Capítulo 13

Tanto la reunión como el lanzamiento del nuevo smartphone fue de maravilla.

Fueron días movidos. KyungSoo y NaYeon ultimaron detalles sobre la reservación del salón de fiestas, la seguridad, los invitados, la prensa, la decoración y la comida. También lidiaron con los llamados de revistas que buscaban entrevistas exclusivas con Kim, la demanda silenciosa contra el director Jang y los proyectos futuros de su jefe.

Fue estrés sobre estrés rociado con una pizca de desesperación y locura.

Por suerte todo había terminado, el modelo fue lanzado y las ganancias comenzaban a llenar los bolsillos de todos. El negocio fue bueno, la gente estaba satisfecha y Kim estaba feliz.

Ahora, con un nuevo producto en el mercado, las cosas se habían suavizado y la presión disminuyó para todos.

Kim había relajado su trabajo de forma exponencial y él mismo se estaba permitiendo llegar un poco más tarde y almorzar a sus horas. Fue agradable, una calma bien merecida después de tantas carreras enloquecidas.

Un mes después, con gráficos demostrando el éxito que resultó ser el producto en el mercado y buenas críticas en el internet, el buen humor se mantuvo y la calma fue agradable.

Además, JongIn y KyungSoo tenían un poco más de tiempo para ellos mismos.

Habían podido ir a algunas citas, cenado en pequeños restaurantes escondidos para no ser vistos y dormido en el departamento del mayor, sobre todo los fines de semana. Estaban dándole un poco de tiempo y atención a su relación, y eso era bueno. Los acercó aún más y los envolvió apretadamente en los dedos del otro.

KyungSoo se sentía cada vez más atraído y encantado por Kim, por su faceta amable y su gentileza privada.

Ahora, sin embargo, KyungSoo había tenido que dejarlo ir a Inglaterra para una reunión con Elle. Ocupando su lugar como secretaria personal de Kim JongIn, NaYeon había viajado con él, por lo tanto, la vida en la oficina era bastante aburrida.

Había estado con Kim la noche anterior a su partida, se habían despedido con buen sexo y algunos besos agradables, y ahora KyungSoo sufría porque le echaba de menos. Incluso extrañaba sus gritos, sus órdenes ridículas y su temperamento cascarrabias (al pensar en ello se dio cuenta de lo mucho que había caído por él, lo que, bueno, era una mierda).

Sonrió con resignación, aceptando que todo estaba demasiado silencioso y quieto como para ser reconfortante o motivador, y tecleó lentamente lo que sería el informe del día.

La parsimonia era recurrente cuando no tenía a nadie gritando en su oído para que se apurara, y no sabía si eso era bueno o malo.

El teléfono de la empresa sonó en algún punto entre enviar el informe y acomodar la agenda de JongIn y KyungSoo lo tomó y contestó distraídamente, sin mirar el número en la pequeña pantalla.

-Oficina del CEO Kim, ¿en qué puedo ayudarle?

-¡Hola, KyungSoo! ¡Soy JiHye, la madre de JongIn!

-¡Señora Kim! -exclamó con vigor y sintió un rubor inmediato en sus pómulos. Joder, mierda, ¿cómo se le ocurría responder de esa manera? Estúpido Kim, maldito idiota, ¡lo estaba distrayendo!-. ¡Hola! ¿Cómo se encuentra? ¿Necesita algo? Kim- eh... El señor Kim no se encuentra actualmente.

Escuchó una risita suave a través de la línea y KyungSoo solo quiso morir.

-Lo sé, lo sé, he hablado con él estos días. Parece que el negocio va bien últimamente.

KyungSoo inhaló profundamente y asintió, sonriendo un poco.

-Sí, todo ha salido bastante bien. El nuevo producto ha sido un gran éxito.

-Oh, sí, por supuesto; JongInnie lo mencionó cuando lo llamé hace un par de días y mi esposo sigue de cerca las noticias. Honestamente estoy muy orgullosa, todos han trabajado duro.

-Lo hicieron... ¿hay algo que pueda hacer por usted, señora Kim? -preguntó con suavidad, un poco más relajado ahora que había comenzado a respirar adecuadamente y no como un completo psicópata-.

-Solo quería saber si tienes un poco de tiempo para tomar el té conmigo. Estaba haciendo algunas compras y se me ha ido el tiempo volando; ahora solo quiero una compañía agradable y una magdalena deliciosa, ¿qué dices?

La invitación lo dejó un poco sorprendido.

