Capítulo 11

ㅡHey, Byun.

Los ojos de cachorro de BaekHyun se alzaron de inmediato al escucharlo llegar y una sonrisa deslumbrante le llenó el rostro.

BaekHyun dejó a un lado su tazón de nachos y se abalanzó hacia él para alejar la maleta de su mano y envolverlo en sus brazos con fuerza. KyungSoo rió, lleno por completo del tipo, y le devolvió el abrazo mientras hundía su nariz en la comodidad de su aroma.

ㅡ¿Me extrañaste?

ㅡ¡Por supuesto que sí! ¡Estaba tan silencioso sin ti! Creí que había perdido una parte importante de mí mismo. ¡Justo como quedarme sin testículos!

KyungSoo hizo una mueca y se alejó para encontrarse directamente con el rostro brillante y hermoso del mayor.

ㅡDefinitivamente no extrañé tus comparaciones raras.

ㅡSé que lo hiciste. Ahora ven, dime cómo te fue... Dios, KyungSoo, deja esa maleta a un lado, estás llegando a casa.

Lo obedeció y se dejó arrastrar hacia el sofá; se quitó los zapatos, se acostó y suspiró con alivio cuando sus músculos encontraron la posición adecuada para relajarse y descansar después del viaje. BaekHyun se sentó a su lado, tomó sus piernas y las colocó sobre las suyas, llevó sus manos a sus gemelos y comenzó a masajearlos.

ㅡAh, necesitaba esto.

ㅡLo sé. ¿Qué tal las cosas con tu maravilloso, especial, fantástico y amable jefe?

El calor llenó las mejillas de KyungSoo y sus hombros se tensaron por solo un momento, sin embargo, esto fue suficiente para alertar a BaekHyun y dejarlo al acecho, sospechando al respecto. Sus manos delgadas apretaron sus gemelos y se inclinó sobre él con una ceja alzada.

ㅡEscúpelo ahora mismo.

KyungSoo apartó sus piernas y se abrazó a un cojín cercano, hundió la mitad del rostro en él y observó con ciertas dudas el rostro agudo de BaekHyun. Su ceja se alzó aún más, esta vez rozando las puntas de su cabello, y supo que no sería capaz de escapar de eso fácilmente (por no decir que no sería capaz de dejar el tema a un lado con éxito).

Exhaló, sintiendo la derrota llenando sus huesos y sus músculos fatigados, y luego de tragar un bocado de valentía y ánimos, le confesó a través de suaves susurros:

ㅡDigamos que las cosas han cambiado un poco... podría decirse que él y yo como que estamos juntos ahora.

ㅡBueno, definitivamente han estado juntos durante todo este tiempo (mas de lo que deberías, según tu horario laboral incluso), así que no sé qué puede ser diferente.

KyungSoo le dio una larga mirada y no dijo nada al respecto, entonces BaekHyun parpadeó y el entendimiento y la incredulidad llenó sus facciones delicadas. Le arrebató el cojín y lo tomó de los hombros con fuerza, y con una expresión enloquecida, exclamó:

ㅡ¡No lo puedo creer! ¡¿Es en serio?! ¡¿Le diste tu virginidad al sucio Kim JongIn?!

ㅡ¡No era virgen! Y sí, lo hice, era inevitable.

ㅡ¡¿Cómo era inevitable?! ¡¿Existía tensión sexual entre ustedes?!

KyungSoo lo apartó con unos cuantos manotazos y volvió a tomar el cojín para tener algo que hacer con las manos y distraerse de la mirada impresionada de su mejor amigo. Se mordió el labio inferior, deseando que el calor en su rostro retrocediera de una buena vez, y asintió torpemente.

ㅡSí, y era insoportable. Luego de una discusión las cosas explotaron, después simplemente pasó y ahora estamos juntos de alguna forma. Aparentemente ambos nos gustábamos y decidimos hacernos cargo. Es... impresionante.

ㅡEs más que impresionante, es increíble.

BaekHyun cayó sin fuerzas sobre el sofá y formó un puchero pronunciado que llevaba juventud y hermosura a su cara. Mantuvieron el silencio por un tiempo, mientras ambos procesaban lo que estaba ocurriendo en ese momento, y cuando BaekHyun se encontró significativamente más repuesto, se volvió hacia él y le preguntó en voz baja:

ㅡ¿Qué piensan hacer ahora? ¿Cómo será su dinámica en el trabajo?

KyungSoo se encogió de hombros.

