Han pasado cuatro años desde que la vi por última vez.

Realmente la extraño, pero supongo que era inevitable; cada una debía tomar un camino diferente y la falta de presencia eventualmente haría que termináramos. Hace tiempo que perdí el contacto con ella , pero confío en que consiguió lo que quería, después de todo, ella nunca se daba por vencida.

Es irónico pensar que yo siempre cumplo mis promesas, pero hubo una que no pude cumplir. Le prometí que buscaría a alguien que me hiciera feliz, pero no puedo querer a alguien más si no la he dejado de querer a ella. Tuve meses para hacerme a la idea de dejarla pero, aún así,;cuando sucedió sentí que me la habían arrebatado.

¿Saben? Siempre he sido mala con los sentimientos. Eso de ser empática con la gente, se me da bastante mal, pero, incluso yo sé cuando alguien está tan jodido, y tan arruinado que prefiere cerrarse al mundo después de estar en el suelo tantas veces, así que, debes darle su tiempo, nunca demostrará que está roto y que lo ha estado por un largo rato, y el día que veas que llora, es por que realmente se quebró.

Sé que Mérida tuvo una vida bastante difícil y sé que por mucho tiempo fui su único apoyo. La primera vez que la vi llorar, fue el día en que rechazaron su solicitud para la universidad, era su pase de salida y lo había perdido. Luego conseguí para ella una palanca para entrar a otra, y gracias a su excelencia en el examen pudo pasar. Ese día, me dijo por primera vez que me amaba.

Nuestra relación comenzó en preparatoria, y como muchos sabrán, acercarse a alguien a quien no le apetece la compañía de nadie es bastante complicado. Todos me decían que no valía la pena, que ella solo me haría perder el tiempo porque su temperamento era de lo peor, que la dejara, pues intentar arreglar a alguien roto era imposible. Pero yo vi en ella algo más que la chica hostil que odiaba a todos, no solamente a la niña rota que nadie quería arreglar. Descubrí a una joven asustada del mundo, que necesitaba mucho amor, pero tenía miedo de recibirlo por temor a que se le fuera arrebatado.

No saben cuanto disfruté cerrar la boca de todos cuando logré que me aceptara en su vida, les demostré que la chica a la que rechazaban era la mejor persona del mundo.

Nunca pierdo la esperanza algún día poder verla de nuevo, y sin importar cuanto me gustaría que volviéramos, si vuelvo a encontrarla y ella es feliz, no me interpondré en ello. Después de todo, lo que más me importa es que ella sea feliz, aunque no sea conmigo y sé que ella haría lo mismo por mí.

Me gusta imaginarme cómo sería mi vida junto a ella de haber coincidido en las pasantías. Ella decía que no quería hijos porque no le gustaría hacer un mal trabajo con ellos. Sé que mentía, miraba ese brillo en su ojos cada vez que veía a un niño pequeño, su lugar favorito era un parque a unas calles de la escuela, por que ahí solía siempre haber montones de infantes. Decía que era por su amor a los helados del lugar, eran buenos, pero no para tanto. Siempre se sentaba en la misma banca, una que estaba en una esquina muy cercana a la entrada del parque, desde allí se podían ver absolutamente todos los juegos del lugar. Ojalá ella tenga todo lo que quería. Y no me refiero solo a su trabajo, por que sé que lo consiguió, estoy muy segura.

En cuanto a mí. Bueno, mi vida va bastante bien, se podría decir que tengo todo por lo que he luchado. A pesar de tener veintidós; puedo ver que mi vida se ve bastante completa, pero, ¿ qué esperaban de alguien que terminó la universidad a los dieciocho? Logré que mi pasantía contara como mi servicio social y experiencia laboral. Gracias a ello, conseguí un buen empleo en una editorial reconocida, los trabajos y mi dedicación excesiva me valieron para que hace seis meses fuera ascendida a la mesa directiva. Soy la mano derecha de la fundadora de aquí y si las cosas van bien, seré quien se quede al mando en cuanto Aurora deje la empresa, no tiene familia y creo que soy su única amiga. Es bastante triste, pero es lo suficientemente bueno para mí.

Mi vida personal es bastante sola, pero tengo un buen departamento en una de las mejores zonas de Nueva York y mi sueldo es tan considerando que podría mantener a cinco niños.