Él sabía que le había gustado a la señora Kim, JongIn lo había confirmado en alguna ocasión, cuando él se quedó en su departamento y comenzaron a hablar sobre su familia, pero realmente no esperaba que ella quisiera verlo solo porque sí.

Lo hizo sentirse cálido, mucho, y si es honesto, él solo quería aceptar.

Pero entonces sus ojos cayeron sobre su tableta gráfica y los colores que identificaban las reuniones de Kim en su agenda superorganizada y un golpe de realidad llegó a él de inmediato.

-Ah, señora Kim, me encantaría ir, pero en este momento estoy en el trabajo. No sé si pueda...

-Bah, no te preocupes por eso, le pregunté a JongIn y él te ha dado permiso. Puedes venir si realmente quieres.

Su corazón dio un vuelco al escuchar aquello y una sonrisa tonta apareció en su rostro para hacerle ver como un completo idiota.

-¿De verdad? ¿No habrá problemas por eso?

-¡No lo habrá! Así que recoge tus cosas y ven aquí. Estoy en...

KyungSoo anotó la dirección, más por costumbre que por una posible incapacidad para memorizarla, y prometió estar ahí en quince minutos. Así, él recogió el desorden en su escritorio rápidamente, desconectó el teléfono y guardó la tablet en el cajón con llave, apagó el monitor y el CPU de la computadora y colgó su saco en su antebrazo, con ambos teléfonos en la mano (el del trabajo y el suyo) y la cartera en la otra.

Salió del edificio con una sonrisa tranquila y detuvo a un taxi de inmediato; él le dio la dirección al conductor y maniobró los móviles hasta poder guardar el empresarial y dejar el suyo fuera para escribirle un mensaje a su jefe.

¡Gracias por el día libre! Felicidades, estás comenzando a ser humano.
Ahora que he dejado mis responsabilidades a un lado, iré y conseguiré un amante más guapo y millonario que tú por dejarme solo tanto tiempo.

Señor de las Tinieblas ♡
No es nada (estoy bien, y sí, también te extraño).
Buena suerte con tu primera cita a solas con tu suegra, nene.


KyungSoo miró el mensaje con la boca abierta y solo entonces cayó en cuenta de eso.

-¡Estúpido hombre detestable! -le exclamó al mensaje burlón en su pantalla, y al darse cuenta de que había gritado de la nada y que podía haber causado un accidente, se disculpó profusamente con el conductor -sí, se ganó esa mala mirada, mierda--.

KyungSoo suspiró largamente y cerró los ojos mientras se recostaba en el respaldo del asiento trasero del taxi.

Demonios. Él no sobrevivirá a eso.

. . .


La cafetería elegida por la señora Kim era bonita, moderna, con muebles estéticos y una paleta de colores agradables. Olía muy bien, la música actual era alguna pieza clásica y también había muchas plantas.

Era muy del estilo de la mayor, así que no se sintió muy impresionado.

Buscó en los alrededores con la mirada y finalmente la halló en una mesa apartada, con muchas bolsas a su alrededor y luciendo increíblemente linda. KyungSoo tragó con fuerza, se otorgó una palmadita mental para darse ánimos y comenzó a caminar en su dirección cuando ella alzó la mirada y lo encontró.

Respondió torpemente a la sonrisa resplandeciente y el saludo entusiasmado de la mayor y formó una reverencia cuando se encontró frente a ella. La señora Kim, amable y cálida como solo ella podría serlo, se puso de pie y le tomó una mano para darle algunas palmaditas en el dorso como bienvenida.

-Hola, KyungSoo, querido, es bueno verte de nuevo. Te ves guapo en traje.

KyungSoo se sintió un poco avergonzado, las mejillas ligeramente calientes. Señaló la silla de la mayor para que ella se sentara y él la siguió rápidamente.

-Muchas gracias, señora Kim. Usted se ve deslumbrante; ese peinado le queda muy bonito, también.

-¡Ah! ¡Lo notaste! Tan agradable y atento. Ni siquiera JongIn o mi esposo se habrían dado cuenta... eres un dulce, KyungSoo. Espero que no te moleste que haya pedido una taza de té mientras esperaba.

Negó rápidamente y se preguntó por qué estaba siendo tan paranoico cuando ella solo estaba siendo amable. Se expondría a sí mismo si continuaba de esa manera, y la culpa sería toda suya por ser un idiota.

-No, no, por supuesto que no. Uhg... ¿puedo pedir algo?