ㅡIgual que antes. No voy a permitir que el profesionalismo se rompa entre nosotros; mientras nos encontremos en Kai Corporation, yo seguiré siendo su AP y él será mi jefe. Al salir, podremos permitirnos estar juntos y darnos ciertas libertades.

BaekHyun tarareó y le dio una pequeña sonrisa que le hizo saber que todo estaba bien. Fue reconfortante y tranquilizador.

ㅡBien. Espero que no sea un hijo de puta contigo o realmente vamos a tener problemas. Invítalo un día y comamos juntos algo delicioso, ¿de acuerdo?

KyungSoo le devolvió la sonrisa, sintiéndose significativamente más ligero, aliviado y feliz, y asintió para él de inmediato.

ㅡClaro, sería genial.

ㅡDe acuerdo.

ㅡDe acuerdo.

Se miraron por un tiempo y luego dejaron escapar un par de risitas divertidas. BaekHyun le arrojó otro cojín al rostro y se acomodó sobre su pecho para ser abrazado. KyungSoo lo hizo, le acarició el pelo y de esa forma se dedicaron a ponerse al día con todo.

Hablaron sobre Kim, sobre el viaje, sobre el hotel y sobre lo hermoso que había sido todo para KyungSoo, y cuando el cansancio le impidió mantener los ojos abiertos y los bostezos fueron recurrentes, BaekHyun lo envió a la cama y se acostó con una sonrisa en el rostro.

Todo estaba bien, por supuesto que lo estaría. KyungSoo no podía pensar lo contrario.

. . .

ㅡHay que solucionar la mierda que creó el director Jang, así que encárgate de concertar una reunión con los ejecutivos, llama al encargado de Samsung, habla con el departamento de marketing y dales el visto bueno para que comiencen con sus presentaciones en dos días. No podemos detener el lanzamiento del smartphone, así que hagamos esto rápido.

KyungSoo trotó detrás de Kim con su tableta en la mano y los dedos trabajando rápidamente en su toma de notas. Sus cejas se mantenían fruncidas y el corazón latía a toda prisa mientras se dirigían a la oficina luego de salir de una reunión extremadamente tensa con los directivos.

Las cosas no estaban siendo fáciles. El director Jang había tomado una serie de decisiones estúpidas mientras JongIn estuvo fuera y esto significó su despido inmediato y un lío que tenían que resolver.

Así que, sí, Kim estaba en un punto de molestia y estrés impresionantes y KyungSoo no podía hacer mucho para ayudar.

Sintiéndose impotente, se dedicó a acompañarlo y hacer su trabajo lo mejor posible; por fortuna las cosas estaban yendo bastante bien y el desastre que Jang causó estaba siendo limpiado rápidamente.

Comprometer el nuevo modelo diseñado por Kai no había sido muy inteligente. El tipo se había metido en un gran escándalo y su avaricia escaló a muchos niveles.

KyungSoo suspiró y cerró la puerta de la oficina de Kim detrás de su espalda.

Aparentemente estaba intentando vender el diseño a la competencia antes de ser descubierto por el equipo de inteligencia de Kim. Tuvo una reunión a puerta cerrada y su jefe puso sus manos en el asunto.

Fue una fortuna que Jang no haya conseguido del todo su propósito y que los abogados de Kim fueran tan malditamente competentes, de lo contrario, todo habría sido un desastre (millones desperdiciados, una asociación manchada, el retiro de algunos inversionistas, mala fama para la empresa... tantos escándalos).

Sin embargo, aunque todo parecía ir por el rumbo correcto ahora que JongIn estaba trabajando en ello, su humor no podría ser peor. KyungSoo tenía que recordar con anhelo al Kim suave y gentil que había quedado en Italia para no caer en la abismal tristeza que parecía sacudir a su corazón.

Colocó la tableta a un lado cuando Kim se detuvo en medio de la oficina para aflojar con fiereza su corbata y se acercó a él con suavidad, colocó sus manos en los hombros anchos y dolorosamente tensos y presionó con amabilidad.

ㅡVen aquí, déjame hacerlo por ti.

Kim exhaló pesadamente, como un toro embravecido, pero se dio la vuelta de todas formas.

KyungSoo ignoró sus oscuras iris y deslizó sus manos sobre su pecho duro, subió delicadamente hacia su cuello y tomó la corbata para aflojarla con amabilidad. La retiró por completo y luego despojó a Kim de su saco, que colgó sobre su antebrazo.

