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━━ ━━ capítulo siete: trato
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MAZIKEEN HABIA SIDO LO MAS CERCANO A UNA FIGURA MATERNA QUE HABIA TENIDO MISERY EN SU VIDA, por ende la hija del diablo tenía un respeto y aprecio hacia el demonio que era semejante al que tenía con su padre. Y aunque ambas pelearán o se dijeran cosas hirientes, el amor y cariño que se tenían jamás podría ser borrada.

Mazikeen jalaba de la oreja a Misery y la arrastraba a un lugar en donde pudieran conversar solo ellas dos, sin interrumpciones y sin humanos alrededor.

— Auh auh Auh, duele.

— Cierra la boca mocosa.

Cuando ambas llegaron a un lugar seguro, el demonio soltó la oreja de Misery, se paró enfrente de ella cruzando sus brazos y viéndola de manera fulminante.

— Tienes cinco minutos para explicar que haces aquí cuando claramente tu padre te había dicho que no te quería aquí.

— Creo que sabes muy bien a qué vine, después de todo mi padre te cuenta todo.

Mazikeen mostró la mitad de su rostro cómo realmente era ella, un demonio. Eso solo lo hacía cuando estaba furiosa con alguien o con algo. Misery rodo los ojos y esta vez fue ella quien se cruzó de brazos.

— Tu rostro ya no me asusta desde los seis años Mazikeen, debes de inventarte una nueva forma para hacerme temblar.

— ¡Eres una inconsciente egocéntrica de mierda que cree que todo va a salir bien y que sus acciones no tendrán consecuencias por ser quien es!

— ¿Sabes, Mazikeen? Tengo muchas cosas que hacer y debo visitar a alguien, así que si no te molesta, después me das tu serbon de cuatro horas.

Misery hizo el ademán de irse pero Mazikeen en un rápido movimiento la jalo y la tiro hacia atrás, haciendo que su espalda impactara contra un árbol. La hija del diablo vio sorprendida al demonio.

— Nos iremos a casa, ahora.

— ¡No!

Mazikeen apretó su mandíbula y cerro sus manos en forma de puños.

— ¿Perdón?

— He dicho que no, no voy a volver al infierno hasta no haber resuelto lo del apocalipsis, salvar a mis amigos y cumplir con mi destino. Puedes decirle a mi padre que espere sentado en el trono o si enserio no me quiere aquí puede venir él mismo para arrastrarme al infierno. Pero dudo que lo haga.

Mazikeen se había quedado sin palabras y por un segundo, solo por un segundo vio a la madre de Misery parada enfrente de ella con ese carácter tan fuerte y valiente que portaba la mortal, pero rápidamente se deshizo de esos pensamientos y volvió a su mirada fría y dura contra la hija del diablo.

— ¿Porque te importa tanto la humanidad? Si mal no recuerdo ni querías venir cuando tú padre te obligó a bajar y ahora parece que no te quieres despegar de la tierra.

— ¡Tengo amigos aquí! ¡Amigos que no quiero que mueran!

— Si no son asesinos, violadores, ladrones o pedófilos estarán bien, irán al cielo.

— ¡Tienen sueños, metas! ¡Y si mueren jamás habrán podido cumplirlas!

Mazikeen gruño frustrada por la terquedad de la rubia y golpeó un árbol cerca suyo, haciéndole un gran hoyo.

— Eres un puto grano en el culo.

Susurró Mazikeen tratando de calmar su respiración.

— ¿Y que esperabas si mi padre es Lucifer?

Mazikeen se giro hacia Misery y se acercó a ella hasta poder tomarla de los hombros.

— Exacto, tu padre es Lucifer Morningstar, el señor de las tinieblas, el rey del infierno, por ende no puedes ir por ahí yendo contra su voluntad. Si él dice algo se debe de obedecer y punto. No te quiere aquí, no quiere que te metas en todo este conflicto, así que no debes de meterte en este conflicto de mortales.

— No lo entiendes.

Misery quitó las manos de Mazikeen encima suyo y se alejo de ella.

— Mi abuelo dijo que yo estaba destinada a esto, a detener el apocalipsis. No es algo que tenga que ver con solo mortales.

— ¡Tu abuelo no sabe nada! Es solo un anciano que le gusta que hagan las cosas por él.