La sonrisa de la mayor se amplió al escucharlo y su expresión se tornó divertida.

-Bueno, sí, esa es la finalidad de este encuentro. Definitivamente puedes ordenar un té en una cafetería, KyungSoo.

El sonrojo fue en aumento y la mayor simplemente rió entre dientes. Por fortuna, una empleada llegó pronto para tomar su orden y él pudo concentrarse en pedir su taza de té y un trozo de tarta de fresas. Si iba a soportar esto completamente solo bien podría hacerlo comiendo algo delicioso.

La empleada partió no mucho después y nuevamente fueron la señora Kim y él.

Esta vez la mayor pareció bastante gentil y amable; había bebido un sorbo de su té caliente y le daba una mirada tranquilizadora, considerablemente suave.

-No hay necesidad de sentirse incómodo, no realmente. No voy a gritarte ni nada parecido como seguramente lo hace mi hijo.

KyungSoo sonrió torpemente y colocó sus manos sobre sus muslos mientras bajaba la mirada a la mesa limpia.

-Es solo que, sin ofender, su hijo es un imbécil la mayor parte del tiempo y normalmente suelo ignorar sus rabietas tontas. No me siento tan incómodo, solo estoy un poco nervioso; no es común que solicite tomar el té con algún empleado, así que... .

-Bueno, en este punto creo que tú y yo sabemos que no eres cualquier empleado, ¿no es cierto? Según lo que pude notar, tú significas mucho más que eso.

KyungSoo se sintió acalorado y un poco atrapado, y no podía hacer algo tan descarado como negarlo o mentirle porque, sí, todo era demasiado obvio.

Él lo había sido en el cumpleaños de RaHee (no es como si JongIn se hubiera quedado muy atrás), y eso junto a la novedad que él representaba en la casa de los Kim y que aún continuara trabajando para JongIn a pesar de su obvia falta de respeto, había hecho la mezcla perfecta para que la señora Kim enviara sus ojos de halcón sobre él.

KyungSoo se lamió los labios, sin estar muy seguro de lo que debería decir a continuación. Por fortuna, no tuvo que hacerlo.

-Eres especial para mi hijo, y creo que eres muy bueno para él. Incluso mi esposo está encantado contigo, cree que JongIn ha hecho un buen trabajo eligiéndote y yo no puedo estar más de acuerdo -alzó la mirada con sorpresa y se encontró rápidamente con la sonrisa gentil de la mayor-. KyungSoo, solo quiero que sepas que eres bienvenido a mi familia. Siempre que hagas a mi hijo feliz, yo seré feliz de recibirte.

Sintió un repentino nudo en la garganta y la nariz ligeramente ardiente. Su corazón, por su parte, mantenía una carrera fuerte y constante en su interior, y todo, absolutamente todo, fue dicha y calidez.

-Señora Kim.

La madre de JongIn, mostrándose como un ángel caído directamente del cielo, extendió su pequeña mano y la colocó cariñosamente sobre su hombro, le dio una caricia breve y luego le pidió:

-Cuida de él, ¿de acuerdo? Y sé paciente porque JongInnie no es nada fácil. También sé consciente de que no estás solo, así que si quieres un consejo o necesitas compañía, puedes venir a mí.

KyungSoo se sintió un poco tonto cuando una pequeña lágrima fue derramada y se apresuró a secarla con una risita baja; luego, con la cara limpia y rebosante de un sonrojo y un nuevo tipo de resplandor, él asintió y tomó la mano de la señora Kim entre las suyas.

-Lo haré. Muchas gracias, señora Kim.

-No hay necesidad de agradecer... ahora dime, querido, ¿cómo están las cosas en la empresa? ¿El asunto con Jang fue resuelto finalmente?

De esta forma el tema fue superado y KyungSoo pudo hablar con ella sin la carga del nerviosismo y las dudas sobre sus hombros.

La señora Kim se mostró amable todo el tiempo, lo escuchó con atención en todo momento y cuando las cuestiones del trabajo fueron dejadas a un lado, ella preguntó por su día, le contó un poco sobre el suyo y le informó sobre unas posibles vacaciones familiares (por favor, KyungSoo, haz que JongIn venga con nosotros. Le vendría tan bien unos días alejado del trabajo... tú también estás invitado, por supuesto, así que tómenlo en cuenta).

Además, ella le aseguró que estaba feliz porque su hijo finalmente había hecho una elección adecuada con él, que era muy afortunado por tenerlo y que no dudara que sería defendido por ella si JongIn era demasiado obstinado e idiota para ser tratable.