Finalmente, con la camisa de botones sin una sola arruga abrazando su torso, KyungSoo alzó la mirada y le dio una pequeña sonrisa reconfortante.

ㅡSé que todo va a estar bien. Aunque odie admitirlo, tengo un jefe terriblemente competente.

La mandíbula de Kim, que había estado tan endurecida como el concreto, se había aflojado ligeramente y el fuego en sus ojos se había transformado en algo completamente diferente, con un toque sugerente que hablaba de pasiones y deseos intensos.

KyungSoo lo notó a la perfección y sintió el conocido nudo en el estómago, las rodillas débiles y el calor creciendo lentamente en su interior. Kim dio un paso más cerca, lo invadió, lo llenó de su olor, de su presencia, y llevó una de sus enormes manos a su rostro para acariciarle la mejilla suave.

KyungSoo suspiró, cerró los ojos y se dejó hacer porque, maldita sea, se sentía jodidamente bien. En un momento así, donde los nervios estaban de punta y la incertidumbre se cernía sobre ellos, tener una caricia como esta, una mirada como esa, era reconfortante. Tanto.

ㅡEs bueno saber que confías en él.

ㅡLo hago en contra de mi voluntad; decirlo es extremadamente difícil para mí, me desconcierta y me deja un mal sabor en la boca. Él es un idiota la mayor parte del tiempo, ¿lo sabías?

ㅡSí, algo había escuchado al respecto.

Su mano bajó a su garganta y la encerró en un agarre firme, lo suficientemente fuerte para sentir la presión, pero tan débil que KyungSoo podría zafarse de él en cualquier momento.

No lo hizo.

Tarareó con deleite y luego suspiró cuando la boca de Kim se juntó con la suya en un beso abrasador.

Fue entonces cuando el estrés y la presión del momento comenzaron a ser drenados de su cuerpo en grandes y constantes oleadas.

Rodeó el cuello del mayor y abrió la boca para darle paso a su lengua y Kim colocó su palma sobre su glúteo, lo apretó y lo acercó para recortar la ridícula distancia entre ellos mientras le besaba como una bestia enfurecida.

KyungSoo mordió su labio inferior y luego dejó un pequeño beso casto sobre su boca antes de alejarse y volver a mirarlo. Alzó la mano para apartar el cabello que caía sobre sus ojos y descansó su mano sobre su pecho.

ㅡTodo estará bien, JongIn.

ㅡLo sé ㅡsusurró y luego rodeó su muñeca con esa delicadeza fascinante y cautivadora suya y con ello tuvo su corazón saltando felizmente en su pechoㅡ. Ven a mi departamento esta noche. Te necesito ahí.

Sabía perfectamente lo que Kim quería y necesitaba de él, y esto le provocó un hormigueo delicioso en la piel.

Su jefe, después de todo, siempre fue una persona dispuesta a escuchar las necesidades de su cuerpo; liberaba el estrés del trabajo a través del sexo y la compañía de un amante hermoso dispuesto a satisfacer todas y cada una de sus exigencias.

Tenía una naturaleza salvaje, aguda, y se dejaba llevar por sus instintos, y ahora que ellos estaban juntos, KyungSoo tenía que lidiar con ello.

No es que le pareciera una molestia, precisamente. En este punto, y debido a la tensión sexual, el deseo y la atracción que siempre parecía estar presente entre ellos, él estaba perfectamente bien con ser tomado, sometido al cuerpo de Kim y utilizado como una vía de escape de la realidad.

Así pues, sin necesidad de pensarlo demasiado e imaginando a la perfección el tipo de recompensa que obtendría de todo eso, asintió.

ㅡBien. Te esperaré en el estacionamiento.

Los ojos de Kim brillaron con complacencia y altas expectativas y volvió a inclinarse sobre él, sometiéndolo fácilmente a su voluntad, entregándole su calor y la comodidad que representaba la fuerza de su cuerpo.

ㅡEse es mi chico.

Y luego volvió a besarlo lánguidamente, sensualmente, justo ese tipo de besos que te roban el aliento, te erizan la piel y te seducen con el paso de la lengua sobre la tuya. KyungSoo había estado en contra de estos actos de afecto, pero en este momento, debido a las circunstancias y la necesidad y desesperación de Kim, fue inevitable.

Prolongó el beso lo máximo posible y sintió vacío y anhelo cuando se alejaron. Kim le acomodó el traje, devolvió un mechón rebelde de cabello a su lugar de origen y se alejó de él, la faceta de jefe indestructible e intocable volviendo a su cuerpo.