— No me iré al infierno, me quedaré aquí, y si no te gusta me importa una mierda, puedes ir a correr a decirle a mi papá tampoco me importa. Pero yo no me voy de aquí hasta resolver este conflicto.

Misery le dió una última mirada a Mazikeen antes de darse media vuelta e irse, y el demonio lo único que pudo hacer fue dar un fuerte grito de frustración y derribar el árbol que minutos antes había golpeado.

La rubia camino a pasos grandes y acelerados hacia las habitaciones de mujeres para poder llegar con Merlina y Enid, y contarle a la primera mencionada lo que había visto estando en la habitación que Rowan compartía antes con Xavier. La hija del diablo tenía el corazón en la garganta y sus manos y piernas temblaban cómo gelatinas gracias al enfrentamiento que había tenido con Mazikeen, ella jamás le había levantado la voz o negado una orden, siempre hacia lo que el demonio le encargaba u ordenaba pero ahora era diferente, la situación era diferente y Misery ya no era una cría fácil de manipular o mover a su antojo. Se sintió bien rebelarse e ir en contra de su padre y de la que había sido cómo una madre para ella, pero ahora se sentía culpable pues sabía que su padre no la quería ahí porque la amaba y temia perderla como lo hizo con su mamá y sabía que Mazikeen tenía el mismo sentimiento solo que no lo mostraba. Pero Misery debía de hacer algo por el mundo en el que nació su mamá, por el mundo en donde nació ella y claro por sus amigos. Habían personas malas, personas con el corazón podrido y más negro que sus ojos cuando se enojaba, pero también habían personas buenas, personas amables y de corazón puro que merecían ser salvados, un claro ejemplo eran sus amigos, quienes le enseñaron el valor de la amistad y lo que era el apreciar a alguien más.

Cuando llegó a la habitación de Merlina y Enid vio a la pelicolor llorando a mares en su cama mientras que la pelinegra estaba parada como estatua a su lado sin ninguna expresión en su rostro cómo era usual y con una caja de pañuelos en sus manos.

— ¿Qué está pasando aquí?

Preguntó confundida Misery. Enid al escuchar la voz de su mejor amiga se levantó de inmediato de su cama y corrió a los brazos de la rubia.

— ¡¿En dónde estabas?! ¡Me estoy muriendo lentamente!

Exclamó aún llorando Enid mientras se aferraba al cuerpo de su mejor amiga.

— Y no de manera divertida.

Murmuró Merlina para ella misma, sin embargo Misery la escucho.

— ¿Y puedo saber porque te estás muriendo?

— Yoko está en la enfermería, comió accidentalmente un pan de ajo y no podrá participar mañana en el torneo. ¡Estamos acabadas! ¡Ya perdimos, nuevamente la copa no será nuestra!

Misery acaricio el cabello de su mejor amiga y se sintió mal por ella, pues la hija de Lucifer sabía que el torneo y la copa eran todo para la loba. De repente, el recuerdo de Bianca diciéndole sobre Yoko hace unos momentos cuando estaba en la habitación de Xavier vino a su mente como un flashback y supo de inmediato que Bianca tenía algo que ver con todo esto.

— Esa hija de ....

Susurró para si misma Misery, después se separó de Enid y la tomo de los hombros para que la mirara.

— No fue un accidente, fue Bianca.

La expresión de tristeza que cargaba Enid paso a ser una de sorpresa.

— ¿Cómo sabes?

— ¡Eso no importa! Lo que importa es que no dejaremos que esa sirenita nos arrebate la copa, ¿O si?

Enid endureció su rostro y negó con la cabeza.

— Participaré.

Dijo de repente Merlina, sacando de su burbuja a ambas amigas.

— Espera. ¿Te unirás a los Gatos Negros? ¿Harías eso, por mi?

Enid dió un paso acercándose a Merlina y está dió otro alejándose.

— Quiero humillar tanto a Bianca que la amarga derrota le queme la garganta.

Respondió la pelinegra con su típica voz monótona.

— Pero, ¿También lo haces por mi, verdad?

La chica Addams no respondió y se dió media vuelta, dándole la espalda a ambas chicas.

— Dime cómo gana siempre.

— Es obvio que no por sus habilidades e inteligencia.

