, mi jefe me echó por una injusticia, pero necesitaba realmente ese trabajo para mantenerme en la ciudad y no lo tomé de la mejor manera; ese día simplemente descargué mi enojo en Hoseok, cuando él sólo trataba de ser amable y animarme, yo simplemente le dije que fuera al diablo.
— ¿y cómo reaccionó? — preguntó.
— ¿cómo crees? Por supuesto se fue a su cuarto a llorar. Dios, me sentí tan culpable ese día, que cocine para él en forma de disculpa y desde ese momento comenzamos una amistad. — el pelinegro sonrió abiertamente, seguro disfrutando de los recuerdos que llegaban a su mente; por su parte sólo podía extrañar y estar en el fondo horriblemente asustado y preocupado.
— creo que lo herí mucho más que eso... de verdad traicione su confianza, yo-quizá todos tengan razón y no merezco estar cerca a él.
— Hoseok se veía muy convencido de lo contrario.
— no quise dañarlo, pero aún así desconfíe de él porque tenía envidia de lo que tenían, de lo que tienen. Tú lo entiendes y lo conoces bien, y aunque lo niegues estoy seguro que entre ustedes sucedió algo. Cualquiera podría decirlo ¿qué son esas fotos en la pared? No parecen tomadas por alguien quien sólo tiene aprecio por su amigo. — lo acusó y Donghwa hizo memoria de nuevo.
— oh, eso... — el pelinegro pareció recordarlo y soltó una risita antes de soneojarse — creo que me atrapaste en mi mentira. — dijo rascándose la nuca y aclarando la garganta — no voy a mentirte, al principio me parecía extraño el insistente interés de Hoseok por mi; sus regalos, su dedicación y lo mucho que buscaba mi compañía sin importar cuanto lo ignorara. Dije "está bien, sólo es un niño mimado jugando a buscar amigos" lo pensé así, pero luego de acercarme me fui dando cuenta de algo muy curioso. — Hyungwon lo miró a la expectativa — de algún modo me di cuenta que Hoseok sentía algo por mi, lo cual al principio fue demasiado para asimilar.
— ¿entonces lo sabías?
Donghwa asintió con la cabeza antes de confirmarlo con palabras — Sí, lo supe todo el tiempo — confesó — incluso cuando decía cosas al respecto solía fingir que no entendía a lo que se refería, como un idiota.
— ¿por qué lo hiciste?... Lo siento si estoy siendo entrometido y un tonto curioso, lo odio en serio, pero no entiendo qué pudo haberte llevado a hacer eso. — lo escuchó lanzar un risita íntima, celoso frunció los labios y miró hacia la calle por la cual transitaba un auto familiar; respiró profundo y espero por la respuesta del otro.
— es porque lo quiero, pero lamentablemente no podía corresponder a sus sentimientos, y como te dije, temía herirlo de nuevo; quería que fuera feliz, por lo que lo llevaba conmigo a las excursiones y captaba su inmensa felicidad con la excusa de proyectos de carrera. Sinceramente me preguntaba todo el tiempo qué encontraba él en mi que era tan precioso, incluso yo no comprendía eso; Hoseok me hizo entender muchas cosas y se lo agradezco muchísimo, porque fue el único que creyó en mi ciegamente. No podía seguir mintiendole, así que decidí que era mejor irme, por él más que por mi; no me importó dejar mi carrera o el trabajo que tan amablemente él consiguió para mi, lo único que quería era no alimentar más sus esperanzas y tampoco aprovecharme de su amabilidad.
— lo entiendo...
Hubo un largo silencio en el que pensó en que existían personas así, que incluso por una amistad sacrificaban cosas y era lo que había hecho Donghwa por Hoseok; hizo un recuento de lo que había dado él a parte de un poco de afecto cuando lo necesitó y no lo vio siquiera suficiente
¿podría ser que había sido así de tonto?
Hoseok siempre estaba dispuesto a hacer las cosas bien, a acercarse así fuera con sus insistentes y tontas preguntas que no lograba siquiera responder con algo más que un simple "sí" o "no", o en su lugar un "cierra la maldita boca" ... Cuántas veces debió haber estado herido sin saber..