ㅡNecesito que consigas un té para mí. Asegúrate de que sea lo suficientemente bueno.

KyungSoo lo miró por un momento, mientras tomaba asiento en su lugar tras el largo escritorio, y no pudo evitar sonreír discretamente. Asintió, colgó las prendas en el perchero más cercano y luego cogió su tableta.

ㅡVuelvo pronto. Señor.

Kim le arrojó una mirada, pero en ese punto ya le había dado la espalda y se dirigía a la puerta de la oficina, salió de ella y se acercó a su escritorio para dejar la tableta (bloqueada) y tomar la tarjeta de la empresa para comprar lo pedido.

NaYeon lo observó con curiosidad, pero KyungSoo negó con la cabeza, le dio una pequeña sonrisa y salió del pasillo y, posteriormente, de Kai.

En su mente, KyungSoo solo podía desear que la hora de la salida llegara.

. . .

La reunión con los directivos se había extendido mucho más de lo planeado y el socio de Samsung habló con Kim durante una hora y media más.

En este punto KyungSoo se sentía mortalmente agotado. Acompañó al mayor en todo momento, tomó notas a su lado, escuchó sus órdenes y las llevó a cabo lo más pronto posible, escribió un par de informes que envió a su correo electrónico, leyó otros tantos e hizo unas cuantas reservaciones para las citas con algunos socios durante toda la semana. Estaban mortalmente apretados y su mente se encontraba dispersa cuando NaYeon finalmente se retiró con una sonrisa reconfortante y un apretón en su hombro.

KyungSoo miró la puerta cerrada de Kim y suspiró largamente, sintiendo un peso conocido sobre sus hombros. Ordenó todo, desconectó el teléfono y guardó en las gavetas unas cuantas carpetas que se encontraban en su escritorio. La tableta fue apagada y la lámpara de apoyo fue desenchufada, solo entonces la puerta de la oficina se abrió y su jefe salió de su interior con un rostro inexpresivo y el saco colgando de su antebrazo.

Parecía tan cansado como el propio KyungSoo, y él se preguntó si su propuesta seguía en pie.

Ya que no había nadie más en el piso, y probablemente en el resto de la empresa a esa hora de la madrugada, KyungSoo permitió que Kim le rodeara la cintura con su mano libre y se inclinara para darle un beso parsimonioso en los labios.

Se apoyó en el pecho de JongIn cuando este lo atrajo para un abrazo absolutamente necesario y KyungSoo cerró los ojos, sintiendo como comenzaba a relajarse.

Finalmente.

ㅡEstás agotado ㅡdijo, y fue más una aseguración que una pregunta. KyungSoo asintió y rodeó su cintura con ambos brazosㅡ.

ㅡHa sido un día largo y agotador.

ㅡLo sé. ¿Quieres que te deje en tu departamento?

KyungSoo sintió una especie de calor agradable en su estómago y tontamente se hundió aún más en su pecho, justo como un crío idiota enamorado. Era porque sabía que podía elegir y que su bienestar y comodidad estaban por encima de las necesidades calurosas e íntimas de JongIn, que podía esperar por él sin enojarse, que lo que sentía y pensaba era importante.

Fue otro nivel de confianza y satisfacción, y él estaba completamente bien siendo el receptor de todo esto.

ㅡNo ㅡrespondió luego de algunos segundos más en la misma posiciónㅡ. No serviré de mucho en la cama, porque es probable que me desmaye apenas me acueste en ella, pero aún así quiero irme contigo esta noche. ¿Está bien para ti?

Kim se tomó un momento en silencio y KyungSoo esperó pacientemente por su respuesta. Finalmente, él sintió como su cuerpo comenzaba a relajarse completamente en sus brazos y su mano lo apretaba un poco más, manteniéndolo anclado en ese lugar.

ㅡLo está.

Llegaron al departamento de Kim envueltos en silencio, con KyungSoo prácticamente arrastrando los pies sobre el suelo brillante.

Le había enviado un mensaje a BaekHyun para avisarle que no iría a casa esta noche y luego de obtener una respuesta simple y un par de emojis pervertidos, apagó el teléfono. Ahora, en medio de la sala de estar de Kim, con su bolso, saco y zapatos en la entrada del departamento, KyungSoo sintió como todo el cansancio del día lo golpeó repentinamente.