Murmuró Misery mientras se recargaba en una pared de la habitación y se cruzaba de brazos mirando todo con aburrimiento.

— Estos dos años, ningún otro bote fue y volvió sin hundirse.

— Parece sabotaje.

— No hay reglas en la Copa Poe y es sirena, así que siempre triunfa en el agua.

Merlina se quedó en silencio durante unos segundos hasta que fue a la parte de su habitación y tomo su mochila y a Dedos.

— Misery ven conmigo.

La rubia dejo de recargarse en la pared y se acercó a la pelinegra.

— ¿A dónde van?

Preguntó confundida Enid. Merlina volteo hacia ella y sin ninguna expresión dijo:

— Vamos a vencer a Bianca en su propio juego.

Ambas chicas salieron de la habitación y caminaron con mucho cuidado de que nadie las viera hacia donde sería la competencia. El camino fue silencioso, Misery quería decir algo o hacer un comentario sarcástico y burlón como siempre solía hacer pero el saber que Mazikeen había hablado con ella hace un par de minutos y que probablemente ahora mismo este con su padre acusándola, no la dejaban pensar claramente o relajarse lo suficiente para hacer lo que siempre hace.

— Estás callada. Es raro.

Merlina rompió el silencio quejumbroso, lo que hizo que Dedos, quién iba caminando aún lado de ella, parara sus movimientos y volteara hacia la pelinegra. Normalmente a Merlina Addams le gustaba el silencio y odiaba que Misery hablara como un cotorro, al menos eso le decía en sus momentos a solas.

— Solo pienso en cosas.

Respondió Misery.

— Pensé que no vendrías, que te quedarías con Xavier.

Misery al escuchar eso noto cierta tensión en la chica Addams lo que hizo que volteara a verla.

— ¿Celosa?

Merlina no dijo nada ni expreso nada.

Ambas regresaron al silencio quejumbroso del principio.

— ¿Quieres que te diga que es lo que encontré?

Esta vez la hija del diablo fue quien rompió el hielo. Merlina no dijo nada solo la miro de reojo.

— Bueno, supongo que no.

— Dime.

— ¿Cómo se dice?

Merlina le mando una mirada asesina a Misery y está solo sonrió burlona.

— Ahora.

— Nop.

Merlina apretó su mandíbula y respiro profundo.

— Porfavor.

Misery dibujo en su rostro una gran sonrisa al escuchar a la pelinegra.

— Debajo de la cama de Rowan encontré una máscara, era como de culto.

Merlina se quedó en silencio, analizando y creando teorías sobre la situación en su cabeza. Misery bufó y se cruzó de brazos, no esperaba que la chica Addams la alabará por su descubrimiento pero si al menos que se lo agradeciera. Resignada, la rubia siguió caminando sin decir nada y con una expresión de inconformidad, cuando llegaron a dónde iba hacer la competencia, Merlina se giro hacia Misery.

— Gracias.

Misery vio sorprendida a la chica Addams, el que esas palabras salieran de su boca había sido cómo una victoria para la hija de Lucifer. Ambas chicas se quedaron viendo frente a frente, el ambiente estaba tenso, ambas se encontraban tan cerca pero a la vez tan lejos, solo hacia falta dos pasos de parte de Misery para quedar solo a centímetros del rostro de Merlina, ella era un poco más alta que la pelinegra por lo cual debía de agachar un poco su cabeza para poder rozar con su nariz, pero eso no le molestaba, de repente las mejillas de Merlina le dieron color al rostro pálido de esta, la chica Addams no sabía porque se había sonrojado ante la mirada de Misery y su sonrisa, porque tal vez la hija de Lucifer no sé había dado cuenta aún pero se le había formado una gran sonrisa en su rostro, y está a comparación de las demás, era una sonrisa cálida, alegre y risueña.

Merlina sin entender que es lo que le sucedía carraspea, quitando esas vibras tan extrañas para ella.

— Vamos a trabajar.

Misery solo sonrió y vio como la pelinegra empezaba a sacar cosas de su mochila.