Hace un año publiqué mi primer libro original, era uno de mis mayores sueños y lo pude cumplir. El título era <<Rosas para ella>> . Contaba la historia de una chica solitaria enamorada de una de las mejores empleadas de una empresa de moda en donde ella era pasante. Comenzó a observarla seguido, sin que ella se diera cuenta. Descubrió detalles que muy pocos sabían, y que era bastante inexperta en cuanto al romance se trataba. Empezó a escribirle cartas y eventualmente a enviarle rosas con un singular girasol en medio de la docena. La enamoró poco a poco y cuando el momento llegó le reveló quién era. Ese libro fue bien recibido por la crítica y por los lectores, me sentí orgullosa de mi trabajo. Antes de publicarlo tuve mis dudas, creí que sería de esos libros que serían perdidos entre tantos por que, vamos, no muchos leen historias de romance LGBT.

He pensado en escribir otro libro, basado en mi relación con Mérida, aunque creo que sería algo excesivo, no quiero que la gente me encasille como la escritora que solo redacta romance homosexual, porque soy más que eso. Tal vez algún día lo haga, pero no será ahora.

Realmente no sé por que escribo esto, es algo que jamás nadie leerá y será guardado en el cajón junto al montón de escritos que tengo sobre ella. Sé que algún día la debo dejar ir, aferrarse a los recuerdos no es sano; supongo que escribir sobre ello, me ayuda a desahogarme, no tengo con quien hablar acerca de cómo me siento y guardármelo todo eventualmente hará que termine explotando.

—Elsa —llamaron a la puerta. Levantó la vista a quien se encontraba en el marco de la entrada.

—Bella —sonrió.

—Es hora de irse, cariño. Se hará tarde —le dijo amable. Asintió.

—En unos minutos salgo, gracias —sonrió, y la castaña se fue. La rubia suspiró y comenzó a guardar sus cosas, metió la hoja en la que anteriormente estaba escribiendo en su carpeta preferida y guardó todo en su bolso. Pasados unos minutos, cerró su oficina y caminó a la salida del edificio despidiéndose del poco personal que quedaba en el. La noche era fría y oscura, pero la luna llena iluminaba por completo el cielo, no había ninguna nube que surcara y eso solo lo hacía verse más bello. Acomodó su bufanda, abrió la gran puerta y caminó.

—Hola rubia —dijeron a sus espaldas. Paró en seco, reconocería esa voz en cualquier lugar. Dio la vuelta para encontrarse a pocos pasos a la persona que la había llamado. Allí estaba, con sus manos tras su espalda, sonriente; su mirada se nubló y no pudo evitar sonreír.

—Mérida —susurró, la pelirroja sonrió y caminó a ella lentamente, una vez estuvieron lo suficientemente cerca sacó de atrás de ella un enorme ramo de rosas rojas, una docena para ser exacta y que justo en medio tenía un girasol. Cubrió su boca con ambas manos, la recién llegada rio suavemente.

—Mi bello girasol —susurró poniendo su mano en su mejilla, la acarició suavemente y cerró sus ojos disfrutando del dulce gesto. En cuanto los abrió, la pelirroja la estaba mirando a los ojos con dulzura—. ¿Podríamos volver a estar juntas? —preguntó en voz baja, muy cerca de sus labios. Elsa sonrió enormemente.

—He esperado cuatro años para escuchar eso —y tras decir aquello, unió sus labios en un beso suave, dulce y lento. Por la falta de oxígeno, se separaron un poco, juntaron sus frentes y mirándose fijamente a los ojos, ambas sonrieron felices.

Entonces despertó.

Abrió los ojos, sonrió con melancolía y se sentó en su cama, pegó sus piernas a su pecho y las abrazó para recargar la cabeza en sus rodillas.

—Algún día, Mérida —se dijo a sí misma. Miró al lado vacío de su cama y luego a la ventana que estaba frente a ella, la luna llena resplandecía en el cielo nocturno, aportándole algo de tranquilidad a la joven. Elsa sonrió y suspiró, una lágrima escurrió por su mejilla, no se molestó en limpiarla—. Algún día, mi amor...

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Realmente tenía ganas de escribir algo merelsa, estoy satisfecha con el resultado y espero que a ustedes también les haya agradado

--AshLee-- perdóname mi vida :c

Anyway, bella portada por -sweetsecret

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suugaarpiink estuvo aquí. uwu.
Gracias por ayudarme con la corrección, mi vida ❤. Soy mala con las puntuaciones jajaja.