Comieron algo sencillo y fácil de digerir y Kim los metió en la tina para un baño relajante. Lo enjabonó, le masajeó los hombros y besó la columna de su cuello, y cuando se encontraron limpios lo sacó para cepillarse los dientes, recogió la humedad de su piel con una toalla de algodón limpia y lo vistió con una de sus camisas gigantes y un boxer nuevo.

Luego de eso se acostaron en la cama, con Kim rodeándolo mientras KyungSoo se apoyaba en su pecho. Cerró los ojos y besó el trozo de piel desnuda más cercana mientras su cabello ahora seco era acariciado con gentileza.

ㅡDescansa, KyungSoo. Todo irá mejor mañana.

Y como venía ocurriendo desde que Kim llegó a su vida, obedecerlo fue una costumbre y el sueño llegó de inmediato.

.

Despertó con una ola de calor invadiendo su cuerpo, las entrañas apretadas y el sudor resbalando por sus sienes. Había un toque extraño en alguna parte de su cuerpo y un sonido obsceno sacudiendo sus oídos constantemente.

Chop. Chop. Chop.

No tenía sentido. En su mente nebulosa invadida por el sueño, KyungSoo no era capaz de conectar los puntos adecuadamente. Sin embargo, había algo extrañamente placentero naciendo en alguna parte, algo delicioso tirando de sus entrañas...

KyungSoo abrió los ojos perezosamente y notó la camisa que había tenido puesta toda la noche junto a su rostro, las sábanas fuera de su cuerpo y un techo demasiado alto para ser el del departamento de BaekHyun sobre él. KyungSoo frunció el ceño y una invasión seductora le llevó a un intento vano de cerrar las piernas que se encontraban abiertas.

Aún buscándole el sentido a las cosas, bajó la mirada hacia la parte inferior de su cuerpo (desnuda, qué mierda) y entonces todo pareció calzar en el lugar indicado.

Porque ahí se encontraba Kim JongIn en todo su esplendor, con una mirada oscura, el pelo revuelto y, oh, su fascinante boca tomando todo su pene erecto en su interior.

KyungSoo se quedó sin palabras por un momento mientras procesaba esta imagen indecente a primera hora de la mañana, pero entonces Kim hizo algo con su lengua alrededor de su glande y su mano masajeó sus testículos y él se encontró perdiendo el raciocinio nuevamente.

ㅡMierda, Kim, ni siquiera me he lavado los dientes... continúa, eso se siente tan bien.

JongIn tarareó y una sonrisa extraña apareció con cierta dificultad en las esquinas estiradas de su boca. En respuesta, KyungSoo exhaló, se acomodó en la cama y llevó su mano al cabello del mayor, lo apretó y hundió su cabeza un poco más en su pene.

Arriba y abajo, lentamente para sentir por completo cómo se introducía en él, cómo su boca y su garganta le daban la bienvenida, acunándolo ahí como si ese fuera su lugar seguro, ensalivándolo para hacerlo sentir aún mejor.

La lengua experta le recorrió el pene, alabó su dureza, sedujo su cabeza, curioseó alrededor del frenillo, exploró el recorrido de sus venas, provocó su pequeño agujero atiborrado con su preseninal. La mano continuó en su saco, apretando y soltando, acariciando, presionando placenteramente y luego masajeando con determinación y seguridad.

Otro dedo, juguetón, rodeó su entrada mojada antes de introducirse en ella con facilidad una vez, dos veces, tres más, antes de que un segundo dedo se le uniera, y otro más no mucho después.

Así pues, con su entrada, sus testículos y su pene siendo estimulados al mismo tiempo, KyungSoo no pudo reprimir sus gemidos, sus espasmos, sus lágrimas ni el sonrojo seductor que invadió su pálida piel por completo.

Dejó el cabello de Kim para apretar la almohada sobre su cabeza y sus caderas se arquearon involuntariamente; con esto, su miembro fue un poco más allá en la garganta de su amante y sus dedos se hundieron mucho más profundo en su interior.

Era tan bueno. Tanto, mierda, y él no podía dejar de rogar y suplicar.

ㅡPor favor, por favor, casi estoy ahí... deja que me corra, JongIn.

JongIn tarareó y ahuecó sus mejillas, subió todo el camino hasta su glande y lo succionó satisfactoriamente en respuesta.

Mierda, maldita sea. Justo así.

Plantó sus pies en el colchón y sus piernas temblorosas le dieron el último impulso contra la boca de Kim antes de derramarse completamente en su interior.

