OO6. teamwork
𝗜 𝗪𝗔𝗡𝗡𝗔 𝗕𝗘 𝗬𝗢𝗨𝗥𝗦 ...! ☄. •°. *
━━ ━━ capítulo seis: trabajo en equipo.
©2023 ━ -swttxhrry|val 🎀
DESPUES DE ESA HORRIBLE ESCENA MERLINA FUE A PEDIR AYUDA MIENTRAS QUE MISERY REGRESABA con Xavier y Tyler, quienes seguían donde ella los había dejado, la rubia diabólica les ordeno a ambos que regresarán a sus hogares sin dar ni una explicación del porque, eso hizo que los chicos se confundieran pero aún así obedecieron y se fueron de ahí lo más rápido posible, al único que la hija del diablo le había dicho lo que había ocurrido fue a Salem. Lo siguiente que paso fueron los policías llegando y mandando al resto de la gente que estaba en la feria a sus casas, pasaron alrededor de cuatro horas en donde los policías y los perros de caza estaban en el bosque buscando el cadáver de Rowan, pero al final no encontraron nada, y mientras los policías no servían en nada como en cualquier otra serie o película de misterio, Misery fue hacia Nevermore, hacia donde estaba Merlina Addams exactamente.
La chica de trenzas se encontraba sentada en su escritorio, escribiendo en una máquina de escribir muy vieja y con una mano posada en su hombro. La rubia diabólica y Salem se acercaron silenciosamente hasta quedar a muy pocos metros de la pelinegra.
— Si quieres sorprender a alguien primero deberías de deshacerte de ese perfume empalagoso horrible.
La voz monótona de Merlina Addams resonó por toda la habitación, Misery apretó su mandíbula enojada por el comentario de la chica hacia su persona pero decidió ignorarlo.
— Debemos de hablar.
— Si, debemos hablar, de como es que ese monstruo no te atacó y planeas destruir el mundo.
Misery frunció el ceño confundida y volteo a ver a Salem de reojo. El gato se encontraba igual o tal vez más confundido que la rubia.
— ¿Perdón?
— Las veces que he tenido contacto físico contigo he visto como el mundo arde en llamas, personas gritando clemencia, tu sentada en un trono de huesos humanos, con los ojos completamente negros y una corona posada en tu cabeza.
La rubia no pudo evitar reírse a carcajadas, dándole la oportunidad a Merlina de tomar su espada de clases de esgrima para defenderse de Misery.
— Eso es lo más gracioso que he oído en mi vida.
Dijo Misery mientras terminaba de reírse y limpiaba pequeñas lágrimas que salían de sus ojos por las fuertes risas.
— No planeo ser graciosa.
Murmuró en un tono serio la pelinegra. La rubia diabólica cambio completamente su expresión y miro sería a la Addams.
— Eres una niñata malcriada, egoísta y malagradecida. Te salve la vida nuevamente y me pagas acusándome de ser yo quien será la causante del apocalipsis.
Con cada palabra que Misery decía ella se fue acercando a pasos lentos hacia Merlina, quién empezó a retroceder hasta toparse con la pared, Dedos quiso ayudar a su mejor amiga, aventandose encima de la rubia, pero Salem se lo impidió, llegando hacia él antes de que siquiera tocará a Misery, y lo mantuvo boca abajo en el suelo.
— Haces algún movimiento extraño y no dudaré en cortarte cada uno de tus dedos.
Amenazó Salem. Merlina vio asustada a su mejor amigo y después a la rubia frente a ella. En un rápido movimiento con su espada hizo retroceder a la rubia y la aventó hacia el suelo, Misery no se dejo y tan rápido como había caído se levantó y se fue hacia Merlina, quién movía su espada con agilidad y rapidez, pero no la suficiente como para siquiera rasguñar a Misery, quién esquivaba todos los movimientos de la de trenzas.
Misery tomo la espada de Merlina por la hoja filosa, y en vez de cortarse y sangrar, la hoja filosa de la espada se prendió fuego, lo que provocó que Merlina lo soltara antes de quemarse.
— Debí dejar que murieras.
Murmuró Misery tomando del cuello a la de trenzas, de repente la puerta de la habitación es abierta por Enid, quién al ver a la hija del diablo deja caer su gran peluche al suelo.
— No te acerques, Enid. Es peligrosa.
Dijo la pelinegra a su compañera de cuarto. Pero para sorpresa de la Addams, Enid y Misery gritaron de emoción tan agudo y fuerte que hizo que no solo ella sino también Salem se taparan los oídos, eso ayudó a que Dedos se safara del agarre del gato y saliera corriendo hacia Merlina. La rubia y la pelicolor corrieron y se dieron un fuerte abrazo. Merlina al ser soltada por Misery tomo nuevamente su espada y se puso en posición de ataque.
— ¡Estás aquí, estás aquí, estás aquí! ¡No puedo creerlo!
— ¡Te extrañe, mi lobita!
— ¡Y yo a ti!
— ¿Es que acaso conoces a todo el mundo?
Pregunto Merlina hacia la hija del diablo, quién se separó del abrazo y miro burlona a la pelinegra.
— Para tu información, gótica insípida, llegué aquí muchísimo antes que tú, solo que tuve que irme por un tiempo, pero ya regresé.
