-Prologo-[ Parte 1] Bienvenida al infierno


Primero que nada esta es una historia donde intentaré expresar un lado de mi imaginación que ni en esta ni en anteriores cuentas había expresado por que pensé que no agradaría, sin embargo, tengo varias ideas de este tipo con material Au-confort, algunas de Undertale y otras originales o de otras cosa. Así que decidí aventarme un poco y publicar para ver como reaccionarían a este tipo de historias... ¿Y que mejor para una historia de este tipo que Horrortale?

°•Disclaimer°
-Undertale pertenece a Toby Fox y él primer Horrortale (porque ahí dos señores) pertenece a Sour Apple Studio

La historia sigue a dos protagonistas, a uno la conseguiremos en este capitulo y al otro mas tarde.

°•Descripción•°
Hace 10 años un niño de 8 años llamado Frisk cayo al Underground, se amigo con los monstruos que ahí habitaban y  mato al rey para con su alma cruzar la barreda. Desde entonces, traicionados de nuevo por la humanidad y a la deriva sin su rey Asgore, la civilización de "Nuevo hogar" decallo así como la sanidad fisica y mental de sus habitantes.

°•Advertencia •°
-Relación toxica (Au-confort) con muy pocas probabilidades de un final feliz al igual que gore y otros temas adultos.

Prologo [Parte 1]
*~Bienvenida al infierno~*

Dolia, dolía demasiado. Mediante recobraba poco a poco su conciencia y sus sentidos volvían a ella también una fuerte sensación de punzadas en la parte posterior de su cabeza y espalda se hacia presente, invadiendo todo su ser como se de raíces en la tierra se tratasa.

Una opresión en su pecho, o mejor dicho en sus pulmones le hizo aceledar su nada dulce despertar, no respidaba, no podía. Llevo sus pequeñas manos a su cuello sin oprimirlo y abrió su boca de finos labios rosa palido inhalando una gran bocanada de aire fresco casi con desesperación, cuando sus pulmones se llenadon del preciado aire de regreso se inclino al frente tociendo frenéticamente hasta que el dolor en su garganta destrozada le indico que parase. Oh su pobre garganta que ya había sufrido las consecuencias del fuerte grito emitido anteriormente...

Miro, hacia arriba con sus pequeños ojos que casi ni se veían entre las espesas pestañas negruzcas y solo pudo ver un agujero por el que asomaban tímidamente unos escasos rayos de sol ¿Por ahí había caído?... Bajo su mirada al frente y llevo sus manos a su adolodida cabeza, palpo suavemente sintiendo que la zona golpeada estaba tibia. Toco un poco mas y saco sus manos con un pequeño quejido de dolor, hasta el mas mínimo roce de sus pequeños y delgados dedos dolía, pero, aun así no podecia haber heridas abiertas eso era bueno ¿No?...

De repente se extremecio, había recordado el porque de todos sus males, afortunadamente para la chica la luz que emanaban de esos rayos del sol era suficiente y justa para ver a su alrededor. Un jardín de flores amarillas se hacia presente bajo de si. A la pequeña se le hacia curioso como las flores alrededor de las columnas se encontraban resecas y marchitas mientras que las que estaban mas al centro, justo debajo de su peso ahora, se realzaban y parecian brillar con la poca luz del sol, se mantenian vivas de alguna forma o algo las mantenía vivas, o eso era lo único que parecía lógico al estado inusual de las plantas...

Mirando mas alrededor y rebuscando entre el follaje, tanto el vivo como el muerto, de las plantas por fin encontró lo que tanto buscaba, era un pedazo de pan ahora mugriento por la tierra, comenzó a sacudirlo con sus manos igual de sucias sin prestar mucha importancia. Un pequeño temblor se hizo presente en su labio inferior mientras procegia con el proceso de limpiar su unico alimento. Su estomago se retorcia en su interior, reclamaba alimento, sin embargo, a la pequeña le dolia mas la opresión en su garganta y pecho causada por retener aquellas el llatoque el espacio vacío en su estomago.

Ese misero pedazo ¡Ese maldito pedazo de pan! por el había perdido su único calzado, por el había subido la montaña y por el había caído allí para empezar.

Inhaló profundamente intentando calmarse pues las lágrimas ya se agrupaban al borde inferior de sus ojos, partió un pedazo del pan mugriento y se lo llevo a la boca comenzando a masticar en completo silencio.

De repente y como si algo en ella se hubiera rato no pudo mas, una lágrima cristalina cayo de uno de sus ojos al compas de los agudos y bajos quejidos de trizteza, luego varias mas le siguieron mientras metía mas del pan en su boca. Las gotas surcaban su rostro una y otra vez desatando el sollozo de la niña que a pesar de estar devodando el pan hasta casi atragantarse con el se daba el lujo de dejar escapar sus lamentos ahogados.

