CHAPTER ONE


Hace 5 años

La pequeña Hera de 10 años corría por los bosques de Pandora, acompañada de su hermano Spider, Lo'ak y Kiri. Los cuatros corrían entre los árboles y arbustos haciendo una carrera. Se podía observar desde la lejanía como su pelo rojizo, brillante y sedoso se movía junto al viento, no como el de los otros, que estaban recogidos con trenzas y rastas. Ambos humanos siempre tenía desventaja a la hora de correr por el hecho de que no tenían esas fuertes y largas piernas azul brillante y  con mucho pesar se tenían que acostumbrar a las suyas. Pero eso no siempre les daba la delantera a los na'vi. El ingenio y astucia de los humanos, también llamado "trampas" por Lo'ak, los hacía ganar la mayoría de veces. Esta vez se encontraban corriendo hacia el laboratorio, se estaba acercando el anochecer y era peligroso que los pequeños estuvieran en los bosques de Pandora, por lo que todos los días en los que se veían, los niños tenían que llegar a sus respectivas casas una hora antes del anochecer.

―El último que llegue es un cara culo― chilló la pelirroja haciendo que todos corrieran más rápido.

―Pues prepárate para serlo― le contestó Lo'ak adelantándola por la derecha mientras que Kiri la adelantaba por la izquierda mientras se reía.

Ambos humanos se miraron entre ellos y se dieron una mirada cómplice para empezar el verdadero juego. De repente un fuerte grito se escuchó tan alto que los animales que se encontraban alrededor huyeron despavoridos. Los dos na'vi se dieron la vuelta preocupados por su amiga, la propietaria de aquel grito. Desde donde se encontraban podían ver las puertas al laboratorio, ya casi habían ganado, pero aquel grito les preocupó tanto que ambos prefirieron la amistad y corrieron donde estaban. Los dos na'vi no encontraron a ninguno de los dos humanos, un silbido capto la atención de ambos y se dieron la vuelta. En la puerta del laboratorio se encontraban Spider y Hera saludándolos con una sonrisa victoriosa. Kiri mostró su descontento con una cara de enfado, pero cuando vio a ambos chicos reírse no pudo evitar contagiarse de aquellas sonoras risas. Pero en el caso de Lo'ak fue distinto, a diferencia de Kiri, este se encontraba con una expresión enfadada y con sus orejas ligeramente hacia atrás,  se apresuro hacia ellos. 

―Sois estúpidos o que― dijo Lo'ak empujando a ambos.―La próxima vez que grites no voy a ir a ayudarte y voy a dejar que los Tanathor te coman y te devoren― Acto seguido el joven se fue con la cabeza bien arriba y con la espalda tiesa.

―Uff, que drama queen― contestó Hera rodando los ojos. Spider le dio un golpecito con la cadera al mismo tiempo que hacia un movimiento con la cabeza refiriéndose a que fuese detrás de el para pedirle disculpas.―Agh, esta bien―

―Lo'ak espera― gritó corriendo hacia el muchacho. Cuando le alcanzó este la siguió ignorando. ―Vale, ya, perdón ¿vale? No quería asustarte― le confesó mientras le agarraba del brazo haciendo que ambos pararan. El muchacho la miró de reojo intentando seguir estando enfadado pero al ver los ojos brillosos de la pelirroja, ese enfado no duró mucho más. No era una sorpresa el hecho de que Hera era la debilidad de Lo'ak, y viceversa. Desde el momento que se conocieron, ambos eran como uña y carnes, no se separaban ni para dormir. Lo'ak se había maravillado de la pequeña cuando en vez de chivarse a los científicos, cuando el na'vi pintó todas sus batas de azul, la pequeña le acompaño y le ayudo en su jugarreta.

―Como vuelvas a asustarme no te voy a volver a hablar nunca más― dijo el chico frunciendo el ceño. Esa frase hizo que a la chica se le escapara una sonrisa y envolvió alrededor de sus pequeños brazos al muchacho.

―Lo prometo Lo'ak, nunca más― le prometió la muchacha, Lo'ak era más alto que la pelirroja por apenas unos cuantos centímetros por lo que no había mucha diferencia comparado con el hijo mayor de la familia, Neteyam, el ya había pegado el estirón y a la muchacha le sacaba una cabeza. Ambos volvieron a la entrada donde se encontraban Spider y Kiri hablando. Se despidieron de los humanos y se fueron a sus casa, sabiendo perfectamente que se volverían a ver unas horas más tarde.

Los humanos madrugaron al siguiente día, para aprovechar el día con la familia Sully. Como casi todas las semanas, la familia Sully organizaba una excursión e iban todos a explorar "zonas nuevas" en las cuales días antes Jake había visitado para investigar si había algún peligro. Era verano y los humanos se vistieron con un pantalón corto y una camiseta de tirantes. En esos momentos se sentían celosos de los na'vi, iban casi sin ropa y nunca pasaban calor o frío.

―Vamos Hera, que se van sin nosotros― le apresuró Spider.

