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🪭 ⊹ ᨘ CAPÍTULO SIETE ! 𓂃
⸰ 𖥔 New York, 2024 ! ⭑𓄹
OMISCIENTE :
EL DESPERTADOR SONABA DESDE HACE UNA MEDIA HORA Y LA CASTAÑA NO LO OÍA, la abuela al escuchar ese sonido por minutos, se levantó hacia la habitación de su nieta con un vaso de agua silenciosamente para tirárselo para la pecosa sentir frío en su cuello despertándose rápidamente.
——¡¿Qué?! ¡Qué pasó! ——exclamó con sus ojos cerrados.
——Levántate o llegarás tarde ——dijo rápidamente su abuela para desaparecer de la habitación con sueño.
La castaña bufo antes de tirarse para atrás muerta de sueño, estuvo toda la noche viendo películas románticas y solo durmió tres horas. Pero se levantó a los minutos para irse directamente una ducha.
Al sentirse más limpia, salió hacia el armario y la abrió. Suspiro rápidamente, ¿qué debía ponerme? Pensó rápidamente. ¿Algo casual? Volvió a pensar mientras miraba prendas.
Al final optó por algo casual pero con estilo, Unos pantalones campana color negros junto a un top sin tirantes del mismo color junto a una chaqueta de cuero, el cual era de piel por dentro negra junto a unas botas negras.
El pelo de ella estaba demasiado mojado por eso lo único que hizo fue secarse el pelo rápidamente antes de ponerse sus dos perfumes.
Preparo su mochila para apagar todas las luces y bajar hacia abajo, allí estaba su madre tomándose un café tranquilamente.
——Buenos días mami ——la madre sonrió al sentir un beso en su mejilla.
——Hola, cariño, ¿lista para tu primer día?.
——Algo nerviosa, pero lista ——contestó mientras ponía leche a su gran café ——Y con sueño.
——¿Qué hiciste anoche?.
——Nada, ¿por? ——preguntó lo último.
——Hija ——la castaña rodeó sus ojos.
——Está bien, sabes que amo las películas románticas.. ——la madre negó divertida.
——Lo sabía hija, tuve que quitarte el ordenador anoche.
——No volverá a pasar ——dijo rápidamente ——Por cierto, ¿qué tal la empresas?.
——Que bueno qué preguntas, de momento genial, todos son estupendos hija ——la pecosa sonrío.
——Me alegro un montón mamá ——la madre la abrazo por los hombros ——¿Me llevas tú?.
——Claro, ¿tienes la dirección?.
La pecosa asintió para más tarde las dos estuvieron de camino hacia su universidad, la pierna de la pecosa se movía sin parar por su nervios por dentro. Podía ver por la ventana pequeñas gotas de lluvia mientras la gente caminaba junto a sus paraguas.
——Ten un buen día ——miro a su madre.
——Tu igual mamá.
La castaña salió del coche nerviosa para suspirar al cerrar la puerta del coche, miro a su madre, la cual ella sonrío para asentir, haciéndole sentir que debía entrar, no debía estar nerviosa.
La pecosa empezó a caminar mientras miraba a su alrededor, personas riéndose mientras hablaban o otras fumando como si la vida pasara tan deprisa, estaba nerviosa.
Demasiado nerviosa.
Al entrar pudo oler un aroma exquisito, frutos del bosque. La pecosa se paro en una esquina pensando que debía hacer ahora.
——Hola ——una rubia la hizo saltar del susto ——Perdón, yo no quise..
——No te preocupes, soy muy asustadiza ——la rubí río ——Soy Elena.
——Bonito nombre ——alagó ella ——Encantada, soy Marie, ¿eres nueva verdad?.
——Amm si ——contestó.
La rubia iba a hablar pero una señora, la cual iba vestida muy formal, pelinegra habló por ella.
——¿Elena verdad? ——las dos miraron hacia ella ——¿Te acuerdas de mi?.
——Lo siento yo.. no ——hizo una mueca.
——Yo si me acuerdo muy bien de ti ——la pecosa la miro confundida ——Señorita Smith, nos dejas a solas por favor.
——Claro Alice, nos vemos después.