☠️🎀

La competencia estaba a punto de empezar, Misery se encontraba entre la multitud de personas, era la que más destacaba entre ellos por su elegante y extravagante vestuario, recibía muchas miradas y algunas personas se secreteaban para nada disimulados, pero a la hija del diablo le daba igual lo que los demás dijeran de ella, solo eran opiniones de hormigas insignificantes, Misery podía ver de lejos todas las barcas con su respectivos equipos, entre ellas se encontraban los "Gatos Negros" quien era liderado por Enid, atrás de la pelicolor se encontraba Merlina, está estaba vestida con un traje de gatito de látex, y debía de admitir la rubia que se veía sexy en ese traje y con esas orejitas. Las demás también estaban vestidas iguales sin embargo ninguna lucía el traje como lo hacía la chica Addams.

— Quiero darles la bienvenida a la Copa Edgar Allan Poe. Es una de las tradiciones de mayor orgullo en Nunca más...

La directora empezó a dar su discurso motivador, cómo siempre se solía hacer cuando se hacía un evento importante, sin embargo Misery no ponía mucha atención, estaba más enfocada en lucir fabulosa y en admirar a Merlina Addams desde las sombras. De repente un aroma putrefacto inundo sus fosas nasales y supo de inmediato de quién se trataba, la hija del diablo rodo los ojos y bufo frustrada y cansada.

— Así que aquí es donde pasas la mayoría de tu tiempo.

Mazikeen.

— ¿Que haces aquí? Pensé que estarías con mi padre acusándome de mi mal comportamiento.

Dijo de mala gana Misery.

— Si bueno, eso iba hacer, pero después recordé que una vez yo también fui joven y rebelde, y también me pase las reglas de tu padre por el culo.

Misery rio divertida y volteo a ver a Mazikeen, esta se encontraba vestida con unos pantalones de látex de color negro, una blusa de tirantes del mismo color, una chaqueta de cuero del mismo color y unos lentes de sol, se veía como esas típicas chicas rudas y sin corazón de los colegios.

— Las acciones de tu padre no son las más correctas sin embargo no estoy diciendo que todo lo que haga este mal. Su forma de decir o hacer las cosas son erróneas pero los motivos detrás de estos son válidos y congruentes. Entiendo porque quieres seguir con esto, porque quieres salvar a tus amigos y a la tierra, pero también entiendo porque tú padre no te quiere envuelta en todo esto, así que te propongo esto: Te ayudo a acabar con el apocalipsis y salvar a todos tus amigos, y después ambas nos vamos al infierno para siempre, lo que significa que no volverás a bajar a la tierra nunca más, está será tu última vez aquí.

La rubia trato de no mostrarse tan sorprendida pero fue en vano, pues su rostro era la viva imagen de la sorpresa.

— ¿Aceptas o no?

Mazikeen alzó su mano, esperando a que Misery la estrechara y así poder cerrar el trato. Pero la hija del diablo aún se encontraba analizando las palabras del demonio. Jamás volvería a pisar la tierra después de que pase ese tema del fin del mundo, jamás volvería a ver a Enid, Xavier, Tyler y... Merlina. Ellos crecerán, envejeceran y morirán mientras ella aún se mantendra joven por siempre. No, no quería dejarlos ir, pero como quiera, ellos morirían y ella seguiría viva si rechazaba el trato de Mazikeen y si había la probabilidad de poder hacer esto sin ella, y no tendría caso estar en la tierra sin ellos, era mucho mejor la opción de salvar y resguardar la tierra para ellos, sin importar que ella desapareciera de sus vidas. Al menos iba estar un 100 % segura de que nada malo les podría pasar.

Misery suspiro resignada y estrecho su mano con la de Mazikeen, al mismo tiempo que declaraban a los "Gatos Negros" ganadores de la copa.

AUTHOR'S NOTE 📝

Lamento mucho la ausencia de estas semanas, un mes prácticamente, pero estaba de vacaciones fuera de mi hogar y pues no tenía tiempo para actualizar mis historias, pero no sé preocupen que ya regresé y al 100.

Espero les haya gustado el capítulo, no olviden votar y comentar, pues me alegraría mucho que lo hicieran y también que me sigan en mis redes sociales, pueden encontrarme como "swttxxyigxc" en tiktok, también me alegraría que le dieran like a todas mis publicaciones, me sería de mucha ayuda ✨❤️

Sin nada más que decir les mando un fuerte abrazo y un gran beso en la frente (⁠ ⁠˘⁠ ⁠³⁠˘⁠)⁠♥