18🍼

Darien tragó mirando a Yulián, tenía razón al pensar que se acercaba a él por razones impuras, el alfa se arrodilló frente a él, se metió entre sus piernas y le abrazó la cintura, su cabeza descansó contra su abdomen.

— Darien, no me odies, por favor.

— No estoy seguro de que sentir ahora mismo — murmuró, Yulián sacó la cabeza y lo miró como un cachorro.

— Sí, lo admito, me acerqué por razones impuras, pero eso cambió casi al instante, todo lo que te mostré fue porque lo sentía, nunca más tuve doble intención — Darien negó.

— No confío en ti, Yulián.

— Lo sé, sé que no, pero haré que confíes, soy tu Alfa — murmuró, luego dejó un beso en su vientre — Y el padre de este cachorro, por favor, no me alejes.

Darien no haría algo como eso, quería que su cachorro tuviese a sus dos padres, no le quitaría eso, sabía que Yulián sería un buen padre y no dejarlo estar con el cachorro sería muy ruin de su parte.

— No te alejaré del cachorro, pero no me pidas confiar en ti otra vez — dijo poniéndose de pie.

— Darien…

— No, asunto terminado ¿Puedo darme un baño?

— Si, puedes hacer lo que quieras — mencionó apuntando hacia el lugar.

Darien caminó hacia allí y se quitó la ropa, meterse bajo el agua tibia alivió sus músculos agarrotados, maldición, esta relación entre Yulián y él estaba más que condenada desde el principio.

Dejar que se acercara mas sólo los haría sufrir a ambos otra vez, joder, no podía creer que su padre hubiese hecho eso después de pedirle que no quería a Yulián cerca de él otra vez.

No quería que le hiciera daño.

Si lo pensaba bien, era él quien más había hecho sufrir a ese alfa, tenía la culpa por no ser comunicativo y explicarle la situación con su profesor, por no enfrentarse a él cuando fue el momento e ir corriendo con su padre.

Maldición, era un desastre con la interacción humana ¿De qué mierda le servía ser un genio? Eso sólo le había traído problemas.

Darien acarició su vientre con la esponja, sí que estaba más grande de lo que se suponía debía estar, pero no había podido ver a un médico, sólo esperaba que todo estuviese bien.

Darien terminó de lavarse y salió, tomó una toalla limpia del cajón y se secó, ni siquiera tenía ropa así que se puso una bata, Yulián estaba en la pequeña cocina y caminó hacia allí.

Él lo miró con sorpresa en cuanto lo vio.

— Oh, lo siento, no me di cuenta de que no tenías ropa, ve a mi cuarto y ponte lo que quieras — Darien fue a su habitación, el cuarto tenía el aroma de Yulián hasta en el último rincón y era realmente agradable.

Darien cerró los ojos y aspiró, sus feromonas calmando las suyas propias que últimamente eran un desastre, finalmente escogió una camisa y un jean desgastado de su armario para volver y sentarse en una butaca.

— Siento mucho lo que pasó con mi padre — Yulián se acercó y le acarició la mejilla, su sonrisa fue tenue.

— No te lo conté para que sintieras lástima por mí, quería que las dudas entre nosotros desaparecieran. 

— ¿Por qué tiene que hacer esto? — Darien se alejó de su contacto, Yulián frunció los labios.

— Porque no me quiere ahí, mis padres cometieron un error al hacer esto, él se ofendió aún más.

— ¿Qué hay de tus padres, aun les hablas?

Yulián suspiró.

— Ni loco, no soporto verlos — Darien acarició su vientre, no había pensado en ello tan a fondo.

— ¿Crees que seremos buenos padres con los que tenemos? — Yulián sonrió con seguridad.

— Creo que sí, ya sabemos que no hacer como padres ¿no crees?

— Si.

El alfa cerró los ojos y agarró el puente de su nariz, parecía estar un poco desesperado.

— Tus feromonas están volviéndome loco.

— Lo siento, no puedo controlarlas, mi control se ha ido al demonio con este embarazo — Yulián se acercó aumentando sus feromonas, Darien jadeó.

— ¿Te ayudo?

— ¿No me escuchaste antes? Esto no puede pasar — Yulián acarició su labio inferior delicadamente.

— ¿Estás muy enojado?

— Si, pretendías utilizar a mi cachorro contra mi padre — gruñó, el alfa suspiró peinándole el pelo hacia atrás.

— Lo siento.

— ¿Por qué no seguiste adelante con tu plan?

— Porque no era la hora, no tengo lo suficiente.

—Yulián, no puedo creer que te metieras en esto — Yulián mordió su labio inferior cogiéndolo de las mejillas.