Sin darse cuenta, él realmente se había metido a su suegra en el bolsillo y se encontró disfrutando de la tarde a su lado sin ningún tipo de preocupación.

KyungSoo no podía esperar para restregarlo en la cara de Kim cuando volviera.

-¿Quiere que la ayude a llevar sus bolsas, señora Kim? -le preguntó cuando su reunión terminó y la señora Kim le dio una sonrisa agradecida antes de asentir-.

-Sí, muchas gracias, KyungSoo, un poco de ayuda me vendría bien. No te molestaré demasiado, de todas formas, JongSu no debe tardar en llegar con el auto.

-No me molesta para nada.

Salieron de la cafetería con un par de sonrisas y se sentaron en una banca cercana ubicada bajo la sombra de un árbol, y como lo había predicho la señora Kim, Kim JongSu apareció en un flamante Porsche negro solo un puñado de minutos después.

El padre de JongIn, que siempre parecía duro y obstinado, vestía un cuello de tortuga negro y pantalones a medida que lo hicieron ver genuinamente impresionante. Acentuaba la forma de su cuerpo trabajado y sus antebrazos gruesos; una vez más, KyungSoo encuentra el parecido con JongIn impactante.

Se levantó cuando el mayor se encontró lo suficientemente cerca y se sintió ligeramente caliente cuando él se inclinó para besar la mejilla de su esposa y tomarla de la mano para ayudarla a levantarse. Fue un gesto lindo e íntimo, algo que nadie esperaría de un hombre con su aspecto, y arrancó un par de suspiros y miradas anhelantes de algunas mujeres que se detuvieron para ver la escena (y sin darse cuenta, él fue parte de ese grupo de personas).

Más feliz que abochornado, KyungSoo les dio una sonrisa suave y la señora Kim pareció relucir bajo la mirada de su esposo.

-Qué bueno que llegaste, Sussie, sentía que estaba retrasando a KyungSoo.

Apretó los labios para no reír ante el ridículo "Sussie" y, en cambio, se inclinó rápidamente para saludar al señor Kim. Él dejó caer su dura mirada sobre KyungSoo y luego una sonrisa rompió sus labios gruesos antes de darle un par de palmadas en el hombro.

Dolieron. KyungSoo sintió las rodillas débiles con ambos impactos.

-¡Eh, Do! ¿Qué tal la vida amorosa con un Kim?

El señor Kim fue golpeado rápidamente por su esposa, y aunque KyungSoo se sintió un poco avergonzado, no se dejó amedrentar por él.

-Bastante interesante, señor, gracias por preocuparse.

-Por supuesto. ¿Por qué compraste tantas cosas cuando estabas sola, mujer? ¿Acaso eres la misma chica de hace treinta años? -le preguntó a su esposa cuando notó las bolsas a su alrededor y él no tardó en tomar la mayoría, dejando solo unas pocas para que KyungSoo las cogiera y terminara de ayudarlo a acomodarlas en el maletero del coche-.

-Bueno, había muchas cosas bonitas y me emocioné un poco. También te compré un suéter realmente lindo y ropa interior nueva.

-Eso es lo que una buena esposa hace. Entonces, ¿disfrutaron su día?

-Sí, KyungSoo fue una buena compañía.

-No esperaba menos -ambos se incorporaron y KyungSoo se hizo a un lado para que el señor Kim pudiera cerrar el maletero, lo miró directamente cuando el mayor se giró hacia él y este no tardó en decirle-: Gracias por acompañarla. Ella suele aburrirse a veces, incluso de mí, así que es bueno que se haya sentido feliz a tu lado. Lo estoy tomando en cuenta.

KyungSoo le dio una sonrisa calmada y juntó sus manos frente a su cuerpo.

-No ha sido nada; la señora Kim es agradable, así que yo también pasé un buen momento con ella.

El señor Kim volvió a palmearle el hombro (maldita fuerza, carajo) y se dirigió a su esposa un momento después.

-Bueno, es hora de irnos; hice una reservación en un restaurante discreto, así que detengámonos ahí para cenar antes de volver a casa.

La señora Kim se iluminó por completo y ella no tardó en acercarse a su esposo, ponerse de puntillas y darle un beso en la mejilla.

-Gracias, suena lindo, querido. KyungSoo, cariño, ¿quieres que te dejemos cerca de casa?