JongIn tragó su carga, se limpió la comisura de los labios y sonrió con esa curva de medio lado suya que lo hacía ver como un imbécil caliente y malditamente atractivo. KyungSoo, en medio de su agitación e hipersensibilidad, pensó que no era justo que él se viera de esa manera después de haber sido utilizado tan duramente por él.

Kim tomó un preservativo, que había colocado a su lado mientras aún dormía, y abrió el paquete con los dedos, lo extrajo del interior y lo rodó sobre el pene rígido y palpitante. Su boca se hizo agua cuando su amante bombeó su sexo un par de veces y sintió el calor de la expectativa creciendo en su vientre apretado.

ㅡAbrázame fuerte. Te tomaré duro hoy.

KyungSoo se mordió el labio inferior, pero rápidamente envolvió sus brazos alrededor de su cuello, abrió las piernas ligeramente temblorosas y gimió suavemente cuando JongIn se hundió en su canal resbaladizo.

Y a partir de entonces fueron un par de cuerpos desnudos desenfrenados e insaciables.

KyungSoo fue inmovilizado de tal forma que fue imposible para él hacer más que corresponder torpemente a las embestidas de Kim con las propias, apretar su agujero cuando encontraba una penetración especialmente agradable y satisfactoria y gemir como un maldito actor porno twink.

JongIn no fue suave de ninguna forma, lo azotó sin descanso ni misericordia hasta que sus músculos dolieron por el asalto. Él lo estaba usando de la misma forma que KyungSoo lo había usado hace algunos minutos, estaba canalizando su frustración y buscando una vía de escape del estrés y la presión en su cuerpo, y mierda, KyungSoo no debería estar tan bien con ello.

De todas formas, él se aferró con fuerza a su cuello, hundió sus dedos en sus omóplatos y besó su mejilla cuando se sintió sobrepasado. Entonces Kim lo había abrazado adecuadamente de vuelta, sujetando su cintura y rodeando sus hombros estrechos para acercarlo aún más a él, lo miró fijamente a los ojos y luego lo besó en la boca.

A diferencia de sus movimientos profundos y su invasión devastadora, su beso fue lo más suave y atento posible; entorpecido por las embestidas constantes, fue imposible prolongarlo mucho tiempo, pero bastó para hacerle saber que él era consciente de que era KyungSoo quien se encontraba bajo su cuerpo, que era alguien querido y especial, que no era solo un chico de cara bonita traído aquí por cuestiones frías y egoístas.

Kim no dijo nada, pero su mirada y los besos posteriores (en su frente, en sus mejillas, en sus labios) hablaron por él, dijeron todo lo que él no pudo pronunciar. Sirvieron para calentarle el corazón, para encontrar dulzura en medio de su dura pasión.

ㅡOh, JongIn ㅡgimió con desesperación, sintiendo como su pene golpeaba una y otra vez su próstata; sin descansoㅡ.

ㅡAquí estoy, bebé, justo aquí.

A partir de entonces su ritmo fue errático, las lenguas de su clímax quemando sus entrañas.

KyungSoo apretó los ojos, abrió la boca y se dejó tomar de esa forma. Deshecho, no tuvo la fuerza para hacer nada más que esto (Kim tampoco se lo había permitido), y entonces, algunos segundos más tarde, escuchó el sonido caliente y sensual de un gemido profundo antes de que JongIn se quedara muy quieto en su interior, la crema derramada profundamente en el preservativo.

Abrió los ojos pesadamente y encontró la expresión llena de éxtasis del mayor: cejas relajadas, labios rojos e hinchados entreabiertos, mejillas ligeramente sonrojadas y cabello desordenado. Las iris oscuras de Kim dejaron su escondite tras sus párpados cerrados y se enfocaron en él mientras jadeaba, y entonces, sin decir una palabra, llevó su mano hasta su miembro y lo apretó solo una vez.

Fue vergonzosa la forma inmediata de correrse en su palma, como KyungSoo no tenía control sobre su propio cuerpo cuando se trataba de él. Vagamente pensó que incluso era un poco peligroso (todo el poder que tenía Kim sobre sí mismo), no obstante, el hilo de sus pensamientos fue cortado cuando su amante lo besó en la boca perezosamente.

Fue totalmente lo opuesto al sexo y KyungSoo ni siquiera tuvo tiempo de molestarse por el vago aliento mañanero. Enredó sus labios en los suyos y se dejó aplastar por el cuerpo construido del mayor; aún abrazándolo y siendo abrazado a cambio, KyungSoo lo besó, y lo besó, y lo besó.

