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━━ ━━ capítulo ocho: crackstone
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LOS MORTALES IMAGINABAN EL CIELO COMO UN LUGAR REPLETO DE NUBES SUAVES Y ACOLCHONADAS, CON FUENTES DE AGUA, ÁNGELES TOCANDO INSTRUMENTOS musicales, las personas con batas blancas y coronas de flores puestas en sus cabezas caminando, saltando y bailando por doquier felices de estar en el paraíso, sin embargo no era así, cada persona tenía su propio paraíso cuando fallecia, algunos su paraíso era estar en casa con su familia, otros su paraíso era estar en la playa, y muchos otros su paraíso era estar en el campo mirando el horizonte en completa paz. Y mientras los mortales disfrutaban de su eterno descanso los ángeles vigilaban escondidos entre los paraísos, disfrazados o camuflajeados de que todo estuviera en orden, pero los que no tenían esa tarea se encontraban junto a Dios vigilando la tierra y a sus habitantes, viendo como progresaban o retrocedían dependiendo la situación.

Amenadiel, uno de los angeles encargados de esa tarea se encontraba totalmente tranquilo, con sus manos unidas detrás de su espalda y con una sonrisa feliz en su rostro viendo desde arriba la tierra con supeoridad.

— ¡No lo puedo creer!

Un grito estremecedor rompió el aura de tranquilidad que Amenadiel tenía, el ángel con grandes alas volteo hacia atrás topandose con uno de sus hermanos quien llegó a su lado con una expresión de enojo en su rostro. Miguel.

— ¿Que pasa, hermano? ¿Por qué luces molesto?

Pregunta curioso Amenadiel.

— Es padre.

— ¿Qué pasa con él?

— Descubrí quién es el causante del apocalipsis y él se niega a creerlo, me ignora.

Amenadiel al escuchar a su hermano abre los ojos sorprendido. No podía creerlo.

— ¿Enserio sabes quién es el causante?

Miguel asiente con la cabeza, aún con una expresión de furia en su rostro.

— Es la hija de Luci. Misery Morningstar.

— ¿Qué?

— Después de haber bajado al infierno con padre y nuestros hermanos para poder entablar una conversación civilizada con Luci, me dedique a vigilarlo desde las sombras. Al principio pensé que él era el causante pero después vi como su hija iba a la tierra y manipulaba a un par de humanos con sus encantos, entre ellos una humana de trenzas y piel blanquecina. Amenadiel la hija de Luci es la causante del apocalipsis, está manipulando a una pobre humana para conseguir lo que quiere, que es la destrucción de la más grande creación de nuestro padre.

Amenadiel no sé creía lo que decía su hermano, parecía muy descabellado.

— Hermano...

Miguel al ver la expresión de su hermano se enfureció. Tampoco le creía.

— No me crees.

— Suena un poco incoherente lo que dices.

— ¿Es eso o es que estás del lado de Luci?

— Claro que no.

— Ay por supuesto que sí. Siempre fuiste unido a él incluso cuando fue desterrado lo defendías y dabas la cara por él. No importa, no te necesito.

Miguel paso aún lado de Amenadiel, chocando su hombro con el de él aproposito.

— ¿Que harás?

Pregunta asustado Amenadiel, su hermano a veces podía ser un poco, demasiado, egocéntrico y rebelde.

— Si padre no pretende detener todo esto, yo si.

Y sin más Miguel fue hacia sus otros hermanos para contarles lo que había descubrido.

Amenadiel bajo la mirada asustado y nervioso, esto no le olía nada bien. Miguel podía ser demasiado influyente con sus demás hermanos, demasiado, hasta el punto que sus demás hermanos lo acompañaban a dónde sea que él fuera incluso a la guerra. El ángel sabía que la hija de Luci no podía ser la causante del apocalipsis pero también sabía que tenía algo que ver, estaba relacionada por lo que había escuchado detrás de las paredes del infierno, cuando su padre se quedó hablando con Luci. Debía de hacer algo antes de que su hermano cometiera una locura.