Un rato pasó y su necesidad de ver a Hoseok lo estaba sobrepasando por mucho, su cuerpo dolió y el corazón se le contrajo como muy pocas veces en la vida había sentido; mordió su labio inferior demasiado inquieto, la noche era otra noche normal para las pocas personas que caminaban por ese sector, pero para él no era más que un sutil infierno que había comprado sin darse cuenta.
— quiero verlo. — lo musito sin quiera ser consciente, sus manos y cuerpo se sentían entumidos y el corazón le bombeo de manera incontrolable; quería decirle tantas cosas, sentir sus labios, su cuerpo, quería todo de Hoseok, así que ¿por qué era tan difícil? ¿Por qué se había obligado a ir hasta ese punto si lo único que deseaba era a él? No se suponía, cuando salió huyendo de sus fans, que terminaría cayendo enamorado por alguien como Hoseok, pero suponía que ya se había rendido hace mucho tiempo a la idea, así que lo único que exigía con desasosiego era poder estar cerca; al menos eso.
— no quería llegar a esto, pero sinceramente estoy de acuerdo con Changkyun.
— ¿a qué te refieres? — Hyungwon lo miró sintiendo el golpe de sus palabras.
— quizá tú desees estar en serio con Hoseok, pero él sigue siendo mi amigo más precisado y no puedo aceptar muy bien que lo hayas lastimado hasta llevarlo a lo que es ahora... Una de las razones por la que te traje aquí es para pedirte por favor dejes de intentar acercarte más a Hoseok, que tomes tus cosas y te marches lo antes posible del apartamento. Espero que entiendas por qué lo hago y nuestra preocupación. — aunque hubiese querido negarlo, la voz de Donghwa sonaba lo suficientemente sería, no era nada a como había estado al principio. Fijó su vista en el suelo y pretendía negarse en absoluto, sentía que sí buscaba una oportunidad más quizá la obtendría y quería luchar por ello.
— no tengo por qué escucharte. — le respondió reacio a aceptar marcharse sin hablar con él; no podía.
— si sigues sin entender entonces no me quedará más de otra que recurrir a otros medios y me gustaría no tener que hacerlo, por favor. Sólo vete mientras aún puedo ser amable. Te daré una semana mientras buscas un nuevo lugar. Ah, y espero tengas donde quedarte mientras eso sucede. — Donghwa soltó el aire por última vez, se levantó e hizo una reverencia formal la cual ni siquiera pudo responder debido al impacto de sus palabras...
No.
◇◇◇
"¿alguna vez oppa se ha enamorado? "
☆ Sí
☆ No
☆ Quizá
☆ Sólo de monbebe.
______
Hyungwon miró la hoja decorada con un diseño de tortugas, la observó por un tiempo indeterminado hasta que el sonido al rededor volvió a la normalidad y una dulce voz lo asaltó.
— ¿oppa?
— ¿ah?
— Aawww so cute. — al ver la emoción absoluta en el rostro de su fan sonrió y siguió la conversación con un curso natural; asentía la cabeza ante lo que la chica decía y tomó su mano brindándole apoyo. — esa persona de verdad me gustaba, mucho. No sé si cometí un error al haber terminado la relación.
— no te preocupes, si es un buen chico entenderá. Eres muy bonita, así que no permitas que esas cosas te opaquen.
— oppa ¿en serio?
— hablo en serio. — asintió con una sonrisa inocente mientras le daba palabras de apoyo y devolvió la hoja.
— oh, oppa. No respondiste nada.
— ¿no lo hice? Ow, estoy un poco tonto hoy — sonrió de manera nerviosa recibiendo la hoja de regreso, la leyó de nuevo y casi sudó.
Enamorarse era algo que había hecho ya dos veces y una había sido más fuerte y dolorosa que la anterior. Recordó unos cabellos púrpura y una sonrisa dulce, una voz molesta que lo hizo sonreír al instante y un cuerpo escultural que sólo él sabía exhibir con una fuerza y un sentido especial.
Lo extrañas...
Suspiró marcando la respuesta y devolvió el papel sonriente; su fan alegre leyó la respuesta y lo miró un tanto sorprendida.
— oppa es muy dulce.
— siempre estaré enamorado de monbebe, gracias por haber venido. — con un último saludo de despedida la chica pasó al siguiente miembro que era Shownu; sonrió a la siguiente fan y continuó atendiendo el evento de firmas sin prestar atención a su aflicción.