ㅡHay que trabajar ㅡmurmuró en un extraño momento de separación entre sus labios y Kim tarareó antes de besarlo nuevamenteㅡ. Llegaremos tarde.

ㅡNo creo que el jefe se moleste por ello -susurró a cambio y la risa de KyungSoo quedó atrapada en su garganta cuando Kim volvió a besarlo lánguidamenteㅡ.

ㅡNo, pero la gente sospechará ㅡsu labio inferior fue besado, luego el lunar en su barbilla y la esquina de su bocaㅡ.

ㅡNo lo harán. Kim JongIn es un maldito idiota, seguramente llamó al pobre KyungSoo a altas horas de la madrugada para complacer sus caprichos y por eso lo ha arrastrado a una hora extraña y poco usual a la oficina.

ㅡBueno, eso no está muy alejado de la realidad.

ㅡPara mentir de forma correcta es necesario decir algo de verdad.

KyungSoo sonrió y acarició la barbilla rasposa del mayor cuando este se alejó un poco para poder mirarlo a la cara.

Desnudos sobre la cama y sin ningún tipo de preocupaciones, ellos parecían encajar muy bien. Las diferencias pasadas fueron fácilmente olvidadas y algo nuevo y preciado burbujeó dulcemente entre ellos.

Era ese sentimiento el que le había hecho descubrir algo nuevo de sí mismo, una nueva faceta que no sabía que tenía en su interior. Era todo sobre ser mimado, querido y apreciado; era sobre sentirse seguro en los brazos de alguien más, abandonar la coraza de protección que lo había cubierto durante todos estos años y volver a ser ese pequeño feliz y risueño que encontraba amor en todas partes.

Era increíble que hallara todo eso junto a Kim, por Kim, y a la vez, KyungSoo no podía pensar en nadie más que él para hacerse cargo de su mierda.

Un poco conmovido y maravillado por todos estos nuevos descubrimientos, y siguiendo el mismo hilo de conversación, KyungSoo susurró:

ㅡTengo sentimientos por ti, sin embargo, no te quiero para nada.

JongIn lo miró profundamente por unos cuantos segundos y un momento después sonrió ligeramente, comprendiendo de inmediato la insinuación.

ㅡYo tampoco te quiero, ni un poco, KyungSoo ㅡdijo contra su boca y KyungSoo le devolvió la sonrisa antes de atraerlo de nuevo a sus labiosㅡ.

Ellos se fundieron una vez más sobre las sábanas desordenadas, no obstante, a KyungSoo no pudo importarle ni un poco.

Las responsabilidades del día podían esperar por él.

. . .


ㅡOh, KyungSoo, ¿te lastimaste? Estás cojeando.

La pregunta de NaYeon apareció inmediatamente después de pasar a su lado y KyungSoo sintió como la vergüenza llenaba de color su rostro y su cuello. Compuso una sonrisa torpe, y aunque se sintió un poco mal por ello, aprovechó la vía de escape que ella había le ofrecido preocupadamente.

ㅡSí, fui un poco torpe y me lastimé el tobillo cuando estaba haciendo los recados para Kim.

La preocupación aumentó en el lindo rostro de su amiga y ella no tardó en levantarse y acercarse a él para ayudarlo a encaminarse hacia su escritorio.

ㅡDios mío, ahora entiendo por qué tardaste en llegar. ¿No quieres pasar por la enfermería? Será un poco complicado para ti seguirle el ritmo al jefe estando así.

KyungSoo se sintió como un maldito idiota, sucio, mentiroso, una escoria. Aprovechándose de los sentimientos inocentes de su amiga para disfrazar que, de hecho, esta cojera fue producida por nada más que tres rondas de sexo malditamente bueno con su jefe... él era un gusano.

Pero, de todas formas, era imposible decirle la verdad a la pobre NaYeon. No porque no confiara en ella y su capacidad de guardar el secreto, sino porque se sentía realmente avergonzado (y no soy de los que se avergüenzan con facilidad). Entonces, sí, recurrió a las artimañas de Kim para poder salirse con la suya esta vez.

ㅡEstaré bien, Yeon, así que no te preocupes demasiado por mí. ¿El Señor Tenebroso ya llegó?

Una vez se encontró cómodo en su asiento, KyungSoo le dio una sonrisa agradecida a su amiga y encendió la computadora, enchufó el teléfono y sacó la tableta de la gaveta con seguro. NaYeon apoyó la cadera en el escritorio y asintió con un puchero.