-Oh, no, tomaré un taxi desde aquí, así que no se preocupen por mí. Tengan una buena cena y un regreso seguro.

-Está bien. Nos veremos por ahí, Do.

KyungSoo asintió, se despidió de ambos con una sonrisa y los miró partir con el corazón tranquilo.

Bueno, había sobrevivido a la experiencia y definitivamente no fue algo terrible.

Nota inmediatamente que sentirse aceptado por los padres de JongIn le creaba una sensación cálida y cómoda en el pecho, y mientras se dirigía al departamento de BaekHyun el sentimiento permaneció.

.


Señor de las Tinieblas ♡

Supongo que tu reunión con mi madre fue bien; ella te ha publicado en su cuenta de Instagram.

!!!
Más que eso, ella fue muy amable conmigo.
Si fuera tú, me preocuparía por tu herencia.
Estoy casi seguro de que tus padres te borrarán del testamento para ponerme en tu lugar. Soy el nuevo favorito.


Señor de las Tinieblas ♡
No lo dudo.
No tienes que preocuparte demasiado por eso, tengo suficiente dinero como para no depender de la herencia de mis padres.

Presumido.
¿Qué tal tu viaje? ¿Todo ha ido bien?


Señor de las Tinieblas ♡
Sí. Aparentemente Elle es bastante diligente cuando no está acostándose con la gente. Probablemente haya una nueva asociación y una expansión en el mercado británico.

¡Eso es muy bueno!
(No te acerques demasiado a ella, de todas formas).
Honestamente no esperaba menos de ti. Sabía que lo conseguirías.


Señor de las Tinieblas ♡
Gracias, KyungSoo.
Probablemente regrese en un par de días. ¿Quieres quedarte en mi departamento para entonces?

Solo si compras comida deliciosa para mí.
Vuelve pronto.


Señor de las Tinieblas ♡
¿Me extrañas?

¿Me extrañas a mí?


Señor de las Tinieblas ♡
Lo hago.
Aparentemente no puedo estar tranquilo si no tengo tu ceño fruncido y mirada llena de juicio cerca.

Lol.
Las cosas en la oficina también han sido un poco aburridas sin tus gritos y pedidos ridículos.
De nuevo, vuelve pronto.


Señor de las Tinieblas ♡
Lo haré.

Vale.
Hey.
No te quiero ni un poco.


Señor de las Tinieblas ♡
Yo tampoco lo hago, KyungSoo.

.

Yeonnie~
Dios, KyungSoo.
¡No entiendo cómo puedes soportar al señor Kim todos los días!
¡Es demasiado!
¡Siento que enloqueceré y solo han pasado un par de días!
Recuérdame comprarte un almuerzo decente después de esto (っ˘̩╭╮˘̩)っ

ㅋㅋㅋ
¡No enloquezcas!
Mientras no le muestres debilidad, Kim te tolerará.
¡Eres fuerte, Im NaYeon!
Fighting!

Yeonnie~
Quiero volver a casa.
(〒﹏〒)
¡Llévame a casa ahora mismo!

ㅋㅋㅋ

.

KyungSoo salió de la empresa con una pesadez ligera sobre los hombros y los ojos ardiendo a causa del cansancio y la exposición directa a la luz del computador.

Se frotó el rostro, tratando de espantar los vestigios del agotamiento sobre él, y decidió que podría visitar el restaurante de comida china que se encontraba cerca del departamento para obtener una buena cena.

BaekHyun no se quedaría esta noche en casa pues su madre le había pedido que se reuniera con ellos por unos pocos días, y aunque el horario de la empresa no lo permitía inicialmente, él finalmente había accedido a quedarse desde el viernes después del trabajo hasta el domingo por la tarde, lo que le dejaba solo y sin ánimos suficientes para preparar la cena.

Pensar en el mantou y los bollos al vapor de la señora Li le abrió el apetito y envió un puñado de entusiasmo a su cuerpo, así que acomodó su bolso en su hombro y caminó calle arriba para tomar el transporte público.

El autobús acababa de irse, así que la parada se encontraba relativamente vacía, y eso era muy bueno. Se paró detrás de una mujer de mediana edad y aguardó pacientemente mientras le enviaba un par de mensajes a JongIn para molestarlo. Subió al autobús cuando llegó y tarareó por lo bajo durante el camino.

El atardecer de hoy era bonito, completamente naranja, amarillo y rojo. Los tonos rosas de ayer no estaban hoy, así que daba la impresión de que Seúl había sido bañada en oro. KyungSoo lo miró por un tiempo y pensó que podría sentirse mejor viéndolo por un rato más.

