Capítulo 20

Mensaje importante abajo.

¡Concurso!

¿Quieres salir en esta historia? Lee abajo.

Narra Abril

Los brazos de Matheew me envolvían desde que cerré los ojos. No me había separado de él ni un centímetro.

Él era el único que me hacía sentirme segura. Sentía que era el único que podía protegerme.

Tuve varias pesadillas a lo largo de la noche de como ese imbécil me había tocado.

Pero el que Matheew estuviera a mi lado, abrazándome fuerte aliviaba cualquier dolor.

Kian nos dejó solos y decidimos volver al apartamento.
No quisimos hablar de lo que había pasado, solamente disfrutar el momento.

La habitación de Matheew era muchísimo mejor que la mía, y su cama aún más cómoda.

Aún que estar en sus brazos ayudaba en mucho.

Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo al sentir unos labios en mi cuello.

Abrí los ojos rápidamente, alarmada. Pero lo único que pude ver era la sonrisa de Matheew.

—¡Ya era hora! Vamos a llegar tarde como no sigas así de vaga. –Dijo alegre.–

Lo miré con cara de confusión, y este rió aún más.

—Arreglate. Hoy sales conmigo. –Soltó simplemente yéndose de la habitación.

Me duché y me vestí. La vagancia me llamaba. Solo quería quedarme en un sofá acostada, viendo Teen Wolf.

Al salir al salón donde estaba Matheew, me lo encontré acostado en el sofá viendo la televisión.

Será capullo.

Nuestras miradas se encontraron. Este se levantó rápidamente y saltó poniéndose de pie.

—¿Estas lista? –Sus ojos me recorrieron de arriba a abajo.– No podías estar más preciosa.

Solo me había puesto mis tan usual vaqueros apretados con una sudadera sin capucha, y mis tan amadas Nike.

Abrió la puerta de entrada esperando a que pasara por ella. Después sin decir ni una palabra mas, nos metimos en el ascensor.

Sacó su iPhone reluciente.  Se puso enfrente del espejo del ascensor y me cogió sorprendiéndome por la cintura, pegándome a él.

—Quiero hacerme una foto contigo. –Informó.– Así que... Posa para mi, baby.

Me alejé de él roja como un tomate. Y este sonrió al verme.

Nada más bajar del ascensor fuimos directo al coche sin pararnos en ningún lado.

Matheew como siempre hacía, me abrió la puerta y la cerró cuando comprobó que llevaba el cinturón puesto.

—¿Dónde vamos? –Le pregunté cuando se sentó a mi lado.– No me gusta nada que me secuestren.

—Te va a encantar, de eso estoy seguro.– Sonrió muy satisfecho de si mismo.–

Me encogí de hombros.

Realmente me daba igual.

Saqué mi móvil y me metí en Whatsapp. Cómo era tan antisocial, la última conversación que tenía era con Matheew. Clickee en el redondel ya que había cambiado de foto de perfil.

Al ver mi cara, mi boca cayó al piso.

—¿Cómo se te ocurre poner una foto así de perfil, Matheew? –Le pregunté molesta.– ¿Has visto mi cara? Te voy a rajar en cuatro, maldito desgraciado.

Mi compañero comenzó a reír.

—Sales preciosa, y no es por una maldita foto, Abril. Eres preciosa. Y eso es una realidad, te guste o no te guste. –Me respondió sin apartar la mirada de la carretera.–

Me puse muy roja. Demasiado. Notaba como mis mofletes ardían.
Miré hacia el otro lado y bajé un poco la ventanilla. El aire me dio de lleno.

Estábamos en la autovía, iba a bastante rápido y no estaba respetando las señales, pero no me importó. Estaba acostumbrada.

Estuvimos por lo menos media hora metidos en el Audi. Ya todo era campo y eso me estaba preocupando.

Me quería matar

—¿Falta mucho? ¿Dónde está la ciudad? Maldito hijo de puta. Me quieres matar. –Grité alarmada.– Estamos en medio de la nada, me vas a hincar un cuchillo y me enterraras medio viva.

—Tu has visto muchas series, monjita. –Poso la mano que estaba en la palanca de cambios en mi rodilla.– No te pienso matar ni nada de eso, tonta. Sólo pretendo darte una pequeña sorpresa.