Cuando porfin termino de comer sorbió su nariz y comenzó a frotarse los ojos tratando de enjugar inútilmente las lágrimas que no dejaban de salir, atrajo sus piernas hasta su pecho buscando refugiarse en sus rodillas, abrazandose a estas y rozando sus pies llenos de heridas recién hechas...

Y lloro desconsoladamente dejando salir todas sus penas y males,  desahogando sus lastimedos sollozos contra la rasgada y sucia tela que conformaba su harapiento vestido sin darse cuenta que era observada.

Una extraña flor dorada como las que rodeaban a la pequeña y con un ojo verde observaba cercana a la niña preguntandose si valia la pena llamar la atencion de la pequeña o si siquiera era necesario hacerlo. Se sentía extrañamente compasivo con este ser y algo en su interior le decía que por lo menos la dejase terminar de llorar en paz, sin embargo, pronto anocheceria y entonces la pequeña no solo tendria que vagar completamente a oscudas sino también enfrentarse a los peligros que se amplificaban cuando caia la luna.

-Ajem.. -carraspeo intentando llamar su atención, aunque, realmente no esperaba que funcionase, menos a la primera.

Para su sorpresa la niña levanto su rostro rápidamente alarmada, buscando a su alrededor hasta dar con el capullo. Cuando lo vio no pudo evitar dar un pequeño respingo hacia atrás retrocediendo un par de pasos hasta que unas enredaderas de repente le sujetaron de sus extremidades deteniéndola.

-¡ No tengas miedo¡ -casi sonaba como una demanda mas que una forma de calmarla- No voy a lastimarte, mi nombre es Flowey... Flowey la flor-Hablo ahora mas calmado con cierto tono calido

El semblante aterrado de la niña se relajo y miro con curiosidad a la flor ladeando levemente su cabeza, si lo que desia era cierto era el primero.

- Okey, aunque suene extraño, esto salio mejor de lo que esperaba -Penso la flor

Las enredades que sujetaban e inmovilizaban a la pequeña fueron liberandola lentamente hasta volver al capullo, la niña no se había movido de su lugar.

Un corazón se materializo frente a ella a la altura de su pecho llamando su curiosidad pero cuando iba a tocarlo un grito proveniente de la flor la hizo sobresaltarse y volver su vista a tan extraño ser.

-¡¡No te muevas, eso no es un juguete!! -exclamo la flor y suspiro cansinamente frotando con una hoja la zona sobre su parpado- esa es tu alma -ahora señalaba con la misma hoja el corazon flotante- es la culminación de todo lo que eres y es frágil -hizo especial enfasis en lo ultimo- Así que ten cuidado con ella -resoplo

¿Hacia cuanto que no tenían un humano? Ya había olvidado el monologo y el animo que tenia antes tan bien ensayados.

Supiro pesadamente rememorando mejores tiempos en los que tenia una cara y no un único ojo que hacia de reemplazo de esta.

Dichosos eran esos tiempo en los que a pesar de que había enfermedades y pequeños problemas por aquí y por allá el aire de paz y quietud se respidaba en el Underground, y los monstruos pues... Nada que ver los alegres que mantenían sus esperanzas gracias al rey con los destrozados vestigios de su sociedad que quedaban ahora.

Saliendo de su ensimismamiento noto que durante el tiempo que se quedo perdido en memorias y tiempos que no volverán la niña no se había movido ni un ápice, de verdad que era oberiente y no sabia si ese carácter sumiso seria lo mas adecuado para súpervivencia.

-Amm...- la flor frota el lugar donde deberia ir su cien si tuviera y miro a la niña- ¿Como te llamas?-

La niña junto sus pies frotándolos levemente mientras meditaba que hacer. Ladeaba ligeramente su cabeza con gesto pensativo mientras que los mechones cafés jugaban y se arremolinaban con el movimiento, después de estar así unos minutos en los que Flowey le miraba como si algo no estuviera bien con ella por fin se detuvo.

-Aliza...-Murmuro con solo un hilo de voz, los malos esfuerzos con su garganta aun le seguían pasando factura.

-Bien... - La flor estendio una hoja como si de su mano tratase, la niña la sujeto con delicadeza sacudiendola levemente, ¿Asi se supone que son los apretones de mano?- Bienvenida al infierno, pequeña...-

De nuevo, ¿Como una niña tan pequeña se había metido en esto?

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•
-10 minutos antes-

Se apegaba lo mas que podía a la pared de escombros intentando no ser vista, normalmente no haría algo como eso, a pesar de no tener mucho -por no decir no tener nada- luego de la guerra civil que se había desatado en un arrebato estúpido de la colonia por tener algo mas de poder ante el resto de las ciudades y colonias que conformaban esa unión.