Llegó a su parada algunos minutos más tarde y KyungSoo comenzó a marchar hacia el restaurante. Ahora se sentía un poco más tranquilo; el silencio del viaje había servido para encontrar su calma y eso fue agradable, por no mencionar que era necesario.

Suspiró cuando se encontró frente al restaurante y consiguió su comida con una sonrisa. Ya era un poco tarde, así que decidió que comería en el departamento; abastecido con varios bollos para comer entre hoy y mañana, chuletas de cerdo condimentadas y un chow mein que olía extremadamente bien, KyungSoo caminó entre edificios y trabajadores deseosos de descansar.

Suspiró cuando vio su edificio y subió las escaleras, sin embargo, antes de entrar, una voz lo llamó con contundencia, deteniéndolo en su lugar de inmediato.

-¡Do KyungSoo!

Se estremeció ligeramente al reconocer el tono masculino y la ligera ronquera y se volvió con el ceño fruncido y el corazón ligeramente acelerado.

Una vez más, él se encontró cara a cara con su padre.

-Al fin has vuelto, ¿qué demonios estabas haciendo? ¿Sabes cuánto he esperado por ti?

KyungSoo no respondió y simplemente se mantuvo ahí, mirándolo en silencio.

Su ropa estaba desordenada, notablemente arrugada y mojada con lo que suponía era alcohol. Sus dientes amarillentos se dejaron ver mientras hablaba y la palidez en su rostro le mostró que no estaba en su mejor condición. KyungSoo no se sorprendió ni un poco por ello.

Su padre se había perdido hace mucho tiempo, así que era realmente difícil verle sobrio.

Él sujetó las bolsas de comida con fuerza y se obligó a acomodar su postura para poder enfrentarlo directamente.

-¿Qué haces aquí? ¿Cómo sabes dónde vivo?

-Solo te seguí. ¿En dónde está tu sucio y millonario amante? ¿Se ha cansado de tu culo?

-No es tu asunto, ahora vete antes de que llame a la policía.

KyungSoo le dio la espalda para continuar con su camino, pero fue detenido una vez más por la carcajada burlona del mayor.

-¡Mierda, tú realmente tienes bolas desde que te acuestas con ese Kim! ¿No llorabas con desesperación la última vez? ¡Ahora eres tan digno y orgulloso! No lo puedo creer.

KyungSoo frunció aún más el ceño y su puño palideció en el agarre sobre la bolsa, las uñas enterrándose dolorosamente en su palma.

-Lo que no puedo creer es que tienes el descaro de venir aquí e insultarme. ¿Cómo te atreves? ¿Quién te crees que eres?

-Soy tu padre -le dijo con un tono ciertamente burlón, arrastrando las palabras; era algo molesto que retorció sus entrañas-, así que no esperes deshacerte de mí tan fácilmente. Tu noviecito hizo un gran trabajo manteniéndome alejado durante este tiempo, pero el dinero no ha llegado a mi cuenta bancaria esta semana y lo necesito, así que tendrás que soportar mi cara hasta que suceda, ¿qué dices?

Esto lo desconcertó completamente, así que volvió a mirarlo con el corazón en la garganta y escupió con más fuerza de la que habría querido inicialmente:

-¿De qué estás hablando? ¿Qué dinero?

Su padre le devolvió la mirada y sus ojos brillaron de una manera sumamente desagradable. Los labios se alzaron y su rostro marchito compuso una nueva sonrisa que le sentó mal de inmediato.

-Oh, ¿no lo sabes? Pensé que la comunicación era importante en una relación. Deberían revisarlo juntos.

-¡No juegues conmigo! ¡¿De qué dinero estás hablando, maldita sea?!

El mayor rió y el sonido fue algo que lo atormentó por completo, le erizó la piel y le hizo sentirse mal del estómago. KyungSoo se pregunta, no por primera vez desde que su madre murió, cómo era posible que él se hubiera transformado en este monstruo, que su padre, que una vez había sido dulce, atento, protector y cariñoso se hubiera retorcido de esta manera.

Le da miedo, y lo admite: cómo el dolor es capaz de cambiar a las personas. Cómo el amor incondicional y profundo es capaz de destruirlo todo.

Su padre caminó hacia él y KyungSoo, a pesar de su desconcierto y ansiedad, permaneció en su lugar, se mantuvo lo suficientemente estable como para no derrumbarse y echarse a llorar como un jodido crío y aguardó con la respiración agitada, con los ojos inusualmente grandes llenos de dudas.