―Ya voy― le contestó Hera mientras que se peinaba el pelo. A comparación de Spider, que llevaba por lo menos 3 años sin peinárselo.

―¿Te estas arreglando para impresionar a tu noviecito Neteyam?― le preguntó Spider lanzando besos al aire.

―¿Tienes algún tipo de retraso mental? O eres así de tonto― afirmó Hera esto último. Haciendo que Spider le sacase la lengua. No era para nada una sorpresa que Neteyam y Hera no se llevasen tan bien. Los dos eran muy distintos, les gustaban cosas diferentes, mientras que Neteyam era responsable y serio, Hera era todo lo contrario, era alegre y rebelde.

―Vamos, que nos están esperando Spider, siempre tardas mucho en arreglarte para ver a tu noviecita Kiri― dijo Hera burlándose de su hermano. El mayor de los humanos tenía un crush con la mayor de los na'vi. Se dirigieron hacía el laboratorio donde ya se encontraban Kiri y Lo'ak, como siempre, Kiri se encontraba mirando el avatar de su madre, cada vez que venía la visitaba y hablaba con ella. 

―Ya estamos― dijo Hera dirigiéndose hacía ellos. Iban a salir por la puerta cuando Norm les paró.

―Alto ahí pequeños diablos, ¿No os olvidáis de algo?― les preguntó Norm hacia los pequeños. Ambos humanos se miraron entre ellos y volvieron a mirar hacia el científico haciendo entender que no tenían ni idea. Norm rodó los ojos y sacó de sus bolsillos tres bombonas de oxígeno. Cada vez que salían, Norm les obligaba a llevar unas botellas de aire en caso de emergencia. 

―Dárselas a Jake niños, y decirle de mi parte que como pierda alguna voy a destruir su cabaña― les dijo Norm. Ambos niños asintieron con la cabeza y se dirigieron a la puerta, pero antes de salir, Norm agarró del brazo a la pelirroja y la abrazó, besando su cabeza en el proceso.

―Ten cuidado ¿vale?― le comentó Norm.

―Si padre― le contestó Hera. Norm no podía parar de pensar lo mucho que se estaba pareciendo a ella, a Charlotte, y lo mucho que la echaba de menos. Cada vez que veía aquella cabeza pelirroja corriendo por los laboratorios, solo recordaba a su mejor amiga corriendo por los laboratorios llegando tarde a las reuniones. 

Hera salió corriendo por la puerta mientras que se unía al grupo, estaban todos preparados para empezar el trayecto, lo primero que hizo al reunirse con el grupo fue abrazar a Neytiri, la única figura materna que tenía. Neytiri odiaba a la mayoría de su raza, seguía resentida por todo el daño que habían ocasionado en su precioso planeta y por matar a su padre en la guerra. Pero al conocer a su madre algo cambió en ella, aquella humana de su edad se había ganado el corazón de ella y de todo el clan, incluso de su madre, Mo'at. Y cuando conoció a la pequeña pelirroja, hija de su amiga, no podía evitar el criarla como su hija, por todos los favores y sacrificios que hizo Charlotte. 

―¿Cuánto falta? Me duelen las patas― dijo Hera apoyándose en un árbol. Las piernecitas de la pelirroja no podían aguantar ni una cuarta parte de lo que podían los na'vi. 

―Queda poco, bajamos esta montaña y ya llegamos― le respondió Jake Sully haciendo que la joven soltará un bufido. 

Pasó alrededor de media hora cuando por fin llegaron al sitio, era a las orillas de un río, se sentaron y empezaron a sacar la comida, era complicado comer con la mascara puesta pero los humanos se apañaron. Cuando terminaron de comer, recogieron todo y se tumbaron a descansar un rato. Mientras que los adultos y Tuk se tumbaron para dormir un rato, los demás aprovecharon para investigar, hablar, jugar... 

Jake se había despertado y se dispuso a jugar con los pequeños.

―Estaban todos tranquilos en aquel clan pero... ¡Boom! el monstruo apareció― relataba aquella historia Jake gritando esto último mientras que salpicaba a los pequeños en el proceso haciendo que estos gritaran y corrieran siendo perseguidos por Jake. Jake atrapó a Hera y empezó a salpicarla con el agua de aquel río haciendo que la pequeña gritase.

―¡Ayuda! Me ha atrapado― gritaba la muchacha riéndose. Lo'ak fue el primero en llegar a rescatarla, se subió a la espalda de su padre y empezó a tirarle de la orejas, haciendo que este soltara a Hera y empezase a dar vueltas intentando atrapar a su hijo. Por otro lado, Neteyam ayudó a Hera a levantarse del agua haciendo que esta se sonrojase.

―Gracias― respondió Hera. No sabía porque se sentía así, Neteyam era con el que menos se llevaba. Neteyam movió la cabeza dando a saber de que no era nada.

Jugaron, rieron, bailaron, se sintieron libres, se sintieron una familia, eran muy jóvenes para ser víctimas de aquel rechazo por parte de los na'vi.


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