Quise dejar de insistir, aún que me me estuviera muriendo de ganas de saber lo que tenía planeado.

Fue frenando poco a poco. Solo podía ver árboles y más árboles. Apagó el motor del Audi y salió abriéndome la puerta a mi.

—Llegamos. –Informó él con una sonrisa.– Sígueme.

Pasándome su mano izquierda por la espalda, comenzó a caminar conmigo al lado.

Pasamos unos cuantos árboles hasta llegar a un llano donde no había ni un árbol.

—¿Vamos a hacer un picnic? –Intenté adivinar.–

Este negó con la cabeza y siguió caminando con una sonrisa de oreja a oreja.

Nos acercamos a una canasta muy grande. Y cuando miré hacia arriba, vi como un globo demasiado grande tapaba el sol.

—¿Qué significa esto, Matheew? –Pregunté con la boca abierta.–

—Que esta es tu sorpresa, pequeña. –Susurró dándome un beso en la coronilla.–

Un hombre estaba en medio de la canasta ajustando el fuego. Al vernos, sonrió y saludó a Matheew con un apretón de manos.

Matheew me ayudó a subir y él con un simple salto, entró en la canasta de lleno.

Nunca en mi vida había subido a un globo aerostático. Pero ver cómo lo estaba haciendo sin ni siquiera quererlo me llenó de una sensación demasiado agradable.

El hombre, no nos hacía ni puto caso.

Matheew sacó de una mochila que había ahí, un champán con dos copas. Me sirvió a mi primero, y después de quedarse mirando durante unos segundos, se sirvió él.

—Te he traído aquí por una simple razón. –Cogió aire y siguió hablando.– Nunca pensé que el amar a una persona cambiara tanto. Nunca pensé que tú serías quien me cambiaría a mi. No solo traiste a mi vida problemas, traiste alegría y tanta felicidad que no lo puedo explicar. –Susurró eso último.– Esto es poco a lo que yo haría por ti, pero para empezar no está nada mal. –Sonrió y automáticamente me hizo sonreír a mi.– Quiero que veas como es el mundo para una persona normal. Y después, quiero que me mires a mi.

Colorada, alejé mi mirada d esos ojos. Estábamos a mucha altura. Se podía ver a los árboles borrosos. Haciéndole caso, le miré a él.

—Te he traído aquí para que veas lo poco que me importa el mundo si no estás tú. Qué estando contigo, no me importa donde sea y que hora sea. Por que el estar contigo es lo que siempre he querido. –Confesó.– No puedo dejarte escapar, Abril. Y aquí, entre tú y yo, sin amenazas de por medio, sin que nadie nos este jodiendo quiero hacerte una pregunta que a rondado por mi cabeza desde que entraste al cuarto de baño sin permiso.

«¿Quieres ser mi novia, Abril Russet?

Si estás leyendo esto, es porque te interesa salir en la novela

Sin más dilación diré de lo que se trata.

Lo que tienes que hacer si quieres participar.

1- Tienes que tener mi número de WhatsApp, así que si no lo tienes pídemelo por mensaje privado. {No agregaré a gente que no quiera estar en el grupo de WhatsApp para así no confundirme, así que no me pases tu número, yo te daré el mío y de ahí me hablarás}.

2- Tienes que buscar una foto que te guste o simplemente que te recuerde a Abril y a Matheew. Darme una pequeña explicación del porque.

Por ejemplo

Me imagino que son ellos dos, porque ellos no tienen miedo a hacer el ridículo, son tan alegres que animan a cualquiera. (También pueden hacer pequeños escenarios, pequeña historia ayudándose de las fotos)

Ustedes obviamente tienen que currarselo mucho más 😂

3- No seré yo quien elija al ganador, serán todos ustedes.
Todas las fotos que me mandéis al WhatsApp, serán copiadas y pegadas (Sólo las mejores) en una nueva parte donde podrán votar por la favorita.

Quien tenga más comentarios positivos, ganará.

No me importan las fotos que sean, si me quieren enviar diez, envíenme diez. No tengo problema ninguno.

El ganador saldrá en esta historia.

Sí tienen dudas, pregunten que les responderé sin problema alguno.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top