Enid brinco en su lugar feliz y volvió a abrazar a Misery.
— Tengo muchas cosas que contarte, han pasado demasiadas cosas, unas más importantes que otras pero...
— ¿Te fuiste? ¿A qué? ¿A como planear el fin del mundo?
Interrumpió Merlina a Enid, quién al escuchar a la de trenzas se rio divertida.
— ¿Misery? ¿La causante del fin del mundo? Ay, porfavor Merlina. Que sea hija del gran Lucifer Morningstar no significa que sea un hereje. A Misery lo único que le importa es estar a la moda, no destruir el mundo.
La pelinegra no se esforzó por ocultar su sorpresa al escuchar lo que había dicho su compañera de cuarto.
— ¿Eres hija de Lucifer?
— Si, ¿Qué, aparte de egoísta, malcriada y malagradecida, eres sorda?
Enid arrastró a Misery hacia su parte del cuarto y la sentó en su cama junto a Salem, para contarles a ambos que es lo que habia ocurrido en esos seis meses que se fueron, mientras que Merlina veía desconfiada a la rubia desde su parte de la habitación. El hecho de que tuviera a todos comiendo de su mano y que fuera hija de Lucifer, solo le daba más motivos para creer que ella era la que sería la causante del fin del mundo. Pero aún no sabía porque Rowan decía que era ella la causante y porque en esa hoja estaba dibujada ella y no Misery Morningstar. Pero lo descubriría, mientras mantenía a la rubia con un ojo encima.
— En fin, eso es lo que ha pasado aquí. ¿Y tú? ¿Que me cuentas? Un día estábamos Xavier, Ajax, tú y yo hablando y pasando el tiempo como siempre y después desapareciste, parecía como si la tierra te hubiera tragado.
— Mi padre mando a Mazikeen por mi y por Salem porque necesitaba de nuestra ayuda. Pero ahora ya estoy libre de responsabilidades.
Enid sonríe feliz y no puede evitar abrazar nuevamente a Misery.
— Ya hace falta ir de compras.
— Claro que sí. Ahora más que nada necesito ir de compras porque gracias ¡A alguien! He echado a perder dos de mis vestimentas más preciadas.
Misery volteo a ver a Merlina quién seguía en el mismo lugar petrificada. La de trenzas le lanza una mirada de muerte a la rubia por el mensaje subliminal y después se dio media vuelta para dirigirse a su cama.
— ¿Cómo? No entiendo.
Murmuró Enid con el ceño fruncido.
— No, nada, no te preocupes, lobita.
— Ok, ¡AY, POR CIERTO! Tengo algo para ti, espérame aquí. No te vayas.
Enid salto de la cama y corrió fuera de la habitación, dejando a Misery y Merlina solas nuevamente.
La rubia volteo a ver de reojo a la pelinegra, quién la veía fijamente, después volteo a ver a Salem, que estaba aún acostado junto a ella, lamiéndose las patitas. La hija del diablo suspiro y se levantó de donde estaba para ir hacia Merlina, la chica Addams al ver cómo la rubia se acercaba se puso alerta.
— De acuerdo. No soy mucho de disculparme, solo lo hago con las personas que aprecio, tú no eres uno de ellos, sin embargo las circunstancias me llevan a pedirte una disculpa. Así que... Disculpame, por atacarte, decirte cosas hirientes y querer matarte.
— ¿Para ti esas son cosas hirientes? Deberías de practicar para mejorar. No pareces hija de Lucifer.
Misery se abstuvo de rodar los ojos y apretó sus puños, enterrandose un poco más sus uñas en las palmas de las manos.
— Tienes razón en decir que el fin del mundo está cerca, sin embargo no soy yo lo que lo provoca. Mi abuelo, Dios, y mi padre junto a sus demonios y sus hermanos, los ángeles, se reunieron para hablar sobre el apocalipsis que acabará con la existencia de la humanidad, mi destino es detener a quien sea que provoque este evento. Tal vez eso explique el porque cada vez que me tocas ves el mundo arder, porque debo de ser yo quien detenga a esa persona de ponerle fin a la humanidad.
Merlina se quedó en silencio mirando fijamente a los ojos azules de Misery, la pelinegra no encontraba un apice de mentiras en ellos, cómo hubiera querido hacer.
— ¿Porque el monstruo no te atacó?
— No lose, yo también me fijé en como me miraba, como si me conociera y esperara a que yo lo hiciera también.
Merlina no aparto la mirada de Misery y empezó a caminar hasta su escritorio.
— Cuando choque con Rowan vi que este estaba a punto de morir, por eso fui a tratar de salvarlo, pero para sorpresa mía este término atacandome. El monstruo llegó justo cuando estaba a punto de morir a manos de Rowan y su telequinesis.
— ¿Rowan quiso matarte?
Merlina asintió con la cabeza mientras recibía algo que Dedos le daba.
— ¿Porque?
Volvió a preguntar confundida la rubia.
— Porque dice que yo provocare el fin del mundo.
Misery abrio los ojos sorprendida y volteo a ver la hoja que Merlina le extendía. La rubia tomo el dibujo entre sus manos y lo miro fijamente.
— ¿Y aún sabiendo esto te atreviste a señalarme a mí como la causante del fin del mundo?
Pregunto enojada Misery.