— Pídeme que lo deje todo, di que te vas a ir conmigo a un lugar donde él no pueda encontrarnos y vivir felices ahí, lo dejaré si sólo me lo pides.

Darien cogió sus muñecas y bajó sus manos, lo que le pedía era demasiado irracional, Yulián apretó la mandíbula.

— Sabes bien que ese lugar no existe y no podrás dejar nada atrás, has vivido por esta venganza y quitártela no te hará bien.

— ¿Puedo besarte?

— Yulián…

— Por favor Darien, sólo un último beso — Darien tragó, no era lo suficientemente fuerte como para negarse otra vez.

Tomó las mejillas de Yulián y juntó sus labios en un frágil toque, el alfa correspondió tomándolo de la nuca y levantando su cabeza, el beso se profundizó.

Yulián deslizó la lengua por todo el interior de su boca en una tierna caricia, Darien jadeó agarrándolo del frente de su camisa y dejándose llevar, sus lenguas se acariciaron tentativamente y luego de forma más brusca anhelando el contacto. 

Yulián se separó jadeando contra su boca y luego dio unos pasos más lejos.

El ambiente estaba incómodo luego de eso y Darien intentó llenar el vacío.

— ¿De verdad no estuviste con otro Omega?

— No, estoy arruinado para otros, no imaginé que había terminado vinculado a ti — mencionó con una sonrisa, Darien frunció el ceño.

— Pero tu aroma…

— Era un perfume, tus feromonas estuvieron volviéndome loco últimamente y ese perfume era lo único que me mantenía cuerdo.

— Somos un desastre — Yulián sonrió de medio lado.

Darien se estremeció al escuchar unos toques bastante bruscos en la puerta, Yulián miró hacia allí con sorpresa y corrió para ver por la mirilla, él tragó con nerviosismo caminando a la sala de estar.

Caminó de un lado a otro con nerviosismo, Darien mordió su labio inferior, evidentemente los habían encontrado.

— No, no, no puede ser, no sabían de este lugar, es imposible que lo encontrasen tan rápido — murmuró Yulián entrando en pánico, Darien frunció el ceño.

— ¿No hay forma de salir?

— Ve al balcón — ordenó cogiendo una silla y caminado a la entrada, Darien corrió al balcón y miró alrededor, no veía ninguna vía de escape.

Yulián volvió y con la destreza de un tigre subió a la baranda y saltó a la otra, él se sentó en el balcón vecino agarrándose por dentro de las barras con los pies y abrió los brazos para él.

— Ven aquí.

— No, te has vuelto completamente loco si piensas que voy a saltar — murmuró tocando su vientre, Yulián miró hacia allí y sonrió.

— Confía en mí, no dejaré que te caigas, estoy aquí para atraparte — Darien suspiró y miró al interior de la casa, los matones habían conseguido romper la silla que Yulián había puesto y se disponían a entrar.

— Bien — Darien se puso del otro lado de la barandilla y saltó, Yulián no mintió al decirlo, él lo recibió entre sus brazos y le besó la sien.

— Nunca voy a dejarte caer, no si estoy ahí para ti.

Darien suspiró con alivio y fue del otro lado del balcón, Yulián agarró su mano y lo jaló por el departamento, parecía estar vacío algo que agradeció bastante.

Yulián corrió detrás de él cuidándolo de los matones y cuando llegó abajo noqueó a uno de los que se había quedado cuidando abajo y subió a su auto, él abrochó los cinturones y aceleró, si pensaron que estaban a salvo el auto detrás de ellos les demostró exactamente lo contrario.

— No puedo creer esto — Yulián maldijo girando el volante de forma brusca, varios disparos se escucharon y uno de ellos impactó en un neumático haciendo que el alfa perdiese el control del auto e impactara contra un poste.

Darien cerró los ojos mientras se agarraba con fuerza y volvió a abrirlos sólo para encontrar a Yulián protegiéndolo, mientras miraba a la ventanilla.

Darien ni siquiera tenía un golpe en la cabeza mientras Yulián estaba sangrando, la camisa estaba manchándose de sangre a nivel de su hombro, también le habían dado a él.

— ¿Estas bien? — Darien asintió, Yulián sonrió y suspiró con alivio.

— Eso me alegra, pero siento no haber podido protegerte.

Ambos fueron jalados bruscamente para sacarlos del auto, Yulián estaba gruñendo y peleando con todo lo que se pusiera delante hasta que lograron inmovilizarlo.

El suelo estaba completamente manchado de sangre, Yulián lo miró con preocupación como si él no estuviese desangrándose, Darien mordió su labio inferior mirando a los dos alfas que lo agarraban. 