🎀☠️

— Es lo poco que hemos descubierto, no tenemos más.

Misery se encontraba en el Café Veleta con Mazikeen explicándole lo que había descubierto junto con Merlina, Dedos y Salem. El demonio estaba en shock, procesando aún todo lo que le había dicho la hija del diablo.

— Carajo.

Susurra Mazikeen mientras le da una mordida a ese panecillo de frutos rojos que habían pedido junto con unas bebidas.

— Lo se.

Responde frustrada Misery.

— Pues no hay que perder el tiempo, vamos con tu amiga esa, Merlina, y sigamos investigando.

— Debe de estar en clases, no podemos interrumpirla.

Mazikeen frunció el ceño confundida.

— ¿Clases?

— Los mortales van a un lugar donde aprenden sobre su existencia, se le llaman escuelas o instituciones. Los amigos de Misery van a una institución y no salen hasta en la tarde, así que hay que esperar.

Responde Salem, quien estaba sentado aun lado de Misery como si nada.

— ¿Y qué? ¿Necesitas a esa mocosa para investigar?

— No le digas así.

Amenaza Misery con una mirada sería a Mazikeen quien alza su ceja interrogante.

— ¿Disculpa?

— Su nombre es Merlina Addams y si, la necesito porque ella al igual que yo está relacionada con todo esto.

Mazikeen entrecerró los ojos molesta, no le gustaba el tono con el que la hija del diablo le hablaba, hasta que noto un brillo peculiar en los ojos azules de Misery cuando nombró a la mortal, el mismo brillo que Lucifer Morningstar poseía cuando estaba con la mamá de Misery.

— Oh por Lucifer.

Misery frunció el ceño confundida ante la expresión de sorpresa de Mazikeen, como si hubiera descubierto algo.

— ¿Qué?

Pregunta la rubia, pero antes de que Mazikeen le contestará alguien llegó aún lado de ellos interrumpiendolas.

— Hola, Misery.

La hija del diablo volteo y se topo con su mejor amigo.

— Tyler, hola.

La rubia se levantó y abrazo cariñosamente a su amigo, quien correspondió su abrazo igualmente.

— ¿No me piensas presentar?

Pregunta con voz melosa Mazikeen al ver al chico parado aún lado de ella. Misery se separó de Tyler y lo tomo de la mano, le lanzó una mirada amenazante al demonio y después volvió a ver a Tyler con una sonrisa.

— Ty, ¿Te acuerdas que te conté acerca de Mazikeen?

El mortal asintió con la cabeza.

— Pues es ella.

Tyler abrió los ojos impresionado y extendió su mano hacia Mazikeen.

— Oh, hola mucho gusto, soy Tyler Galpin.

Mazikeen acepto la mano del mortal y le guiño el ojo, lo que puso nervioso a Tyler.

— Hola Tyler, eres muy tierno, tal cómo me gustan.

— Por los siete infiernos, que asco.

Murmura Salem haciendo cara de disgusto al igual que Misery.

— Él no Mazikeen. Consíguete otro juguete.

El demonio rodó los ojos y dejo de ver con ojos lujuriosos al chico.

— Ahg, está bien.

— Lo lamento, ella suele ser así.

El ruloso sonrió divertido y se encogió de hombros, restándole importancia.

— Entraste tarde a trabajar, ¿Y eso?

Pregunta curiosa la hija del diablo.

— Los Martes me toca entrar un poco tarde.

Explico el mortal.

— Oh, entiendo.

— Pero hubiera preferido no venir a trabajar.

— ¿Y eso?

— Bueno...

La campanita de la puerta del local sonó, dando aviso que un nuevo cliente acababa de llegar, cuando Misery y Tyler voltearon a ver quién era se dieron cuenta de que se trataba de Xavier.

— Por él.

Murmuró el ruloso por último antes de que Xavier se acercara a ellos. La rubia por otra parte frunció el ceño confundida, se suponía que los de Nevermore debían de estar en clases.