Como era de esperarse la ley de "él mas grande y fuerte aplasta al pequeño y débil" también se aplicaba en estos casos y su pueblo natal fue reducido a un mínimo de su población, así como también varias de las viviendas fueron convertidas en escombros.

Una brisa de aire helado levanto el polvo de los fragmentos rotos de pared y siguió de largo acariciando a la pequeña que solo pudo abrazarse a si misma intentando calmar su tiritar, ese vestido azul y sucio que portaba  no llegaba ni abrigar del todo sus brazos mucho menos sus piernas, de hecho, toda su contextura se veía insalublemente delgada ¿Hacia cuanto que no probaba alimento? Pero, bueno por eso estaba ahí ¿No?.

Asomo ligeramente desde su escondite su cabecita y espero a que el vendedor de uno de los pocos,  "comercios" que quedaban -Si asi se le podía llamar- estuviera distraído y entonces corrió, entrando por la inexistente puerta para tomar un trozo de pan y seguir de largo, sin embargo, el urto del pan podría haber sido algo mas incógnito y sutil porque  de aquella forma no solo el vendedor se había dado cuento si no también varios de los compradores.

Ella no era una ladrona, aun cuando hacia tiempo que no probaba alimento alguno... Aunque su estomago dolía a horrores nunca había querido ser lo que ella denominaba como una "mala persona", sin embargo, algo en ella le decía que no sobreviria mas si no comia aunque sea un poco y ella no quería morir.

-Me a robado, detenganla- Oyó gritar desde el local y sintió como el calor de todo su cuerpo había disminuido a cero de un momento a otro.

Una de chanclas sucias que formaban parte de su unico calzado termino de romperse, haciéndola caer y raspar sus rodillas, dolía, pero, no había tiempo para eso ahora, escuchaba el compás de los pasos apresurados siguiéndola. Dejo pasar un poco de saliva por su garganta y deshaciéndose de ambas sandalias para que no estorbadan reanudo su huida.

De repente se vio frente a la base del monte Ebott, aquel del que se suponía nadie volvía. Sabiendo que no había otro sitio por el que seguir comenzó a trepar dificultosamente este.

Con gran empeño y a pesar de lo adolodido en sus pobres y débiles extremidades logro llegar a terreno liso por el que pudiera seguir, volteo hacia atrás esperando ver un grupo de hombres siguiéndole los talones extrañándose al no ver a nadie, claro, ella no sabia que aquellos valientes hombres dispuesto a darle una lección a una pequeña niña no se sentían capaces de ir al monte por miedo a las leyendas.

Estaba cansada, jadeaba y tocía de vez en cuando, no hacia falta mencionar que su cuerpo no estaba hecho para tanto esfuerzo físico, pero, aun no se detendría, cuando volvió su vista al frente ya fue demasiado tarde para frenar y termino siendo tragada por aquel gran agujero, mas por un impulso que por algo mas emitió un agudo y alto grito que no llegadia a nadie. Su cuerpo perdió toda movilidad  y se petrifico tal vez por el panico, sin ser capas si quiero de pensar en algo mientras la jodida gravedad la arrastraba hasta su seguro final.

Sentía sus cuerdas vocales desgarrarse, pero, gritar era lo único que podía hacer y entonces cuando sintió su cabeza y espalda impactar de golpe con el suelo todo se volvió negro.

...

Y aquí estaba ahora, con aquel extraño ser planta hablando de cosas que la niña no llegaba a entender del todo ¿Que demonios era un "Reset"?. Aprovechando que la flor no la veía rozo suavemente con sus dedos lo que se supone era su alma.

-Nng...- se quejo silenciosamente, había sentido una opresion extraña recorrer su interior, así que era cierto que estaba conectado a ella

-Bien... Eso es todo lo que tienes que saber, ahora continua con tu viaje pequeña yo me voy- había finalizado la flor llamando la atención de la niña de nuevo.

¿Eh? ¿Que? No había prestado  atención a casi nada, extendio su mano hacia la flor iba a pedirle que no la dejada sola, pero, antes de poder articular palabras con su suave vocesita la planta se hundió bajo tierra dejándola.

Sin nada que hacer y con su cabeza aun doliendole se levanto comenzando a caminar por el único sendero visible...

Una pregunta, quieren que los monstruos sean humanos, al principio no había pensado en hacerlos humanos, pero, hice este dibujo de Horror!Sans hace un largo tiempo.
y al verlo mientras hacia limpieza de algunas cosas en mi celular dicidi que podría ser interesante humanizarlos.

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