-El dinero que tu Kim me ha pagado para silenciarme, el que usa para mantenerme lejos. Mi yerno es generoso y la cantidad es asombrosa, así que no tenía necesidad de quejarme, pero él desapareció y mi cuenta está vacía nuevamente, así que no hay razones para mantenerme lejos, ¿no es cierto? Oh, ¿qué es esa expresión?... ¿acaso no lo sabías?

El tipo rió entre dientes y KyungSoo sintió como su corazón se apretaba dolorosamente y las fuerzas en sus manos se perdían. No entiende cómo fue capaz de mantener el agarre sobre las bolsas en ese punto, pero ocurre de todas formas.

-Vete -dijo, un poco sin aliento, y las cejas del mayor se alzaron-. Vete ahora mismo, y espero no volver a ver tu rostro nunca más, ¿entiendes? Hiciste suficiente, así que asegúrate de perderte.

-Creo que eso no es posible, soy tu padre, así que tienes que lidiar conmigo, KyungSoo. Tienes una deuda de vida y de sangre aunque no te guste, y esa deuda se extiende a Kim JongIn...

-No, no lo hace -lo cortó de inmediato y él alzó la barbilla para enfrentar a su padre con el valor y la dignidad que aún le quedaba-. Espero que te prepares para trabajar si no quieres morir de hambre, porque no permitiré que JongIn vuelva a darte un solo won en la vida, ¿me entendiste?

Las mejillas del mayor se sonrojaron con la llegada de la ira y la indignación y sus feos dientes se apretaron, sus fosas nasales se expandieron y sus ojos parecieron aún más grandes y saltones.

-Tú -dijo entre dientes-... tú no quieres que me enoje, KyungSoo. No quieres que trabaje duro en romper todo lo que conseguiste. No te conviene enojarme, así que no te atrevas a quitarme el dinero.

-Sí, lo haré. No me importa si haces un escándalo en Kai, no me importa si hablas de mí para los medios, honestamente, no hay nada que puedas hacer para herirme, ya no. Te lo dije: hiciste suficiente. Cruzaste la línea al chantajear a JongIn, y eso es algo que no estoy dispuesto a permitir. Darle una buena vida a un borracho, a un vividor, es una completa vergüenza. No mereces nada, Do.

Dio un paso atrás cuando él intentó acercarse para tomarlo de la camisa de forma amenazante y el mayor gruñó, enviándole una mirada llena de odio puro y fundido.

-Te arrepentirás, KyungSoo.

-No lo creo, no tengo nada de qué arrepentirme.

Le dio la espalda, intentando irse de ahí cuanto antes, pero hubo algo, una pequeña pregunta que lo dejó paralizado, con la mano tocando el cristal pero sin atreverse a empujar la puerta.

No debería haberlo hecho. Él debería haber seguido su camino, llegar al departamento, guardar la comida, darse un baño y dormir porque no quería lidiar con nada en ese momento. Porque, de haber sido de esa manera, no habría sufrido como lo hizo al decidir quedarse.

-¿Sabes cuál fue la verdadera causa de muerte de tu madre? -KyungSoo no se movió, no pudo, y el mayor aprovechó ese momento de debilidad para continuar, su tono anormalmente bajo, lleno de dientes apretados. Completamente destruido-. Lo hizo salvándote.

Hubo un pequeño momento donde todo pareció detenerse, donde reinó el silencio y KyungSoo solo fue capaz de oír nítidamente las palabras del mayor. Helado, realmente no fue capaz de moverse; solo pudo permanecer ahí y escuchar.

-Eras un niño tan inquieto, ¿lo recuerdas? Antes de salir del auto, tu madre dijo que te mantuvieras cerca; habíamos ido a comprar algo para la cena. Yo estaba esperando en el coche mientras tu madre te llevaba con ella porque siempre te gustó acompañarla cuando iba de compras. Estaban un poco lejos, pero aún podía verlos desde donde estaba aparcado... soltaste su mano mientras ella revisaba algunas frutas, y se confió porque no te habías movido de tu lugar...

KyungSoo frunció el ceño y sintió un repentino dolor de cabeza cuando las imágenes borrosas del relato del mayor comenzaron a aparecer repentinamente en su mente, transcurriendo como la cinta de una película vieja, descolorida y con algunos fallos mientras se reproducía.