— Xavier, hola ¿Qué haces aquí?

El de pelo largo le dio una mirada sería a Tyler antes de voltear a ver a su amiga y regalarle una sonrisa tímida.

— Todos los años los de Nevermore conviven un día con las personas de Jericó ayudándoles con cosas que necesiten o cosas del trabajo.

Se adelantó a explicar Tyler.

— Si, y por desgracia me tocó trabajar aquí en el Veleta.

— Si, bueno, a mi tampoco me agrada tenerte aquí.

Contesta de la misma manera seca y fría Tyler.

— Por mi abuelo, ustedes son peor que cuando Mazikeen y Salem pelean.

Exclamo cansada Misery mientras rodaba los ojos fastidiada por la actitud de los dos chicos.

— ¡Oye!

Reclaman de fondo Mazikeen y Salem, quienes seguían en su lugar viendo todo el drama adolescente.

— Lo siento, es mejor que vaya a prepararme.

Dice Tyler suspirando cansado y dejando solos a Xavier y Misery.

El ruloso cuando llegó a la puerta de la cocina mira de reojo a su mejor amiga y a ese excluido juntos y el mismo sentimiento que lo albergaba cada vez que veía a Misery hablar con otra persona lo invadió. Cerro los ojos fuerte y entro por fin a la cocina.

— Misery...

Llamo la atención Xavier a la rubia quien tenía puesta su mirada en la pared.

— ¿Si?

— Yo... Quería hablar sobre lo de la otra noche.

La rubia frunció el ceño confundida, sin saber exactamente a qué es lo que se refería el pintor, hasta que el recuerdo del beso entre ella y él en su habitación llegó a su mente.

— Oh si, lo siento es que a veces hago cosas sin pensarlo y la mayoría de veces eso llega a molestar o incomodar a los demás. No quise hacer eso.

— Definitivamente no me molestó.

Murmuró Xavier con una sonrisa de lado en su rostro. Misery tardo en comprender pero cuando lo hizo rio divertida.

— Entonces lo haré más seguido.

Susurro coqueta la hija del diablo.

— Si lo haces tendríamos que ser más que amigos.

— ¿Y porque no?

Xavier sonrió de lado y negó con la cabeza.

— Porque eso sería arruinar nuestra amistad y me gusta nuestra amistad, la confianza, el cariño, la lealtad. Además somos polos totalmente opuestos, no funcionariamos bien y creo que saldríamos más que nada por la atracción sexual.

— Wow, siempre creí que eras un poco ingenuo pero me cerraste la boca. Esa fue la respuesta más inteligente y acertada que me has dado.

El pintor golpeó juguetonamente el hombro de Misery y está rio divertida.

— Debo de irme arreglar ya, para así acabar rápido e irme de aquí.

Misery asiente ante lo dicho por su amigo y se hace aún lado para que pase y se vaya, pero antes de que desapareciera por completo de su campo de visión lo detuvo con un grito al recordar algo.

— ¡Xavier! ¿Que actividad le tocó a Merlina?

🎀☠️

El mundo peregrino, ahí es donde estaban la mayoría de alumnos de Nevermore entre ellos Merlina Addams, la pelinegra estaba vestida con ropa clásica de Jericó mientras ofrecía dulces a los turistas, a la hija del diablo le parecia realmente hermosa la chica Addams en esa ropa sin embargo no lo decía, pero sus ojos la delataban.

— Todos se ven realmente cogibles.

Dijo Mazikeen con una sonrisa traviesa en su rostro, mientras seguía a Misery y Salem.

La rubia despegó los ojos de la pelinegra e hizo una mueca de asco al escuchar al demonio.

— Por mi padre ¿Hace cuanto que no coges?

Pregunto burlona Misery ganándose una mirada enojada de Mazikeen.

— Porfavor podrían dejar de decir la palabra "coger" me siento incómodo.

Dijo Salem mientras rodaba los ojos y apresuraba el paso.

— Que mojigato.