— ¿Quién suena más al hereje, la hija de Lucifer Morningstar o una chica con fascinación a la tortura y cerebro grande?
Misery suspiro resignada y le regreso la hoja de mala manera a la chica Addams.
— Por un segundo paso por mi mente la probabilidad de que tú eras el titiritero de todo este show. Que tú serías la causante y yo solo una pieza que moverias y ocuparias para tu cometido.
— Si quisiera acabar con el mundo, cariño, solo tendría que chasquear mis dedos. No manipular y lavarle el cerebro a una narcisista con pésimo gusto a la moda para cumplir con mis deseos.
Misery se llevó las manos hacia su cabello y lo peino un poco, mientras dejaba tirar su cabeza hacia atrás. Merlina no pudo evitar mirar la mandíbula marcada de la rubia y su cuello largo y blanquecino.
— Ok, escúchame. Tenemos que trabajar en equipo. Quieras o no estamos conectadas en todo este lío.
— Concuerdo.
— Tenemos que dejar todo rastro de diferencia atrás.
— Está bien.
— Ahora lo que importa es: 1) Averiguar si realmente eres la causante del fin del mundo, porque siendo sincera no te veo como un hereje. 2) Investigar quién es el monstruo y detenerlo antes de que haga más daño. Y 3) La más importante: detener el fin del mundo.
Misery extendió su mano para estrecharla con la de Merlina, la pelinegra vio a la rubia durante unos segundos indecisa en si aceptar o no, la chica Addams era más bien de trabajar sola, de no tener a nadie que la salve, pero ahora la situación era diferente, muy peligrosa, y aunque le fascinaba la adrenalina que recorría por sus venas por el peligro y las altas probabilidades de morir, deseaba estar más tiempo en la tierra de los vivos para atormentar a los demás. Merlina estrecho su mano y la sacudió un poco, aceptando la ayuda de la hija del diablo.
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Al día siguiente, Misery se levantó más temprano de lo usual, hoy oficialmente iniciaría el plan "salvar a la humanidad", ya tenía más pistas de las que le había dado esa piedra rara que había llevado Dios al infierno. El apocalipsis tendría inicio en Nevermore, Merlina Addams estaba involucrada cómo peon o jugador y el monstruo que las había atacado la noche anterior tenía algo que ver con todo ese drama como una pieza fundamental o tal vez como una distracción del verdadero peligro.
La rubia diabólica se daba unos últimos retoques a su maquillaje y peinado y después salio de su departamento con Salem detrás de ella.
— Hola.
La voz tranquila y nerviosa de Tyler fue lo primero que escucho al salir de dónde se estaba quedando, ella volteo hacia atrás y ahí estaba el ruloso, viéndola con una sonrisa temblorosa en sus labios y con sus manos metidas en los bolsillos de su pantalón.
— Bombón, ¿Que haces aquí?
— Yo, bueno, anoche no nos despedimos bien, parecías alterada y me preocupe.
La rubia sonrió conmovida y enredo su brazo con el del castaño.
— Todo bien. No te preocupes.
Tyler asintió no tan convencido y ambos salieron del edificio.
— Estaba pensando en ir a la cafetería un rato, después caminar al parque y por último ver una película en mi casa, cómo solíamos hacer antes, ¿Te parece?
Misery estuvo a nada de aceptar la invitación pero la tos falsa de Salem la hizo voltear a verlo de reojo y reaccionar de que no podía perder más tiempo.
— Yo, me fascinaría, pero debo de hacer cosas. Ya sabes.
La sonrisa que segundos antes tenía Tyler se desvaneció, pero trato de ocultarlo con otra sonrisa que parecía más mueca que otra cosa.
— Oh, claro. Entiendo.
— Te prometo que cuando termine de hacer todos mis pendientes haremos lo que quieras, ¿De acuerdo?
El ruloso asintio con la cabeza y ambos siguieron caminando hasta el Café Veleta en un silencio un poco incómodo. Cuando llegaron, ambos se pararon enfrente de la entrada del local, quedando frente a frente del otro.
— Bueno, entonces nos vemos después.
Se despidió Tyler un poco desanimado, Misery sonrió de lado y abrazo fuerte al mortal, mientras enredaba sus delgados dedos en el cabello ruloso del chico y este enredaba sus brazos en la cintura de la rubia.
— Ten un buen día, bombón. Te quiero.
Susurro en el oído del mortal la hija del diablo. Tyler se sorprendió al escuchar a la rubia decir eso, pues jamás lo había hecho. Y justo cuando iba a responderle que también la quería un carraspeo los hizo separarse y mirar hacia aún lado para ver quién era el que los había interrumpido. Y para sorpresa de ambos, era el padre de Tyler.
— Papá...
Exclamó sorprendido el ruloso, al ver a su padre parado aun lado de ellos.
— Tyler. Desconocida.
Saludo el sheriff con una expresión seria a ambos adolescentes.
— ¿Que haces aquí?
Pregunto confundido Tyler.
— Pasaba de casualidad por aquí cuando te vi abrazado de esta chica. ¿Quién es? ¿Tú novia?
El sheriff vio desconfiado a la rubia, y está solo pudo mirarlo a los ojos de manera asesina mientras mantenía su cabeza en alto y firme. No era de su agrado el Sheriff por la simple razón de no ser un buen padre para su mejor amigo.