— Darien, por fin te conozco — mencionó otro alfa acercándose a él, su pelo blanco no contrastaba para nada con sus ojos oscuros, Darien tuvo un mal presentimiento mientras lo miraba de arriba abajo — Llévense a ese Alfa de aquí — gruñó mirando hacia Yulián.

Darien giró la cabeza intentando ver a Yulián, el alfa lo agarró del mentón con demasiada fuerza.

— No pierdas el tiempo mirándolo a él.

— ¿Qué harás con él? — el alfa sonrió.

— Aun estoy pensando, pero definitivamente acabará muerto después de que termine así que es en vano esperarlo.

— Suéltame — gruñó, el alfa lo hizo, Yulián ya no estaba, sólo un auto alejándose en la distancia.

— Entra — ordenó abriendo la puerta del auto donde había llegado, Darien negó.

— No iré a ningún lugar contigo.

El alfa sonrió y miró hacia su vientre.

— ¿No te preocupa lo que le pase a eso que llevas ahí? — Darien apretó la mandíbula colocando un mano frente a su vientre de forma protectora — Ahora entra, no me hagas repetirme.

Darien se sentó y esperó pacientemente llegar a su destino, ya conocía el camino, estaban dirigiéndolo directamente a su antigua casa, el alfa lo dirigió hacia el despacho de su padre cuando estuvieron ahí.

El maldito ni siquiera parecía haber envejecido ni un poco en estos años, era un maldito crimen que se pareciera tanto a él.

— Darien, he pasado mucho trabajo encontrándote — mencionó apoyándose en el escritorio, Darien miró alrededor, aunque sabía que Yulián no estaba ni remotamente cerca.

— ¿Dónde está Yulián?

Su padre se encogió de hombros con una sonrisa divertida.

— En mi poder también, ese pequeño Alfa pensó que se escondería de mi eternamente.

— ¿Por qué estoy aquí?

— Porque quiero estabilidad por fin y encontré al perfecto Alfa para eso — dijo mirando al alfa que prácticamente lo había arrastrado hasta aquí.

— ¿Qué?

— Será él quien se enlace contigo.

Darien llevó una mano a su vientre y negó, enlazarse a otro alfa que no fuese Yulián haría las cosas difíciles para mantener al cachorro, otras feromonas podrían desestabilizar el embarazo por completo, ya era difícil sin tener el aroma de Yulián, si esto pasaba sería su fin.

Esto sólo lograría hacerle daño.

— No, estoy esperando un cachorro de Yulián, si él me muerde lo perderé — su padre torció los ojos.

— Correré el riesgo, de todas formas, no necesito un heredero con la sangre de Yulián, no quiero los genes de ese engendro ligados a mi familia — Darien dio un paso atrás alejándose del alfa.

— No dejaré que hagas esto.

— ¿Tienes alguna opción?

— No, escúchame, si alguna vez me quisiste por favor, no hagas esto — su padre caminó hacia él y colocó una mano en su mejilla.

— Darien, hago esto precisamente porque te quiero — mencionó mirando al alfa.

Darien se alejó hasta chocar con la pared, lo fulminó con la mirada en cuanto no pudo poner más distancia entre ellos, el alfa se acercó con una sonrisa.

— No te acerques, joder — gruñó, el alfa arqueó una ceja y sonrió de medio lado.

— Hay que ver lo mal hablado que eres para ser un Omega — gruñó el alfa agarrándolo del mentón, Darien lo fulminó con la mirada — Vamos, no me mires así, mientras más reacio estés más difícil será.

— Me dan asco — el alfa se carcajeó girándole la cabeza para ver su cuello.

Darien no podía creer que luego de protegerse tanto el cuello sería mordido por estas razones, por un alfa desconocido que sólo quería el poder de su padre, si lo hubiese sabido habría dejado que Yulián lo mordiera.

Darien cerró los ojos con fuerza, el alfa perforó la piel encajando los colmillos.

¿Dónde estaban ahora esos milagros que solían pasar en las novelas?

¿En serio no vendría nadie a rescatarlo? Joder, Yulián estaba retenido por esta gente, no podía venir por él aun si quisiera.

Darien lloriqueó sintiendo un dolor punzante en el lugar de la mordida y su cabeza, las feromonas estaban presionándolo con fuerza.

El alfa lamió el lugar y se alejó, Darien se dejó caer de rodillas en el suelo y colocó las manos en su vientre, era lo más doloroso que había sentido nunca, fue incluso peor cuando vio la sangre manchar su pantalón.

El cachorro que tanto había querido ahora no podría nacer y la culpa de esto la tenía su padre y este maldito alfa.

Definitivamente pagarían por esto.

Ese fue su último pensamiento antes de cerrar los ojos.

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