Murmuró el demonio antes de llegar junto con la hija del diablo a dónde estaba la tan famosa Merlina Addams.

— Disfruten de su dulce peregrino "auténtico" hecho con cacao cosechado por indígenas oprimidos del Amazonas. Lo recaudado es para mantener el patético encubrimiento de la historia de EE. UU. Además el dulce se inventó 258 años después. ¿Alguien quiere?

Las personas hicieron muecas desagradables e incomodas y se fueron de ahí, dejando a la vista de la pelinegra a Misery, Mazikeen y Salem.

— No sabía que hablabas alemán.

Dijo Misery mientras se acercaba y tomaba un chocolate.

— Hay muchas cosas que no sabes de mi.

Respondió la chica Addams.

— Te presento a Mazikeen, es el demonio más despiadado del infierno, el brazo derecho de mi papá y la que me crío. Ella nos va ayudar.

Merlina desvío sus ojos a la morena, quién también decidió tomar un chocolate de la bandeja y comérselo, llevándose la sorpresa de que el dulce era de su agrado.

— No pareces un demonio.

— Está es mi forma humana, niñita.

Mazikeen sonrió burlona y se acercó de manera intimidante a la pelinegra.

— Si vieras mi verdadera forma tendrías pesadillas por el resto de tu vida.

— Eso me gustaría.

El demonio se alejo y volteo a ver burlona a la rubia diabólica.

— Me agrada.

— Acabo de descubrír algo nuevo.

Informo Merlina cambiando de tema.

— ¿Que cosa?

Pregunto interesada Misery.

— El hombre que aparece en el dibujo es Crackstone, fundador de Jericó.

— Pero ese hombre ya está muerto ¿No? ¿Que hace en el dibujo contigo?

Merlina se encogió de hombros mientras respondía.

— No lose, pero podemos investigar.

— ¿Dónde?

Pregunto Salem.

— Siganme.

Respondió la chica Addams dejando la bandeja aún lado, agarrando su mochila y saliendo de la tienda de dulces con los dos demonios y la híbrida detrás de ella.

En el camino la rubia diabólica pudo escuchar y ver cómo los bullying del pueblo le hacían daño a Eugene, algo que de inmediato hizo enfurecer a la hija del diablo y la hizo desviarse del camino, los demás al notar la ausencia de Misery voltearon hacia atrás y la vieron acercándose a dónde estaba Eugene y los bullying.

— Ustedes si que no aprenden.

Dijo Misery con una mirada de supeoridad y cruzándose de brazos.

Los bullying voltearon hacia aún lado, topandose con la hija del diablo, lo que hizo que soltaran a Eugene de inmediato.

— Seré bondadosa y los dejaré ir, a menos que quieran probar un poco de su propia medicina.

Los chicos se voltearon a ver entre si y después se fueron de ahí corriendo.

— Gracias, nunca antes me habían defendido.

Confesó Eugene provocando que Misery sonriera con ternura.

— Bueno, desde ahora tienes a alguien que te defienda.

Al escuchar esas palabras saliendo de la boca de la hija del diablo hizo que el chico bajo se llenara de felicidad.

Los aplausos y risas divertidas de Mazikeen hizo que ambos amigos salieran de su aura amistosa y voltearan hacia atrás donde estaban Merlina, Salem y Mazikeen parados.

— ¡Eso es todo! Así se hace, me llenas de orgullo. Yo le enseñe su mirada intimidante.

Las mejillas de Misery se sonrojan avergonzada y voltea hacia otro lado para evitar las miradas de Merlina y Eugene.

— Suficiente Mazikeen. La avergüenzas.

Dijo Salem soltando unas carcajadas, divertido por la situación.

— ¿Porque? ¡Eso fue asombroso, no debería avergonzarse! ¡Oh, ¿Porque no les enseñas tu cara furiosa?!

— ¡Basta!

Grito Misery mientras sus mejillas seguían del mismo tono rojizo.