Su madre reía con la señora del puesto; era un día nublado y él llevaba su abrigo favorito de pingüinos estampados. Frente a ellos, después de cruzar la calle, había una plaza.

KyungSoo vio las palomas reunidas ahí con fascinación.

Dio un paso.

Dos pasos.

Tres pasos.

La luz del paso peatonal cambió a rojo...

-Tú te acercaste a la carretera y yo salí del auto de inmediato para intentar detenerte... pero había un coche -la voz rasposa del hombre falló y KyungSoo sintió los ojos ardiendo con el peso de las lágrimas mientras escuchaba, aún inmóvil y con la crudeza de la realización comenzando a golpearlo-... era rápido. Grité y tu madre se acercó de inmediato, te tomó de la mano, te empujó a la acera y entonces...

KyungSoo recordó el sonido del chirrido de los neumáticos, el golpe sordo cuando este impactó un cuerpo y el ardor en las manos y las rodillas al caer al suelo. Escuchó los gritos en su mente, el llamado desesperado de su padre, la gente corriendo a su alrededor.

La sangre se había acumulado bajo su piel rota y él alzó la mirada con ojos llorosos, sintiendo dolor.

Y ahí estaba: el cuerpo sin vida de su madre bañado en un carmesí profundo.

Su madre, que había estado sonriendo mientras tomaba algunas frutas hacía un momento, yacía muerta sobre la carretera.

-Mientes -susurró, un nudo fuerte y grueso en su garganta y las lágrimas corriendo libremente sobre sus heladas mejillas-. Mientes.

Su padre rió secamente en respuesta, y como si quisiera herirlo aún más, como si no pudiera soportar llevar esa carga por más tiempo, y continuó:

-Te desmayaste luego de eso y pasaste unas semanas realmente horribles. No podías ver la calle porque llorabas con histeria, gritabas y pataleabas y era difícil hacer que subieras a un auto. Tenías fiebre todo el tiempo y nunca dejabas de llorar. Y entonces todo se detuvo. El doctor dijo que tu cerebro inteligente decidió eliminar los recuerdos. Es un método de defensa, fue lo que dijo, uno bastante genial y conveniente, y así comenzaste a vivir una vida sin culpa. Mientras tanto, yo tenía que ver todos los días al responsable de la muerte de mi esposa; tuve que hacerme cargo de ti y asegurarme de que no murieras aunque te odiara porque se lo había prometido a ella.

En medio de todo eso, KyungSoo encontró el sentido de su miedo repentino a la sangre, del tirón incómodo al leer las noticias sobre accidentes automovilísticos, como siempre se le había dificultado aprender a conducir cuando BaekHyun quiso enseñarle, como dudaba inconscientemente al cruzar la calle y siempre lo hacía con un grupo de personas para asegurarse.

No lo había pensado antes, y ahora nota que era porque no quería pensar en ello, no quería ahondar en todas esas cosas porque no deseaba obtener las respuestas que estaba buscando.

Todo estaba ahí y él no pudo verlo porque no quería ser el culpable.

-Tú me destruiste la vida, KyungSoo, me quitaste todo, ¿y ahora quieres que me pudra, que me muera? Eres un maldito, chico, eres un completo engendro y solo Dios sabe todo lo que me arrepiento de haberte tenido.

Los hombros de KyungSoo temblaron en su intento por reprimir los sollozos que se acumularon en su garganta y él no pudo soportarlo más. Empujó la puerta del edificio y entró corriendo con una mano en la boca y el rostro empapado en lágrimas. A su espalda, su padre exclamó con ironía:

-¡Por supuesto, huye de nuevo! ¡Mi gran hijo valiente! ¡Maldito seas!

No está seguro de cómo llegó al departamento ni en dónde dejó caer sus bolsas, pero él se derrumbó por completo en el centro de la sala de estar, apretó su camisa a la altura del pecho y gritó de dolor.

Las lágrimas y los sollozos llegaron con fuerza, desarmándolo, arruinándolo. Su corazón lleno fue vaciado a través del llanto desgarrador y el nudo en su garganta se apretó un poco con la llegada de la impotencia, de la tristeza, del anhelo y de la culpa.

Al final su padre tuvo la razón. Él aún podía herirlo y KyungSoo tenía mucho de qué arrepentirse.

Se destruyó por completo, y no hubo nada para salvar.

.
.
.

[✍🏻]

...

¿Es muy temprano para sufrir?
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(Yo aún estoy sin palabras).

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