— No, ella es mi amiga. Misery.
— ¿Misery? ¿Miseria en inglés?
— Así decidió nombrarme mi padre.
Respondió burlona la rubia.
— ¿Y tienes apellido o algo parecido?
— Papá.
Regaño en un murmuró el ruloso a su padre, quién seguía en su posición de desconfianza hacia la hija del diablo.
— Misery Morningstar, señor Galpin.
— ¿Morningstar, cómo Lucifer Morningstar?
— Exacto.
Respondió Misery sonriendo diabólicamente, lo que provocó que el sheriff tuviera un escalofrío en su espalda.
— Así que... ahora Nevermore aloja a la hija del diablo.
— ¡Papá, basta!
— Para su información no estudio en Nevermore. Solo baje a la tierra por una vacaciones.
El Sheriff se quedó en silencio durante unos segundos, lo que hizo creer a Tyler que esa conversación incómoda terminaría, pero ese pensamiento desapareció cuando su padre volvió abrir la boca.
— ¿Y hace cuando que bajaste? ¿Hace tres semanas?
— ¿Porque la pregunta?
— Porque hace tres semanas iniciaron homicidios extraños y escalofriantes aquí en Jericó.
— ¿Puedes parar?
Pregunta enojado Tyler a su papá, pero este lo ignoro, cómo siempre solía hacer.
— Oh, ya veo, ¿Cree que soy la asesina?
— Eres hija del pecador número uno, no me sorprendería que...
— ¡Cállate ya papá!
El grito que soltó el ruloso hizo que no solo el sheriff volteara a verlo sorprendido sino también Misery, pues jamás había visto a su mejor amigo de ese modo.
— ¿Podrías no arruinar lo único bueno que tengo?
El señor Galpin alzó su ceja interrogante hacia su hijo. Como si no creyera que acababa de decir eso.
— ¿Lo único bueno que tienes? No me vengas con tonterías, Tyler, ser amigo de este fenómeno no es algo bueno.
— Para mí si, porque ella ha estado conmigo cuando más la necesito, cuando me siento triste, solo, deprimido, ella está ahí, me cuida, me protege, ve por mi. Algo que tú no haces. A veces siento que no tengo papá.
El sheriff guardo silencio y miro dolido a su hijo, después volteo a ver a Misery, quién miraba al adulto como si quisiera matarlo en ese instante por haber hecho llorar a Tyler.
— De acuerdo.
El señor Galpin no dijo nada más, fue lo único que respondió ante lo dicho por su hijo y después se fue de ahí, lo que provocó una risa seca por parte del chico ruloso.
— Ey, cariño. No llores, ese hombre no te merece como hijo.
Murmuro Misery mientras tomaba de las mejillas a Tyler y hacía girar su cabeza para que la viera. La rubia seco sus lágrimas y acaricio lentamente sus mejillas.
— A veces siento que cuando perdí a mi mamá, también perdí a mi papá.
La hija del diablo miro triste al mortal y después lo abrazo, ocultando el rostro de Tyler en su cuello.
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— ¿Cómo que está vivo? Ambas vimos su cadáver.
Exclamo sorprendida la rubia ante lo dicho por la chica Addams.
Después del momento amargo y triste en la entrada del Café Veleta, la rubia tuvo que dejar a su mejor amigo trabajando y venir a Nevermore con Merlina para investigar sobre el apocalipsis, pero en cuanto llegó y la encontró, la de trenzas le contó que esa mañana el sheriff había ido al instituto para interrogarla sobre el asesinato que ella había presenciado en el bosque y para informarle que no había encontrado nada que tuviera que ver con un homicidio. Y justo cuando la chica Addams le decía que ella sabía lo que había visto, que no estaba mintiendo ni mucho menos loca, Rowan entro a la dirección con una de sus típicas sonrisas nerviosas. Dejando a Merlina Addams como una loca esquizofrénica.
— Lo se. Pero no miento cuando te digo que lo vi ahí parado en la entrada de la oficina de la directora.
— Y te creo. ¿Que abra pasado?
— No lose, pero lo descubriremos.
Misery suspiro y se llevó las manos a la cintura.
— ¿Algún plan?
— Enid me dijo que tenías algo que ver con él antes de desaparecer. Podríamos utilizar eso a nuestro favor, te acercas a él, lo envuelves entre tus telarañas y le sacas toda la verdad.
La rubia frunció el ceño ofendida y se cruzó de brazos.
— En primer lugar Rowan y yo solo tuvimos sexo, nada del otro mundo. Y en segundo lugar ¿Entre mis telarañas? Pensé que habíamos dicho que dejaríamos nuestras diferencias aún lado, freak.
Merlina rodo los ojos y después miro hacia un punto ciego del pasillo.
— También me dijo que era roomie de Xavier. Tú y él se llevan bien, podrías preguntarle si sabe algo.
— Xavier y él no son amigos solo compañeros, hay una gran diferencia en ello, por eso no creo que sepa nada.
Respondió obvia la hija del diablo, mientras se llevaba una de sus manos a la barbilla para pensar, hasta que segundos después se le ocurrió una idea.
— Ya se. Podría esculcar en la habitación haber si encuentro algo que nos ayude.
