Capítulo 17
Narra Abril
Desganada y totalmente cansada, caminé hasta la dichosa residencia.
En estas semanas que llevo aquí, que pronto se convertirían en un mes, apenas había hablado con gente.
No soy una persona muy confiada. Desgraciadamente, soy así por mis padres.
Para ellos el alcohol era más importante que su propia hija.
Negué derrotada.
La única amiga que tenía estaba a kilómetros de aquí, y ni si quiera me había llamado.
Nada me retenía en Italia, ni esa amiga.
Cierto es que nos llevábamos genial, y que la una a la otra eramos nuestros paquetes de pañuelos.
Me sentía bastante mal. No solo porque me sentía sola, que aparte. Hacía días que no veía a Kian, y a Matheew solo lo había visto de su cuarto a la puerta y de la puerta a su habitación.
Y además me había dejado en leído.
Corrí para que el ascensor no se fuera. Había dos personas dentro. Los reconocí al instante.
Estaban en segundo año, y eran los tipos mejores amigos más populares de la Universidad.
Jugaban al fútbol, y habían ganado varias copas sólo gracias a ellos.
No había hablado con ellos en la vida. Solo escuchaba uno que otro comentario de las chicas bajándose las bragas.
Soltaron una sonrisa al verme pasar por la puerta ya cerrándose.
Estaba tan cansada mentalmente, que subir las escaleras no era una opción.
—Hola. –Saludó el bajito.– Me llamo Logan. ¿Puedo saber tu nombre? –Preguntó con una sonrisa en su cara.–
—Mi apellido es A la mierda, y mi nombre es Vete –Solté sin ni si quiera pensar.–
Estaba más que cansada de que todos los chicos de la Universidad me vieran como la pobrecita que no tenía amigos.
El chico alto, empezó a reír de el ridículo que había hecho su compañero.
—Eres muy simpática, Abril. –Dijo el alto aún riendo.– Cameron, encantado.
—¿Cómo sabes mi nombre? –Pregunté paranoiada.– ¿De que me conoces?
Logan, aún molesto por mi respuesta se cruzó de brazos deseando que el ascensor llegara a la planta.
—Eres la envidiada a no poder más por las niñitas. –Me respondió tranquilamente Cameron.– Compartes piso con el tan querido Matheew Kranevitter. Apuesto a lo que quieras, Logan –Llamó su atención.– Que a Abril ya le ha enseñado la empresa.
—¿Empresa? ¿Que empresa? –Pregunté confundida.– ¿De que estáis hablando?
Un pitido nos llamó la atención. Habíamos llegado a la planta donde estaba el piso que compartía con Matheew.
Cameron se cruzó de brazos al igual que Logan que aún seguía enfadado, y me despidió con una mirada llena de diversión.
Salí del ascensor maldiciendo a todo el mundo.
Entré en el apartamento y una música inundó todo el pasillo.
«Se rompió el condón, con ese culón.
Yo drogado de ron, rompimos el colchón en toda posición.»
Cerré la puerta y me adentre en el salón en busca de gente.
Pero no había nadie.
«A ella le gusta la gasolina, dame mas gasolina. A ella le encanta la gasolina, dame mas gasolina»
Kian se encontraba con la escobilla del váter cantando y haciendo el acto sexual con ropa, por supuesto con la silla donde me sentaba a comer.
En el comedor.
Y Matheew estaba sin camiseta, y esto último dando vueltas mientras que con la otra mano tenía una sopera moviendo algo en la candela.
«Mami no me dejes solo, papi no me dejes sola. Te gusta como te azoto, papi me vuelves loca.»
Una carcajada resonó por todo el apartamento, y no me había dado cuenta de que había sido yo hasta que Matheew apagó la música y Kian se había caído intentando esconder la escobilla del váter.
Mierda, debería haberlos grabado en vídeo.
—¿Cuánto tiempo llevas ahí? –Preguntó Kian totalmente pálido.–
—El tiempo suficiente como para ver cómo te follabas a la silla donde como todos los días. –Dije con un hilo de voz por la risa.–
De lo pálido que estaba, en menos de tres segundos parecía un tomate.
Matheew dejo la camiseta a un lado y sacó tres platos.
—Olvidemos todo esto y comamos algo. –Dijo también avergonzado.
Negando con la cabeza, entré a mi habitación para ponerme cómoda.
Al salir, estaban sentados correctamente en la silla con las manos apoyadas en sus muslos.
Parecía como si estuvieran en un examen de quien se sentaba más rígido que el otro.
Me senté en la silla que minutos antes había sido violada por Kian. Este sin mover la cabeza, me miró.
—He cambiado la silla, para que no te sientas tan incómoda. –Informó este.–
Matheew había preparado sopa de verduras y tenía que reconocerlo, olía de lujo.
Empecé a comer sin decir nada más, esperando el momento oportuno para seguir riéndome de ellos.
Pero al ver que estaban tan tensos y que apenas estaban comiendo, tuve que hablar.
—No se preocupen por lo que he visto, ¿quieren? –Dije rendida.– Cierto es que me ha hecho mucha gracia. Pero no pasa nada, lo hecho, hecho está.
—A mi no me timas, monja. –Respondió Matheew con una sonrisa.– Con eso te hemos alegrado la semana entera.
No lo negaba. Verlos en esa situación había sido la bomba del mes. Lo recordaría hasta el final de mis días.
—Matheew es mejor que le hablemos de lo que hemos discutido. – Habló Kian como si no estuviera.–
Mi compañero de piso asintió con la cabeza y dejó caer la cuchara al plato. Se cruzó de brazos y me miró.
—Esta noche tengo combate, y me gustaría... –Kian carraspeó, Matheew rodeó los ojos y siguió hablando.– Nos gustaría que vinieras.
Mi primera reacción fue negar y irme a mi habitación. Pero no lo hice.
Junté mis manos y me quedé sentada en la silla.
Ellos sabían de sobra que a mi lo de los combates esos no me gustaba ni un pelo.
Pero era verlos con los ojos grandes y con los labios bajos y algo se me removía en el interior.
Me había encariñado demasiado con ellos, tanto, que como si fuera la mamá oso no podía dejarlos solos.
Sí le ocurría algo a Matheew en el combate no me lo perdonaría en la vida.
—Iré.
¿Me echabais de menos?
Cómo habrán visto, no ponía notas.
Y tiene explicación.
Solo que no la voy a contar porque soy mala.
Solo os escribía para avisaros de que hay un grupo de Whatsapp donde nos reímos, y nos apoyamos como si fuéramos una familia.
Y de aquí, quiero agradecerles a las chicas que están en el grupo tanto apoyo que he recibido.
Sois la familia que nunca tuve 😥
Y bueno, también quería invitar a todas las que leáis estar historia a que entrarais al grupo.
PARA ENTRAR AL GRUPO DE WHATSAPP.:
➡ Envíame un mensaje privado con tu número, el código de tu país y tu nombre.
➡Sí ya habéis estado pero os habéis salido, hablarme al WhatsApp que os añado sin problemas.
Y por último...
➡ Comenta aquí si quieres que te dedique el próximo capítulo.
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