La rubia despareció rápidamente de ellas dos para la pelinegra mirar de nuevo hacia la pecosa.
——Acompáñame señorita Elena ——hablo la alta.
Ella rápidamente la siguió hacia un aula, la cual era de ella, pero aún faltaban quince minutos para que empezara su clase.
——¿De qué me conoces? ——ella cerró la puerta.
——¿En serio no me recuerdas?.
——No, ya se lo dije ——se sentó.
——¿Recuerdas a Nicholas verdad? ——la pecosa rápidamente tapó su boca sorprendida, ya supo quien era, era su madre ——Por tu mirada percibo que ya me reconociste.
——Por dios, Alice, claro como no te recordé ——habló ——¿Te puedo abrazar?.
——Claro.
Rápidamente las dos se unieron en un gran abrazo, cálido y largo, hacia varios años que nunca se vieron, incluso a la pecosa le sorprendió no reconocerla.
——Te hiciste muy grande, Elena ——escucho ella ——Nicholas me habló de ti.
——¿Qué?.
——Amm si, me dijo que tú abuela le dijo que volviste, ¿no te lo dijeron tú madre o tu abuela? ——negó ——Oh, creo que la cague.
——No no, gracias por decirme Alice, luego les diré.
——Okey, y bueno.. ¿estás preparada para tu primera clase?.
——Si, estoy algo emocionada ——sonrío ——Por cierto, esta clase será mi favorita sin duda ——dijo al ver un millón de pinturas, lienzos, etc.
——Sin duda, será así ——guiño su ojo.
Era la última clase del día para la pecosa, había sido un día bastante agotador, pero la rubia de antes había sido muy buena con ella, es más, ya se podría decir que eran como amigas.
El único problema es que quedaba menos de cinco minutos para que la clase acabara y un bote de pintura cayó sobre el pelo y cara de ella.
——Perdón ——dijo rápidamente un castaño de al lado, la pecosa suspiro.
——Da igual ——contestó ——¿Puedo ir al baño?.
La profesora de ella aceptó claramente, la pecosa entró rápidamente al baño para mirarse al espejo, toda llena de pintura, incluso la ropa, mataría a Noah, asi se llamaba el castaño de antes.
Cogió un papel con agua mientras intentaba quitar las manchas de pintura pero el timbre sonó, su paciencia iba a peor, pero no le importó, siguió dándose con el papel por todos lados, pudo escuchar a gente en los pasillos hasta que se quedó diáfano.
——¿Por qué está puta mierda no se quita? ——dijo en voz alta algo desesperada.
Pero nada, le costaba bastante quitárselo hasta que la puerta se abrió rápidamente.
——Oh mierda ——esa voz hizo que la pecosa mirara, el mismo chico del anterior día ——Eres tú.
——Esa soy yo ——volteo ——¿Qué haces acá?.
——Vine a por mi madre, quise entrar al baño pero me equivoqué ——contestó ——Por cierto, ¿qué te paso?.
——Un idiota de mi clase.
——¿Te ayudo?.
La castaña se quedó en silencio pero rápidamente aceptó causando una sonrisa al acompañante. Los dos empezaron a quitarse las manchas de ella, les costó pero ya iban quitándose.
——¿Por qué eres tan amable?.
——No lo sé, solo me recuerdas a una vieja amiga ——contestó el.
——¿Y como es ella?.
——La mejor de todas, ella es única, creo que incluso de pequeño estaba enamorado de ella ——la pecosa sonrió, le aprecia lindo que hablara así de esa chica, aunque ella no supiera que él era Nicholas.
——Tiene suerte de tenerte ——se miraron ——Me refiero, que a mi me encantaría que hablaran así de mi.
——Seguro lo hacen.
Al acabar, dejaron el baño bastante sucio pero no quisieron perder el tiempo así que salieron por la puerta.
——¿Te llevo? Mi madre estará a punto de salir.
——Oh no, yo vivo a unas cuadras, tranquilo ——mintió.
——¿Segura? ——asintió ——Okey, pues ya nos veremos.
——Eso está hecho, Alexander.
El sonrío al ver como recordó sin nombre para verla caminar lentamente, pero él se dio cuenta que ella nunca le dijo su nombre.
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