Merlina volteo a ver con un brillo peculiar a Misery, lo que por alguna razón puso nerviosa a la rubia.
— Ya veo que no solo eres una cara bonita.
Misery no pudo evitar sonreír burlona.
— ¿Así que te parezco bonita?
— Te verías aún más bonita con la boca cocida y sin ojos.
La rubia cambio su expresión burlesca por una seria y rodó los ojos.
— ¿Y mientras yo investigo, tu qué harás?
— Weems me tiene vigilada, así que no podre hacer nada.
Misery asintio con la cabeza.
— ¿Y tú mano viviente?
— Su nombre es Dedos.
— Que original.
Respondió burlona la rubia, lo que ofendió de sobremanera a la mano viviente y le saco el dedo de en medio. Misery no se había dado cuenta de que se encontraba ahí.
— Él estará vigilando a Rowan, escuché que se irá de Jericó hoy en la tarde y quiero comprobar que así sea.
— Si me permiten, puedo acompañar a Dedos.
Hablo Salem por primera vez.
— Si, que Salem acompañe a tu mano. Él puede ser escurridizo y perspicaz, aparte si algo ocurre puede proteger a Dedos.
Merlina volteo a ver a su amigo y este hizo una seña afirmativa.
— De acuerdo.
— Bien, entonces nos vemos esta noche.
Merlina asintio con la cabeza dando por terminada esa conversación, Salem y Dedos salieron corriendo hacia el patio de Nevermore, en espera del auto que recogeria a Rowan para llevarlo a la estación de trenes. Merlina por otra parte fue hacia las varias clases extracurriculares disponibles que había para ver en donde podía inscribirse, y Misery fue hacia dónde probablemente estaría Xavier.
El pintor de cabellos largos se encontraba en el patio trasero del instituto practicando arco, la rubia se acercó a pasos lentos hacia él, cuando estaba a tan solo unos pocos metros detrás espero el momento adecuado para asustarlo. Xavier estaba a punto de disparar la flecha, su frente estaba sudando y sus ojos no se despegaban del tablero, respiro hondo por última vez y justo cuando iba a soltar la flecha Misery se acercó cautelosamente y le susurró en el oído: "Boo", provocando que el chico brincara en su lugar y desviará la flecha hacia otro lado. Fallando el tiro por décima vez.
— Demonios, Misery.
Murmura Xavier bajando el arco y volteando a ver a su amiga molesto.
— Cómo quiera no le ibas a dar al blanco.
Responde la rubia, alejándose del pintor y acercándose a la mochila de este para tomar la manzana que estaba a la vista y darle un gran mordisco.
— Wow, gracias amiga por los ánimos.
— Cuando quieras, guapo.
Xavier fue a recojer las flechas que había tirado y las junto para guardarlas junto al arco, después se acercó a la rubia y le arrebato la manzana de sus manos para ahora morderla él.
— Me lo estaba comiendo.
— Es mi almuerzo.
— Los amigos comparten.
Xavier miro a su amiga fijamente mientras le daba otro mordisco a la manzana lentamente.
— Ojalá te ahogues.
Murmura molesta Misery, entrecerrando los ojos. Xavier sonríe divertido y sigue comiendo su manzana.
— ¿Para que me buscabas?
— ¿Qué? No puedo venir a ver a mi amigo y molestarlo después de tanto tiempo sin vernos.
El artista miro con una ceja arqueada a la rubia, sin creer en su palabra.
Misery bufa y rueda los ojos.
— Bueno, en realidad venía porque... Quería que me hicieras un retrato.
A pesar de ser hija de Lucifer a Misery no se le daba el inventar excusas y mentiras. Pero eso no importaba, pues su amigo pintor era muy crédulo.
— ¿Un retrato?
— Sip. Quiero que me pintes. Un cuadro solo para mí. No para tu galería, solo debo de verlo yo, nadie más. Va a ser especial.
Xavier miro sorprendido a su amiga.
— ¿Y como quieres tu retrato?
— Desnuda.
Xavier casi se atraganta con un pedazo de manzana lo que provoco las carcajadas de Misery.
— ¡Tranquilo, era broma!
El pintor miro molesto a su amiga y se golpeó levemente el pecho, para poder pasarse la manzana.
— Eres malvada.
— Pero claro que lo soy, soy hija de Lucifer ¿Qué esperabas?
— Ya dime, como quieres tu retrato.
— ¿Te parece si está noche voy a tu habitación y ahí te digo?
— No puedes entrar al área de hombres.
Misery sonrió burlona hacia su amigo.
— No me subestimes, amor. Bueno, nos vemos más al rato.
La hija del diablo le guiño el ojo a su amigo y después se dio media vuelta para irse de ahí.
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Misery después de hablar con Xavier pensaba irse de ahí y regresar en la noche, pero su amiga lobuna la interceptó y la obligó a que la ayudara con su canoa para la competencia que el día de mañana tendría, así que ambas amigas ahora estaban pintando la canoa mientras hablaban de como la loba estaba perdidamente enamorada de Ajax y como este ni siquiera se daba cuenta a pesar de todos sus intentos de coqueteo.
— Los chicos son idiotas pero él rebasa el límite.
Dice Misery mientras hace aún lado su pincel y se sacude las manos. Definitivamente los trabajos no eran su fuerte.