Habían pasado muchos meses desde que se había mudado de la casa de Hoseok, el curso de su vida continuó y aún así nunca sintió volver a ser el mismo luego de haberlo conocido; por más que pasaba el tiempo siempre regresaba a esos instantes en que había sido feliz sin siquiera saberlo o aquellos momentos en que sintió arrepentimiento cuando ya no era necesario nada como ello.
Había intentado continuar por su cuenta con el alma hecha trizas porque, después de mucho intentar, se dio cuenta que Hoseok jamás habría querido recibirlo de vuelta, porque por más que intentó no halló otra forma que refugiarse en el trabajo, en el componer y en ocultar el inmenso dolor tras sonrisas fingidas que lograba lanzar después de un poco de esfuerzo.
Todo seguía igual, menos el.
No habría nunca de preguntar por las razones, por ejemplo, por la cuál Hoseok había cambiado de número telefónico o la clave de la puerta, tampoco habría que pensar mucho más allá el por qué salía con aquella chica de cabello negro con la que lo había visto hacía unos cuatro meses atrás... Si había dejado de insistir es porque ya no había una razón para intentar nada más y solamente debía aprender a vivir con lo que tenía y ya.
Conformarse nunca había sido algo de lo que estuviera especialmente orgulloso, al contrario, así como odiaba tener que discutir sobre algo ya pasado, así mismo odiaba tener que darse paños de agua tibia para las heridas que eran profundas; y sin embargo no hallaba otro remedio. Día tras día se recriminaba el tonto error, pero para ello debía también aceptar — a falta de orgullo — que lo había hecho porque no supo cómo retener a su lado a la persona, a la única persona, que pudo haberle dado todo lo que una vez deseó.
No fue afanado y simplemente lo acepto; el haber sido un tonto chico, un niño sin conocimientos y un pobre inocente.
Un año debía ser suficiente para haberlo aprendido con creces.
Eso crees tú...
◇◇◇
— Estoy triste porque ya estamos llegando al final de este concierto. — las miles de fans se quejaron casi al unísono. Sonrió al ver todos esos lightsticks encendidos y esos gritos de ánimo para cada uno de los integrantes que daban su discurso agradeciendo el apoyo y el amor que les brindaban.
Las promociones habían sido un completo éxito, la fama del grupo cada vez era mayor tanto en Corea como internacionalmente, por lo que estaban satisfechos con el trabajo hecho. Sonriendo miró nuevamente a las fan con el corazón lleno hasta algún punto y tontamente se preguntó si Hoseok podría estar orgulloso y feliz de todo lo que estaba logrando hasta ahora.
Su respuesta fue:
No creas que puede ser posible.
La última canción de la noche sonó, If Only sería la que cerraría la noche y con un montón de sentimientos en el pecho abrazo a Shownu que parecía a punto de llorar; eran muchas las cosas que vivían a diario y al igual que con sus fans, también se sentía agradecido hacia él quien era que los guiaba con gran madurez.
Caminó por el escenario sacudiendo la mano, mirando a las chicas y chicos que gritaban unos entusiasmados y otros llorando por darse cuenta que sería la última vez hasta un próximo encuentro como ese.
La canción terminó dando por terminado el concierto; despidiéndose insistentemente regresaron hasta estar cubiertos por la gran pantalla y respirando profundamente escucharon aún los gritos que les hacía retumbar el pecho. todos se miraron y sonrieron abrazándose unos con los otros, felicitandose por lo que habían completado y logrado.
— Lo has hecho bien hasta ahora, has mejorado mucho Hyungwon. Por favor aprovecha esta oportunidad, no lo arruines. — Jooheon le dijo eso una vez lo abrazó, lo miró extrañado y este sonrió dando golpecitos en el hombro.
Una vez en la antesala cada uno se encontró con sus familiares, Hyungwon estaba feliz porque se había reunido con sus padres luego de varios meses de no verlos; asintió hacia su madre cuando esta le preguntó si había estado comiendo bien y sonrió abiertamente porque, por muchas razones, estaba sintiendo alegre después de un largo tiempo.