— Si, basta, no hay tiempo para esto, debemos seguir con lo que teníamos pendiente.

Concuerda Merlina mientras mira a su alrededor para asegurarse de que nadie los este viendo.

— Ahg, ok.

Refunfuño Mazikeen rodando los ojos.

— ¿Los puedo acompañar?

Pregunto Eugene.

— Claro, debemos tener a alguien que vigilé por nosotros.

Respondio como si nada Salem.

Los cuatro, ahora con Eugene siguieron su camino, hasta que Merlina se detuvo.

— Aquí es.

Informo la de trenzas.

— ¿Y este lugar que es?

Pregunto Mazikeen.

— Aquí es donde están todas las cosas de Crackstone en forma de exhibición. Aquí deben de haber respuestas a nuestras preguntas.

Merlina saco unas pinzas de cabello y abrió el candado del lugar. Sorprendiendo a Misery.

— Si que eres una pequeña criminal.

Murmuró divertida la hija del diablo, Merlina solo la volteo a ver de reojo y no dijo nada.

— Eugene quedate a vigilar.

Ordeno Misery.

— ¿Y que hago si alguien viene?

— Distraelo.

Responde obvia el demonio. Después los cuatro entraron al lugar, dejando a un muy nervioso y asustado Eugene vigilando en la puerta del lugar.

— ¿Que buscamos?

Pregunto Mazikeen mientras miraba todo el lugar con asco.

— Cosas que parezcan importantes.

Respondio Merlina mientras empezaba a caminar por el lugar.

Misery se quedo parada frente a la estatua de Crackstone y lo ve por unos segundos mientras un gesto de desagrado se asomaba por las camisuras de sus labios, tenía esas pintas de cura o de esas personas hipócritas que decían hacer el bien sin embargo hacían todo lo contrario. La rubia aparto sus ojos de la estatua y empezó a caminar por todo el lugar en busca de cosas importantes al igual que todos, hasta que una pintura colgada en una de las paredes llamo su atención, pues en esta se mostraba a los habitantes de Jericó alrededor de Joseph Crackstone y en una esquina una chica con un extraño y espeluznante parecido a Merlina Addams.

— Merlina, ven a ver esto.

La de trenzas al ser nombrada fue de inmediato con la rubia.

— ¿Qué?

— Se dice mandé, no qué. Mira, está chica se parece demasiado a ti.

Merlina miro donde Misery estaba viendo y vio a la misma chica de su visión.

— Es la chica de mi visión.

— ¿Tuviste otra visión? ¿Cuando?

Pregunto curiosa la hija del diablo.

— En la competencia. Sostiene el mismo libro que la estatua de Crackstone.

Murmuro lo último para si misma la chica Addams, pero todos lograron escucharla.

— "Codex Umbrarum"

La voz de Mazikeen hizo que todos la voltearan a ver.

— ¿Sabes acerca de ese libro?

Pregunto Merlina curiosa.

— Por supuesto que lo conozco, es el libro de las sombras en latín, tú padre se lo regaló a una mortal hace siglos para poner en su lugar a alguien.

Misery y Merlina se voltearon a ver entre si.

— Aquí hay una imitación.

Hablo Salem, llamado la atención de todos y yendo a dónde él. Efectivamente había una copia exacta del libro en una vitrina.

— ¿Cómo sabes que no es el verdadero?

— Nadie es tan estupido cómo para poner en exhibición un libro muy poderoso como ese.

Respondió obvia Misery a la chica Addams.

— ¿Que diablos hacen aquí?

Todos voltearon hacia atrás al escuchar una voz femenina y cuando lo hicieron se toparon con una mujer pelirroja con la misma ropa que traía Merlina y a Eugene.

— Claramente le dije señorita Addams que este lugar se encontraba en reparación.

— Le dije que la puerta ya estaba abierta y que querían saber más de Crackstone.

Dijo nervioso Eugene haciéndole rodar los ojos a Mazikeen.

— Creo que hubiera sido más útil Salem que esté mortal.