— Debes de ayudarme con esto, porfavor. Si lo haces te estaré eternamente agradecida.
Justo cuando Misery le iba a responder a Enid, Merlina Addams llegó en ese preciso momento.
— Necesitamos hablar.
La rubia diabólica vio confundida a la pelinegra por unos segundos, volteo a ver a su amiga y después se levantó de donde estaba para caminar hacia Merlina y alejarse un poco de la gente para hablar.
— ¿Qué paso?
— Dedos y Salem perdieron a Rowan. Tú gato afirma que entro al baño y desapareció como por arte de magia.
Misery cerro los ojos y suspiro profundo.
— Carajo.
— Debemos regresar al bosque, pero Weems me vigila.
— Necesitamos una distracción.
Murmuró la rubia, llevando una de sus manos a la barbilla de forma pensativa, hasta que ambas se les prendió el foco al mismo tiempo y voltearon a ver a la lobuna, quién seguía pintando la canoa felizmente y corrigiendo lo que había hecho la hija de Lucifer.
— Yo me encargo.
Murmuró Misery acercándose nuevamente a dónde Enid, Merlina vio a ambas amigas hablar, con el ceño fruncido, sin saber que decían ni porque volteaban a verla, después la pelicolor abrazo euforicamente a la hija del Diablo y dejo todas sus cosas ahí para caminar con pequeños saltos hacia la chica Addams.
— No te preocupes, Merlina, yo distraere a la directora Weems.
Merlina vio sorprendida a la hija del diablo y después a Enid.
— Fantástico. Ahora vamos.
Enid sonrió alegre y se adelantó, dejando a Misery y Merlina caminando detrás de ella.
— ¿Qué fue lo que le dijiste para que aceptará?
Pregunto curiosa la de trenzas.
— Le dije que le sacaría una cita con Ajax si nos ayudaba. Le gusta desde hace mucho tiempo, y hace todo lo posible para llamar su atención, pero Ajax es tan idiota que ni se da cuenta.
— Los hombres usualmente no se dan cuenta de las indirectas, y si lo hacen fingen no darse cuenta.
Murmuró Merlina, haciendo que Misery frunciera el ceño confundida y mordiera su labio inferior. Algo que hacia cada vez que algo le daba curiosidad.
— ¿Te gusta alguien? ¿O sales con alguien?
— Las relaciones amorosas son demasiado complicadas y desgastantes, prefiero preocuparme por mis escritos y en seguir torturando personas.
— Lo tómare como un no entonces.
Merlina miró de reojo a la rubia y suspiro profundo antes de hacer la misma pregunta.
— ¿Y tú? ¿Te gusta alguien o estás en una relación?
Misery sonrió divertida y alzó su ceja derecha burlona.
— ¿Porque? ¿Planeas invitarme a salir?
— Si alguna vez estuviera interesada en alguien, no serías tú.
Misery rodo los ojos y fingió que las palabras de la pelinegra no habían sido un golpe bajo para su ego.
Las tres chicas llegaron a dónde eran las clases extracurriculares de Merlina, vistieron a Enid con un traje de abejas dentro del cobertizo y le explicaron a Eugene, el fundador y líder de esa clase, también el único integrante, lo que planeaban Merlina y Misery, y a él no le molestó, de hecho le pareció genial ser parte de algo.
— Si la directora Weems viene, mantén la distancia, luce sería y no digas nada.
— La venganza será cruel.
Respondió Enid hacia su roomie, algo que no había dicho la lobuna era su miedo a las abejas.
— No esperaría menos.
Respondió la chica Addams ante la amenaza de Enid.
— ¿Y puedo llevarme un frasco?
Pregunto Misery hacia Eugene en una conversación ajena a la de las roomies, en cuanto las chicas llegaron, la hija del diablo miro curiosa a las abejas, por lo cual Eugene empezó a contarle todo sobre ellas, y para sorpresa de él y de las demás, ella lo escuchaba atentamente, mientras miraba todo con curiosidad.
— Claro, llévate las que gustes.
Misery sonrió feliz y empezó a tomar varios frascos de miel.
— Vámonos, después vienes por ellas.
Dijo Merlina, terminando de hablar con Enid y caminando ahora hacia la salida del cobertizo.
Misery bufo enojada y aparto los cinco frascos que había agarrado lejos de los demás. Y siguió a Merlina a unos cuantos pasos detrás de ella.
Ambas llegaron al bosque justo cuando el sol empezaba a ocultarse, ambas trataban de ver si había alguna pista que los policías hayan pasado por alto o algo que las ayudase, de pronto unas voces y hojas rompiéndose ante las pisadas de alguien hizo reaccionar primero a Misery, quién tomo de la cintura a Merlina y la oculto junto a ella detrás de un árbol, quedando ambas muy pegadas y a unos cuantos centímetros de sus rostros, ambas podían sentir sus respiraciones y eso ponía nerviosa a Merlina, pues jamás habían violado su espacio personal. Ambas chicas se miraron fijamente mientras esperaban a que la persona pasará de lejos, cuando fue así las dos chicas pudieron separarse.
— No vuelvas hacer eso.
Reclamo Merlina.
— Ok, entonces a la próxima dejo que nos descubran y te lleven con la directora Weems para que te suspendan o castiguen.