ㅡLo hizo hace algunos minutos. Parecía realmente enojado... ¿sucedió algo?

Ese maldito idiota debería formar parte de Hollywood.

Obviamente no le sucedió nada. El tipo había estado extremadamente feliz y complacido durante todo el viaje; le acarició el muslo en el trayecto, sonrió como un hijo de puta que había ganado un premio enorme y significativo y le dio un gran beso de despedida cuando tuvo que salir del auto para llevar a cabo su coartada.

Él se encontraba más que relajado pero, por supuesto, nadie más que él tenía por qué saberlo.

ㅡNo lo sé, ¿no es ese su estado natural?

ㅡProbablemente. Quizás necesite sexo.

KyungSoo casi rió al escucharla, pero, nuevamente, nadie tenía que saber que el sexo estaba bien cubierto para Kim.

ㅡQuizás. ¿Ha llamado alguien mientras no estuve?

ㅡSolo el departamento de RRHH, quieren saber si la demanda contra el director Jang se llevará a cabo.

ㅡSí, lo hará. Kim concertó una cita privada con el abogado Zhang.

ㅡNo esperaba menos, es realmente un lío muy grande. Fue una fortuna que el jefe llegara a tiempo para deshacer los planes de esa rata asquerosa.

KyungSoo asintió, compartiendo fácilmente sus pensamientos.

Y como si hubiera sido invocado, el mismísimo Satanás apareció detrás de su puerta con un enorme ceño fruncido y una mirada mortal en sus ojos oscuros. NaYeon se envaró de inmediato y bajó la cabeza, él, en cambio, alzó una ceja en su dirección sin parecer demasiado impresionado.

ㅡDo, ¿por qué llegas tarde? ¿Estás probando la incompetencia en este punto?

Rodó los ojos y estuvo dispuesto a soltar un comentario ingenioso cuando NaYeon habló por él de forma apresurada.

ㅡ¡Señor Kim, discúlpelo por esta vez! ¡KyungSoo se ha lastimado el tobillo recientemente, así que, por favor, dele un poco de descanso!

El ceño fruncido de su jefe pareció pronunciarse aún más, como si eso fuera posible, y su mirada se enfocó plenamente en él.

ㅡ¿Te lastimaste? ㅡpreguntó, esta vez en un tono más suave que el anterior, y KyungSoo respondió no mucho después con los dientes ligeramente apretadosㅡ.

ㅡUn poco, no puedo caminar adecuadamente.

Y entonces la diversión atravesó las iris de Kim hasta suavizarle el rostro significativamente y, mierda, KyungSoo quería estrangularlo en ese momento con el cable del teléfono.

ㅡYa veo; aún así, no es una excusa, Do. Tienes trabajo que hacer.

ㅡ¡Yo puedo hacer su trabajo por hoy, señor! Me moveré por KyungSoo para que pueda descansar un poco ㅡNaYeon intercedió por él una vez más y KyungSoo sintió el bochorno en sus entrañasㅡ.

Mierda, esto se estaba saliendo de control por culpa de Kim, ese malnacido sin consideración.

ㅡN-no, Yeon, no es necesario, yo...

ㅡIm, a mi oficina. Do, asegúrate de recuperarte para mañana, no me hagas perder el tiempo.

NaYeon asintió rápidamente, tomó su propia tableta y le dio una sonrisa reconfortante cuando Kim desapareció en su oficina. Ese maldito.

ㅡEstaré bien, he lidiado con él antes. ¿Te dejo mi trabajo a cambio?

Fue el turno de KyungSoo de asentir y devolverle la sonrisa.

ㅡPor supuesto. Gracias, Yeon, te debo una.

Y realmente lo hacía. Si es honesto consigo mismo, él no habría podido correr de un lado a otro con Kim en un momento como ese; sería muy incómodo y doloroso y simplemente lo molestaría todo el día. Agradeció al cielo por el corazón bondadoso de NaYeon y le prometió compensarla verdaderamente por eso (por ser engañada y por tomar su trabajo por el día de hoy).

ㅡNo te preocupes, para eso son los amigos. ¿Nos vemos en el almuerzo?

ㅡClaro. Buena suerte.

ㅡ¡Gracias! La necesitaré.

Entonces ella corrió hacia la oficina de Kim y KyungSoo suspiró largamente.

Así, él dio inicio a un nuevo día en Kai.

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