Murmuro el demonio haciendo que Misery volteara a verla enojada.

— Ese libro es una imitación.

Dijo burlona la mujer a Merlina quien veía el libro en la vitrina desilusionada.

— No nos diga.

Respondio sarcástica Misery.

— El original fue robado en el juicio de brujas hace un mes.

Misery, Salem y Mazikeen se voltearon a ver asustados de inmediato.

— Eso no es bueno.

Susurro el gato.

Después de una larga charla de esa mujer los cuatro se fueron de ahí.

— Ok, recapitulemos. Esta niñita sacada de un cuento de Tim Burton es la responsable del fin del mundo y tú la hija del gran Lucifer Morningstar eres la encargada de detener este gran desastre masivo. Las pistas que tenemos hasta el momento son el dibujo que tú ex-amante Rowan le dio a Merlina cuando quiso matarla, en él se ve a ella y al fundador de Jericó que lleva muerto hace más de un siglo Crackstone en el patio del instituto Nevermore. Ese dibujo lo saco de un libro llamado "Sociedad de la noche oscura" el cual era parte junto con otro montón de niñatos en Nevermore. Y la otra pista son las visiones que tiene está niña sobre esa chica con un gran parecido a ella que sostiene el mismo libro que tiene la estatua de Crackstone.

Resumío Mazikeen mientras caminaban por el pueblo de Jericó.

— No olvidemos al monstruo.

Murmuró Salem.

— ¡Cierto! El monstruo de dos metros sacado del juego de plantas vs zombies.

Respondió sarcástica Mazikeen.

— ¿Quién pudo robar ese libro?

Pregunto Merlina a los seres demoníacos.

— Alguien que quiere ver el mundo arder.

Respondio Mazikeen como si nada.

— ¿Porque tú padre le regaló un libro tan poderoso como ese a un mortal?

— Le gusta hacer enojar al abuelo y ayudar a las personas como él.

— ¿Cómo él?

Misery suspiro cansada y detuvo sus pasos.

— Diferentes.

Todos quedaron en un silencio profundo hasta que Mazikeen hablo.

— ¿Y si vamos a dónde fue el quemado de brujas? A ver si encontramos algo.

— Me parece bien.

Opino Misery, Merlina asintió con la cabeza de acuerdo con el demonio.

— Perfecto, pues vamos.

— ¿Sabes en dónde es?

Pregunta la chica Addams a la rubia.

— Si, sirve para encuentros.

— Eso es asqueroso.

Mazikeen, Salem y Misery rieron divertidos, después los cuatro se dirijeron al bosque donde estaba el lugar donde habían masacrado a personas inocentes solo por ser diferentes hace siglos y al llegar no notaron nada espectacular solo escombros y basura.

— Bueno, esperaba más.

Dijo el demonio mientras veía todo con asco.

— ¿Cómo que?

Pregunto Salem a Mazikeen.

— No lose, pero no esto.

Todos caminaron alrededor del lugar, en busca de algo pero no había absolutamente nada.

— Esto fue en vano.

Murmuró frustrada la de trenzas, suspiro frustrada y después camino a pasos rápidos y pesados a lo que quedaba de la puerta del lugar para salir, pero en cuanto su mano tocó la madera de la puerta está se desmayo.

— ¡Merlina!

La rubia tomo el cuerpo de la chica Addams y la puso en su regazo mientras que con sus manos sostenía su rostro.

— ¿Que le está pasando?

Pregunto Mazikeen.

— Está teniendo una visión.

El cielo de pronto se torno oscuro, truenos y relámpagos empezaron a escucharse y las gotas de agua no tardaron en hacerse aparecer.

— Carajo, un mal momento para que llueva.

Dijo enojada el demonio mientras su ropa se empapaba.

— Está tardando más de lo debido.

Susurró Misery preocupada.

De repente Merlina despertó y se agarró de los brazos de Misery espantada por lo que acababa de ver. Los dos demonios al ver cómo la mortal se despertaba se acercaron a ella.