Merlina no dijo nada y siguió caminando por el bosque en búsqueda de algo. Algo que a Misery le molestó pero siguió a Merlina de todos modos.
— Era el sheriff con el sabueso.
Exclamo la chica Addams.
— Está buscando pistas igual que nosotras.
Concluyo rápido la hija del diablo.
— En efecto, pero la diferencia es que nosotras sabemos el transfondo de todo esto y él no.
Respondió Merlina. Ambas se quedaron calladas nuevamente mientras seguían caminando por el bosque en busca de algo, hasta que de pronto la rubia noto algo entre toda la tierra y hierba, se acerco hasta ese lugar, se agacho y palmeó todo la tierra aún lado para dejar a la vista lo que había ahí. Los lentes de Rowan.
— Merlina, mira.
La chica Addams se acercó a la hija del diablo y miró lo que la rubia miraba.
— Sabía que era una tapadera. Ahora tendremos con que probar que teníamos razón. O bueno, yo, no le conté a nadie que estabas ahí.
— Y te agradezco, el padre de Tyler ahora que me conoce tiene un ojo puesto en mi. Si se entera que estuve ahí tendrá ambos ojos puestos en mi y será difícil quitarlo de encima.
Merlina levanto los lentes de Rowan del suelo y se desmayo, teniendo una visión, Misery de inmediato la sostuvo antes de que cayera al suelo y la mantuvo en su regazo mientras pasaba lo de sus visiones.
— Sociedad de la noche oscura.
Murmuró la chica Addams mientras salía de sus visiones.
— ¿Qué?
Pregunto confundida Misery.
Merlina en vez de responderle vio que estaba en el regazo de la rubia sosteniéndola, provocando que sus rostros estuvieran igual que hace un rato, muy cerca, a pocos centímetros de toparse y con las respiraciones de ambas mezclandose, y por instante, solo un instante, el aroma del perfume de Misery no se le hizo tan empalagoso como la primera vez, pero de inmediato quitó ese pensamiento y se levantó de encima de Misery.
— Es un libro. Se llama: "Sociedad de la noche oscura", hay que buscarlo.
— Dirás: "Tengo que buscarlo". Me quedé de ver con Xavier en unas horas. Para poder buscar pistas en su habitación.
— Cierto. Entonces Dedos, Salem y yo lo buscaremos.
Misery alzó una ceja al ver cómo la pelinegra nombraba a su gato como si nada, Merlina al ver la mirada de la hija del diablo aclaró:
— Me di cuenta que tú gato es muy útil en varios aspectos. Nunca le digas a dedos que dije eso.
La rubia rio divertida y Merlina estuvo a nada de sonreír, pero al ver lo que estaba a punto de hacer se retracto.
— Deberías de irte ya.
— Si, nos vemos a la media noche, para decirte que es lo que encontré.
Merlina asintió con la cabeza, de acuerdo con la rubia, mientras esta daba la vuelta y empezaba a alejarse.
☠️🎀
Misery se escabulló del supervisor que cuidaba la entrada de las habitaciones de los varones y subió hasta el piso en donde estaba la habitación de Xavier, cuando llegó entro como si nada, pues la puerta estaba sin seguro, y aunque hubiera estado con seguro ella hubiera roto la manija sin importar que tuviera que pagarlo después, como quiera tenía dinero de sobra. Cuando entro escucho la regadera en el baño, lo que provocó una sonrisa de lado a la hija del diablo, pues eso le daría un poco más de tiempo en buscar pistas. Busco entre los cajones de ropa, los cajones del escritorio, debajo de la cama de Xavier y nada, abrió el cuaderno del pintor a ver si no había algo entre las hojas, pero no, solo dibujos... De ella, habían como diez hojas repletas de ella, eso impresionó demasiado a la rubia, pero no podía distraerse con nada en este momento pues estaba buscando pistas, dejo de lado el cuaderno y ahora fue hacia la parte que antes era de Rowan, se agachó para buscar algo debajo de la cama y en cuanto lo hizo vio como había una abertura en el suelo, paso los dedos por ahí y se dio cuenta de que era un escondite, lo abrió y saco una máscara rara.
— Vaya vaya, aparte de ser un buen amante eras un buen mentiroso, Rowan.
De repente unos toques en la puerta la hicieron dejar todo como estaba. En ese momento Xavier había salido de la habitación y cuando vio a Misery este se quedó estupefacto mientras que la persona afuera seguía tocando.
— ¿No vas abrir?
Pregunto burlona la rubia mientras se aventaba a la cama de Xavier y se acostaba.
— ¿Hace cuando llegaste?
— Hace unos minutos, estabas en el baño, buen trasero.
— ¿Me espiaste?
— ¿Lo hice?
Pregunto sarcástica y burlona Misery, provocando que Xavier no supiera si estaba mintiendo o no.
— ¿Nadie te vio?
La rubia rodó los ojos y tiro su cabeza hacia atrás.
— Es Bianca, hasta aquí puedo oler el pescado.
El pintor frunció el ceño y fue abrir la puerta, cuando lo hizo, efectivamente era la morena. Xavier la hizo pasar bruscamente mientras miraba hacia todos lados fuera de la habitación, Bianca al ver a la rubia hizo un gesto de disgusto.