Las risas y conversaciones alegres entre miembros y familiares llenaron el lugar de paredes blancas y luces brillantes, contento saltó cuando Shownu le comentó sobre la cena que tendrían al día siguiente para celebrar el término de los dos primeros conciertos de la gira mundial que llevarían a cabo. En un momento dado dejó de hablar cuando vio a un chico de cabello negro acercarse a Jooheon, este volteó a verlo absolutamente feliz y los familiares del rubio igual; como un interruptor que abría la puerta a miles de recuerdos estos llegaron a su cabeza sin poderlo evitar, su rostro que estaba alegre se presentó serio y casi oscuro, y la intranquilidad volvió a azotarlo hasta hacerlo demasiado evidente para quienes lo rodeaban.
— ¿sucede algo, hijo? — su madre que era joven y hermosa lo miró con un tinte de preocupación, él sonrió de nuevo negando con la cabeza.
— no es nada.
Lo comentó como si no lo sintiera en realidad, como si de la nada no se hubiese hundido en la miseria por simplemente haber visto a Daniel, quién pretendía no conocerlo de absolutamente nada. Siguió la conversación con su familia casi pendiente del par de amigos que disfrutaban de estar juntos; de manera tonta esperaba poder captar algo que le diera una pista sobre la persona que no había podido borrar de su mente con absolutamente nada.
Hoseok era un agridulce recuerdo, una escena, la esencia y la solidez de un amor que no había podido realizar; con exasperación había buscado eludir el agujero que su ausencia había dejado, pero engañarse a sí mismo era peor que sólo aceptar que, si lo llegara a tener cerca, no caería totalmente rendido a sus pies...
Seguro se aferraria sin siquiera dudarlo...
— ammm, Hyungwon ¿es ese chico algún rookie? Tiene una buena apariencia. No lo había visto antes. — Shownu señaló hacía el pasillo y giró a ver por encima de todas las personas que habían en la sala, los ojos se le abrieron hasta asustar a su madre.
— Hyungwon ¿qué pasa contigo hoy? — su madre comenzó a ver hacia el pasillo y luego al alto delgado que comenzó a abrirse paso entre las personas — ¿Hyungwon? Hyungwon ¿a dónde vas?
— volveré pronto, lo prometo. Sólo será un momento. — se detuvo y habló en dirección a sus padres viendo cómo su padre tranquilizaba a su madre que aún se notaba bastante preocupada. Siguió abriéndose paso entre las personas hasta alcanzar el pasillo, y mientras caminaba hacia él, se dio el gusto de detallar el hermoso perfil que le presentaba; con sólo estar ahí de pie mirando su teléfono ya tenía mil y un cosas en mente que no le permitían ni siquiera razonar.
Con un gran sentimiento en el pecho se reviso la ropa y deseo poder estar en otras circunstancias, quizá tomar una ducha y peinar un poco mejor su cabello que ahora era negro; puso su mejor sonrisa y mientras acortaba la distancia su corazón martilló fiero hasta casi salir de su pecho desbocado. Cuando estuvo tan cerca que logró sorprenderlo, obligándolo al tiempo a despegar su vista del aparato, se perdió en su expresión desorientada; su sonrojo y sus labios rojos que temblaron intentando decir algo fueron suficientes para hacerlo feliz.
Le fue inevitable tomarlo del brazo porque sintió que en cualquier momento huiria de su cercanía y si lo dejaba ir muy seguramente lo perdería por un tiempo indeterminado que dolería incluso más que él intento y el rechazo.
— Hoseok...
Si había algo que extrañó como loco durante el año y medio en que había pasado apresado entre los recuerdos y el remordimiento, era el dulce néctar que solía ser el mencionar ese nombre que evocaba lo que más quería tener en la vida, significaba sus más profundos deseos y lo que se le había prohibido; se había sentido por mucho tiempo inhibido de él y disfrutó tanto del contacto de su mano que se cerraba en su brazo que no evitó que un suspiro saliera seguido de su nombre...
Lo extrañaste como un loco Hyungwon.
Su mente estaba casi en blanco.
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Hola!
Estoy nuevamente aquí con un capitulo de esta historia, la verdad... Se acerca el fin. Pero no todos los finales son malos y todavía faltan un par de capítulos 💕
Gracias por seguir esta historia, ustedes son mi profunda y vivida motivación. 💙
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