— ¿Estás bien, niña?

Merlina vio a Misery y noto como otra vez estaba envuelta en sus brazos y encima de su regazo, un calor inundó su pecho y su estómago se revolvió, estaba pasando lo que siempre pasaba cuando la rubia invadía su espacio personal, pero al ver las facciones preocupadas de la hija del diablo y como sus manos calidas la tomaban esos nervios indescriptibles se esfumaron y un aura de paz y tranquilidad la inundó.

— ¿Merlina?

La de trenzas al ver que se había quedado callada viendo fijamente a la rubia  sus mejillas se sonrojaron de inmediato y se levantó de dónde estaba, alejándose de Misery. No entendía que le pasaba últimamente con la hija del diablo, no entendía sus emociones tan bipolares, no entendía nada y eso no le gustaba.

— Joseph Crackstone asesino y masacro a muchos excluidos, la única que salió viva fue la chica de mis visiones, su nombre es Joody Addams.

— ¡¿Es tu antepasada?!

Merlina asiente con la cabeza ante la pregunta de Misery.

— ¿Que más viste?

Pregunto está vez Salem.

— A un hombre bien vestido, elegante y atractivo, estaba conversando con Joody y... Le estaba dando ese libro.

— Mi padre.

Murmuró Misery estupefacta. De repente un sonido de ramas quebrándose hizo que todos voltearan hacia atrás asustados.

La hija del diablo puso detrás de ella a Merlina, protegiéndola de cualquier cosa mientras que Mazikeen sacaba de su pantalón unas navajas y se acercaba lentamente hacia dónde se escuchó el ruido.

— Creo que ya debemos irnos.

Susurró Salem.

— ¿Ves algo?

Preguntó Misery a Mazikeen, el demonio después de asomarse y no ver nada bajo el arma y volteo hacia dónde estaban los demás.

— Falsa alarma.

De pronto una gran mano monstruosa atraviesa una de las paredes malgastadas del lugar y avienta lejos a Mazikeen. Era el monstruo.

— ¡CORRE MERLINA!

La de trenzas vio todo asustada e hizo caso a la orden de la rubia. Por otro lado Salem se convirtio en su verdadera forma, un ente del mismo tamaño que el monstruo, con ojos rojos, garras más filosas que las propias cuchillas de Mazikeen y de piel oscura como la noche. Soltó un gran rugido para espantar al monstruo y se puso enfrente de Misery para protegerla.

La hija del diablo por su parte fue corriendo hacia Mazikeen y la levantó del suelo.

— ¿Estás bien?

El demonio gruño enojada y adolorida.

— Esa puta cosa me las va a pagar.

— Se fue.

Salem llegó a dónde estaban las chicas ya convertido otra vez en un lindo e inocente gatito negro.

— ¡Maldita sea!

Maldijo Mazikeen.

— Merlina

Murmuró la hija del diablo al recordar cómo le había dicho a la de trenzas que saliera corriendo de ahí. No espero ni dió explicaciones a los demonios que la protegían y ayudaban en estos momentos solo salió corriendo hacia dónde Merlina lo hizo, sus piernas se movían tan rápido como podían, su corazón latía desenfrenadamente y sus pulmones daban lo mejor de si mismos, no se iba a perdonar nunca jamás si la chica Addams saliera lastimada.

A lo lejos pudo ver a Merlina, pero no estaba sola, estaba con alguien más y compartían paraguas, se le veían muy tranquilos y relajados y sobre todo juntos. Los pasos de Misery fueron disminuyendo, ahora ya no se encontraba corriendo sino más bien parada como estatua bajo la intensa lluvia viendo como la chica Addams se iba con esa persona de lo más tranquila bajo el mismo paraguas y rozando hombros.

Un sabor amargo se instalo en su paladar, un nudo se formó en su estómago y sintió como clavaban algo en su pecho, como una estaca, no sabía que era ese sentimiento pero no le gustaba para nada.

AUTHOR'S NOTE 📝

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