— Agh, tú.
— Yo.
Respondió burlona Misery.
— ¿Qué haces aquí?
Pregunto de mala manera la sirena.
Pero antes de que la hija del diablo respondiera, Xavier pregunto:
— ¿Cómo burlaste al supervisor? ¿Con tu poder de sirena?
— No, con esto.
La sirena señaló su collar.
— ¿Podrías no siempre pensar lo peor de mi?
Xavier suspiro y rodó los ojos.
— ¿Que quieres Blanca?
— Saber cómo estás.
— ¿Desde cuándo te importa eso?
— Siempre me ha importado.
Misery rodo los ojos y se llevó la almohada de Xavier a su rostro aburrida.
Xavier al notar esto se gira hacia Bianca para poder despedirla.
— Tenemos cosas que hacer. Si quieres después hablamos.
— ¿Qué cosas?
Pregunto curiosa la sirena. Misery se levantó de donde estaba y miro burlona a la morena.
— Cómo drogarnos y tener sexo salvaje toda la noche.
Xavier rio y negó con la cabeza divertido mientras que Bianca se ponía furiosa por la respuesta de la hija del diablo. Hasta que se le ocurrió una idea de como contraatacar y hacer enojar a la rubia.
— Hoy te vi con Enid pintando su canoa para la competencia.
Exclamó sonriendo la sirena, a lo que Misery frunció el ceño confundida.
— Se supone que Yoko es la que debia de ayudarla el día de hoy. ¿Falto? Si falta para la competencia entonces no podrán participar.
Misery cambio su rostro de confusión a una de seriedad, al ver y entender las indirectas de Bianca, se acercó lentamente a la morena hasta que está topo con la pared.
— Escúchame, Bianca. Si haces algo que dañe o lastime a Enid, te juro por mi padre que haré que Salem te coma viva.
— No te tengo miedo.
Los ojos azules de Misery cambiaron por un milisegundo a rojos fuego, lo que provocó un escalofrío en la espalda de la sirena.
— Deberías. Ahora lárgate.
Bianca vio por última vez a Xavier y después se fue de ahí. Dejando por fin a solas al pintor y a la hija del diablo.
— Pense que era broma eso de venir a mi habitación.
— Yo nunca bromeo, cielo.
Xavier sonrió y se dio media vuelta hacia su escritorio donde se topo con su cuaderno de dibujos abierto en la sección donde tenía varios dibujos de Misery, lo cerro abruptamente y se giro asustado a la rubia.
— No hace falta que lo ocultes, ya los vi todos.
El pintor miro nervioso a su amiga y empezó a abrir y cerrar la boca como un pescado fuera del agua, no sabía que decir o hacer ahora.
— Yo... Puedo explicarlo.
— Adelante.
— Pensé que ya jamás volvería a verte, y no quería olvidarte, así que empecé a dibujarte todos los días, para no olvidar ni un detalle de tu rostro.
Misery sonrió enternecida, se acercó al chico y le dio un pequeño beso cerca de los labios, lo que hizo que se sonrojara.
— Son hermosos.
Xavier tragó saliva y miro nervioso a la rubia frente a él.
— P-podemos... ¿C-co-como quieres tu retrato?
La hija del diablo rio divertida y se separó de dónde estaba para volver a sentarse en la cama de Xavier.
— Quisiera que me dibujaras... en un trono hecho de huesos, con una corona de oro en la cabeza.
Cuando Merlina le había dicho que es lo que había visto cuando la tocó por primera vez, no pudo sacarse de su cabeza esa imagen. Le parecía poderoso, tenebroso y asombroso al mismo tiempo.
— Es un cuadro tardado entonces, tendremos que estar varias horas en el cobertizo.
— Si, está bien. No tengo problema.
Ambos se quedaron en silencio, sin saber que más decir.
— Supongo que debo irme. Al menos que quieras que nos drogemos y tengamos sexo salvaje.
Xavier no pudo evitar reírse.
— Mañana es la competencia. Debo dormir temprano como quiera.
Misery asintio con la cabeza.
— Ok, entiendo. Nos vemos mañana, entonces. Ahí me verás, echandole porras a Enid y a sus compañeras.
— ¿Y a mí?
— I'm sorry, my love.
— Entiendo.
Murmuró Xavier. Misery no pudo evitar acercarse al pintor y tomarlo de las mejillas para besarlo, Xavier rápidamente llevo sus manos a la cintura de la rubia y la acercó más a él. Después de varios segundos ambos se separaron y se miraron fijamente.
— ¿Eso que fue?
Pregunto Xavier.
— Un beso, ¿No los conocías?
Misery sonrió burlona y empezó a caminar hacia la salida de la habitación de Xavier, dejando al joven pintor volando entre las nubes por el beso. Misery Morningstar era la ambrosía de cualquier mortal o ser sobrenatural.
Mientras la rubia caminaba por el instituto hacia la habitación de Enid y Merlina una sombra paso por detrás de ella, deteniendo sus pasos y haciendo que volteara lentamente. Ese olor.
— Maldita mocosa del diablo, por fin te encuentro.
Mazikeen. Había regresado por ella.
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Sin nada más que decir les mando un fuerte abrazo y un gran beso en la frente ( ˘ ³˘)♥
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